CAPÍTULO ONCE
EL ARQUERO OSCURO

—Café y muffins—sonríe Aaron entrando en la habitación de Tessa—

—¿Te he dicho alguna vez lo mucho que te quiero?—cuestiona ella caminando hacia él para quitarle las cosas de las manos—

—Me quieres porque traigo comida—se queja él—Por cierto, bonita habitación.

—Gracias—responde confusa—

—Es que... nunca había estado en el piso superior de la casa Queen y... ¡vaya!

Tessa rueda los ojos y se sienta en mesa de estudio para poder tomarse el desayuno que Aaron le acababa de traer. En ese momento alguien pica a su puerta y un segundo después la abre.

—Tess, ¿tienes rímel?—cuestiona Thea asomándose por la puerta—

—Claro, en el segundo cajon—le indica señalando el mueble situado al lado de su cama—

—Gracias—suspira Thea caminado hacia allí bajo la atenta mirada de Aaron—

Sin embargo Tessa le lanza un cojín a su amigo, lo que hace que su atención viaje a ella inmediatamente con molestia mientras Thea sale de la habitación.

—Por favor, dime que tú crush con Thea Queen ya no existe—le pide Tessa a su mejor amigo—

—No existe—le asegura él—

—Mentiroso—se queja ella—

—Bueno, ¿Que quieres que le haga?—cuestiona él mientras se sienta en su cama—¿La has visto?

—Tiene novio, Aaron—le informa Tessa—Llegas tarde.

—Oh, vegan ya—suspira él—Los novios hoy en día no duran nada.

Tessa rueda los ojos y continúa disfrutando de los muffins.

—Cambiemos de tema—pide Aaron después de unos segundos de silencio—¿Que querías contarme?

—¿Que?

—Me mandaste un mensaje diciendo que viniera por la mañana porque tenías algo que contarme—le recuerda él—

—Oh, cierto—asiente ella—Se quien es el encapuchado.

—Ya claro.

—Es cierto—le asegura ella—Yo no te mentiría.

—Tess, en serio—se queja él con molestia—

—Está bien—se queja ella levantándose de su escritorio para ir hacia su armario—De todas formas eso no era lo que quería decirte así que...

Saca el cofre de su armario y lo coloca en su cama, justo delante de Aaron.

—¿Y esto es?—pregunta confuso mientras toca la letra w grabada en oro en la tapa—

—Mis orígenes—le responde ella mientras se quita el collar que abre el cofre—

—Espera—la frena Aaron antes de que levante la tapa—¿Esto es lo que te dio tu padre por tu cumpleaños?

—Aja.

—¿Y el collar que encontramos en la calle el día que chocamos con esa mujer es la llave?—pregunta incrédulo—

—Aja—repite ella mientras mueve su cabeza en forma de asentimiento—

—Demasiadas coincidencias ¿no crees?

—Si, por eso pienso que no es una coincidencia—le dice ella mientras abre la tapa—Aquí hay cartas náuticas y mapas del triángulo de las bermudas. Este broche de oro. Y... fotos. Además de este anillo.

Aaron coge la joya entre sus manos y la observa.

—La misma W—observa—¿Que significa esa letra?

—No tengo ni idea, la verdad—admite ella mientras saca las fotos—Mira, esta es mi madre.

Aaron la observa unos segundos antes de posar su mirada en la foto.

—Mi padre no me dijo su nombre pero por detrás está apuntado—señala ella mientras se la entrega—

—Se parece a ti—admite el chico antes de leer el nombre—Alyssa. Es bonito.

—Lo es ¿verdad?—sonríe ella—

—¿Y el resto de fotos?—le pregunta interesado—

—Am, hay fotos de una isla muy bonita—dice ella mientras se las entrega—Y hay alguna más de mi madre. Y de alguna otra mujer. Está.

Saca una de las fotos.

—Estoy casi segura de que se trata de la mujer que chocó con nosotros el otro día—señala—

—¿Y no pone su nombre?—le pregunta interesado—

—No—suspira ella—Pero, algo es algo ¿no?

—Puede que con esto encontremos a tú madre, así que si—sonríe él—

—Entonces ¿Me ayudarás?—cuestiona ella con emoción—

—Por supuesto.

Esa misma tarde Tessa se adentra en el Verdant con la intención de hablar con su hermano sobre sus nuevos descubrimientos entorno a su madre pero al llegar allí, Tessa no puede sorprenderse más al ver a su hermano emborracharse.

—¿Que demonios haces?—cuestiona quitándole la botella de tequila que intenta beberse de un trago—¿Que te pasa?

—Pregúntale a él—señala a Oliver, quien acababa de subir desde el sótano—Mi mejor amigo de siempre.

