V. Lazarus Pit


CAPÍTULO CINCO
POZO DE LÁZARO



En cuando Snart supo que su hermana estaba a salvo no dudó en disparar con su pistola de frío hacia su padre, lo que provocó su muerte. Por su parte, Martin Stein sufría graves problemas causados por la falta de una pareja con la que fusionar sus poderes de Firestorm, y si no conseguían encontrarle otra pareja en menos de un día, su futuro se vería amenazado por la muerte.

Tessa ignoraba todos esos problemas, pues desde que su hermana la había llamado dos horas atrás, se había dedicado a preparar su equipaje y a informa a Jay y a Emma de la situación.

—¡Barry!—exclama entrando en el cortex—¡Barry!

—Tessa ¿Estas bien?—inquiere el chico acercándose a ella con rapidez—Desapareciste del edifico. Estábamos preocupados.

—Si, lo siento—se disculpa ella bajando la mirada—Veréis, tengo que irme.

—¿Irte?—pregunta sorprendido y algo incómodo, pues el simple pensamiento de que Tessa ya no estuviese a su lado, como cada día durante los últimos seis meses, le resultaba angustioso—

—¿Cuanto tiempo?—inquiere Caitlin confusa—

—Espero que poco—admite pasando su mirada por el lugar hasta dar con el Profesor Stein, el cual estaba tumbado en la cama de la sala de curaciones—¿Qué le ha pasado? ¿Está bien?

—De momento está estable. Necesita una pareja para fusionar sus poderes de Firestorm. Estamos en ello.

—Me gustaría ayudar, pero... tiene que ver con Sara y Thea, y...

—Está bien, Tessa—la interrumpe Barry—Lo entendemos, son tu familia. El Profesor se pondrá bien, encontraremos una solución.

—Si—le apoya Cisco—Hemos encontrado a dos candidatos compatibles que podrían fusionarse con él.

—Bueno—suspira ella—Mantenerme al tanto. Volveré lo antes posible.

—Está bien—suspira Barry—Ten cuidado.

—Se cuidarme sola, Allen—le sonríe—Ten tú cuidado. Enserio, tenlo.

—Siempre—le asegura él al notar su preocupación—

Tessa le mira a los ojos y suspira algo dudosa antes de salir de los laboratorios.


—Mi señor, a llegado una extranjera—le anuncia un miembro de la Liga a Malcolm, el actual Ra's al Ghul—Dice ser hija de Ra's al Ghul.

—No lo digo—habla Tessa entrando al templo—Es que soy su hija.

—Que agradable sorpresa—habla Malcolm al verla—¿Que te trae por Nanda Parbat?

—Creo que ya lo sabéis—responde posando su mirada en Nyssa—Busco a Thea y a Laurel. Quiero hacerla entrar en razón.

—Ponte a la cola—suspira su padre—Han llegado hace una hora y Laurel a exigido que resucite a Sara. Ya le he explicado la diferencia entre meter a Thea, quien no estaba muerta, y meter a Sara en el Pozo de Lázaro. No entra en razón.

—Espera—habla Nyssa acercándose a Tessa—Creía que habías olvidado todo.

—Durante un tiempo, si. Pero voy recuperando los recuerdos poco a poco—le explica—Y recuerdo viajar al Inframundo y ver a Sara. Ella estaba relativamente bien. Estaba en paz. Laurel no tiene derecho a romper esa paz. Si revivir a alguien en ese jacuzzi funcionará, yo ya habría traído el cuerpo de Tommy.

—Dile eso a Laurel—le aconseja su padre—Esta en una sala junto al ataúd de su hermana.

Tessa suspira frustrada y se da la vuelta para buscar la sala. Allí, Laurel se encontraba mirando el ataúd de Sara con clara tristeza.

—No voy a rendirme. Nunca me rendiré—le habla a su hermana—

—Porque solo piensas en ti misma—habla Tessa llamando su atención—

—¿Tessa?—inquiere confusa—¿Que haces aquí?

—Hacerte entrar en razón.

—Thea te lo ha dicho ¿verdad?

