VI. Five Years In Hell


CAPÍTULO SEIS
CINCO AÑOS EN EL INFIERNO



Habían pasado dos meses desde su cumpleaños y durante ese tiempo, Thea también había cumplido los 18, después había sido arrestada por posesión de drogas, y Laurel y su padre la habían salvado de ir a la cárcel gracias a sus contactos como abogada y policía.

Pero las cosas no parecían ir a mejor después de ese día. De hecho, todo comenzó a empeorar.

Tessa había decidido ir a hablar con su hermano a la casa de Laurel, pues ahora vivía con ella, pero lo que se encontró no era para nada lo que esperaba. La puerta estaba abierta, y como pudo observar ella, la habían forzado. Además las casa estaba echa un desastre y ni su hermano ni Laurel se encontraba allí. Solo una flecha verde con un mensaje de voz en ella.

—Asegúrese de el arquero encapuchado reciba este mensaje—se oye la voz de un hombre a través del aparato de la flecha—Y deprisa, porque cuando amanezca dejare pedazos de esta chica por toda Starling City a no ser que él me haga una visita. Ya sabe, para irnos conociendo.

Lance suspira frutado y deja la flecha encima de su escritorio con frustración.

—¿Que hacemos?—cuestiona Tommy con preocupación—¿Pueden los técnicos, que se yo, rastrear esto o localizarlo o algo parecido?

—¿Como a sabido lo de Laurel?—cuestiona Quentin Lance mirando la flecha—

—¿Que?—pregunta Tessa confusa—

—¿Como sabe ese tío que Laurel tiene una relación con el arquero?—vuelve a preguntar él—

—No lo se, no he sabido nada de eso hasta anoche—le responde Tommy—

—Espera—pide Tessa—¿Ambos sabíais que Laurel conocía al arquero? ¿Y no me lo has contado, Tommy?

—Ella dijo que usted lo sabía—recuerda Tommy posando su mirada en el padre de su novia—

—Bueno, solo yo y...

Lance se queda callado y comienza a observar a la gente a su alrededor.

—Señor Lance—le llama Tommy—Esa maniaco a secuestrado a Laurel. Tiene que pedir refuerzos, no se, a las fuerzas especiales.

Quentin no le hace caso y saca un teléfono de uno de los cajones de su escritorio.

—Tengo que hacer una llamada—les dice alejándose de ellos—

—¿Y ahora que?—cuestiona Tessa observado a Lance alejase de ellos—

—Ahora te vas a casa—le pide su hermano—Te mandaré un mensaje si algo cambia.

—¿Es una broma?—le pregunta incrédula mientras salen de la comisaría—

—Tessa, escúchame—le pide Tommy sujetándola de los hombros—Esto es peligroso y no puedo dejar que nada te pase. ¿Me entiendes? Ve a casa, por favor.

Tessa suspira y asiente accediendo así a su petición, lo que hace que Tommy suspire alivio.


Laurel había sido salvada por el encapuchado y todo parecía volver a la normalidad. Excepto por aquel cofre. Cofre que se encontraba depositado encima de su cama, justo delante ella, pues como otra tarde más desde que se lo había dado su padre, Tessa se encontraba observándolo e intentado encontrar una forma de abrirlo. No había llave, ni candado numérico, ni mecanismo electrónico. Nada.

—Tiene que haber alguna forma de abrirte—se queja ella observándolo con detenimiento—

El cofre era de metal pero estaba decorado con piezas de madera. Las piezas eran lo que Tessa reconoció, como una representación de los dioses griegos. Poseidón, Zeus, Ares, Artemisa, Atenea. Pero otras piezas de madera rodeaban el cofre con escritos en ellas. Escritos que estaban en griego antiguo y que Tessa no sabía leer, pero que había podido traducir gracias a la magia de internet.

