XXV. Physical Attraction, Chemical Reaction
CAPÍTULO VEINTICINCO
ATRACCIÓN FÍSICA, REACCIÓN QUÍMICA
—Hola—saluda Tessa entrando al cortex—
—Hola—saluda Jesse sin dejar de mirar el ordenador donde se encontraba viendo las noticias—
—¿Donde están todos?—inquiere acercándose a ella con confusión—
—Se han ido a un cañón para que Barry use su velocidad para saltarlo. Algo así como volar gracias a que es rápido—le responde extendiendo un bote de palomitas hacia ella—
Tessa frunce el ceño y coge un puñado.
—Tiene proyectos por su cuenta. Incluidos discos en solitario—oyen hablar al presentador de las noticias al quedarse en silencio—La música pop nunca será lo mismo después de que Beyoncé dejará Destiny's Child.
—No entiendo nada—habla Jesse confusa—¿Es la senadora Knowles?
Tessa la mira confusa, pero en ese instante una ráfaga de viento hace que todas sus palomitas salgan volado.
—Con la comida no se juega, Allen—se queja mirando al velocista—
Barry sonríe y se acomoda la chaqueta.
—Aparta—pide Cisco acercándose a su ordenador—
Jesse suspira y recoge el bote de palomitas para colocarse junto a Tessa.
—¿Como ha ido?—pregunta—
—Bueno, no es una mancha roja en la montaña—le responde su padre—
—¿Esa es la nueva definición de éxito?—inquiere Tessa—
—Una de ellas.
—¿No has saltado el cañón?—le pregunta Jesse a Barry—
—No—suspira frustrado—¿Que más puedo intentar?
—¿Un cañón más grande?—murmura Cisco haciendo que Barry le mire incrédulo—Bien, vale, no más cañones.
—Se que puedo hacerlo, pero lo estoy enfocando mal—se queja Barry—Tengo que cogerle el truco. ¿Que pasa con la resistencia? Wells ¿Podemos hacer una simulación con...?
—Por ahora olvídalo—le interrumpe—
—Zoom sigue ahí fuera. Aterrorizando a un mundo lleno de gente, tu mundo—le recuerda Barry—No hago esto por diversión.
—Barry, llevamos con esto todo la semana—habla Caitlin—Estamos cansados y tú también.
—Si, necesitamos descansar—la apoya Cisco—El descanso aumenta la productividad, por lo que tenemos que divertirnos. Y la mejor forma de hacerlo es que vayamos a una discoteca. ¿Verdad que si, Equipo Flash? Vamos de marcha.
Tessa y Barry comparten una mirada antes de soltar una risa.
—Ahora enserio, lo necesitamos—insiste el latino—
—Cisco tiene razón—habla Caitlin—Y para que yo también lo crea es que va enserio.
—Vale, pues... saldremos esta noche—declara Barry—
Cisco da una palmada de felicidad y sale del cortex.
—Genial—sonríe Tessa—Necesito alcohol.
—¿Puedo ir?—le pregunta Jesse a su padre—
—Por encima de mi cadaver—le responde Harry—
—Que te pases el día metido aquí no significa que yo lo haga—se queja ella—
—Por encima de mi putrefacto cadaver—recalca—
Caitlin ríe y sigue a su mejor amigo junto a Barry.
—Oye, ¿No querías que conociera a más personas?—le pregunta—Dijiste que empezase una nueva vida. Además Zoom está allí y yo aquí, así que... No hay porque preocuparse.
—Siempre hay algo porque preocuparse.
—Vale. Pero me dijiste que eran buena gente y que debería conocerlos.
—Lo dije—suspira frustrado—
—Oye, Harry—habla Tessa llamando su atención—La protegeremos pase lo que pase.
—Ves—señala Jesse—Tengo una vida que vivir. Y todo un mundo que explorar. Por favor. Porfa.
—Está bien—acepta—
—¡Si!
—Pero si vas a ir debes llevar protección.
Tessa escupe las palomitas y suelta una enorme carcajada ante las palabras de Harry y la cara de Jesse.
—Oh, eh. Papá, yo... yo no...—tartamudea nerviosa—No sé que piensas que voy ha hacer, pero yo...