—Laurel no puedes hacerlo—le pide dando un paso hacia delante—

—Creí que tú me apoyarías. Contaba con ello.

—Entonces es que no me conoces—asume Tessa—Yo quiero a Sara, pero ella está bien. Arrancarla del lugar donde se encuentra solo la dañaría.

—Yo no se si el manantial la reanimará—admite Laurel acercándose a ella—Malcolm tiene razón. No se como sería Sara al salir de allí. Pero lo que sí sé es que tengo que intentarlo. Tengo que creer que su espíritu es la parte que volverá.

—No quieres hacerlo por amor. Lo quieres hacer por dolor—se queja—Yo también la echo de menos. Pero Sara se fue, Laurel. Al igual que Tommy. Yo ya lo he aceptado. Y tú deberías hacerlo.


—Hey—saluda Tessa el entrar en la habitación que había sido designada para Thea, la cual se encontraba sentada en uno de los sofás—

—Tessa—sonreí al verla—Has venido.

—Por supuesto—sonríe acercándose a ella para abrazarla—¿Como estás?

—Rara—admite bajando la mirada—Los efectos secundarios de mi baño en el Pozo de Lázaro están comenzado a hacerse presentes. La rabia, la ira y la angustia. Malcolm dice que debo matar para poder aliviarlo.

—¿Matar?—inquiere incrédula—Vaya, menudo consejo paterno.

—Eso dije yo. Pero bueno, ¿tú cómo estás?

—Voy tirando—suspira Tessa—Mi memoria está casi completa y... me gusta Central City. Ha sido difícil en algunos momentos pero creo que son un buen equipo y que podemos llegar a ser buenos amigos.

—Me alegro por ti. Te mereces esa felicidad y estabilidad.

—Tú también.

—Bueno, he estado bien durante estos meses, pero... esta última semana todo se ha complicado. Echo de menos a Roy y esto de la sed de sangre solo lo complica todo.

—Tessa, ¿Puedes venir un segundo?—habla Malcolm asomándose a la habitación—

—Claro—responde confusa—Nos vemos mañana, Thea.

—Si, hasta mañana—le responde dedicándole una leve sonrisa—

Tessa se levanta del sofá y sale de la habitación cerrando la puerta tras ella.

—¿Que pasa?—inquiere caminando por los pasillos del templo—

—Quería saber cómo estabas. Y como llevabas lo de tu memoria.

—No sabía que te importar—suspira cruzándose de brazos con molestia—

—Creía que habíamos llegado a un entendimiento—suspira Malcolm—

—Ya verás, recordarlo todo me ha recordado lo que sentí en esos momentos. Y mi malestar contigo se ha agrandado.

—Pues, por favor, guárdate tu sarcasmo y escúchame—le pide—Ahora que has recuperado todos tus recuerdos, es momento de hablar de las otras dos Furias.

—¿Es necesario?—pregunta molesta—El tema de matar a otras dos mujeres antes de que ellas me maten a mi no es mi favorito precisamente.

Malcolm rueda los ojos y se dispone a decir algo pero en ese instante las antorchas de los pasillos se apagan de golpe dejándoles en una completa oscuridad.

Malcolm prepara su espada con rapidez mientras que Tessa activa sus brazaletes y saca un cuchillo del cinturón de sus pantalones.

Tessa Merlyn.

La voz de una mujer rebota por todo el pasillo provocando un escalofrío en la nombrada, la cual se aferra con más fuerza a su cuchillo, como si éste pudiese salvarla de cualquier mal.

Las antorchas vuelven a encenderse unos segundos y de nuevo se apagan rodeándoles de oscuridad. Pero esto era distinto, era como si el miedo y la necesidad de protegerse provocara que Tessa activara sus poderes. Y a pesar de la falta de luz, ella pudo distinguí cada cosa a su alrededor, como si las antorchas estuviesen encendidas.

Dos hombres, miembros de la Liga, se acercaron a ella y a su padre. Malcolm no podía verles, solo les sentía gracias a sus reflejos y sentidos agudizados por su entrenamiento. Pero Tessa los veía con tanta claridad que en menos de diez segundos ya los había matado con dos simples movimientos.

