XXI. Heir To The Demon
CAPÍTULO VEINTIUNO
HEREDERO DEL DEMONIO
La cabeza de Tessa parecía estar siendo golpeada por un martillo cuando sus ojos se abrieron aquella mañana.
James se había ido a trabajar, ya casi no pasaba tiempo en el loft. Emma se había prestado voluntaria para ayudar a Thea después de todo el trauma de la muerte y la resurrección, ya que la chica no quería ver a Malcolm. Y, a petición de Tessa, Jay dormía en el sofá de su loft desde que ella había vuelto de Nanda Parbat.
—Oye, se que vamos lentamente y que te cuesta dejar a la gente acercarse a ti, pero... odio ese sofá—se queja sentándose en la isla de la cocina—
Tessa suspira y sirve dos tazas de café para entregarle una.
—Lo siento—se disculpa con tristeza—No me había parado a pensar en eso. Esta noche puedes dormir conmigo.
—¿Estas segura?—le pregunta sorprendido y preocupado—Porque había pensado comprar un colchón hinchable. No quiero incomodarte.
Sus palabras hacen que Tessa sonría enternecida.
—Eres muy tierno, Jay—admite acercándose a él—Pero dormir juntos no significa nada más.
—Lo sé—asegura él observándola—Tampoco sé que otro significado podría tener. Tessa... ¿Que somos? Salimos juntos, nos cogemos de la mano, besos en las mejillas, pero...
—No lo se—admite sintiendo sus manos temblar—
Jay lo nota y le quita la taza de las manos para dejarla en la encimera.
—Todo lo que ha pasado últimamente... Sinceramente, me sorprende que sigas aquí. O que no me hayas arrestado.
—Eres una heroína—le recuerda él agarrando sus manos con delicadeza—Yo arrestó a delincuentes, no a buenas personas.
Sus palabras producen una sensación de calidez y cariño dentro de Tessa. Sus ojos analizan los de Jay, buscando engaño o mentira, pero no lo iba a encontrar. Jay era completamente sincero con sus palabras. Y eso fue lo que provocó que ella le sujetara de las mejillas y uniera sus labios en un delicado beso.
La acción pareció sorprender al chico, pero rápidamente llevó sus manos hacia su cintura y la acercó a su cuerpo para profundizarlo.
No era un beso rudo, pero tampoco delicado. Era un beso como cualquier otro. Se querían, si. Pero no se amaban, y en ese instante ambos lo supieron.
—¿Te quedarás hoy aquí?—le pregunta Jay en un susurro cuando se quedan frente a frente—
—Una amiga necesita compañía—le responde Tessa sin abrir los ojos—Me gustaría quedarme, pero...
—Está bien—la interrumpe—
Sujeta sus manos y la obliga a elevarlas para poder depositar un suave beso en el dorso de estas. Tessa cierra sus ojos y suelta un leve suspiro al sentirse segura y querida. Fuese como fuese, Tessa tenía la intención de que Jay permaneciese a su lado. Daba igual si eran pareja o amigos. Solo... no quería perderle. Y él a ella tampoco.
—Nunca he entendido vuestra ansiedad por freírlo todo—comenta Nyssa observando una patata frita—
—Porque las cosas fritas saben mejor—le explica Tessa colocando su comida frente a ella—
—Aquí hay más aceite que patata—se queja—
—Mójala en tu batido.
—Me estas tomando el pelo.
—En serio—ríe Tessa—Ten. Mójala en tu batido.
Nyssa la mira dudosa, pero decide hacerle caso.
—Debo admitir que me gusta verte así—sonríe Tessa al verla fruncir el ceño cuando su patata toca el chocolate y la nata de su batido—
—¿Cómo?—le pregunta confusa—
—Como una chica normal.
—Soy una persona normal—le asegura antes de probar la patata—
—Es increíble que digas eso—ríe Tessa tomando un sorbo de su batido—
—Esto no está nada mal—admite Nyssa con una sonrisa—
—Y la alumna se convierte en maestra—declara Tessa feliz—Fue Sara quien me enseñó ese truco.
Su revelación sorprende a Nyssa, quien sonríe nostálgica ante la mención de su difunta amada.
—Tienes razón—habla entonces—Lo normal para mi es que solo sobrevivan los fuertes. Un mundo sin placeres como estos. Gracias, Tessa. Estaba sola y perdida. Y tú has sido amable conmigo.
—Yo... solo te devuelvo el favor—le resta importancia—¿No hiciste tú eso con Sara?
—No se puede comparar mi situación con la de Sara después de estar con Oliver en Lian Yu.
La sonrisa de Tessa se borra de repente confundiendo a Nyssa.
—¿Que ocurre?
—Es sobre Oliver. Hay algo que no te he contado—le explica Tessa—Hace una semana que está en Nanda Parbat.
