XII. Little Star
CAPÍTULO DOCE
ESTRELLITA
Los ojos de Tessa se abren con lentitud y dificultad. Se encontraba sentada en un sillón y su visión estaba borrosa. Sus párpados pesaban, sus extremidades dolina y su cabeza daba vueltas.
—Tommy—murmura con dificultad—Tommy.
—Tommy no está aquí—habla una mujer colocándole un mechón de pelo detrás de su oreja—
—Tú...—murmura al verla con más claridad delante de ella—¿Quien eres?
—Me llamó Octavia—le responde ella—
—¿Por... por qué me has echo esto?—le pregunta si entiendo un pinchazo de dolor en su cabeza—¿Que quieres?
—Aunque ahora no lo creas, quiero salvarte la vida—le responde ella mientras le entrega un baso de agua—Toma. El mal estar se pasará en unos minutos.
Tessa la observa confusa pero no duda en coger el agua pues su cuerpo se la estaba exigiendo.
—Lo siento, lo que te metí da mucha sed.
—¿Tommy?—pegunta al terminar de beber—
—Supongo que seguirá en el despacho de tu padre—le responde recogiendo el baso—
—Mi padre... él...—murmura nerviosa mientras intenta levantarse—Esta loco. Va... va a matar a mucha gente.
—Lo se—le responde subiendo le volumen de la televisión—Esto está en todos los canales.
Tessa observa la pantalla y frunce el ceño confusa al ver a Moira Queen en una rueda de prensa en su casa.
—Que dios me perdone. Le he fallado a esta ciudad—habla Moira—Desde hace cinco años bajo amenaza de muerte para mi familia y, por supuesto, para mi he sido cómplice de una iniciativa con un horrendo propósito. Destruir los Glades y a todos sus habitantes. Ahora se que la seguridad de mi familia no significaría nada si dejara que se realizara esa acción. Y quiero que se sepa que el arquitecto de esta pesadilla es Malcolm Merlyn. Y tengo pruebas de que a matado a muchas personas por esa locura. Adam Hunt, Frank Chen y a mi marido, Robert. Por favor, si reside usted en los Glades tiene que marcharse ya, su vida y la vida de sus hijos dependen de ello. Por favor.
—Dios mío—murmura Tessa—
—Ahora que ya lo sabes todo, debemos irnos. No tenemos mucho tiempo—habla Octavia apagando la televisión—
—No, no, espera—le pide Tessa levantándose del sillón al sentirse mejor—Mis amigos, Tommy... no puedo abandonarles.
—No puedes hacer nada, Tessa—le asegura ella—Debes confiar en mi.
—¡Me has secuestrado!—le recrimina—No puedo confiar en ti. La confianza se gana. No voy a quedarme aquí, ni a irme de la ciudad. No puedo. Debo ayudarles.
—Tessa—insiste Octavia—
—¿Vas a impedírmelo?—cuestiona—
—Podría perfectamente—le asegura ella—Pero me temo que el tiempo se a acabado.
Tessa frunce el ceño confusa por sus palabras y en ese momento unos hombres tiran la puerta del apartamento abajo y se adentran en el con arcos, flechas y espadas.
—¡Vete!—exclama Octavia sacando una espada—
Tessa la observa pelear sorprendida por sus habilidades y en cuanto tiene oportunidad, sale del apartamento con rapidez.
Tessa corría por las calles de la ciudad, las cuales estaban abarrotadas , y por su cabeza no paraban de rondar las imágenes de las personas que más le preocupaban en ese momento.
Por un lado estaba Tommy, pero ella sabía que su padre no le haría daño y mientras estuviera en el edifico Merlyn no le pasaría nada. Oliver, Felicity y John serían los primeros en intentar parar a Malcolm así que se despreocupó de ellos pues Oliver podía protegerles. Laurel paso por su mente un instante pero conociendo a Oliver, él le habría pedido que se alejara de los Glades. Así que su prioridad era encontrar a Aaron, Izzie, Thea y Roy.
—¡Tessa!—exclama Aaron al chocar con ella—¿Has oído las noticias?
—Si, oye tenéis que iros lejos de los Glades—le pide ella sujetándole de los hombros—¿Y Izzie?
—En el hospital—le responde él—Insistió en ir a ayudar. No está en los Glades.
—Bien, ve con ella, estaréis a salvo.
—¿Y tú que harás?—cuestiona él con preocupación—
—Buscar a Thea y a Roy—le responde ella dispuesta a irse—
Sin embargo Aaron es más rápido y la sujeta de la muñeca antes de que se aleje de él.
—¿Estas loca?—pregunta alterado—Podrías morir.