Sujeto a uno y le clavó su cuchillo en el cuello antes de sacárselo y lanzarlo a través del pasillo hacia la cabeza del último hombre. Entonces sus manos se iluminaron como si en ellas hubiese una especie de polvo luminiscente que brillaba en la oscuridad.

—Tessa—la llama su padre al ver la luz de sus manos. Ella levanta la mirada y le observa confusa—

—¿Qué... qué es esto?—inquiere nerviosa al ver como el polvo de sus manos comienza a formar una especie de piedra luminosa que les permite ver todo el pasillo con claridad—

—¡Malcolm!

La voz de Thea devuelve a Tessa a al realidad, lo que provoca que las piedras luminosas que se habían formado en sus manos desaparezcan. Y, entonces, las antorchas vuelven a encenderse.

—Eres un mentiroso—acusa Thea llegando al pasillo donde se encuentran—No hay ningún sabio ¿verdad? No existe cura. Me mentiste.

—Así es—le responde Malcolm—Lo siento. Sentirás el impulso de matar hasta que acabes con quien te hirió.

—Pero no puedo. Porque Ra's al Ghul ya está muerto—le recuerda ella—

—Pues la única solución es saciar tu sed de sangre con otros.

—¿Y tú has enviado a tus hombres a la muerte?—inquiere incrédula mientras lanza una espada llena de sangre a sus pies—

—Espera—la corta Tessa—¿Qué ha pasado?

—Que nuestro padre ha envidado a miembros de la Liga a matarme mientras dormía.

—Sabiendo que los ibas a matar—aclara Malcolm—Thea, no sentirás ansias de matar hasta dentro de semanas. No me des las gracias, no hay nada que no hiciera para ayudar a mis hijas.

—¿A esto lo llamas ayudar?—inquiere Tessa con incredulidad—Thea, recoge tus cosas, nos vamos.

Pasa por su lado y camina hacia la habitación de Laurel siendo seguida por su padre.

—Despierta. Nos tenemos que ir—habla Tessa el entrar en la habitación—

—¿Qué?—pregunta Laurel con confusión—

—Venir aquí ha sido un error, Laurel—le dice mientras se acerca a sus cosas para guardárselas con rapidez—

—Tessa—la llama su padre—

—Mantente alejado de nosotras—le ordena molesta—

—Tessa ¿Que ocurre?—inquiere Laurel acercándose a ella—

—No va a ayudarte a ti, ni a Sara, ni a Thea.

—Tessa—insiste Malcolm—

—¡Tú!—exclama molesta—¡No me hables!

—Intentaba ayudar a Thea—explica él—

—¿Ayudarla?—inquiere incrédula—Tiene gracia, no sabía que fueras un payaso. Sobretodo porque tú eres la razón de que ella esté así para empezar.

—Lo sé.

—Thea no va a volver a matar. Y ahórrate la charla sobre las Furias, ya se lo que me ibas a decir. Que deje de sentir amor para que Megera no me encuentre, pero eso no va a pasar. No voy a convertirme en un monstruo sin sentimientos. No voy a convertirme en ti. Y Thea tampoco. ¡No te metas en mi vida y no te acerques a mi!

Laurel y Malcolm la observan sorprendidos por su actitud. Su reciente ira no era algo típico de ella. Estaba actuando de forma extraña y Malcolm no podía evitar atribuirlo a los recientes acontecimientos en los pasillos del templo.

—Estamos unidos para siempre—le dice—Tú y yo. Padre e hija. Te lo demostraré.

—¿Cómo?

—Soy el responsable de la muerte de Sara. Y tengo los medios para arreglarlo, o al menos intentarlo.

—¿Crees que después de saber lo que le ha hecho ese manantial a Thea dejare que le pase lo mismo a Sara?—le pregunta con incredulidad—

—Creo que si creyeras que tu hermana puede vencer su sed de sangre le ofrecerías la misma oportunidad a Sara.

