Era una mañana un poco tranquila, estában todos en el gran comedor a excepción de Harry, los demás estaban sentados entre ellos Hermione y Ron, junto a Ginny, Neville y Luna, todos disgustando sus desayunos a excepción de la pelirroja menor, quien no se atrevía a tocar ni un solo trozo de comida, por la escena que tenía enfrente de Harry despidiéndose con un beso de Pansy, al ver eso no lo soporto más y se levantó bruscamente y salió rápidamente por la salida del gran comedor.

Casi por instinto Hermione se levantó rápidamente disculpándose con sus amigos, en busca de su mejor amiga.

Ya en los pasillo cuando esta a punto de llegar a su amiga, algo o mejor dicho alguien la derribó y cayó al suelo, con un quejido saliendo de sus labios, cuando se observó el cuerpo vió de donde provenía un dolor punzante un gran pedazo de vidrio incrustado en su tobillo y algunos en sus manos y brazos, por un objeto que había roto en el transcurso de su caída en el suelo, levantó la mirada horrorizada por la sangre de sus heridas en el suelo, observando a un Theo muy preocupado.

-¡Por Merlín, Hermione! Disculpame, de verdad no fue mi intención, te llevaré imediatamente a la enfermería - dijo Theo rápidamente sin dejar que ella respondiera algo.

La levantó con uno de sus brazos en su nuca llegando a su espalda y la otra en sus piernas cargandola, casi corriendo pero teniendo cuidado de no lastimar la, cuando poso su mirada en los azules de Theo y luego en su brazo ensangrentado, todo se volvió negro.

(...)

Aturdida abrió lentamente los párpados observando borroso, volvió a parpadear para observar mejor, se sobresalto al ver que no estaba en su habitación, si no en la enfermería, se sentó bruscamente en la cama y observo una venda en su brazo y otra en su tobillo.

-Gracias al cielo, ¿estas bien Mione?,¿como te sientes? - preguntó Ginny, entusiasmada.

-Sí, si, pero ¿como llegue aquí?- pregunto algo confundida.

-Oh si, eso, lo que pasó fue que te caíste y Theo te trajo- dijo Ginny algo nerviosa, para luego agregar -¡Lo siento, Mione! Fue mi culpa, me perseguías y y-yo te ignore por mi estupido berrinche, lo siento verdaderamente.- sollozando

-Tranquila Ginny, no fue tu culpa, fuí yo por distraída. - dijo con una sonrisa reconfortante.

En ese momento entró Theo con una mirada apenada, nervioso, se acercó a la camilla donde estaba Hermione.

-Hermione, disculpame de verdad, estoy muy apenado, por todo de verdad - dijo Theo nervioso tomando sus manos entre las suyas.

- Bueno Mione, yo mejor me voy, nos vemos más tarde- dijo Ginny guiñandole un ojo a Hermione, a lo que ella se sonrojo, sabiendo a que se refería, dejándola sola con Theo.

-Tranquilo Theo, no fue tu culpa de verdad, yo estaba muy distraída- dijo con una sonrisa débil.

-Bueno, no creas que no te recompensare mi error- dijo sonriendo.

(...)

Luego de que Hermione saliera de la enfermería ya sin dolor, pero aún con sus heridas vendadas, salió acompañada de Theo, guiando la hacía la biblioteca.

-Bueno, Hermione, hemos llegado a nuestro destino, espero que te guste lo que conseguí- anunció Theo con una sonrisa entregándole una caja envuelta en papel regalo.

-Esto parece navidad, pero no debiste molestarte con esto, en serio- respondió Hermione recibiendo el regalo, un poco apenada.

-No es nada, Hermione, solo abrelo- alentó Theo, viendo a Hermione abriendo lo.

-¡Dios mío, Theo! No puedo creer, es Hamlet el libro de Shakespeare, gracias Theo de verdad, pero es muggle ¿como lo conseguiste?- exclamó muy sorprendida.

-No hay de que Hermione, me atrapaste - dijo soltando una risa nerviosa - Fuí al lado muggle y lo conseguí, te lo iba a regalar para tu cumpleaños, pero creo que esta oportunidad, fue más importante - dijo Theo un poco nervioso.

-Gracias de verdad, ¿que te parece si damos una vuelta?- preguntó sonriente, dándole un beso en la mejilla, haciendo un Theo se sonrojara un poco.

(...)

Ya yendo por los pasillos hablado de cosas triviales, como de sus libros favoritos, además de clases favoritas, y demás cosas, hasta que se encontraron de frente con un rubio platino portador de unos ojos grises que al verlos juntos, se le formo una mueca de disgusto en el rostro.

- Granger - llamó Malfoy, con un tono arrogante.

-¿Que quieres, Malfoy?- respondió Hermione.

Le entregó una carta de mala gana -Asegúrate de dársela a Potter- dijo mirándola fríamente.

-No soy una maldita lechuza, Malfoy y ¿para que quieres que le entregue esto a Harry?- respondió molesta.

-Me importa un demonio, Granger, solo estoy de mensajero en esto, has lo que quieras. - respondió arrogante, ignorando ambos por completo a Theo, que los observaban atentamente.