"Si la pérdida te hace dudar sobre la justicia, entonces nunca creíste de verdad en la justicia"

Esa frase se había quedado grabada en la cabeza de Tessa desde el momento en que había conseguido traducirla. Y ella estaba casi segura de que su forma de abrir ese cofre residía en aquella frase. O en su consecuencia en la gran W que se encontraba dibujada en oro en la tapa del cofre, pues el dibujo tenía la misma forma que la cerradura donde debía colocar la llave.

Pero los pensamientos de Tessa fueron interrumpidos en ese momento por la llegada de un mensaje de Felicity Smoke. Cosa que la extraño mucho, pues Tessa no recordaba haberle dado su número.

"Ven a la discoteca de Oliver, ahora. Es urgente. Por favor. No se lo digas a nadie"

Tessa frunció el ceño confusa pero no dudó en hacer lo que la chica le pedía, así que guardó su cofre y cogió una chaqueta para salir de su casa e ir lo más rápido posible hacia allí.

—¿Hola?—cuestiona Tessa al llegar y no encontrar a nadie—

Suspira frustrada y camina hacia la puerta que da al sótano, consigue abrirla y baja las escaleras hasta que se encuentra con lo que parece ser la guarida secreta del encapuchado.

—¿Tessa?—cuestiona Diggle saliendo de su escondite con el arma en sus manos—¿Que demonios haces aquí?

—Ah... buscó a Felicity—le responde ella—

—¿Felicity?—pregunta Diggle frunciendo el ceño—

En ese mismo instante la puerta del sótano vuelve a ser abierta y por ella baja una muy nerviosa Felicity Smoke, a la que John recibe apuntándola con su arma.

—¿Puede ayudarme?—le pregunta sin mirar a Tessa—Es que pesa mucho.

Diggle baja el arma y la sigue al piso de arriba dejando a Tessa aún más confundida. Pero entonces ambos bajan y Diggle deposita el cuerpo de un herido Oliver en una mesa metálica con ruedas.

—Él me dijo que te avisara—recuerda Felicity mirado a la castaña—Que podía confiar en ti. Que eres médico.

—Estoy estudiando medicina—explica ella con nerviosismo mientras se acerca a Oliver para revisarle—Mierda. La bala a rozado la carótida. Es una herida grave. Presiona aquí, Felicity. ¡John, dime que tienes material médico!

El hombre asiente y corre a por él mientras Felicity le tapa la herida a Oliver.

—Debi llevarle al hospital—se queja la informática—

—No, Felicity. Él te dijo que trajeras aquí y llamarás a Tessa—recuerda lo que le contó la rubia—Porque si no la policía querría saber cómo y por qué ha resultado herido.

—Y como y por qué son las preguntas que menos le gustan a Oliver Queen—suspira ella mientras Tessa se quita su chaqueta y se remanga el jersey para luego lavarse las manos—

—Ya bueno, tampoco le gustan mucho las de donde y cuando—suspira Diggle—

—Así que no podemos llevarlo al hospital—habla Tessa mientras coge las gasas que John le da para taponar la herida de Oliver—

—Así que le llevaremos el hospital hasta él—dice John sacando una bolsa de sangre de uno de los cajones que tenía refrigeración—

—¿Eso es su sangre?—cuestiona la pequeña Merlyn con sorpresa. John asiente—Bueno, está claro que no empezó esta lucha del encapuchado sin pensar en todo. Felicity, necesito que te apartes.

—¿Sabes lo que haces?—cuestiona haciéndole caso—No me malinterpretes seguro que eres buena estudiante pero...

—Oliver confía en ella—la interrumpe John—

—Oliver es idiota—comenta Tessa colocándose unos guantes—Pero tiene suerte de que en la universidad también tengamos alguna que otra clase práctica en la clínica de la madre de mi hermano. John ¿tienes algo de conocimientos en medicina?

—Aprendí algo en el ejército—admite él—

—Bien, serás mi enfermero—le dice ella—¿Nunca jugasteis de pequeños a Operación?

—Si—admite Felicity—Pero nunca me dieron ganas de vomitar.

