X. A Dark City
CAPÍTULO DIEZ
UNA CIUDAD OSCURA
Con el dato de la mafia rusa que Lance les había dado no fue difícil saber donde podría encontrar a Markos, así que esa misma noche, después de ponerse sus trajes, se dirigieron al lugar.
—No me puedo cree que pertenezcas a la mafia rusa—comenta Barry al llegar al lugar—
—Ya no soy miembro de ella—le aclara Oliver—Discutimos el año pasado. Desde aquí dirigían las operaciones cybercriminales.
—Eh, bonito traje, por cierto—le sonríe Barry a Roy—
—Esto es una fortaleza—habla Roy ignorando su comentario—
—Hay kalashnikovs por todas partes—añade Diggel al llegar junto a ellos—
—Roy, a la esquina sudeste—le ordena Oliver—Barry, tú y Tessa vigilad el perímetro.
Roy asiente y se aleja de ellos mientras que Barry mira a Tessa.
—¿Te llevó?—le pregunta con una sonrisa—
—No, yo...—sus palabras quedan en el aire, pues Barry la coge en brazos y se la lleva de allí con su supervelocidad—Maldito velocista.
Barry la deja en el suelo y ata a todos los hombres de la mafia del lugar después de haberles dejado inconscientes.
Poco después Oliver entra en la sala con su arco preparado, pero suspira frustrado al ver la situación.
—He tardado ocho segundos—sonríe Barry orgulloso de si mismo—¿He echo mal?
Oliver le mira incrédulo antes de compartir una mirada con Tessa, quien se encoge de hombros señalándole una puerta. El asiente y la abre de una patada encontrándose con Markos, quien pretende escapar hasta que Barry llega frente a él.
—Mi amigo quiere conversar contigo—le dice acorralándole contra una mesa—
—Hiciste esto para Digger Harkness—habla Oliver enseñándole un bumerán—Quiero saber donde está.
—Vete a la mierda—le responde él—
Oliver prepara una flecha y se la lanza al hombro provocando que grite de dolor.
—¿Quieres saber que es peor que te claven una flecha?—le pregunta Tessa sacando su espada y acercándose a él—Que te la saquen del cuerpo.
—Oye, ¿Que estáis haciendo?—le pregunta Barry confuso y algo asustado por la actitud de ambos—
—Conseguir información—le contesta Oliver—¿Donde está?
—¡No lo se!—exclama, así que Oliver coge la flecha que tiene clavada en el hombro y la remueve haciéndole sufrir—
—Habla—le ordena Tessa haciéndole un corte en la cara con la hoja de su espada—
—¡Ha dicho que no lo sabe!—exclama Barry—
—Miente—le aseguran ambos—
—Si quieres seguir teniendo y levantando el brazo, dinos ahora donde esta—exige Oliver apretando la flecha dentro del Markos—
—Ten—saca un teléfono para entregárselo a Tessa—Harkness me lo dio, está encriptado. Cuando tenía un pedido, le llamaba y él venía. No se donde está, lo juro. Lo juro.
Tessa sonríe satisfecha y guarda su espada para coger el teléfono.
—Deberías ir a un hospital—le sonríe al hombre antes de salir de aquella sala junto a Oliver—
Barry les mira anonadado y con su supervelocidad se lleva a Markos hasta la comisaría para dejarlo esposado en la oficina de Lance antes de volver con ellos.
—Felicity podrá desencriptarlo y usarlo para encontrar a Harkness—asegura Tessa mirado el teléfono—
—Habéis torturaron a ese hombre—les acusa Barry con seriedad—
—Le hemos interrogado—corrige Oliver—
—Mis amigos decían que tus tácticas te convierten en un criminal, pero yo te defendía porque creía que eras un héroe—le explica Barry acercándose a él—Creía que nosotros éramos mejores que ellos.
—Barry... tú vives en Central City—le recuerda Oliver—Donde siempre hace sol y los enemigos tienen motes graciosos. Ahora no estás en Central City.
—Ya.
—En esta ciudad mataron a mi mejor amigo, el hermano de Tessa—señala Oliver a la chica, quien baja la mirada al sentir la atención de Barry sobre ella—La que mujer yo amaba, la mejor amiga de Tessa, cayó de un tejado con varias flechas clavadas en el pecho. Y mi madre fue asesinado ante mis propios ojos, así que...
—A mi madre también la mataron delante de mi—le recuerda Barry—Pero yo no uso mis tragedias personales como excusa para torturar a todo aquel que me cabrea.
—Lo siento, Barry—le dice Tessa pasando por su lado—Nosotros no somos tan sanos emocionalmente.
—¿Pero que pasa contigo?—le pregunta él incrédulo—
—¡Eh!—exclama Oliver llamando su atención, pues no permitiría que le hablara así a Tessa—Cuando dijimos que te quedabas decidimos que seguirías mis órdenes. Si tanto te cuesta cumplirlo, puedes volverte a Central City.
