XIV. Themyscira
CAPÍTULO CATORCE
THEMYSCIRA
A medida que el barco entraba en las aguas de Themyscira estas se tornaban de un color turquesa brillante y limpio. Tessa observó todo a su alrededor con sorpresa. El cielo había pasado de estar lleno de nubes a ser completamente azul y la isla situada a millas del barco, donde se encontraban ella y Octavia, era verde y frondosa.
En aquel momento parecía el lugar más pacifico de la tierra, y Tessa no se equivocaba. Si, Themyscira era una isla donde habitaban las mejores luchadoras del mundo, las amazonas, pero aunque entrenaran y fueran expertas en combate, ellas eran pacíficas. Su objetivo era la paz aunque sabían que para ello había que saber pelear.
Su asombro hizo que no se diera cuenta de que el barco había llegado a las costas. Octavia fue la encargada de traerla a la realidad y extendiendo su mano la ayudó a bajar del barco para pisar la madera del pequeño puerto. Tessa sonrió sin pensarlo y sintiéndose como en casa bajo del puerto y sus zapatos cayeron sobre las blancas y finas arenas de la playa.
—Bienvenida, Tessa—habla una mujer con una armadura dorada mientras se baja de su caballo—
—Gracias—sonríe ella observándola con asombro—Es... este sitio es precioso.
—Me alegro de que te guste—sonríe ella acercándose a Tessa—Es un placer conocerte. Yo soy la Reina de las Amazonas, Hippolyta.
Al oír su cargo Tessa duda en si debe hacerle una reverencia, al fin y al cabo nunca había estado delante de alguien de la realeza y todo lo que sabía sobre ella era debido a las películas y series.
—La has asustado—comenta Octavia colocándose al lado de Tessa—Tranquila, Tess, no hace falta que te inclines o la trates de usted.
—Por supuesto que no—sonríe Hippolyta—Espero que sepas montar a caballo.
—La verdad es que no—admite Tessa al ver como otros dos caballos llegan junto al de la reina de las amazonas—
—Bueno, puedes montar conmigo en Helios—señala Octavia al caballo de cabello castaño antes de señalar al de cabellos tan blancos como la nieve—Starlight irá a nuestro lado.
—Starlight es un nombre precioso—sonríe Tessa acariciando al caballo—
—Me alegro de que te guste—sonríe Octavia—Porque es tu caballo.
—Espera ¿que?—cuestiona confusa haciendo que Hippolyta y Octavia sonrían—
—Ya te enseñaré a montar a caballo. Sube—le indica Octavia después de subirse a su caballo—
Tessa se acerca a ella y con su ayuda consigue subirse detrás de ella al lomo del caballo.
—Coge está cuerda—le indica una vez están colocadas—
Tessa le hace caso y entonces Helios comienza su camino junto a al caballo de Hippolyta, y Starlight cuyas riendas sujeta Tessa para mantenerle al lado de ella y Octavia.
Después de dar un paseo en caballo por la isla, Octavia y Tessa se despidieron de Hippolyta y se dirigieron hacia un pequeño edifico en el centro de la parte urbana del lugar, donde las amazonas habitaban.
—Bienvenida a mi casa—sonríe Octavia al entrar en el lugar—
—¿Esto es todo tuyo?—cuestiona Tessa observando el interior de la casa, la cual era como un piso cualquiera de una ciudad como Starling City—
—Más o menos—le responde cerrando la puerta—Aquí vivo yo y una amiga mía, Emma. Pero aquí también vivió tu madre. De echo, si te parece bien, será su habitación la que ocupes mientras vivas aquí.
—Claro, me encantaría—le asegura ella—
Octavia asiente y la guía hasta la habitación.
—Te traeré algo de comer y mañana empezaremos con el entrenamiento ¿de acuerdo?—le dice antes de salir de habitación. Tessa asiente—Bien. Descansa.
—Octavia—le llama Tessa antes de que se vaya—Gracias.
—No tienes que agradecerme nada—sonreí—
Tessa le devuelve el gesto y, después de que Octavia cierre la puerta de su habitación, abre su maleta, saca un pijama y se adentra en el baño para poder darse una ducha.
