XIII. The Demon's Head


CAPÍTULO TRECE
LA CABEZA DEL DEMONIO



—Mira quien decide aparecer—comenta Roy al ver a Tessa bajar las escaleras hacia la guarida—Tres días desaparecida. ¿Todo bien?

—Tenía que estudiar, te recuerdo que quiero ser médico—le explica ella—¿Sabemos algo de Oliver?

—Nada—responde Diggle—

—Está vivo—asegura Felicity, pero parece más un deseo que una realidad—

Tessa la mira con tristeza y asiente evitando dar su opinión en ello. Lo que menos quería era hacer sentir mal a Felicity. La rubia era la persona más amable, sonriente y positiva que había conocido, y ella no sería la que le se lo arrebatara.

—Lamento interrumpir—habla Malcolm haciendo que los cuatro se den la vuelta para mirarle—

—Hay que cambiar la cerradura—suspira Felicity con seriedad—

—¿Que quieres?—le pregunta Tessa a su padre con tono amenazante—

—La Liga realiza ritos significativos como los duelos en tierra sagrada para ellos—comienza a explicar—He estado allí. Encontré esto.

Coloca una especie de espada sobre una de las mesas de la guarida, y todos aprecian el rastro de sangre en ella.

—Ra's al Ghul tiene la costumbre de dejar allí el instrumento letal como homenaje a los caídos—les explica Malcolm—

—Merlyn, ¿Viste el cuerpo de Oliver?—le pregunta Diggle—

—Calló por un barranco. Es imposible recuperar sus restos.

—¿Y como sabemos que esa es su sangre?—le pregunta Felicity sin perder la esperanza e intentando no derrumbarse—

—Porque vais a analizarla, y cuando confirméis que es su sangre pensaréis teorías conspiratorias creyendo que yo la he puesto ahí y que todo es una farsa—le responde él—Hasta que pase bastante tiempo y aceptéis la inaudible verdad, que Oliver Queen ha muerto.

—Es culpa tuya—le acusa su hija mirándole fijamente, con sus ojos cristalizados por las lágrimas, y acercándose a él—Oliver fue allí por tu culpa, por lo que le hiciste a Thea. La convertiste en una diana de la Liga para que Oliver se enfrentara a Ra's al Ghul. Tú le has matado.

—Es verdad—admite dando un paso hacia ella sin deshacer su contacto visual—Y soportare esa culpa durante el resto de mi vida. Lo siento de veras, veo cuando te importaba.

—Cállate, Merlyn—le ordena Diggle de forma protectora—Estas disfrutando.

—Mi hija tiene razón. Yo prepare todo el asunto para eliminar la sentencia que me había impuesto Ra's al Ghul. Oliver era mi arma. Su muerte conlleva a la mía.

—Me alegro—declara Tessa con frialdad—

Malcolm le dedica una última mirada y acto seguido se da la vuelta para irse de la guarida dejando al equipo a solas.


Los días pasaban y la afirmación de Malcolm se hacía cada vez más real. Una noche Tessa había quedado con Jay para ver una película en su casa mientras comían una pizza. James tenía trabajo y Emma se encontraba con Thea, así que ellos se encontraba a solas en el salón del loft, al menos hasta que el timbre sonó y Tessa tuvo que ir a abrir.

—¿Aaron?—cuestiona confusa al verle—¿Que haces aquí?

—He traído helado—sonríe enseñándole el bote—Pensé que podríamos charlar mientras nos lo tomábamos.

—Ya, claro, pero verás...—intenta explicarle pero él ya ha entrado al loft—

—Hola—saluda Aaron al ver a Jay—Soy Aaron.

—Jay Halstead, encantado—le responde acercándose para poder estrechar su mano con la de él—

—La verdad es que no quería interrumpir—se disculpa Aaron mirado a su mejor amiga—Creí que estarías sola.

—Podemos quedar mañana—le dice ella—Guardo el helado y te pasas mañana por aquí.

—O puedes quedarte a terminar de ver la peli—propone Jay—No me importa.