Todos parecían muy interesados en cómo Felicity desencriptaba el teléfono de Markos, a excepción de Oliver y Lyla, quienes mantenían una pequeña conversación y Barry y Tessa, quienes se encontraban más apartados de los demás.
El velocista estaba sentado en las escaleras de la entrada, y parecía pensativo, al menos para Tessa, quien se encontraba cruzada de brazos mirando hacia los demás, pero dándole rápidos vistazos al chico de vez en cuando.
—Se que todo esto no te gusta—habla acercándose a él—Pero está ciudad es... oscura.
—No sabía todo lo que os había pasado a ti y a Oliver en esta ciudad—admite algo arrepentido por su forma de hablarles—Es solo que... yo también he perdido a gente y no actúo así. Sabía que Oliver era... así, pero tú.
—No me conoces, Barry—apunta ella sentándose a su lado—No sabes nada de mi.
—Se que tu hermano murió y que amenazaste a la madre de Oliver por ello.
—No solo la amenace—admite ella—Quería matarla. Cuando mi hermano murió juré venganza. E iba a cumplir mi juramento, pero una persona me abrió los ojos. Sara, quien ha muerto hace poco.
—¿La mujer a la que Oliver amaba?—le pregunta—
—Si, salieron juntos durante un tiempo. Ella era mi mejor amiga—le explica bajando su mirada al suelo—Era como una hermana. Me abrió los ojos y me mostró que hay más maneras de hacer las cosas, maneras menos oscuras. Ahora vivo con la promesa que le hice, y Oliver con la que le hizo a mi hermano, no matar. Pero... en esta ciudad tienes que tener el valor, la audacia y la capacidad de llegar a esos extremos para poder sobrevivir. Entiendo que no lo apoyes, pero no juzgues.
—Lo tengo—anuncia Felicity llamando la atención de todos—Esta en un almacén en Infantino esquina Adams.
—¿Eso es...?
—¿Un satélite de ARGUS?—completa Felicity la pregunta de Lyla—Si. Tal vez. La imagen termográfica muestra a diez personas.
—Harkness sabe que vamos—asume Diggle—
—Podemos rastrear su móvil con esto—señala Cisco cogiendo su teléfono—
—Cisco, ve con Diggle, Tessa y Roy—le ordena Oliver—
Barry suspira y se levanta de las escaleras para acrecerse a Oliver.
—A ver quien llega antes—le dice—
—¿Estás bien?—le pregunta Tessa a Diggle una vez se encuentran en la furgoneta de camino al lugar—
—La madre de mi hija intentó detonar una bomba dentro de un hombre y ahora él quiere matarla—le recuerda él mientras conduce—
—Supongo que eso es un no—comenta Cisco al lado de Tessa—
—No me conoces tan bien—le dice Diggle—Yo soy de esos hombres que solo piensan en una cosa, cómo proteger a la gente a la que quiero.
—A mi me parece que se te da muy bien.
—Puede que antes si—admite—Recuerdo un mundo en el que las personas no se mataban con bumeranes.
—Y no andaban sobre el agua—apunta Cisco con una sonrisa—
—¿Barry camina sobre el agua?—pregunta Roy con confusión—
—Chicos, los Harkness estaban aquí mucho antes de que haber gente como Barry—habla Cisco—Este mundo ya estaba loco antes de haber metahumanos y superpoderes ¿vale?
—¿Que quieres decir?—le pregunta Tessa—
—Pues que, tal vez los metahumanos y los superpoderes son una regalo para ayudarnos contra esa locura—le explica—
—¿Un regalo de Dios?—inquiere Diggle—
—No—niega Cisco con obviedad—De una oleada de materia oscura surgida de una reacción de un acelerador de partículas. Eso da igual. Creo que la gente como Barry... es la opción para salvarnos a todos. Incluso a tu mujer y tu hija.
—No es mi mujer.
—No es su mujer.
Diggle, Tessa y Roy hablan a la vez corrigiendo las palabras del latino.
—De acuerdo—suspira él—Da igual. Ya me entendéis ¿no? Y además, tenéis que admitir que es algo alucinante ¿no?
Tessa sonríe y comparte una mirada divertida con Roy. Sin ninguna duda Cisco les caía muy bien a ambos. Incluso a Diggle, aunque le costará más admitirlo.
Como era lógico, Barry llego primero al lugar. Y una vez allí, ato y dejo inconscientes a los hombres justo antes de un Oliver llegar.
—Llegas tarde—le acusa—
Oliver no responde, simplemente prepara su arco y dispara una flecha hacia Barry, pero su objetivo no era el velocista, si no un hombre situado detrás de él.
—Yo... sabía que estaba ahí—asegura Barry con nerviosismo—No está muerto ¿verdad?
—Sedado—le responde Oliver—
—Cisco está la furgoneta—informa Diggle al entrar junto a Roy y Tessa—Estos eran los gorilas de Harkneess.
—Pero él no está aquí—se queja Oliver—
Tessa rueda los ojos y saca su espada para acercarse a uno de los hombres, el cual se está despertando.
—¡Eh!—exclama llamando su atención—¿Donde está Digger Harkness?