—Oye, confía en mi. Se recuperará—le asegura Tessa—

—Si, él ha pasado por cosas mucho peores—asegura John—

—Como sus cicatrices muestran—suspira Tessa observado el torso del mejor amigo de su hermano—Bien, Green Arrow, empecemos.

—¿Green Arrow?—cuestiona Felicity confusa—

—Es una broma—le explica ella—Y un mejor nombre que el encapuchado o el justiciero.


—Buen trabajo, creo—dice Felicity una vez Tessa termina de coserle la herida a Oliver—

—Su pulso aún es rápido pero ya no sangra—observa Tessa—

—Gracias por vuestra ayuda. Y por mantener la calma—les dice John a ambas—

—Bueno, siempre me había preguntado cómo reaccionaría si encontrara a mi jefe sangrando—comenta Felicity—No es que le ayude porque sea mi jefe, yo ayudaría a cualquiera que estuviera sangrando en mi coche.

Tessa la observa y sonríe ante sus titubeos.

—Creí que ver todo esto os iba a sorprender—comenta Diggle quitándose los guantes—

—Yo me lo venía oliendo—admite Tessa recibiendo una sonrisa por parte del guardaespaldas—

—Yo... bueno, Oliver me trago un portátil con balazos, me hizo rastrear una flecha negra e investigar una empresa implicada en asaltar blindados—recuerda la informática mientras observa el lugar—Tal vez sea rubia, pero no estupida.

—Si, a Oliver no se le da muy bien buscar tapaderas—admite Diggle—

—Pues anda que a ti—sonríe con diversión—Eso de la bebida energética que quitaba la resaca. Venga ya. ¿Que había de verdad en aquella ampolla?

—Vértigo.

—¡Lo sabía!

—¿La droga?—cuestiona Tessa recibiendo una asentimiento por parte de John—

—Teníamos que analizarlo para acabar con el Conde—explica Diggle—

—¿Fuisteis tú y Oliver?

—Y ella—señala a la rubia—Sin ti no lo habríamos encontrado, Felicity.

—Pero... ¿Por qué yo?—cuestiona confusa—Entiendo lo de Tessa. Se conocen desde hace años y es la hermana de su mejor amigo pero yo...

—Porque por mucho que le cueste admitirlo, hasta él necesita ayuda aveces—responde John sentándose al lado de Oliver—

En ese momento la máquina que controla su pulso comienza a pitar de forma brusca haciendo que Tessa corra hacia él, quien comienza a tener compulsiones.

—¿Que le pasa?—pregunta Felicity con preocupación—

—Traerme la jeringuilla donde pone Ativan, detendrá las combustiones—pide Tessa—¡Ya!

John le hace caso y en ese momento el pulso de Oliver se para haciendo que la máquina pite.

—Ha entrado en parada—anuncia la joven—

—Voy a llamar a emergencias—anuncia Felicity—

—No—le pide ella cogiendo el desfibrilador—Espera. No lo hagas.

—¿Sabes usar eso?—cuestiona John—

—Si—le asegura ella algo nerviosa mientras le coloca los parches en el pecho y se prepara para usarlo—¡Fuera!

Ellos se apartan pero el aparato no funciona.

—Espera, está cargado—habla Felicity acercándose al aparato—Eso es bueno.

—¿Como?

—No es la máquina, son los cables—explica mientras intenta arreglarlo—Ahora.

—Bien. ¡Fuera!—vuelve a gritar Tessa antes de usar el desfibrilador, esta vez con éxito—

Entonces el pulso vuelve al cuerpo de Oliver haciendo que suspire aliviada.

—¿Que has hecho?—cuestiona Tessa al dejar el aparato apartado—

—Montó ordenadores desde pequeña—explica Felicity—Los cables son cables. ¿Y ahora que?

—Rezar para que no nos de un infarto a nosotros—le responde John—


Un par de horas después, Oliver se despierta haciendo que los tres se acerquen a él.

—Veo que sigo vivo—suspira mirándoles a los tres—Otra vez. Guay.