—Hola, amigo—habla Oliver confuso por su actitud—

—Seguí tú consejo—comenta acercándose a él—Fui a casa de Laurel, a luchar por ella. Imagina mi sorpresa cuando te vi allí besándola.

Golpea una silla con frustración.

—Tommy—murmura Tessa acercándose a él con preocupación—

—Lo siento—le asegura Oliver—

—No es verdad—niega Tommy mirado a su amigo—

Oliver suspira y les mira a ambos.

—Algo está pasando—les dice—Y tiene que ver con vuestro padre.

—No metas a nuestro padre en esto—le ordena Tommy—

—Nuestros padres no son los hombres que creíamos—insiste él—Trazaron un plan juntos. Destruir los Glades.

—¿Tienes la menor idea de lo que estás diciendo?—le pregunta Tommy con confusión y enfado—

—Si, Oliver—le apoya Tessa—Nuestro padre puede ser un cabron, ¿Pero destruir los Glades? ¿Que pasa la capucha te aprieta el cerebro?

—Vuestro padre va a hacerlo—les asegura Oliver mirándoles a ambos—Porque cree que así vengará la muerte de tu madre, Tommy.

—No menciones a mi madre—le ordena él antes de intentar golpearle—

Una equivocación, pues Oliver le esquiva con facilidad y Tommy cae al suelo al perder el equilibrio.

Tessa suspira frustrada y se acerca a él para ayudarle a levantarse, pero él la aparta.

—La diferencia entre tú y yo, Tommy—habla Oliver agachándose junto a él—Es que yo no descubrí la verdad sobre mi padre hasta que ya era tarde. Pero tú, vosotros, siempre lo habéis sabido. En el fondo vosotros siempre habéis sabido como era él.

—Ojalá hubieras muerto en la isla—le dice Tommy entre dientes—

—Tommy...—murmura Tessa al ver el dolor en los ojos de Oliver al oírle decir eso—

—Está bien—le dice Oliver volviendo a ponerse de pie y pasado por su lado para volver al sótano—

Tessa suspira y se acerca a su hermano para ayudarle a levantarse pero él vuelve a pararla con rapidez.

—Muy bien, regocíjate en tu tristeza, Tommy—se queja ella—Bebé lo que quieras y siéntete un desgraciado. Yo voy a hacer algo útil por mi vida. Porque a diferencia de ti, yo no quiero dar pena.

Se separa de él y camina hasta la salida de la discoteca dejándole a él en el suelo.

—¿Como ha ido? ¿Va ayudarnos?—cuestiona Aaron al ver a su amiga salir a la calle—

—No estaba dentro—le miente ella—Tendremos que hacerlo solos.

—Vale yo propongo empezar por los mapas—le dice él—Izzie ama esas cosas y de pequeña le gustaba descifrar cartas náuticas. Podemos ir al hospital y enseñárselos.

—Buena idea—le responde una una sonrisa forzada—

—Esto es fascinante—sonreí Izzie mientras mira los mapas—

—Es como otro mapa cualquiera ¿no?—cuestiona su hermano a su lado—

—Técnicamente si. Pero no tiene nada que ver. Esto es el triangulo de las bermudas—señala ella sin dejar de sonreír—

Tessa comparte una mirada con su mejor amigo mientras bebé de su refresco. En ese momento la puerta del bar es abierta y por ella entra Tommy, quien va directamente a la barra para pedir algo de beber.

—Vengo ahora—habla Tessa levantándose de la mesa para acercarse a él—Tommy ¿Que haces?

—¿Tú que crees?—señala la barra—Beber.

—Ya has bebido suficiente—se queja ella antes de mirar al camarero—No le traiga nada. Vámonos, Tommy.

—¿Que? No—niega él mientras ella le obliga a caminar hacia la puerta—

—Chicos, nos vemos luego—les dice a Aaron y a Izzie—Quedaos los mapas, ya me contaréis.

—Claro—responde Aaron a diferencia de su hermana, quien estaba muy entretenida con los mapas—

Tessa empuja a Tommy fuera del bar pero entonces él comienza a caminar sin una dirección concreta, o eso pensaba Tessa.

—¿Que haces?—le pregunta al colocarse a su lado—¿A donde vas?

—Al único sitio que me queda—responde mirado el edificio Merlyn—

Tessa suspira y decide acompañarle. Pues estaba claro que su hermano borracho y su padre no eran una buena combinación.

—Vamos, Tommy—insiste Tessa mientras le sigue—Tienes que dejar de compadecerte.

Él no la escucha y abre las puertas del despacho de su padre.

—Se acabó—se queja Tommy al entrar en despacho de su padre—Lo mío con Laurel, me refiero. Está con Oliver, otra vez. Como siempre.

Se quita su americana y se acerca al mueble bar para servirse una copa de whiskey.