—No se quien es—le responde sacando un teléfono de entre sus manos y mirado a Oliver—Pero nos pagaron diez mil dólares para que te diera esto.
Oliver se lo quita de las manos y lo mira confuso.
—Apuesto a que pertenece a Harkness—habla Diggle—
—¿Que quieres decir?—le pregunta Roy confuso—
—Que Harkness ha jugado contigo—acusa Barry mirado a Oliver—
Y era cierto. Mientras ellos se encontraban en un lugar sin respuestas, Harkness había rastreado el teléfono de Markos hasta la guarida de Arrow, y una vez allí, había atacado a Lyla, y por consecuencia a Felicity y a Caitlin.
Y por esa misma razón, cuando volvieron a la guarida, se encontraron a la científica y a la informática junto al cuerpo inconsciente de Lyla, la cual estaba tumbada en una mesa con un bumerán en su hombro derecho.
—¡Lyla!—exclama Diggle al llegar—Lyla.
—No se mueve—observa Roy preocupado—
—Está estable pero no puedo operarla aquí—explica Caitlin—
Todos se miran sin haber que hacer hasta que Tessa rompe el silencio.
—Barry—le llama—El hospital está en la octava con Wilcott.
Él asiente y sujeta a Lyla en sus brazos para llevársela a allí y que así puedan tratarla.
Esa misma noche Thea había abierto el Verdant, y como no tenían ninguna pista y no podían hacer nada por Lyla, todos se encontraban allí tomando algo.
—No me gusta—se queja Felicity—No está bien estar aquí.
—Oliver necesita estar solo—le recuerda Roy a su lado—Lo dejó muy claro.
—Oliver siempre necesita estar solo—suspira Tessa sentándose frente a él—
—Cuatro dobles, sin hielo—anuncia Thea dejándoles las copas que habían pedido sobre la mesa—Oye, ¿Estáis bien?
—Solo es una mala noche—le responde Roy—
—¿Puedo hacer algo para ayudar?
—No, nada—le responde Tessa con una pequeña sonrisa para tranquilizarla—Tranquila. Gracias, Thea.
Ella asiente y se aleja de ellos para seguir trabajando.
—¡Tío! ¿Quien es esa nena?—pregunta Cisco con una sonrisa—
—Mi ex novia—le responde Roy—
—La hermana de Oliver—habla Felicity a la vez—
—Mi hermana—recalca Tessa segundos después—
—Así que me mantenga alejado ¿no?—inquiere borrando su sonrisa—
—Si—le contestan Tessa y Roy a la vez—
—Está en quirófano—anuncia Caitlin, quien había llamado para saber el estado de Lyla—Diggle está con ella.
—¿Se pondrá bien?—le pregunta Felicity—
—Eso espero. Es fuerte.
—¿Como lo conseguís?—pregunta Cisco mirándoles—¿Como podéis vivir así? Sabiendo que la gente que queréis puede acabar asesinada.
—Nosotros no nos lo tomábamos en serio—admite Caitlin a su lado—Era como un juego. Hasta le poníamos motes a los malos.
—Creo que el hecho de luchar contra metahumanos hacia que pareciera limpio—comenta su amigo—Como si el que tuvieran poderes hiciera... que sus acciones fueran menos...
—¿Reales?—pregunta Tessa interrumpiéndole. Cisco la mira y asiente—
—Esto es culpa mía—asegura Oliver al sentir a Barry detrás de él—
—No, no lo es—niega el chico—
—Torture a Markos y él me dio ese móvil—le recuerda—Esto no habría pasado de no ser por mi.
—Me da la impresión de que no sueles decir eso—comenta Barry apoyándose en una columna de la guarida—
—Para hacer lo que yo hago hace falta... convicción—le explica Oliver dándose la vuelta para mirarle—Pero... sobretodo voluntad para hacer cosas desagradables. Cada vez que lo hago, yo... me desprendo de una pequeña parte de mi mismo. Así que... Preguntaste qué pasaba conmigo. Pues esto es lo que pasa. Que las partes de mi de las que me desprendo son Oliver Queen. Y últimamente siento que no queda nada de mi, excepto Arrow.
—Eso es una tontería—le asegura Barry con una mueca—Te has convencido de que... todo lo que te ha pasado te ha robado tu humanidad. Pero creo que ha sido tu humanidad lo que te ha echo superarlo. No habrías sobrevivido, y menos aún habrías acabado siendo un héroe, alguien que quiere hacer el bien, si no hubiera una luz en tu interior.
—Yo... siento que mi oscuridad está contagiando a la gente a mi alrededor—admite Oliver—Tessa... a seguido mis pasos y no debería.
—Tessa se rige por promesas a sus seres queridos—recuerda Barry las palabras que ella misma le había dicho—Esa es su luz, su humanidad. Tú también tienes eso.
Oliver suspira y observa a Felicity entrar en la guarida.
—Lo siento. No quería interrumpir—se disculpa la informática—El ordenador a localizado la situación de Harkness.
—¿Donde está?—exige saber Oliver—
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