—¿Que estás diciendo?—pregunta Laurel—

—Voy a curar la conciencia de mi hija Thea restaurando a Sara a la vida—le responde posando su mirada en ella—Ahora debemos preparar su cuerpo para la ceremonia.

Posa su mirada en Tessa unos segundos y se da la vuelta para salir de la habitación. Una vez solas, Laurel se acerca a Tessa y le envuelve en un abrazo.


Los miembros de la Liga recitaban unos cánticos mientras el cuerpo de Sara era sumergido en las aguas del Pozo de Lázaro.

—Prefiero veros muertos a dejaros hacer esto—habla Nyssa entrando en el templo—

Se dispone a acercarse a Malcolm pero dos hombres colocan sus espadas cerca de su cuello, lo cual la frena a varios metros de él.

—Tessa, por favor, no dejes que lo hagan—le suplica—

Tessa la observa y, dudosa, mira hacia el cuerpo de Sara. Entonces baja su mirada a sus manos recordando el polvo brillante en ellas y vuelve su mirada hacia Nyssa, dándole a entender que no iba a impedir lo que estaba apunto de pasar.

El cuerpo de Sara se sumerge en las aguas y estas comienza a burbujear, pero no parece que esté funcionado.

—¿Qué ocurre?—inquire Thea mirando a su padre—

—Ye te lo dije. El manantial nunca se a usado para...

—Espera—le interrumpe Laurel mirando el agua—Mirad.

En ese instante Sara saca la cabeza del agua y posa su mirada en Tessa. Entonces, de un segundo a otro, sale del agua de un salto y aterriza a un metro de Nyssa antes de darse le vuelta y mirar a Thea y Laurel, a las cuales les gruñe y se dispone a atacar.

—Sujetadla—ordena Malcolm—

Dos miembros de la Liga le hacen caso y la sujetan con fuerza mientras él le inyecta algo que la deja inconsciente. Laurel corre hacia ella y la sujeta de las mejillas.

—Sara, tranquila—le dice—Todo se arreglará. Tranquila. Tranquila.


—Tranquila—repite Laurel una vez Sara se despierta encadenada en una de las salas del lugar—Todo va a salir bien. Papá no se lo va a creer. Se pondrá tan contento cuando te vea.

Se acerca a ella pero Sara gruñe e intenta atacarla.

—Laurel—le llama Thea el llagar junto a ella—

—Está bien—le asegura sin dejar de mirar a su hermana—A ti te ocurría lo mismo cuando saliste del manantial. Aunque a ella le está durando más, seguramente porque...

—Laurel, surcamos aguas desconocidas—la corta Malcolm—Te sugiero que te prepares para lo peor.

Tessa observa a Sara y está vuelve a gruñir.

—Mi señor—habla un miembro de la Liga asomándose a la sala—A pasado algo.

Malcolm le mira confuso y junto a Thea, Tessa y Laurel le sigue hacia el templo.

—¿Qué has hecho?—le pregunta a Nyssa con molestia al verla junto al Pozo de Lázaro—

—Mi padre era un hombre desconfiado—habla ella mirando las aguas, las cuales parecían estar evaporándose—Ideó una forma de destruir el martial si su poder caía en malas manos. Como las vuestras.

—Nyssa ¿Por qué has hecho algo así?—le pregunta Laurel—

—¿Cómo puedes mirar a tu hermana y preguntar eso?—le pregunta incrédula. Da un paso adelante y se enfrenta a Malcolm—Algún día llegará mi momento. Y acabaré contigo. Y cuando lo haga, no podrás volver a la vida.

—Lleváosla—ordena Malcolm apretando su mandíbula con molestia—

—¡Te avise, Laurel! Os lo supliqué—dice Nyssa mientras la sujetan y la sacan del templo—Lo que le pasó a Sara el año pasado fue culpa de Malcolm. Pero lo que le está pasando ahora es culpa tuya.


POR FAVOR, COMENTAD
¡Sara está de vuelta!
Tessa tiene más poderes ¿Que pensáis?
Also, Barry no quería que Tessa se fuera 🥰

💖Muchas Gracias Por Leer💖

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