XIX. Lotus


CAPÍTULO DIECINUEVE
LOTO



Como Malcolm se negaba a creer la palabra de Nyssa, Oliver decidió buscar pruebas que hicieran que la creyera. Así que fue a ver a Nyssa y le pidió un poco de Loto, un pequeño bote que le diera más tiempo de vida a Thea y que demostrara sus efectos.

—¿Te ha costado mucho sacarla del hospital, Oliver?—pregunta Malcolm mientras abajo al búnker en el ascensor—

—No, su doctora conoce a mi familia—le responde él antes de que las puertas se abran—

Allí, en una de las salas secundarias del búnker, Diggle les espera junto a una inconsciente Thea.

—Nyssa nos ha dado una muestra de la cura—explica Diggle mientras le inyecta el líquido en la vía central de su brazo—

—Eso dará a Thea algo de tiempo y a ti la prueba que querías—recalca Oliver hacia Malcolm—

—Veámoslo—suspira Malcolm—

El líquido viaja por la vía y entra en la cuerpo de Thea. Entonces, la herida provocada por la espada de Ra's al Ghul comienza a desaparecer y Thea respira con fuerza aún inconsciente.

—¿Qué exige Nyssa?—pide saber al ver los resultados—

—Si le entregas el anillo, ella nos dará el resto del elixir—le responde Oliver—Y Thea vivirá.

—¿Cuando nos veremos?

—Está noche. Tessa y Laurel están con ella.

Malcolm asiente y observa a su hija mientras juega con su anillo de Ra's al Ghul.


—Haces lo correcto—le asegura Laurel a Nyssa—

—Solo sigo el ingenuo plan de Oliver por respeto a nuestro matrimonio—le responde Nyssa—Pero la esperanza nubla su razón.

Tessa suspira con pesadez y observa a su padre, a Oliver y a Diggle entrar en el lugar y colocarse a unos metros frente a ellas.

—Vienes listo para luchar, Al Sa-her—observa Nyssa al ver las ropas de la Liga que lleva puestas Malcolm—

—Vestido para la ocasión—corrige él acercándose—

Estira su mano y se quita el anillo.

—A cambio de la vida de mi hija—dice—

—Me alegro de que seas razonable—le responde Nyssa mostrándole la botella con el líquido de Loto—

—Por desgracia, lo único razonable es tu muerte inminente—le responde volviendo a colocarse el anillo en su mano—

—¡Malcolm!—exclama Oliver—

—¿Por qué no lo vi venir?—suspira Tessa con decepción—

—Sabía que no eras de fiar—se queja Nyssa con ira—

—Lo sabias y no te preparaste—le responde Malcolm—Y ahora estas en inferioridad de armas y de hombres, como siempre.

En ese instante varios miembros de la Liga, leales a Malcolm, entran en la sala y comienza a luchar contra los leales a Nyssa, a la vez que ellos dos comienzan una pelea.

—Hay que pararlos antes de que se maten—le dice Oliver a Diggle—

Sin embrago ellos no quedan fuera de la pelea, así que mientras Laurel, Oliver y Diggle se defendían, Tessa le pega una patada a un hombre y le quita su espada para comenzar a luchar contra los demás.

—¡Retirada!—exclama Nyssa—

Sus seguidores tiran las antorchas de fuego al suelo, lo que hace que el humo les cubra lo suficiente para escapar.

—¡No la dejéis huir!—exclama Malcolm dispuesto a seguirla—

Pero Oliver, Tessa, Laurel y Diggle tenían otros planes. Se colocaron delante de él y sus hombres, y desafiantes le impidieron el paso.

—¡Malcolm, detente!—le ordena Oliver—

—Quitaos de mi camino—les ordena—

Sus hombres levantan sus arcos y les apuntan.

—Piensa en Thea.

—Ella no le importa—habla Tessa con molestia y odio—

—No cuestiones mi amor por Thea. Ni mi amor por ti, Tessa—le pide su padre posando su mirada en ella—Todo lo que hago lo hago por vosotras.

—De aquí no me muevo—le asegura ella—

Malcolm la mira frustrado y se da la vuelta para marcharse.


—Adiós a la táctica de Gandhi—comenta Felicity mirando a Thea desde su silla de ruedas—

Si, Felicity estaba en una silla de ruedas. Una larga historia que le habían ocultado a Tessa hasta ese momento. La versión corta era que en un ataque a Oliver, Damien Dark, el villano anual de Star City, había disparado contra ella dándole en la espalda y eso la había dejado sin poder caminar. Aunque el lado bueno era que uno de sus amigos científicos de Palmer Tec le estaba haciendo un chip para ayudarla a volver a la normalidad.

—No debería extrañarnos, tratando con quien tratamos—comenta Laurel—

—Es increíble que ser Ra's al Ghul sea más importante para Malcolm que la vida de su hija—se queja Oliver con frustración—

—Se que no quieres que haya sangre, pero que tú hayas cambiado no significa que los demás también—le dice Tessa—

—No podemos permitir una guerra de la Liga. Habría demasiados daños colaterales.