En ese momento, bajo el agua, Tessa se encuentro en una extraña paz que no pensó que fuera a sentir después de lo que había pasado. La maldad de su padre hizo que dudara de si misma, la noticia de que su madre estaba muerta hizo que perdiera la esperanza y la muerte de Tommy había roto cada parte de ella, su corazón, su alma, su espíritu. Pero en ese momento parecía que todos lo problemas desaparecían y una luz se abría al final del camino devolviéndole un atisbo de esperanza.
—¿Tessa?—una voz desconocida al otro lado de la puerta la devuelve a la realidad—Soy Emma. No quiero molestarte, solo pasaba a presentarme. Mi habitación es la de en frente por si quieres hablar o necesitas algo. La verdad es que estoy muy emocionada por empezar a entrenar mañana contigo. Bueno, te dejo descansar. Hasta mañana.
Los labios de Tessa se abren con la intención de responderle algo a quien parecía ser la persona más amable que jamás hubiese conocido pero antes de poder responderle se oye como la puerta de su habitación es de nuevo cerrada con la marcha de la joven Emma.
Después de eso, Tessa salió de la ducha, se colocó su pijama y se metió en la gran y cómoda cama colocada en el centro de su habitación para poder dormir, o al menos intentarlo, pues las pesadillas y la muerte de su hermano no dejaban de atormentarla cada vez que cerraba los ojos.
—Estira el brazo, tensa la cuerda—indica Octavia observando a Tessa—Apunta y dispara.
Tessa suelta la cuerda del arco y la flecha vuela directamente a la diana, pero, como esperaba, no da en el centro.
—No está mal—comenta Octavia al ver que, a pesar de no dar en el centro, la flecha se ha clavado en una parte de la diana colocada a unos metros de ellas—¿De verdad es la primera vez que disparas con un arco?
Tessa baja el arma y asiente.
—Puede que de ver al encapuchado en Starling City se me haya pegado algo de su puntería—bromea entonces al ver el asombro en el rostro de Octavia—
—Si, puede ser—admite con una sonrisa—Oye, te veo mejor. ¿Como estas?
—Se me da bien disimular—admite Tessa mientras coloca otra flecha en el arco—Mi sonrisa esconde una noche llena de pesadillas.
Repite el mismo procedimiento y en ese caso la flecha vuela hasta llegar al centro de la diana.
—Pues no parece que hayas dormido poco—observa Octavia con asombro—¿Como has echo eso? Es la segunda flecha que lanzas.
Los ojos de Tessa no dejan de mirar la flecha mientras sus hombros se hunden en forma de repuesta, pues en verdad ni ella sabía como ese tiro había sido tan certero.
—¿La suerte del principiante?—pregunta una tercera voz con felicidad—
Tessa y Octavia se dan la vuelta y sus ojos se posan en la joven rubia que se acerca a ellas con una sonrisa.
—Hola, soy Emma—sonríe extendiendo la mano hacia Tessa—Un placer.
—Tessa—responde ella estrechándole la mano—Eres la chica que vive con nosotras ¿no? ¿La que vino a darme la bienvenida mientras estaba en la ducha?
—Si, no fue el mejor momento para eso lo admito.
—Emma—la llama Octavia—Creía que estabas en los establos con los caballos.
—Si, pero ya los he cepillado a todos. Bueno, excepto a Starlight—responde posando su mirada en Tessa—Había pensado que a lo mejor te gustaría hacerlo tú. Al fin y al cabo es tu caballo y es una buena forma de comenzar a tener un lazo amistoso con él.
—Lo animales no son lo mío—admite Tessa con incomodidad—
—Entonces con más razón.
—Emma tiene razón—interrumpe Octavia sacándole una sonrisa a la aludida—Y... creo que no tengo mucho más que enseñarte en cuanto a tiro con arco.
—De acuerdo—suspira Tessa entregándole el arco y el carcaj—
—Bien, sígueme—sonreí Emma comenzado a caminar—
Tessa suspira, y después de echarle una última mirada a Octavia, se dispone a seguir a la alegre rubia.
Al llegar a los establos Emma la guía hasta el gran caballo blanco llamado Starlight.
—Tienes mucha suerte—le asegura Emma con una sonrisa—Diría que Starlight es el mejor de todos los caballos de la isla.
—¿De verdad?—pregunta Tessa con una pequeña sonrisa mientras acaricia al caballo—
—Si, aunque el mío le sigue de cerca, estoy segura—sonríe acercándose al establo de enfrente donde un caballo de cabellos canelas se encuentra—Te presentó a Atlas.
