CAPÍTULO VEINTINUEVE
QUIERO SABER LO QUE ES EL AMOR

Después de detener a Livewire y a Silver Banshee, era hora de que Barry volviera a su Tierra, así que él y Kara se reunieron de nuevo en aquel escampado donde se habían conocido horas antes.

—¿Crees que va a funcionar?—cuestiona Kara—

—Bueno, ver a Livewire y a Silver Banshee colaborar me ha recordado algo que intentamos una vez en mi Tierra—le explica—Vamos a unir nuestras fuerzas. Literalmente. Juntaremos tu velocidad con la mía. Si me empujas hacia adelante lo más rápido que puedas, yo... podría romper la barrera dimensional y volver a casa.

—Ósea que va a ser una carrera—comenta ella con diversión—

—Si, supongo—sonríe Barry—¿Estarás a la altura Chica de Acero?

—Oh, ya lo verás, Velocista Escarlata—ríe Kara—

—Muy bien.

—Te voy a echar de menos, Barry Allen—admite ella con tristeza—

—Yo también a ti, Kara Danvers—le asegura él mirándola—O Kara Zor-El, que es tu nombre alienigena, porque eres una alienigena, cosa que mola mucho.

Kara ríe y abre sus brazos para poder abrazarle. Barry sonríe y le corresponde el gesto.

—Bueno—suspira el velocista el separarse—Vamos haya.

Se coloca el potenciador de taquiones en el pecho y se prepara para correr.

—Preparados.

—Listos—continúa Kara—

—¡Ya!—declaran ambos—

La carrera comienza y cuando alcanzan la velocidad necesaria, Kara empuja a Barry y éste atraviesa una nueva brecha que lo devuelve a su mundo, donde lo primero que hace es volver a Laboratorios STAR.

—Adiós, Barry—suspira Kara al verle desparecer—

La ráfaga de viento que Barry dejo al entrar en el cortex sorprendió a sus amigos. Y es que para ellos Barry nunca se había ido de su Tierra, simplemente vieron como su señal desapareció durante un momento de sus monitores antes de tenerle en frente.

—Yo... he vuelto—murmura quitándose la máscara de su traje para observar bien el lugar—¿Cuanto... cuanto he tardado?

—Digamos que acabas de aniquilar tu récord—le responde Cisco con una sonrisa—

—Si, has ido cuatro veces más rápido que nunca—añade Caitlin—

—¿Cuatro veces?—pregunta sorprendido—Eso es...

—Tan rápido como Zoom—asegura Harry—Bueno, más rápido, la verdad.

—Oye ¿Podrías hacer esto algo más pequeño?—le pide entregándole el potenciador de taquiones—Es un poco cutre.

—¿Cutre, eh?—le mira incrédulo—Lo haré.

—Genial—suspira—Eh, ¿Como está Tessa?

—Igual que antes de que empezáramos la prueba—le responde Caitlin confusa—

—Ya, claro, si... cierto—murmura nervioso—Bueno, ahora sólo hay que saber como llegamos hasta Zoom.

—Si, solo hay un pequeño problema—comenta Cisco—Cerramos todas las brechas y no sabemos reabrirlas.

—Pe... pero... ¿Wells?

—Tengo una idea—admite el aludido—Dejarlas cerradas para siempre, olvidarnos de ellas y de Zoom.

—Creía que estabas a favor de esto—le dice Barry con confusión—

—No. No—niega acercándose a él—Dije que te ayudaría a ser más rápido. No dije que te ayudaría a dar al hombre que torturó a mi hija la oportunidad de hacerlo otra vez.

—No permitiremos que pase—habla Iris—

—Ah, no permitiréis que pase—repite Harry rodando los ojos con irritación—Ojalá lo hubiera sabido antes. No lo entendéis, Zoom es diferente. Zoom no está atado a nada. Zoom no se preocupa por nadie. Yo si. Mi hija está en alguna parte y debo encontrarla. Todos queremos a alguien, y Zoom lo usará contra nosotros, creedme.

Barry suspira y dirige su mirada hacia la sala donde se encuentra Tessa.

—Tal vez deberíamos olvidarlo—admite Caitlin—

—No, no. Vamos, no—niega Barry con rapidez—Espera, no daremos la espalda a Tierra 2. No dejaremos que Zoom quede impune por todo lo que ha hecho.

—Ahora mismo no hay forma de llegar a la otra Tierra, Allen—le recuerda Harry—Mejor que siga así.

Barry suspira frustrado, pero el sonido frenético de los monitores de Tessa hace que todos dejen de lado el tema de Zoom y le presten atención a ella.

—Taquicardia—anuncia Caitlin mirando el monitor—

—¿Qué... qué le pasa?—pregunta Barry con preocupación—

—Necesita un gramo de Epinefrina—pide Caitlin—

—Toma.