—Lo siento, hijo—le dice Malcolm sin dejar de mirar la ciudad por una de las ventanas—

—Oliver dice que tú quieres arrasar los Glades o algo parecido—habla acercándose a él—Este whiskey hace que resulte más creíble.

—Tommy—se queja Tessa con frustración—

Odiaba cuando su hermano se comportaba así. Era la peor parte de su personalidad y una que le recordaba a el día que ella metió la pata por completo y Connor murió.

—¿Que tal si después de tu Yihad nos vamos a comer?—le pregunta Tommy a su padre, ignorando así a su hermana—

—Es cierto, Tommy—le dice Malcolm dándose la vuelta para mirarle—Por eso cerré la clínica de tu madre. No quiero verla arrasada.

—¿Que?—cuestiona Tessa confusa—

—Hay algo que quiero que escuchéis—continúa hablando Malcolm mientras se acerca a su escritorio—La noche en que murió tu madre, Tommy, ella me llamo. Al día siguiente vi su mensaje.

—Papá...

—Su ultimo regalo para mi—añade mientras enciendo una especie de aparato de grabación—

—Malcolm—se oye la voz de Rebecca Merlyn—Tengo problemas. Le dije que se lo llevara todo. El dinero, mi anillo...

—Apaga eso—pide Tessa al ver como el sonido de la voz de su madre estaba haciéndole aún más daño a Tommy—Papá.

—Me disparó—continua la grabación—Gritó pidiendo ayuda pero... no viene nadie.

Las miradas de Tessa y Tommy se posan en su padre al oírle decir esas tres palabras a la vez que la grabación. Se la sabía de memoria.

—Malcolm, no quiero morir sola—solloza Rebecca—

—Murió desangrada en la acera, la gente que pasaba no hizo nada—se queja Malcolm con frustración mientras se oyen los sollozos de la mujer a través de la grabación—Tu madre abrió la clínica en los Glades porque quería salvar a esta ciudad. No puede salvarse, porque sus habitantes no quieren que se salve.

—¿Y hay que matarlos?—murmura Tommy—

—¡Si!—exclama él haciendo que Tessa se asuste y dé un paso atrás—¡Todos se merecen morir! ¡Todos muertos! ¡Como murió ella!

—Estas loco—murmura Tessa mirándole—

—¿Lo estoy, Tessa?—le pregunta posando su mirada en ella—No. Lo que soy es realista. Esa es la diferencia.

—¡Matar a la gente no la revivirá!—exclama ella—

—Tessa—le pide Tommy mirado a su padre con miedo de que le haga algo—

—No dejare que lo hagas—insiste ella mirado a su padre con determinación—

—¿Y tú vas a impedírmelo?—cuestiona incrédulo—No tienes derecho a opinar sobre esto, Tess. No conociste a Rebecca.

—No. Es cierto—admite ella con lágrimas en los ojos—Pero si era una décima parte de lo bueno que es Tommy, entiendo tu tristeza. Pero aún así eso no te da derecho a matar a nadie.

—Tu madre también murió aquí, Tessa—le informa acercándose a ella—¡La mataron! ¡Y lo hicieron por un estupido lugar inexistente! Y nadie hizo nada.

Tessa se queda en shock ante esa nueva información. Y entonces sus esperanzas de encontrar a su madre se desvanecen dejándola completamente desbastada.

Malcolm se aleja de ella y se acerca a un pequeño teclado en la pared. Teclea los números adecuados y la pared se abre revelando el traje de The Dark Archer.

—¡Alto!—exclama un policía al entrar en el despacho armas y acompañado de otro policías—¡Malcolm Merlyn queda usted detenido!

Tessa y Tommy caminan hacia atrás y Malcolm entra en la habitación secreta.

—¡No se mueva!—le ordenan antes de comenzar a disparar—

—Papá, no—pide Tommy al ver cómo les mata con dos espadas—

Tessa se dispone a cogerle la mano a su hermano pero él saca algo de un cajón, una pistola con la que apunta a su padre cuando esté se acerca a él.

—Por favor, papá—le pide—No te acerques. No quiero hacerte daño.

—No puedes. Y detenerme tampoco—le asegura él antes de desarmarle y dejarle inconsciente—

—Tommy—murmura Tessa agachándose junto a él—

Malcolm aprovecha eso y se va del edifico.

—¡Tessa!—exclama una mujer al entrar en el despacho segundos después—

—Tú...—murmura al verla—Eres la de las fotos, la que... la que chocó conmigo.

—Y la que te sacará de aquí—añade acercándose a ella para inyectarle algo en el cuello—

Tessa la mira asustada y entonces todo se vuelve borroso y rápidamente negro. Y lo peor de todo eso es que había dejado a la persona más importante de su vida sola. Había dejado a Tommy.