—Pero tengo que buscarles—insiste ella—
—No, no eres el encapuchado, tu deber es sobrevivir no salvar a la gente—se queja él—
—Soy médico.
—Estudiante de medicina—corrige él—Y mi amiga. Y la hermana de Tommy. ¿Que crees que pasará si mueres? Eso no solo te afectará a ti, afecta a todos los que te quieren. Así que vas a venir conmigo porque no pienso arriesgarme a perderte.
—Aaron—insiste ella—Thea...
—Thea puede arreglárselas sola—le asegura él—Estoy harto de que ella te meta en líos. Ella te presento a Connor. Ella te metió en las drogas. No dejare que mueras por ella, Tess. Lo siento.
—Pero creía que Thea te gustaba—comenta ella con confusión—
—Puede, pero no me importa más que tú, Tess.
Sin nada más que decir Aaron entrelaza su mano con la de ella y comienza a caminar por las calles alejándose lo más posible de los Glades.
Al llegar al hospital donde Izzie trabajaba, Tessa no vio otra salida así que le mintió a su mejor amigo, fue hacia los lavabos del lugar y en cuanto vio un carro de medicinas sin nadie alrededor cogió un sedante y en cuanto volvió al lado de su mejor amigo se lo inyectó haciendo que cayera inconsciente.
—Lo siento—susurra mientras le sujeta—¡Un médico! ¡Ayuda por favor!
Al verle inconsciente los médicos y enfermeras no tardan en llegar así que Tessa aprovecha ese momento y sale corriendo del hospital para volver a los Glades y buscar a Thea.
El caos era cada vez peor. La gente entraba en las tiendas a robar y otros intentaban escapar del barrio pero era casi imposible a causa de las avalanchas. Si no hubiese sido por los sonidos de una pelea en un callejón Tessa no habrían encontrado a Roy.
—Aprende a contar, memo, somos tres—habla uno de los ladrones—
—¿Eso crees?—pregunta Roy antes de noquear a dos de ellos—Yo solo cuento uno.
—Pero al malo—le responde él apuntándole con una pistola—
Tessa no lo duda y coge una botella de cristal del suelo y se la lanza a la cabeza dejándole inconsciente.
—¿Tessa?—cuestiona Roy confuso—¿Donde has aprendido a hacer eso?
—Sera que tengo buena puntería—responde ella—¿Donde está Thea?
—¿Que? Thea... en su casa, supongo—responde él con confusion—
—¡Roy!—exclaman a sus espaldas—
En ese momento Thea llega corriendo al lado de su amiga y mira al chico frente a ella con preocupación.
—He ido a tu casa—le dice—
—Salí corriendo, como todo el mundo—responde Roy acercándose a ella—¿Tú... has venido a salvarme?
—Si—sonríe ella mirándole a los ojos—
—Si, muy bonito, tortolitos—comenta Tessa haciendo que ambos la miren—Pero he sido yo la que ha dejado inconsciente a su mejor amigo para salvaros a ambos. Así que vamos.
Ellos asienten sorprendidos y no dudan en seguirla.
—Espera, Tessa—le pide Thea sujetándola del brazo—Tu padre...
—Lo se—le asegura ella—Se que esto es cosa de él. He visto las noticias. Pero yo no sabía nada. Solo quiero ayudar.
—Sabes que es peligroso escribir mensajes mientras conduces ¿no?—habla Thea mirado a Roy—Déjalo.
—Estoy buscando la forma de salir de aquí.
—Déjame a mi—le pide Tessa quitándole el teléfono—Thea tiene razón, nos vamos a matar.
Y en ese momento un coche se cruzó con el de ellos y el grito de Thea hizo que Roy pisara el freno del coche con fuerza.
—¡Roy!
El corazón de Tessa se aceleró y no pudo pensar mucho más, lo siguiente que estaba haciendo era bajar del coche junto a Roy y Thea pues un hombre les había pedido ayuda para sacar a unas personas de un autobús.
—Ese dispositivo está apunto de estallar—habla Thea colocándose delante de Roy—
—No puedo dejarles ahi—niega él mirándola a la gente pedir ayuda desde el autobús—
—Oye, Roy, ya se quería crees que tienes demostrar algo pero no eres el encapuchado—le insiste ella—
—Thea, no podré hacerlo si tú no está a salvo—le dice él sujetándola de los hombros—
Tessa les escucha pero su mirada viaja por las calles a su alrededor donde la gente corre con miedo. Y entonces su mirada se posa en el edificio del bufete de Laurel. No podía ser ¿verdad? Laurel haría caso a Oliver, Laurel no estaría allí ¿cierto?
—Más te vale salir corriendo de ahí—habla Thea mirado a Roy—
Entonces ambos se besan bajo las chispas que un cable de una farola expulsa.