Tessa se dispone a negar haciéndole saber a Jay que no hacia falta que fuera tan amable con Aaron, pero el chico la interrumpe.

—Genial—sonríe—Cogeré cucharas de la cocina.

Tessa le dedica una sonrisa forzada y sujeta la mano de Jay para caminar hacia el sofá.

—¿Que pasa?—le pregunta él con confusión—

—No tienes que ser tan amable con él—le dice ella en un susurro para que Aaron no la escuche—Estamos en una cita, él lo entiende.

—Ya, pero es tu mejor amigo. Quiero conocerlo—le responde encogiéndose de hombros—Tessa, me gustas de verdad. Quiero ir enserio contigo. Quiero conocerte y a las personas que te importan. No me importa esperar para estar solos.

Su mirada se ablanda ante sus palabras y sin dudarlo se acerca a él y deposita un suave beso en su mejilla.

—Aquí tenéis—sonríe Aaron sentándose al otro lado de su amiga y entregándoles las cucharas—

—Trae—le pide Tessa cogiendo el bote de helado, ya que ella se encontraba sentada en medio—

—De fresa—observa Jay cogiendo un poco del helado—Me encanta.

—¿En serio?—le pregunta Aaron—Es el favorito de Tessa.

—Y de Tommy—recuerda ella dispuesta a coger un poco del helado, pero en ese momento su teléfono suena—Vengo ahora.

Le entrega el bote de helado a Jay y se levanta del sofá para caminar hacia la cocina, lugar donde había dejado su teléfono.

—Tessa, soy Diggle—anuncia el hombre cuando ella responde su llamada—

—Hola ¿Pasa algo?—le pregunta preocupada—

—Es Laurel, si la ves habla con ella—le pide él—Al parecer ahora quiere ser la nueva Sara. Esta noche ha salido disfrazada y Roy a tenido que salvarla de una pelea que estaba perdiendo. No nos hace caso y...

—¿Que te hace pensar que a mi me lo hará?—le pregunta confusa—Diggle yo la entiendo. Yo ayudo a Oliver por lo que le paso a mi hermano.

—Solo... inténtalo—le insiste—

Tessa suspira y cuelga la llamada. Vuelve a dejar su teléfono en la encimera y al darse la vuelta se encuentra a Jay tumbado en el suelo, inconsciente.

—¡Jay!—exclama preocupada—¿Que ha pasado?

—Que no debía estar aquí—le responde Aaron—

Saca un cuchillo de su chaqueta y se dispone a atacar a Tessa pero ella es más rápida y le sujeta la muñeca, le empuja y se levanta del suelo.

—Te has mentido con la persona equivocada—le asegura cogiendo dos cuchillos de su cocina—

—No ha sido decisión mía—le asegura él lanzándole su cuchillo—

Tessa lo esquiva dando una voltereta y acto seguido le lanza uno de los suyos dándole de lleno en una pierna.

—¿Entonces porque haces esto, Aaron?—le pregunta acercándose a él—Has envenenado a Jay y pretendías matarme ¿Por qué?

—Porque sino él mataría a mi hermana—le responde con frustración mientras se saca el cuchillo de la pierna—

—¿Él? ¿Quien?—exige saber sujetándole del cuello de su camisa y colocándole el otro cuchillo cerca de su piel—

—Ra's al Ghul.

La sorpresa y confusión invaden a Tessa, quien al oír un ruido inusual en el loft, golpea a Aaron en la cabeza para dejarle inconsciente y lanza su cuchillo hacia la dirección del sonido. Allí, Malcolm usa sus reflejos y atrapa el arma antes de que le hiera.

—¿Que haces aquí?—le pregunta su hija con ira—

—Protegerte—le responde él caminando hacia ella—

—Se hacerlo yo sola, gracias—le responde acercándose a Jay—

Malcolm la observa unos segundos antes de posar su mirada en Aaron.

—Nunca me gustó ese chico—comenta—

—Cállate—le ordena Tessa con nerviosismo, pues Jay no se despertaba—Hey, Jay. Por favor, por favor, despierta.