Harry la interrumpe colocándole uno de sus relojes con alarma de metahumanos.
—Oh, ya—observa aliviada—No creo que sea necesario. Y es un poco...
—O quizá podría hacer una celda de la que sea imposible escapar—la interrumpe de nuevo—
—Muy gracioso. Sabes que me escaparía ¿no?
Harry sonríe.
—Bueno, está bien—acepta Jesse—Lo llevaré. Gracias.
—Ahora solo te hace falta ropa—habla Tessa dejando las palomitas sobre el escritorio principal del cortex—Seguro que encontramos algo en mi armario, o en el de Emma.
—Genial—sonríe la joven—
Harry suspira y comparte una mirada con Tessa, pidiéndole en silencio que cuide de Jesse. Tessa asiente para tranquilizarle y él no puede evitar sonreír por el entusiasmo de su hija.
La música sonaba por toda la discoteca haciendo a la gente bailar, sin embrago ella y sus amigos se encontraban en la barra mirando sus copas de forma incómoda.
—Oh, lo siento—se disculpa Jesse cuando Barry pasa su brazo por delante de ella en busca de los cacahuetes haciendo que su reloj suene—No deja de sonar. Mi padre me ha obligado.
—Tranquila, no pasa nada—le sonreí Barry—
—Me alegra que hayas venido, Jesse—habla Caitlin a su lado—Aunque este sitio no sea el mejor.
—Eh, ¿Brindamos?—pregunta Barry cuando les entregan los cinco chipitos que habían pedido—
Tessa asiente y coge uno de ellos a la vez que sus amigos.
—Por Jay—dice Cisco—
—Me preguntó que diría si estuviera aquí ahora—habla Caitlin mirando su vaso—
—¿Garrick? Te preguntaría qué es un Kamikaze y te pasarías 10 minutos explicándoselo—responde Tessa rodando los ojos—
—Y luego diría "Es broma, también los tenemos en nuestro mundo"—sonríe Caitlin—
—Pues no los tenemos, así que...—habla Jesse pero Barry la interrumpe quitándole el vaso de las manos—
—Lo siento, señorita menor de edad. No quiero que tu padre nos mate esta noche—le dice—
—Bah, luego no hace nada—le asegura ella—
—Barry el agua fiestas—comenta Tessa con diversión—
Se toma su chupito y luego roba el de Jesse.
—Aunque mejor para mi—comenta antes de tomárselo—Gracias, Barry. Más alcohol para mi.
Barry la mira y se dispone a decir algo cuando Iris y un chico llegan junto a ellos.
—Hola, chicos—sonríe la periodista—¿Que tal?
—Hola—responde Barry mirándola—¿Que tal, Wally?
—Hola—saluda el chico de piel oscura—Un... sitio muy interesante. Es muy de vuestro estilo.
—Eso dilo por ellos—señala Tessa—
—Idea de Barry—dice Cisco—
—Idea de Cisco—habla Barry a la vez que su amigo—
—Tio—se queja el latino—
—He sido yo—admite Barry—No salgo y le daban 4 estrellas, así que...
Tessa inclina la cabeza y no puede evitar observar lo tierno que se ve al disculparse por su mala elección.
—Vale, me parece bien—asiente el chico—
—Oh, eh, Wally—le llama Barry—Estás son Jesse y Tessa.
—Encantado—les sonríe el chico—
—Si, Wally es mi... her... ¿hermanastro? ¿Mi hermano adoptado?—tartamudea Barry sin sabes muy bien como definir su relación—Este es mi nuevo amigo.
—Hola—saluda Jesse—
—¿Y tú, Jesse, eres nueva en la ciudad?—le pregunta Wally con interés—
—Algo así, más o menos.
—Yo también. ¿Y vienes de muy lejos?
—No me creerías—sonreí maldiciendo internamente a su reloj por volver a sonar—Oh, eh ¿Sabes qué? ¿Me disculpas? Tengo que ir a retocarme... el reloj.
Pasa por su lado y se aleja de ellos. Wally suspira y se acerca a la barra junto a Iris y Tessa.