—Tessa, vamos—la llama Thea mientras se sube al coche—
Tessa la mira pero niega.
—Lo siento—le dice—Tengo que comprobar algo.
Acto seguido Tessa se da la vuelta y corre por las calles hasta llegar al edifico donde Laurel trabajaba. Thea arranca el coche y Roy se acerca al autobús para ayudar a las personas.
Y es entonces cuando el terremoto comienza. Los edificios se derrumban y las calles se agrietan de flee as bruscas y peligrosas. Tessa se tambalea confusa y observa a la gente salir del edifico.
—¡Tessa!—exclama Quentin Lance al llegar a su lado y sujetarla antes de que se caiga—¿Estas bien?
—Si, si, si, si—repite algo aturdidla—Por favor, dígame que Laurel no está ahí dentro.
Quentin la observa y suspira frustrado. Laurel si que estaba ahí dentro. Y junto a ella, el hermano de Tessa, Tommy Merlyn, quien había ido a salvarla.
—¿Que haces tú aquí?—cuestiona Laurel al ver cómo Tommy lucha por quitarle la viga de encima—
—Tuve el presentimiento de que podrías volver al bufete—le responde él in dejar de empujar—
—¿Has venido a por mi?—pregunta sorprendida—
—Te quiero—le asegura él—
Entonces con todas sus fuerzas consigue levantar la viga.
—¡Corre!—le ordena Tommy—Yo iré ahora mismo.
Laurel le hace caso y sale corriendo del edificio.
—¡Laurel!—exclama Quentin corriendo hacia ella—¡Laurel!
—¡Papá!—grita ella lanzándose a sus brazos—
En ese momento el edifico se derrumba aún más.
—¡No!—exclama Laurel—¡Tommy! ¡Tommy!
—Espera—pide Tessa al ver como Quentin sujeta a su hija con fuerza—¿Tommy está dentro?
Laurel la mira con lágrimas en los ojos y asiente.
Entonces Tessa no lo duda y, a pesar de que podría morir, entra corriendo a lo que queda del edifico.
—¡Tessa!—exclama Lance en vano—
Al llegar al interior del edifico Tessa observa Oliver intentando quitar varios escombros.
—¡Tommy!—exclama Tessa ayudando a Oliver—
Sin embargo la herida de su hermano era peor de lo que pensaban. No solo le habían caído escombros, si no que tenía una barra de metal clavada en el abdomen.
—Te... te pondrás bien—murmura Tessa agachándose junto a él—Te pondrás bien.
—Tessa sal de aquí—le pide su hermano—
—No, no, no—solloza ella—No voy a irme sin ti.
—Oliver, ¿Laurel está bien?—pregunta Tommy mirado a su amigo mientras Tessa apoya su cabeza en su pecho—¿Esta ha salvo? Intente sacarla de aquí.
—Si, si. Lo hiciste—le asegura Oliver—La has salvado.
—Vale.
—Si, y yo y Tessa te sacaremos de aquí y te pondrás bien—le asegura Oliver—Ya verás.
—Oliver, para—le pide él—Lo siento.
—No, no pidas perdón.
—Estaba cabreado y sentía celos y... soy como mi padre—murmura Tommy—
—No, no lo eres—le asegura Tessa separándose de él para mirarle a los ojos—Eres la mejor persona que conozco, Tommy.
—¿Le has matado?—pregunta entonces mirando a Oliver—
—No—le miente—
—Gracias—murmura antes de posar su mirada en su hermana—Te quiero estrellita.
Entonces sus ojos se cierran y pierde el conocimiento.
—No, no—solloza Tessa—Tommy. Tommy. No me dejes.
—Debería ser yo—solloza Oliver a su lado—Debería ser yo.
—¡Abre los ojos, Tommy!—exige Tessa con desesperación—Abre los ojos.
Sin embargo Tommy nunca abrió los ojos y lo que le quedó a Tessa en ese momento era un enorme vacío.
Su cuerpo se movió automáticamente y mientras Oliver observaba el cuerpo de su amigo, Tessa salió del edifico sin ninguna expresión en su cara.
Laurel y Quentin la observaron en busca de respuestas y con preocupación. Pero la frialdad en la mirada de Tessa les dejo completamente congelados y sorprendidos cuando las palabras salieron de la boca de la chica tan frías como el hielo.
—Si vuelvo a verte—habla Tessa mirado a Laurel—Te mato.
Se da la vuelta y comienza a caminar ignorando la destrucción a su alrededor. Como si la muerte y el dolor no la rodearan. Y es que Tessa se alejaba de allí con un claro objetivo. La venganza.
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