—¿Todos los caballos tienen nombres mitológicos?—cuestiona Tessa con confusión—
—No, Starlight no es un nombre mitológico—señala Emma—Pero la mayoría si. Al igual que las amazonas. Pero no todas. Yo soy un ejemplo pero puede deberse a que no soy como las demás.
—¿Naciste aquí?
—Así es.
—Octavia me dijo que sólo tres personas habían nacido aquí—recuerda Tessa—Diana, yo y... otra chica. ¿Eso significa que eres como yo? ¿Una elegida por una diosa?
—Pensaba explicártelo en otro momento, porque es algo abrumador, pero... si. Aunque es más complicado que eso—admite Emma—
—¿Que quieres decir?—pregunta ella con interés—
—Hagamos una cosa—le pide—Preparo a los caballos y mientras damos un paseo con ellos te lo explico. ¿Te parece bien?
—Vale—acede Tessa—Pero tendrás que enseñarme un poco. Nunca he montado a caballo. Ayer fue la primera vez que me subí a uno, y fue con Octavia.
Emma sonríe y asiente mientras coge las sillas de montar.
Ya sobre sus caballos, Emma y Tessa comenzaron a pasearse por la isla a paso lento, pues Tessa estaba aprendiendo a montar a caballo y además Emma quería contarle el significado de nacer en Themyscira.
—Diana fue esculpida en arcilla y tú madre llego a esta isla por accidente pero en mi caso es distinto—comienza a explicar la rubia—Mi madre era una amazona y se quedó embarazada de mi sin razón alguna. Es decir, no se había acostado con nadie porque como ves aquí no habitan hombres.
—¿Entonces se quedó embrazada como la Virgen María de Jesús?—cuestiona Tessa con confusión—
—Si, algo así, si—responde Emma cayendo en las similitudes de ambas historias—Pero yo no soy una elegida. Soy una portadora.
—¿Una portadora de qué?
—De este collar—señala sacando el colgante de debajo de su camiseta—Representa a la luna, es decir, a la diosa Selene.
—La piedra es una piedra lunar—añade Emma—El día que tú naciste fue el día que mi madre quedó embarazada de mi. Ambas nacimos conectadas. La luna no se ve sin la oscuridad de la noche. Y la noche necesita la luz de la luna para no ser una completa oscuridad.
—¿Y que significa que estemos conectadas?—pregunta Tessa con interés—
—En realidad no mucho—admite Emma—Esta piedra apareció en la isla el día que yo nací y estaba destinada a colgar de mi cuello. Pero si yo muero tú debes elegir a la persona que la porte. Yo solo soy una mensajera de la diosa Selene. Y tarde o temprano moriré.
—Si, como todo el mundo—habla Tessa—Pero eso no significa que vayas a morir hoy.
—No, hoy no—sonreí Emma con tristeza—Pero no estoy destinada a vivir mucho más tiempo, Tessa. No es culpa tuya pero en el momento que pisaste esta isla la cuenta atrás para mi muerte comenzó.
—Eso no es justo—se queja Tessa haciendo frenar a su caballo—Yo no quiero ser la responsable de tu muerte. No mereces morir.
—Tessa—la llama Emma mirándola a los ojos—No es culpa tuya. La luna cambia de fase y siempre hay una luna nueva. Es lo que hay, y yo ya lo he asumido. No dejare que te culpes de la misma forma que te culpas de la muerte de tu hermano.
—Yo no me culpo de eso—le asegura Tessa con rapidez—Culpó a Laurel Lance por no hacer caso a Oliver, porque fue por ella que mi hermano estaba en los Glades para que ese edificio le cayera encima. Y culpó a Moira Queen por ayudar a mi padre con su plan. Por eso quiero vengarme.
—La venganza es un castigo. Pero no para aquellos a los que quieres vengar o aquellos a los que quieres dañar. Es un castigo para quien quiere ejercerla. Tú misma te estás castigando, Tessa.
Emma tenía razón, pero en ese momento Tessa no lo veía. Y es que en ese preciso momento su mente estaba llena de nueva información. La historia de su madre, el tío al que no conocía, el destino de su nueva amiga Emma y el constante bucle de imágenes de la muerte de su hermano. Pero tarde o temprano Tessa debía encontrar la forma de perdonarse a sí misma por no haber podido salvar a su hermano como él la había salvado a ella en múltiples ocasiones.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top