—Eres idiota—se queja Tessa haciendo que él le dedique una leve sonrisa—

—Gracias, Tess.

—Ya. No vuelvas a llamarme—bromea ella—

Oliver se levanta con cuidado y con un espejo observa su herida.

—No está mal—comenta—¿Y como voy a explicar esta cicatriz?

—Di que es un chuletón—bromea Diggle—

—La policía tomó una muestra de tu sangre—anuncia Felicity, quien se había sentando delante de unos ordenadores que ella misma había colocado en el lugar—He entrado en el laboratorio para... ordenar que destruyan la muestra. ¡Ups! Espero que no te importe. Tus ordenadores parecían de los 80 y no de lo bueno de los 80 como Madonna y los calentadores.

—Has trabajado mucho—observa Oliver—¿Estas con nosotros?

—¿Quieres decir que si me uno a vuestra cruzada?—cuestiona ella—

—Bueno, prácticamente eres un miembro honorario, como Tessa ahora—sonríe Oliver mirado a la aludida—

—Lo bueno sería que no te hirieran más, así no tendría que volver pero... cuando me necesites, aquí estaré—asegura la más pequeña de los Merlyn colocándose al lado de Diggle—

—No—se niega Felicity haciendo que los tres la miren—

—¿Por qué has hecho todo esto entonces?—cuestiona Oliver señalando los ordenadores—

—Primero, porque... ver esas pantallas tan pobres me duele de corazón—le responde—Y segundo, quiero encontrar a Walter.

—Mi padrastro.

—¿Ha desaparecido?—cuestiona Tessa confusa—

—Si, él era amable conmigo—recuerda Felicity—Y según Diggle, el libro que usas para luchar contra el crimen es el mismo que hizo que lo secuestraran. Te ayudaré a rescatarle pero nada más. Luego volveré a mi aburrida vida de informática. Esa es mi oferta.

—De acuerdo—asiente Oliver—

Felicity suspira y baja la mirada antes de volver a hablar.

—Oye, decidme una cosa... ¿hay un baño? Porque me meo desde que llegue.

—Arriba, a la izquierda—le responde Oliver—

—Vale—suspira caminando hacia las escaleras—

—Felicity—la llama Oliver—Gracias.

Extiende su mano hacia ella y ella se a la agarra en un signo de trato y agradecimiento.

—Yo... iré con ella—anuncia Tessa—A sido un placer, Arrow.

—¿Arrow?—cuestiona Oliver frunciendo el ceño—

—O Green Arrow, como prefieras—sonríe ella—Mejor que el encapuchado.

Oliver sonríe y asiente antes de que ella coja su chaqueta y siga a Felicity hasta el piso de arriba dejando a Oliver y a John a solas.

—Oye, se que no quieres hacerles daño a esa chicas. Y que no te quedó otra que contarles quien eras de verdad—asegura John—Pero les hemos pedido que se involucren en algo muy peligroso.

—Las protegeremos—le asegura Oliver—

—¿Como?—cuestiona él—Tú madre te ha disparado. No te proteges ni a ti mismo.

—Estaba asustada, solo internaba defenderse.

—O, oculta algo. Tal vez que esté implicada en la desaparición de Walter o peor.

—No siempre sabemos porque hacen otros lo que hacen—le dice Oliver—Lo que si se es que cuando estaba en su oficina apuntándola con una flecha al corazón, me suplicó que la perdonara y por dos razones. Por mi. Y por Thea. Yo me he cargado a un montón de gente mala y ninguno de ellos me hablo de sus hijos.

—Ella tenía la lista—recuerda John—Puede que no esté al mando de lo que quiera que esté ocurriendo pero está implicada, Oliver.

—¿Implicada en que?—cuestiona él—Ni siquiera sabemos lo que está pasado. Y hasta que lo sepamos, ella es intocable. ¿He hablado claro?

Diggle suspira y asiente.

—Oliver, ¿dices eso porque crees de verdad que es inocente o porque no quieres admitir que pueda ser culpable?—le pregunta antes de irse—

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