No podía añadir otra muerte a su conciencia, simplemente no podía.

—Estará bien, pero tardará en despertarse—habla su padre agachándose junto a ella—

—¿Y como lo sabes?—le pregunta con nerviosismo—

—La Liga usa siempre los mismos tipos de veneno—le responde—El que ha puesto Aaron en el helado es solo para dormir.

Tessa conecta su mirada con la de él antes de llevarla hasta el bote de helado situado en la mesa del salón, y luego hacia Aaron.

—Yo era el objetivo—murmura entre sollozos—Yo era el objetivo. Jay no puede morir, no por mi culpa, no otra vez.

—No lo hará—le asegura su padre sujetándola de las mejillas para que le mire a los ojos—No va a morir.

Su mirada trasmitía sinceridad, una que Tessa había visto muy pocas veces.

Con un pesado suspiro se deja caer sentada al lado de Jay. Malcolm aparta sus manos de ella y se levanta para acercarse a Aaron y asegurarse de que no lleva ningún otra arma encima.

—¿Por qué a mi?—pregunta Tessa—¿Por qué Ra's al Ghul quiere matarme a mi? ¿Es por lo que hiciste tú? ¿Va matar a toda tu familia?

—Si—admite Malcolm—Pero no es solo por eso.

—¿Que quieres decir?—le pregunta con confusión—

—Ra's al Ghul lleva tras de ti desde el día que naciste, Tessa—le responde sentándose a su lado—Ha vivido décadas gracias al Pozo de Lázaro de Nanda Parbat, y eso le permitió conocer la existencia de las Amazonas el año que Diana Prince salió de la isla. Quería saber más de ellas, tener su poder, pero nunca lo consiguió.

—Themyscira está protegida—comenta ella—

—Muy protegida, tanto que nadie podía entrar ahí sin morir—admite Malcolm—Cuando yo me uní a Liga después de la muerte de la madre de Tommy, él fue el que me entreno. Y cuando volví y tú madre salió de la isla para entregarte a mi, Ra's al Ghul supo del primer bebé salido de allí. Desde ese instante quiso tenerte bajo su poder, pero yo se lo impedí. Haría cada cosa que él me pidiera, por sangrienta, cruel o mala que fuera, y accedió. Hasta que un día, una mujer fue a Nanda Parbat y le pidió que dejara de mostrar interés en ti. Ese día fue el primero y único que vi a Ra's al Ghul asustado. Me dejo marchar de la Liga y dejo de amenazarte. Supongo que años después mando a Aaron para vigilarte, pero la muerte de Oliver hace que Ra's al Ghul vaya a por mi y toda mi familia.

—Le dio la orden de matarme—suspira Tessa mirado a su mejor amigo—Me ha mentido todo este tiempo.

—Mi consejo es no confiar en nadie—suspira Malcolm poniéndose en pie—Nos iremos de la ciudad, es la única forma de estar a salvo.

—No—niega ella colocándose a su altura—Si me voy matará a la gente a la que quiero. No me iré. Nyssa...

—Nyssa no puede protegerte de la ira de su padre—le interrumpe él con frustración—Nadie puede.

—Octavia—murmura Tessa entonces—

—¿Que?

—Tú mencionaste que a mi madre la mataron aquí, y el día de la iniciativa unos hombres vestidos de negro, con arcos y espadas nos atacaron a Octavia y a mi—recuerda—

—Ra's al Ghul mató a Alyssa—admite Malcolm—Octavia se enfrentó a él. Ninguno ganó. Es la primera vez que la cabeza del demonio ha quedado en empate en una lucha. Pero no se donde está Octavia ahora, la Liga también la persigue.

—No importa—niega Tessa—Se protegerme sola. No necesito la ayuda de nadie, mucho menos la tuya.

—Tessa...

—¡No!—exclama cabreada—¡Lárgate de mi casa!

—¿Y que harás con él?—señala a Aaron—

—No lo se y no te importa. ¡Vete!

Malcolm suspira frustrado pero decide no insistir más y salir del loft dejando a su hija con dos chicos completamente inconscientes en el salón de su casa.