—No lo entiendo—habla Nyssa confusa y seria—
—Ha aceptado la oferta de tu padre de ser el siguiente Ra's al Ghul.
—No has debido ocultármelo—habla con molestia—
—Lo siento, es que... es que parecías feliz. Y después de lo que pasó con tu padre...
Nyssa no la escucha y simplemente recoge sus cosas para salir del local donde estaban comiendo. Tessa la observa alejarse y suspira frustrada. Recoge su chaqueta y con rapidez sigue a Nyssa hasta el lugar donde estaba durmiendo esos días.
—Siento no haberte dicho antes lo de Oliver—se disculpa al ver a Nyssa afilar su espada—Tenias derecho a saberlo. Es que todo te iba tan bien aquí... Parecías feliz y no quería disgustarte. Pero no debi ocultártelo.
—Podría cuestionarme por qué tu primer instinto ha sido ocultar las cosas, sabiendo que eso siempre te ha molestado cuando has sido a la que se las han ocultado—habla Nyssa—Pero tengo otras preocupaciones.
—¿Qué ocurre?
—Deberías irte—le dice Nyssa dándose la vuelta para mirarla—
—No—se niega—No voy a irme. No voy a abandonarte.
—Ahora que Oliver ha ascendido al puesto de heredero del demonio, va a venir a por mi, para matarme, con todos los hombres que necesite.
—De eso nada—se queja Felicity—Oliver no haría eso. No me lo creo.
Nyssa la mira y rueda los ojos molesta por su negatividad. En un principio ella no quería ayuda, pero cuando Tessa se negó a abandonarla la obligó a ir a Tecnologías Palmer, lugar desde el cual operaban las misiones ahora, para contárselo al equipo. Lo cual, ella sabia, era un error.
—Lo que quiere decir es que Oliver nunca te haría daño—explica Diggle—La razón de unirse a la Liga fue para proteger a sus seres queridos.
—Tenéis que entender que Oliver Queen ha muerto—les dice Nyssa—Sólo es un recuerdo.
La rubia inclina la cabeza y frunce el ceño confusa por sus palabras.
—Parece ser que la Liga hace pasar a los nuevos por un proceso de reprogramación—explica Tessa—
—¿Lavado de coco?—cuestiona Felicity sorprendida e incrédula—Oliver nunca se sometería a un lavado de cerebro.
—La Liga está llena de rituales y ceremonias—explica Nyssa—Oliver no sabía lo que le iba a pasar.
—¡Me da igual! ¡Oliver es más fuerte que ellos!
—No he venido aquí a discutir—se queja Nyssa por su mal humor—Tessa insistió en que os lo contará. Pero veo que solo estoy estropeando vuestro recuerdo de él. Será mejor que no penséis en lo que se ha convertido Oliver. Vosotros podéis hacerlo.
Se da la vuelta y camina hacia la salida.
—Espera—le llama Tessa siguiéndola—¿A donde vas?
—A enfrentarme a él. Y a mi destino si es necesario. No me esconderé en las sombras esperando la muerte.
Le dedica una última mirada a Tessa y sale del laboratorio.
—Genial—suspira la joven mirando a sus dos amigos—¿Y que vamos a hacer ahora?
—Nada—responde la informática—No te ofendas, pero Nyssa está loca. Oliver sigue siendo Oliver.
—Nadie conoce la Liga mejor que Nyssa—le recuerda Tessa frustrada—¿Y te has fijado en su mirada? Está aterrada. Yo no creía que eso fuera posible.
—Aunque fuera verdad lo de Oliver...
—Que no lo es—interrumpe Felicity las palabras de su amigo—
—No podemos meternos entre ella y la Liga—completa Diggle—¿Desde cuando arriesgamos el cuello por la hija de Ra's al Ghul, Tessa?
—Sé que estáis furiosos con Ra's al Ghul. Yo también—habla ella con seguridad—Pero Nyssa salvo la vida a Sara. Le dio un hogar. Es buena persona. A pesar de haber crecido donde se crio. Y hasta ahora, que yo sepa, a lo que nos dedicamos es a ayudar a los buenos.
—Vale—acepta Diggle convencido de sus palabras—Nyssa parece saber donde encontrar a Oliver y la Liga.
—No deberíamos haberla dejado ir sola—admite Felicity—
—No pasa nada—habla Tessa acercándose a un ordenador—Le he puesto un localizador.
—¿Eh?
—No soy nueva en esto.
—¿Tienes algo?
—Nyssa no se ha parado—responde Felicity por las comunicaciones—Pero aún recibo una señal fuerte.
—Recibido—habla Diggle—Confirma cada cinco minutos.
—Recibido. Laurel esta de camino—termina de informar a través de las comunicaciones—
Tessa suspira y se acomoda en el asiento de la furgoneta.