—Nosotros no podemos enfrentarnos a dos hordas de asesinos—comenta John mirando a su amigo—

—Derroquemos a los generales—propone Tessa—Localicemos a Nyssa y a mi padre.

—Sobretodo a Nyssa—habla Felicity a su lado—Porque tiene en su poder la cura.

—Busca a los dos—le ordena Oliver—Hoy no morirá nadie más. Y mucho menos Thea.

Tessa mira a su hermana y acaricia su brazo con delicadeza, pero el sonido de su teléfono hace que se separe de ella y de los demás para poder responder a la llamada con tranquilidad.

—Caitlin, ¿Todo bien?—pregunta preocupada—

—Si, ahora si—responde la científica al otro lado del teléfono—Cuando te fuiste pasó algo extraño. Dejar a Reverse Flash encerrado en este tiempo afectaba a Cisco por los poderes que tiene, así que Barry no tuvo más remedio que ayudarle a volver a futuro.

—¿Cisco está bien?—inquiere—

—Si—le confirma haciendo que suspire aliviada—

—¿Y Barry?

—No lo sé, la verdad. Ha sido duro para él dejar que Reverse Flash se fuera—le explica—¿Que tal tú?

—No sabría decirte—admite sentándose en una silla—Volver a Star City siempre es duro porque me enfrento a cosas familiares. Y... estoy asustada y preocupada por mi hermana, no puedo perderla.

—No lo harás. Estoy segura de que encontrareis la manera de salvarla.

—Eso espero, Cait, eso espero.


Tessa se negaba a abandonar a Thea, así que Oliver, Diggle y Laurel fueron los responsables de atrapar a Nyssa una vez Felicity la localizó en las calles de Star City. Otra cosa era hablar con ella, lo cual era cosa suya, ya que era la que más la conocía y en quien más confiaba.

—Estuve en una celda parecida a esta hace apenas un año—comenta Nyssa con tranquilidad al notar la presencia de Tessa en la sala de la celda—

—Nyssa, ¿adonde está el Loto?—le pregunta—

—A salvo—le asegura—

—Esto no es juego—se queja frustrada—Thea se muere. Han muerto civiles inocentes y también muchos hombres tuyos.

—Y entregaros lo que me da fuerza no los salvará.

—No, pero si a Thea—la mira a los ojos con tono de súplica—¿Como eres tan egoísta?

—Eso pregúntaselo a tu padre—le responde ella—

—Yo ya se como es mi padre—le asegura—Pero él no tiene la cura. Tú si.

Nyssa suspira y se levanta para esta a su altura, sin embargo decide darle la espalda.

—Usar la vida de Thea para negociar, dejar que muera gente por una causa perdida—repasa los hechos—Nyssa, se que tú no eres así. Así era tu padre. Pero él está muerto. Y tú al fin eres libre.

Mientras ellas hablaban Malcolm entraba en el búnker y se dirigía a la planta donde se encontraba Thea. Y al descubrirlo, Oliver no dudó en bajar para poder hablar con él.

—Se está pasando el efecto del Loto—le informa Malcolm cuando las puertas del ascensor se abren—Morirá al amanecer. Y quería estar junto a ella.

—Acaba con esto—le pide Oliver con frustración—El juego se acabó. ¡Dale a Nyssa ese maldito anillo!

—Tenía cuatro meses cuando la vi—explica Malcolm ignorándole—Vuestra ama de llaves, Raisa, vino a recogerte a nuestra casa y la llevaba en el cochecito. Incline la cara y Thea, con 16 semanas, me saco la lengua—sonríe nostálgico y acaricia su pelo—Así supe que tenía una conexión con ella. Como si a nivel inconsciente supiera que yo era su padre.

—Un padre no deja morir a su hija solo para conservar el poder—se queja Oliver—

—No es eso lo que estoy haciendo—niega Malcolm posando su atención en él—Lo que está ocurriendo es más grande que yo, y mucho más que Thea. La suya no es la única vida que corre peligro. Aunque has tratado con la Liga, sigues sin saber nada de lo que hace por el mundo.

—Ya basta de la Liga. Sois un grupo de asesinos.

—Es una fuerza de cambio que lleva manipulando los acontecimientos globales desde hace siglos—explica—Y no quiero... ¡No puedo dejar todo ese poder en manos de Nyssa al Ghul! Dime una cosa. Si Damien Dark te llamará y te dijera que abandonaras tu arco y le dejarás acabar con Star City ¿lo harías?

Oliver le mira incrédulo ante su pregunta.

—¿Aunque con ello salvarás la vida de William?—añade Malcolm—

Ese nombre llama la atención de Oliver. Solo él y Barry conocían el hecho de que tenía un hijo.