—Soy prácticamente tu hermano y soy como la mitad de Jay, pero... ¿quieres bailar?—le pregunta Cisco a Caitlin—
—Claro—sonríe ella caminando a la pista junto a él—
—Eh, oye, no deberías beber tanto—aconseja Barry mirando a Tessa tomarse su tercer chupito—
—No eres mi padre, Barry—le dice ella—
—Ya, lo sé, pero...
—¿Eres Tessa Merlyn?—pregunta un chico acercándose a ellos—
La pregunta toma desprevenida a la aludida y a su vez a Iris, Wally y Barry quienes miran al chico con confusión.
—No—niega Tessa con una mueca—Soy Laurel Lance.
—No, no. He visto a Laurel Lance en las noticias—niega—Tú eres Tessa Merlyn ¿cierto?
—Puede que si o puede que no. Lo que esta claro es que si no te largas te pegaré una paliza.
El chico frunce el ceño y algo asustado se aleja de ellos.
—¿Eres famosa?—inquiere Wally—
—No, que va—niega ella robándole la copa para tomársela de un trago—Gracias, Wally. A sido un placer conocerte.
Iris ríe ante el rostro de confusión de su hermano pequeño y mira hacia el camarero para pedirle otra copa.
—¿Estas bien?—susurra Barry hacia Tessa—
Ella asiente y cierra los ojos con frustración. Necesitaba más alcohol. Necesitaba tragarse sus sentimientos por el chico frente a ella. Tenía que hacerlo. No podía enamorarse de Barry. Simplemente no podía. Pero aunque lo negara su cuerpo y su corazón la traicionaban al querer estar cerca de él.
—¿Quieres bailar?—pregunta abriendo los ojos de nuevo—
—¿Que...? Eh... yo...—tartamudea nervioso—
—Vamos—le insiste Tessa sujetándole de la chaqueta para tirar de él hacia la pista de baile—No tengas miedo, Barry. No muerdo.
Sonríe juguetona y vuelve a tirar de él para juntar sus cuerpos.
Barry la observa con nerviosismo y ella levanta su mirada hasta conectarla con la de él. Estira su cabeza hacia atrás y sacude su pelo mientras comienza a bailar. Con su mano busca la de él y al entrelazar sus dedos aprovecha para dar una vuelta.
Una vez da el giro, el nerviosismo de Barry parece desaparecer, pues aprovecha su agarre en su mano y tira de ella hasta juntar sus cuerpos. Tessa deja de moverse y se sorprende ante el gesto.
Entonces un escalofrío recorre su espalda cuando la mano de Barry se coloca en la parte trasera de su cintura, rozando así su piel debido a la forma de su vestido.
Humedece sus labios sintiendo como el aire comienza a faltarle y entonces sus miradas vuelven a conectarse haciendo que se de cuenta de la falta de distancia entre ambos. Barry sonríe con ternura y con su otra mano recoge un mechón de su pelo, colocándoselo tras su oreja.
Su mirada. Su mirada sobre ella era genuina. Deslumbraba. Parecía que sus ojos se encontraban mirando las estrellas. Y es que en ese instante, en esa mirada, Barry pareció darse cuenta de lo que verdaderamente era el amor.
Y como todos los momentos tranquilos, que ellos y todo el equipo tenían, se vieron interrumpidos por un metahumano. Pero no uno cualquiera. No, este era un velocista. Un velocista que entró en la discoteca robando los bolsos de los presentes y el dinero de la caja registradora.
Esa fue la señal.
Tessa se separó de Barry y camino de forma brusca hasta la barra donde robó las copas de Wally y Iris.
—¿Estas bien?—le pregunta la periodista—
Tessa asiente y se toma de un trago la copa en sus manos.
—Se han llevado mi bolso—se queja Caitlin llegando junto a ellas—
Barry se escabulle entre la gente y, una vez a solas, usa su velocidad para seguir al velocista. Sin embrago, esa persona era mucho más rápida que él. Lo que no solo le molestaba, si no que le confundía.
—Vamos, te llevare a casa—susurra Barry al volver a la discoteca—
Tessa niega y se separa de él al sentir su tacto en su espalda.
—No pienso dejar que te vayas sola—se niega Barry—
—No puedo ir a casa—le dice con una mueca—No así. Le prometí a Halstead que no bebería y por si no te has dado cuenta, he bebido, y mucho.