Harry le entrega una jeringuilla que ella no tarda en inyectarle a Tessa a través de la vía de su brazo. Sin embargo el pulso seguía igual y los monitores continuaban pitando con rapidez, lo que hizo que, inconsciente, Barry sujetara una de las manos de la chica.

—El pulso se regula—anuncia Harry en ese momento—

Los monitores dejan de pitar y en ese instante Barry nota como la mano de Tessa se aferra a la suya con fuerza.

—Se ha movido—anuncia mirando a sus amigos—Acaba de apretarme la mano.

Caitlin se dispone a comprobar sus pupilas justo en el instante en el que Tessa mueve sus párpados con dificultad al intentar abrir sus ojos.

—Tessa ¿Me oyes?—le pregunta Caitlin usando su pequeña linterna para mirarle los ojos—

Tessa la mira con nerviosismo e intenta responder, pero el tubo en su garganta se lo impide.

—Vale, relájate—le pide—Voy a desintubarte. Tienes que relajarte ¿Vale?

—Hey, hey—murmura Barry sujetándola de las mejillas para obligarla a mirarle a los ojos—Todo está bien. Está bien. Estás bien.

Sus ojos se humedecen y lentamente eleva su mano hasta llegar a la suya, la cual deposita leves caricias en su mejilla. Barry sonríe ante su acción y se aferra a su mano con delicadeza.

—¿Por qué me has traído aquí?—inquiere Tessa observando la habitación del chico—

—Porque Jay y Emma se fueron a Star City hace un par de días a ayudar a Oliver en una cosa y no quería que estuvieses sola—le responde Barry mientras saca un par de mudas limpias de ropa de su armario—

—¿Ha pasado algo? ¿Ollie y Thea están bien?—le pregunta preocupada por sus amigos—

—Si, solo necesitaban ayuda en un caso y Jay se ofreció. Emma fue con él porque todos pensamos que le vendría bien alejarse de lo que te pasó.

—Sobre eso... no recuerdo mucho—admite mientras se sienta en su cama con dificultad, pues su cuerpo aún le dolía—

—Puede que sea mejor—le dice él—Acabaste con la Furia, eso es lo importante.

—Supongo—suspira bajando la mirada—

—Deberías tumbarte, Caitlin dijo que debías mantener reposo—le indica—

Tessa rueda los ojos y mientras suelta un suspiro, le hace caso y se tumba en su cama. Su mirada se fija en el techo y entonces una sensación de tranquilidad y hogar la invade haciendo que su respiración se relaje.

—¿Algo interesante en mi ausencia?—le pregunta curiosa—

—No, no mucho—comenta él encogiéndose de hombros—Solo... bueno, viaje al pasado para hablar con Reverse Flash y que me ayudara a ser más rápido. Descubrimos que Jay Garrick es Zoom. Y...

—Espera ¿Qué?—le interrumpe incorporándose—

Su rápido gesto provoca que una mueca de dolor se instale en su rostro, lo que preocupa a Barry, quien rápidamente se encuentra sentado junto a ella.

—¿Estas bien?—pregunta alterado—

—Si, si—responde regulado su respiración—Olvidaba lo de las costillas. ¿Has dicho que Garrick es Zoom?

Barry asiente.

—Ese hijo de puta—suelta cabreada. Barry ríe ante su reacción—No, no. Oye, yo lo sabia. Ese tío nunca me cayó bien—insiste haciendo que Barry la mire con ternura—¿Qué?

Su mirada confusa se posa en la tierna mirada que el chico le dedica. Entonces la mano del velocista llega hasta su mejilla y la acaricia con delicadeza.

—Nada—susurra sin dejar de mirarla—Es solo que... eres hermosa.

Su corazón se detuvo en ese instante. No quería oírlo, no quería oír como él le declaraba su amor. Porque sabía que ella sentía lo mismo por él. Le quería. Estaba enamorada de él. Pero todas las persona a las que Tessa amaba terminaban muertas.

—Barry...

Él tampoco quería escucharla, no quería ninguna excusa que les impidiera ser felices. Kara se lo había dicho, debía aprovechar el tiempo, acelerar. Antes no estaba seguro de lo que Tessa sentía por él, y los pronósticos del futuro le echaban para atrás, pero al mirarla a los ojos lo supo. Ella sentía lo mismo que él, así que no perdió el tiempo.

Sus manos sujetaron sus mejillas y con delicadeza la atrajo hacia su cuerpo, juntando sus labios en un suave y delicado beso que poco a poco se tornaba más apasionado. Y es que en un principio Tessa se quedó sorprendida, sin saber que hacer. Pero entonces un sentimiento de comodidad la invadió, y se sintió bien. Se sintió como algo natural, como si ya lo hubiese hecho antes.