—Lo sé todo sobre ti, Oliver—le asegura—Soy Ra's al Ghul. Volvamos a lo que nos ocupa. Tú nunca sacrificarías tú ciudad poe salvar a tu hijo. Así que créeme si te digo que estoy tomando la misma decisión.

—¡Yo buscaría otra solución! ¡No pararía hasta encontrar una tercera opción!—exclama seguro—Malcolm ¿Y si... pudieras tener el Loto y conservar el anillo?

—No se como. Su ejército es más fuerte de lo que quiero admitir.

—Pero ella no—le responde Oliver—Desafíala. Un duelo a muerte.

—Eso acabaría con su muerte.

—Estamos acorralados, Malcolm—suspira Oliver mirando a su hermana—Nyssa se lo ha buscado.


Esa misma noche, después de retarse a duelo, Nyssa y Malcolm se reunieron junto a sus seguidores de la Liga y el equipo de Oliver en una azotea de Star City.

—Está es una de tus locuras. Y hay mucha competencia—comenta Felicity hacia su novio—

—Bueno, pues ahora veras otra aún más loca—le susurra él—

—Acabemos ya con esta mascarada—se queja Nyssa llamando su atención—

—Como quieras—accede Malcolm frente a ella—

Sus segundos al mando las entregan sus espadas y ellos se preparan para lucha.

—¡Alto!—exclama Oliver antes de que comiencen a pelear—A ojos de la Liga, Nyssa es mi esposa. Como su esposo quiero luchar en su lugar.

—Creo que esto supera todas sus locuras—murmura Tessa hacia Felicity—

—Nunca he dejado que nadie libre mis batallas por mi—se queja Nyssa—

—¿Quieres ser Ra's al Ghul o quieres morir?—le pregunta Oliver—

—¿Por qué haces esto?

—Tú misma dijiste que no podías vencer a Merlyn—le recuerda—Y si tengo que escoger entre tu vida y la suya... Quiero hacer justicia.

Nyssa le mira y le entrega su espada accediendo a su plan.

—Estoy algo defraudado, la verdad—comenta Malcolm—

—Tú nos has puesto en esta situación—le recuerda Oliver—

—¿He de recordarte que tú ayudaste a poner este anillo en mi dedo?

—No, lo recuerdo. Y ahora corregiré aquel error.

—Es increíble—observa—Te has vuelto a un más necio con el tiempo.

—Acabemos ya—le pide Oliver con molestia—

Malcolm asiente y comienzan a luchar. Una lucha en la que por supuesto Oliver estaba en ventaja, así que Malcolm decidió hacer trampas usando un arco y flechas. Flechas que Oliver esquivó antes de quitarle su espada y tumbarle.

—Última oportunidad. ¡Ríndete!

—Nunca—se niega Malcolm—Para ganar tendrás que matarme. Siempre lo has sabido, Oliver.

—Yo no quería acabar así—le asegura—

—Ahórrame tu falsa compasión. Y hazlo.

Oliver posa su mirada en Tessa, quien con sus ojos parece decirle algo, pero no consigue descifrar el qué. Así que aprieta su agarre a su espada y en un rápido movimiento le corta la mano a Malcolm, quien se queja de dolor.

Tessa se acerca a él, frota una de sus manos activando el polvo de estrellas y con un leve soplido se lo lanza a la cara haciendo que se duerma.

—Eso a sido alucinante—sonríe Laurel—

—Nuevos trucos—le responde Tessa moviendo su mano—

Oliver suelta su espada y de la mano cortada saca el anillo de Ra's al Ghul para entregárselo a Nyssa.

—Tráeme el Loto—le pide—

Nyssa asiente y su segunda al mando le entrega la botella a cambio del anillo.

—Ya eres Ra's al Ghul.

—Gracias, esposo—le responde ella colocándose el anillo—


Tessa fue la encargada de administrarle el Loto a Thea, quien poco después comenzó a despertarse.

—¿Que pasa?—inquiere confusa y aturdida—¿Es que ha ocurrido algo?

—Eso depende—le responde Oliver aliviado—¿Como estas?

—Mmm... bueno, cansada, pero... ¿Que estoy haciendo aquí?—pregunta al darse cuenta de que se encuentra en el búnker—

—Es una larga historia—admite Tessa quitándole la vía de brazo—Pero resumiendo... Te vas a poner bien. Ya no habrá más sed de sangre.

Thea la mira y sonríe aliviada.

—Ven—le pide su hermana—Te he traído ropa. Te acompaño a cambiarte.

—Si—suspira levantándose de la cama con su ayuda—Gracias, Tess.

—No podía estar lejos de ti cuando estabas enferma—admite ella encogiéndose de hombros—Nunca te abandonaría.

Thea posa su mirada en ella y sonríe con cariño.



Nada de Barry en este capítulo, pero creedme se
vienen unos capítulos muy divertidos e interesantes
Espero que os haya gustado
💖 Muchas Gracias Por Leer 💖

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