—Estoy seguro que te lo perdonará. Él tampoco es tu padre—le dice recordando las palabras que ella le había dicho—
—Muy gracioso—se queja—Es solo que no quiero que me de una charla de mejor amigo preocupado.
—Está bien. Puedes... puedo llevarte a mi casa.
—Oh, no, no. No quiero molestar—niega con nerviosismo—
—No molestas—le asegura él—
—Pero Joe y Iris.... vives con ellos, Barry. Sería abusar.
—Está bien. Lo entenderán—le asegura sujetándola del brazo—Venga, vamos.
La guía hasta la puerta y se despide de Caitlin y Cisco con un movimiento de cabeza, dejando en claro que al día siguiente se pondrían a investigar lo que acababa de pasar.
Una vez fuera del local, Tessa lleva sus manos a sus brazos al notar el aire golpear su piel. Pero entonces el calor la abraza cuando Barry coloca su chaqueta sobre sus hombros.
—Gracias—murmura posando su mirada en él—
Barry sonríe y estira su mano hacia ella.
—Sujétate—le pide antes de sujetarla con sus brazos para usar su velocidad—
Sus pies tocaron el suelo de la casa sintiendo como todo a su alrededor daba vueltas. Cerró sus ojos con fuerza y corrió hacia el baño, sin saber muy bien donde se encontraba, ya que nunca había estado en la habitación de Barry.
Abrió el váter y soltó hasta el desayuno. Barry corrió hacia ella con preocupación y no dudó en sujetar su pelo para que no se ensuciara.
—¿Estas bien?—le pregunta cortando un trozo de papel—
—Si—responde algo aturdida—Gracias.
Barry asiente y se aleja de ella.
—Puedes dormir en mi cama, yo bajaré al sofá—habla señalando hacia la habitación—Te dejaré una camiseta fuera del armario. Puedes ducharte si quieres y usar la pasta de dientes para quitarte el sabor a vomito. Si necesitas algo más yo...
—Quédate—suelta sin pensar. Barry la observa sorprendió—Yo... no quiero estar sola. Y no quiero que duermas en un sofá incómodo.
—No, el... el sofá es muy cómodo. Está bien—le asegura sin saber que decir—
—Por favor—suplica—
—Está bien—acepta—
Sale del baño y busca una camiseta que dejarle mientras ella usa la pasta de dientes y con ayuda de su dedo, ya que no tenía un cepillo, se limpia la boca para eliminar el sabor a vomito. Una vez termina, se quita el vestido y se coloca la camiseta de Barry, la cual le llegaba unos pocos centímetros por encima de las rodillas. Limpia su rostro para deshacerse del maquillaje y al salir del baño se encuentra a Barry apoyado en el umbral de la puerta de su habitación.
—¿Que haces?—le pregunta confusa—
—Quería saber si habías cambiado de opinión. Yo aún puedo dormir abajo.
—No he cambiado de opinión, Barry—le asegura sentándose en la cama—No quiero que duermas incómodo por mi culpa. Y no quiero estar sola.
—¿Por... por qué no quieres estar sola?—le pregunta cerrando la puerta de la habitación—
Tessa suspira con pesadez y baja la mirada hasta su mano.
—Esto no se lo he dicho a nadie—comenta—Pero... suelo tener pesadillas. Veo la muerte de mi hermano y la de Sara una y otra vez. Y... otras veces sueño con estas furias que me persiguen. Y los sueños no son bonitos, créeme.
Barry asiente y sin saber que contestar se sienta en el otro lado de la cama. Entonces ambos se tumban y miran hacia el techo en silencio.
—Buenas noches, Barry—murmura Tessa tapándose con el edredón mientras gira su cuerpo hacia la izquierda—
—Buenas noches—responde inclinando la cabeza para observar su rostro con atención—
Parecía tan tranquila con los ojos cerrados que con simplemente mirarla se sintió en paz. Se colocó frente a ella y se quedó mirándola hasta que el sueño se apoderó de él.
Espero que lo hayáis disfrutado tanto como yo escribiéndolo
💖Muchas Gracias Por Leer💖
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top