La manos de Barry comenzaron a descender hasta llegar a su cintura, mientras que las de ella subieron hasta llegar a su cuello. Y se olvidaron de respirar, porque simplemente no parecía tan importante en ese momento.

—Eh, Joe, gracias otra vez por dejar que Tessa se quede aquí—habla Barry al bajar las escaleras—

—Por supuesto—sonríe él desde la mesa del comedor—¿Está mejor?

—Si, la pizza la ha puesto feliz y después de hablar con su hermana se ha dormido—le responde dedicándole una sonrisa mientras se sienta a su lado—

—¿Y tú? ¿Te quedas después de cenar? Wally y yo vamos a ver la Fórmula 1.

—No, no puedo—le responde—Tengo que volver. Estamos buscando una entrada a Tierra 2.

—¿Wells no puede hacerlo?—le pregunta confuso—

—Es que se ha negado—suspira cruzándose de brazos—No quiere que ni yo, ni nadie abra las brechas de nuevo.

—Es increíble que diga esto de un hombre al que he disparado y le he partido la cara, pero deberías hacerle caso—admite Joe—

—¿Por qué?

—Barry, es que me preocupa mucho que quieras volver a Tierra 2.

—Ahora soy más rápido. Más rápido que nunca—le recuerda apoyándose en la mesa—Más que Zoom. Podré vencerlo.

—Solo digo que... ya escapaste de ese avispero. ¿Por qué dale otra patada?—insiste Joe—

Barry suspira y observa a Wally entrar a la casa.

—Hola—saluda el chico—

—Wally—sonríe su padre—Adelante. Hay pizzas recién hechas.

—He traído la ropa sucia—le indica enseñándole la mochila que lleva en sus manos—

—Vale. Barry siempre se la traía cuando estaba en la universidad—recuerda él—

—Porque las lavadoras de la residencia se tragan las monedas. ¿Verdad?—comenta el aludido—

—Lo cierto es que... ya no vivo en el campus—admite Wally—

—¿Qué?—inquiere su padre sorprendido—¿Desde cuando?

—Desde que la residencia a subido de precio.

—Yo podría ayudarte. Imagino que andarás mal de pasta después de pagar la facturas que dejo tu madre antes de morir. ¿Cuanto necesitas?

Wally baja la mirada incómodo y niega.

—No. Da igual—le dice—

—Venga, déjame ayudarte—le insiste Joe—Además, tengo una nevera en el garaje. Puedes llevártela.

—Joe, estoy bien—le asegura el chico—Enserio.

—Vale.

—Em, pondré esto en la lavadora—indica aferrándose a su mochila—

—Vaya—suspira Joe una vez Wally sale del comedor—A veces no entiendo a ese chico. Me pregunto si su doble será tan complicado.

Barry frunce el ceño y una idea le viene a la mente ante el comentario de su padre adoptivo.

—Hola—saluda Barry entrando en el cortex encontrándose con una pizarra llena de ecuaciones—Wow. Ah... ¿Alguna idea?

—Pues... el mejor plan que se nos ha ocurrido por ahora es hacer explotar un misil nuclear junto a la planta eléctrica, así que...—le responde Cisco apoyándose en la pizarra con frustración—

—Ese no vale—se niega Barry—Pero creo que yo tengo una idea.

Hace un gesto con su cabeza para que le sigan y camina hacia el laboratorio de ingeniería, lugar donde Wells intenta hacer más pequeño el potenciador de taquiones.

—Dinos todo lo que sepas del doppelgänger de Cisco—pide Barry sin rodeos—

—Reverb—recuerda Harry—

—¿Cuáles eran sus poderes en tu Tierra?

—Conectaba con energías multidimensionales entre las Tierras—le responde sin dejar de concentrarse en el potenciador de taquiones—Podía ver entre dimensiones. Encontrar intrusos. Como Ramon.

Señala a Cisco.

—Pero lo vimos hacer algo más—recuerda Barry—Lo visto disparar ondas vibratorias con las manos. Y, creedme, hacían mucho daño.

—¿Qué quieres decir?—le pregunta Caitlin confusa—

—Pues que Reverb tenía la capacidad de manipular esa energía multidimensional.

—¿Qué intentas decir?—inquiere Harry—

—Lo que intento decir es que si sus poderes están ligados a la energía que une el multiverso, y puede manipularla...

—Podría abrir una brecha a la Tierra que quiera—asume Caitlin—

—Exacto—afirma Barry—Y si Reverb puede hacerlo...

—Yo también—completa Cisco haciendo que Harry se desconcentre—

—Cisco, la única forma de volver a Tierra 2, eres tú.