—¿Que?—cuestiona Diggel al verla mirarle—
—Si ocurre algo con Nyssa, déjame arreglarlo a mi—le pide—
—Tessa, hablamos de la Liga de Asesinos...
—Ya lo se—le interrumpe—Pero soy perfectamente capaz de luchar contra ellos. Mi padre me entreno para ello. Hasta gane a Oliver en un combate. Además, Oliver y tú estabais más unidos que nadie que yo haya conocido. No deberías tener que...
—¿Pelear con él? ¿Matarlo?—le pregunta. Tessa suspira y se queda en silencio—La cosa no llegará a eso. Oye, yo estoy con Felicity. No hay nada que Ra's al Ghul pueda hacerle para que Oliver se vuelva contra sus amigos.
Tessa quería creerle. Quería pensar que Diggle tenía razón y Oliver no podría hacerles daño nunca, pero una parte de ella creía las palabras de Nyssa. No solo por ser quien más conocía a la Liga, sino por su actitud y sinceridad a la hora de explicárselo.
—Bonito cuartel secreto nuevo—comenta Thea el entrar en la sala de ordenadores de Tecnologías Palmer—¿El señor Palmer sabe que estáis aquí?
—Si, está de viaje—le explica Felicity mirando su ordenador—Por cierto, ¿Cómo has entrado?
—Mi padre es un súper villano y tú te has dejado las puertas abiertas.
—Claro—suspira nerviosa—Estoy distraída.
—¿Por qué Diggle y tú estáis intentando salvar la ciudad?—le pregunta observado todo a su alrededor—Oye, he pensado... que puede que en lugar de seguir sentada en casa, sola y triste, podría echaros una mano. Me parece que os falta personal, y... tengo habilidades genéticas.
—Thea, creo que... ésta es la peor semana para esta conversación—admite mirándola a los ojos—
—¿Que ocurre?
—No puedo decírtelo.
—Felicity, no puedes darme largas ahora—se queja—
—Es posible, y subrayó "posible", que Oliver haya vuelto a Starling. Con la Liga—le explica—
—No entiendo nada. ¿Por qué razón iba a venir aquí?
—Van a por Nyssa.
—Ollie nunca...
—Nyssa cree que está bajo una especie de vudú de la Liga—la interrumpe para poder explicárselo—Pero todo irá bien. Estamos en ello.
—No sabes mentir—se queja Thea—
—Es cierto—admite nerviosa—
—¿Sabes donde está?—inquiere con esperanza—Tal vez yo pueda hablar con él y...
—Thea. No se que aconsejan los médicos a la gente que vuelve de la tumba. Pero estoy segura de que pelear con la Liga sería lo último.
—Yo puedo llegar hasta él.
—Por favor, Thea—le suplica Felicity—Oliver no querría que te metieras. Hizo lo que hizo para poder protegerte.
—Ya, bueno. Pero Ollie ya no esta aquí—declara saliendo de la sala—
Felicity suspira frustrada pero el pitido de su ordenador la distrae rápidamente.
En lo alto de una azotea, Nyssa se quedó quieta al sentir la presencia de otra persona a unos metros detrás de ella.
—Aquí es donde el alma de mi amaba abandonó este mundo—habla Nyssa llamando su atención—¿Te acuerdas aún de Sara? ¿O mi padre la ha borrado por completo de tu memoria?
—Vengo a llevarte a Nanda Parbat—declara Oliver ignorando sus palabras—
—¿Ante la justicia?—cuestiona dándose la vuelta para mirarle—Si es así, ¿Por qué crimen? ¿Por venganza? Si es así, ¿Por qué ofensa?
—Tú lo dijiste—le recuerda él—La venganza es justicia.
—Tú me venciste en combate—recuerda ella—No volverá a pasar,
Prepara una flecha y la dispara hacia Oliver, quien la esquiva, al igual que el resto de flechas que Nyssa le dispara. Entonces él prepara su arco y comienza a dispararla a ella, quien usa su espada para cortar las flechas antes de que impacten contra su cuerpo.
Comienzan una pelea con espadas y Nyssa acaba al borde de la azotea, con Oliver sobre ella y su espada amenazando con arrebatarle la vida.
—Hazlo. Si ahora muriera, lo haría en el mismo sitio que Sara.
Oliver la mira con seriedad pero un sonido agudo le hace fruncir el ceño con dolor. Los cristales a su alrededor se rompen y ambos dirigen su mirada a los culpables.
Diggle apuntaba a Oliver con su pistola, Tessa con su arco, y Laurel usaba el aparato que Cisco le había echo para provocar el llanto de un canario.
—No puedo permitirlo, amigo—declara Diggle mirando a Oliver—
El aludido le mantiene la mirada y acto seguido se lanza por la azotea para irse de allí. Tessa baja su arco y su mirada conecta con la de Nyssa.
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