Capítulo 4
"Te lo prohíbo Yoongi, ese niño no está a tu altura, a nuestro nivel, ¿Cómo vas a rebajar el apellido Min por andar con un chico de su clase social?"
Pero Jimin no era pobre, solo un chico normal de nivel socioeconómico medio que trabajaba para pagar su universidad y ayudar a su abuela, tenía media beca y se esforzaba mucho por mantenerla, no podía desaprovechar la oportunidad de estudiar en una de las mejores universidades de Corea.
Pero el señor Min había hecho hasta lo imposible para separarlos y aunque Yoongi se resistió y Jimin luchó a su lado el señor Min ganó cuando el rector de la universidad llamó un día a Jimin para decirle que su media beca estaba cancelada y que además debía irse de la universidad.
Yoongi le rogó a su padre ya que supo que él lo había hecho y el señor Min accedió pero con la condición de que se alejara de Jimin.
Lo hablaron, pasaron horas hablando mientras lloraban, y se abrazaban temiendo a la separación y después de todo Jimin aceptó porque ¿Cómo más podría pagar su universidad? Si su abuela necesitaba medicamentos que eran caros, lo que ganaba en su trabajo de medio tiempo no le alcanzaría para todo.
Yoongi le dijo que él le ayudaría, trabajaría también para ayudarle con los gastos pero Jimin era muy orgulloso y no lo permitió. Se negó a aceptar un solo centavo de Yoongi, si de por si que los vieran juntos molestó a muchos, si se enteraban que estudiaba con el dinero de Yoongi sería peor.
Se alejaron, Jimin lo soltó y Yoongi lo aceptó.
Sabía que Jimin quería ser alguien en la vida por sí mismo, no con ayuda.
Por eso cuando el señor Min murió y Yoongi finalmente había heredado la empresa de los Min, supo que Jimin buscaba trabajo un buen puesto que él sabía que lo desempeñaría muy bien porque sabía que Jimin ya se había recibido de Administrador de Empresas.
Lastimosamente seguro Jimin creyó que era su padre quien había enviado la solicitud de entrevista de trabajo y la había rechazado.
Yoongi nunca dejo de pensar en Jimin, nunca ni un segundo. Pero si se había mantenido alejado lo suficiente como para no saber que tenía una relación.
Sonrió, no le quedaba más que sonreír y sentirse feliz por Jimin.
—Oh, qué bien, yo también he estado bien, trabajo la empresa de los Min lo mejor que puedo y lo demás en mi vida no ha cambiado.
—¿Te casaste ya? —pregunto tímido y por alguna razón se le había instalado un vacio en el estomago.
Sea cual sea la respuesta Jimin se alegraría por Yoongi.
El peli naranja se le quedo mirando unos segundos que a Jimin le parecieron horas solo jugando con su vaso de Ron y después sonrió bajando la cabeza y negó.
Jimin soltó el aire de sus pulmones.
—No he encontrado a nadie que se complemente conmigo, Minnie.
Jimin se perdió un segundo en aquellos ojos que tanto había amado y asintió. Cuando acabaron la bebida se quedaron en silencio, era como si todo en ese momento se estuviera acomodando paraqué ellos se quedaran así, el ritmo de la música había bajado, las personas se habían comenzado a dispersas cada una a sus mesas.
—Yo emmm, creo que tengo hambre… ¿Quieres comer algo tú? —hablo Yoongi jugando con su vaso vacio de licor, dándole vueltas de la orilla con su dedo.
A decir verdad no quería estar ahí, quería irse pero llevar a Jimin con él.
—Es que no vengo solo Yoongi, mis amigos…
—Por favor, no me digas que no Minnie, es solo una pequeña y simple invitación.
Jimin mordió su labio inferior sin saber que decir o hacer. En su interior si quería salir corriendo de ahí e irse con él, pero ¿Y sus amigos?
No sabía realmente que decir pero justo Taehyung apareció frente a él, no parecía nada sorprendido de verlo con Yoongi, al parecer los había visto desde antes, se habría preguntado por qué Jimin no había vuelto del baño.
Si, era como si el destino estuviera confabulado para que no dijera que no, porque Taehyung sonrió al verlos juntos.
—Mi dulcito de azúcar
A Jimin se le habían puesto sus mejillas rojas una vez más cuando su amigo le guiño un ojo.
Taehyung definitivamente había visto como Jimin bailaba con aquel individuo de cabellera naranja, supo que se conocían porque al verlos pensó que se veían como dos viejos amigos mientras reían y bailaban. Por ello fue que jamás interrumpió a su amigo.
—Taehyung… emm el es Min Yoongi, Yoon el es mi mejor amigo Taehyung.
A Taehyung le brillaron los ojos cuando escucho el nombre del susodicho y le tendió una mano inmediatamente formando una sonrisa geométrica en su rostro.
—Vaya, ¿Eres Yoongi? ¿Ese Yoongi?
—No sé a cual Yoongi conoces, pero soy ese Yoongi seguramente —Sus ojos se habían detenido en Jimin con una chispa electrificante.
—Pues, al ex de mi mejor amigo, ese Yoongi, Jimin me hablo un par de veces de ti —Respondió Taehyung tratando de no decir que Jimin todo el tiempo hablaba de él. No quería quemar a su amigo.
Jimin se sentía tan tímido con sus mejillas calientes y quería esconderse en cualquier lugar. Se sentía apenado de que Yoongi supiera que hablaba de él…en ocasiones.
—Bueno en fin, venía a decirte que nos vamos para otro lugar, pero si quieres quedarte —señalo con los ojos a Yoongi disimuladamente.
Jimin estaba nervioso, se quería quedar pero ¿Cómo haría para no parecer ansioso? Le había dicho a su novio que iría a bailar con sus amigos y resultó que bailó con su ex. Pero en su mente seguía repitiéndose que no había hecho nada malo, era solo bailar y si se quedaba seria solo a platicar, no era nada malo. Sus amigos también lo entenderían, ¿verdad?
Miro a Yoongi quien parecía bastante tranquilo esperando paciente una respuesta.
—Yo, me quedare con Yoongi, Tae espero no te moleste.
Taehyung se acerco a su amigo y se despidió de él con un abrazo y le susurro al oído “Por supuesto que no me molesta, diviértete” le guiño un ojo y después se despidió de Yoongi con otro apretón de manos y se fue.
Yoongi en cabio había sacado su billetera y pagado los tragos que habían pedido al barman que ahora entregaba dulces de menta al peli naranja.
—Bien, ¿Vamos Minnie?
El joven rubio asintió y ambos caminaron entre la multitud hacia la salida, afuera en el estacionamiento el aire estaba fresco y a pesar de ser pasadas las 12 la noche estaba muy bonita, las estrellas brillaban lindas arriba y la suave brisa removía sus cabellos.
Yoongi lo guió hacia su auto y después de abrirle la puerta se subió.
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