Los ojos de Jay se abrieron con lentitud mostrando su brillante color azul que hizo que Tessa sintiera el alivio recorrer su cuerpo.

—Hey—murmura acercándose a él—Ten cuidado.

—¿Que... que ha pasado?—cuestiona confuso—

—Te desmayaste—le responde ella con tranquilidad—Pero ya estás bien. ¿Te encuentras bien?

—Si, solo un poco mareado—admite elevándose para poder sentarse—

—Toma—le dice Tessa entregándole un plato con galletas—Las hizo Emma, están buenísimas. Te ayudarán a regular la tensión.

Jay las mira y asiente agradecido.

—¿Y tu amigo?—le pregunta confuso al ver que se encuentran solos—

—¿Aaron?—le pregunta ella—Se ha tenido que ir. Quiso llamar a una ambulancia, pero yo soy médico y sabía que solo era un bajón de tensión. Y hablando de eso, tengo que irme un rato, no tardaré. Puedes quédate si quieres.

—Claro, te esperare—le responde él con una leve sonrisa—

—Genial—le contesta depositando un rápido beso en sus labios—No tardo. Y comete las galletas.

—Como decir que no—sonríe él—Están deliciosas.

Tessa sonríe y sale de su loft para ir directa a la guarida.


—Hey—saluda el entrar y encontrarse con el equipo—

—Aaron sigue inconsciente, le hemos metido en una celda. Ven a ver esto—le dice Roy señalando el ordenador de Felicity—

Tessa siente y se coloca a su lado para ver un vídeo en directo de Arrow.

—Me había ido, lo siento—habla desde el techo de un coche de policía, donde permanecía arrestado el hombre que el equipo había estado persiguiendo esos días—Lamento lo que ha sufrido esta ciudad en mi ausencia. Pero habéis aguantado, lo habéis superado y la prueba la tengo a mis pies. No le habéis fallado a esta ciudad. Y os prometo que yo no os fallaré dejándoos nunca más.

—¿Ese... ese es...?

—Oliver—completa Felicity con una gran sonrisa—

Y era cierto, pues una hora más tarde, Oliver Queen en persona se adentró en la guarida encontrándose así con su equipo.

—Siento no haber venido antes, quería ver primero a Thea—se disculpa, pero no le da tiempo a decir nada más pues Felicity corre hacia él para envolverle en un abrazo—Tranquila, estoy bien.

—Merlyn nos digo que habías muerto—habla Diggel cuando Felicity se separa de Oliver—

—Estuve muy cerca—admite—Siento no haberos llamado. La cobertura en mi zona era bastante floja. Habéis salvado la ciudad.

—El mérito es de ellos—señala Tessa abrazándole—Yo he estado ocupada.

Oliver asiente y se acerca a Roy y a Diggle para estrecharles la mano.

—Habéis salvado a los Glades, enhorabuena—añade antes de ver la espada con su sangre—

—Un regalo de Malcolm Merlyn—le explica Diggle—Fue a buscarte.

—Es de Ra's al Ghul ¿verdad?—pregunta Roy—

—Si—suspira Oliver—

—¿Que vamos ha hacer con él? Porque si descubre lo de Thea...

—Merlyn y yo estamos en ello—le responde cruzándose de brazos—

—¿Perdona?—cuestiona Felicity sorprendida y confundida—Por un momento me ha parecido oír Merlyn.

—Necesito derrotar a Ra's al Ghul—le explica—Y Merlyn sabe como.

—Merlyn es un monstruo—insiste ella—Estás en esta situación, Thea está en esta situación por su culpa. Hasta Tessa.

—Felicity...

—No—niega ella—Hace solo unas cuantas horas estaba aquí jurando que era imposible que tú aceptaras trabajar con Malcolm Merlyn, en la vida. Supongo que me equivocaba en todo. Necesito aire.

Pasa por su lado y se aleja hasta la puerta trasera de la guarida.

—Me alegro de que estás vivo—le dice antes de salir—

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