CAPÍTULO CUATRO
CAPITÁN FRÍO

Después de su conversación con Barry la noche anterior, Tessa decidido presentarse en los Laboratorios STAR aquella mañana, encontrándose con el gran alivio de que Jay Garrick no se encontraba allí. Por su parte, Cisco y Caitlin la recibieron con felicidad envolviéndola en un abrazo.

Pero los problemas continuaba acechando al equipo Flash y en cuanto Barry llegó todos volvieron a centrarse en Lisa Snart.

—Resulta que tu hermano no estaba secuestrado. Estaba robando con tu padre.

—¿Qué?—inquiere la chica con confusión—No, Lenny nunca haría eso.

—Oh, ¿Igual que tú nunca intentarías matar a Flash con su pistola de frío?—inquiere Caitlin con incredulidad—

—¿Seguro que era mi padre?

Cisco busca en su ordenador y pone la imagen en las pantallas.

—Ese es—señala Barry con seguridad—

—Lewis Snart—lee Caitlin—Condenado por hurto, robó a mano armada, agresión con agravantes, agresión con arma mortal.

—Tienes que creerme, Lenny nunca trabajaría con él—le asegura Lisa a Barry, el cual se encontraba vestido con su traje para ocultar su identidad—Es mala persona.

—Tú y tu familia entera sois criminales—señala Caitlin—¿Por qué íbamos a creer lo que digas?

Lisa la mira frustrada y hace a un lado su camiseta para mostrarles la cicatriz que tiene en el hombro.

—No tengo esta cicatriz por ser criminal. La tengo por ser hija.

Les dedica una última mirada y sale del cortex.

—Veo que nada a cambiado—habla Tessa rompiendo el silencio que se había producido—Tranquilos ya me encargo yo de solucionarlo. De una hija de criminal a otra.

Rueda los ojos molesta y sigue a Lisa por los pasillos de los laboratorios. Barry la sigue con la mirada y suspira frustrado por haber vuelto a estropearlo todo con Tessa.

—¡Lisa!—la llama Tessa intentando alcanzarla—Espera.

—No se quien eres, y no me apetece que sigan juzgándome—le dice dispuesta a irse—

—No pretendo juzgarte. Yo se lo que es—la frena Tessa—Mi padre nunca me ha pegado, pero la falta de agresión física no quita la psicológica.

Lisa la mira unos segundos intentando analizarla para saber si era sincera. Y, entonces, baja la mirada al suelo.

—La primera vez que mi padre me pego tenía 7 años. La segunda vez tenía 8–recuerda—Aprendí que una botella duele más que un puño. Solía decir que intentaba darnos una lección. Debía de ser lenta aprendiendo porque sus lecciones nunca terminaron.

—Lo siento mucho.

—Prácticamente me crio Lenny—añade—De no ser por él habría salido mucho peor.

—Dímelo a mi—habla ella con una pequeña sonrisa nostálgica—Mi hermano Tommy hizo lo mismo por mi.

—Bueno, puede que Lenny sea un cerdo de hermano, pero es el único hermano que tengo. Él me ha protegido, ahora es mi turno. Si esta con mi padre, tendrá serios problemas. Por favor, tenéis que averiguar qué está pasando.

—Haremos todo lo posible—le asegura Tessa colocando su mano en su hombro—Te lo prometo.

—¡Vaya!—exclama Jay al ver a Tessa salir de su habitación—¿Vas a algún sitio? ¿Una cita quizás?

—Si, he quedado con Barry—le responde ella mientras busca su teléfono—Como amigos.

—Claro—sonríe con diversión—

Tessa le mira y rueda los ojos.

—¡Tess!—la llama Emma desde la entrada—Barry ha llegado.

—Adiós, Halstead.

—Adiós, Merlyn—responde él siguiéndola con la mirada—Usa protección, Merlyn.

—Cállete, Halstead—se queja molesta y le lanza un cojín—

Jay sonríe con diversión y lo atrapa en el aire.

—Hola—sonríe Barry al ver a Tessa llegar a la puerta—¿Estás lista?

—Aja—sonríe saliendo al pasillo—

—Tráela a casa antes de las 23:00–le ordena Emma a Barry—O te las verás conmigo.

—Si, señora—responde él haciendo un gesto militar—La traeré sana y salva a las 22:30.

—Mas te vale—le responde cerrando la puerta del apartamento—

—Me cae bien—sonríe Barry mirando a Tessa—Oye ¿Te importaría si antes de ir a por el batido hacemos una pequeña parada? Necesito encontrar a Snart para hablar con él.

—Claro—asiente ella—¿Sabes donde está?

Barry asiente y la sujeta del brazo para acercarla a él.

—Sujétate—le sonreí—

Tessa frunce el ceño confusa, pero al entender lo que va a hacer no duda en abrazarle con fuerza.

Barry usa su velocidad y de un segundo a otro se encuentran en un callejón. Tessa se separa de él e intenta recuperar el equilibrio.

—¿Estas bien?—inquiere Barry con preocupación—

—Si, si. Solo algo mareada.

Una vez se recupera ambos se adentran en el bar de la calle paralela, donde Snart se encuentra sentando en una de las mesas disfrutando de una hamburguesa.

—Que pronto vuelves de entre los muertos, Barry—comenta Snart al verle sentarse frente a él—Veo que te has echado novia.

—No soy su novia—niega Tessa sentándose junto a Barry—

—Ya me parecía, eres demasiado para él—la observa—Pásame la sal, Barry.

El aludido suspira y le pasa el bote.

—Que no se te caiga—le advierte Tessa—Da mala suerte.

Snart la observa y sonríe.

—¿Por qué trabajas con Lewis?—pregunta Barry captando su atención—Lisa dice que le odias.

—Las cosas son... complicadas con la familia. Como te pasa a ti con tus padres.

—Cuéntame que te ocurre—insiste Barry—Déjame ayudarte.

—No intentes salvar a alguien que no quiere que le salven—le aconseja—

—Ya, pero a lo mejor no va solo contigo. Me apuesto algo a que muchas personas inocentes van a sufrir.

—Tranquilo, me acuerdo de nuestros trato. Tú me dejas en paz y yo me encargo de que nadie muera.

—Eres un criminal, Snart—señala Barry—Pero tienes tus normas. Y me parece que Lewis no las tiene, porque le da igual que la gente muera. Así que no puedo olvidar esto.

—Pues todo el mundo sabra quien es Flash debajo de esa máscara.

—No me importa—le asegura—Acabaré contigo de todas formas. Con los dos.

Tessa les observa y por primera vez se fija en lo atractivo que es Barry. Siempre le había visto como el chico bueno y el héroe, pero en ese momento estaba amenazando a un criminal y lo hacía de forma tan natural que resultaba emocionante.

—Eso habrá que verlo—declara Snart levantándose de la mesa—Gracias por la cena.

Se aleja de ellos y en ese instante la camarera les trae la cuenta.

—Supongo que tendremos que retrasar nuestra cita del batido—comenta Tessa cogiendo una patata del plato de Snart y observado a Barry mirar su teléfono—

—Si, lo siento—se disculpa guardando el aparato—Joe necesita hablar conmigo.

—Está bien—le tranquiliza ella cogiendo otra patata—Aunque estas patatas estarían mejor con un batido. Dios, eso me recuerda a Nyssa. ¡Me acuerdo de Nyssa!

Sonríe entusiasmada y mira a Barry con alegría.

—No se quien es Nyssa, pero me alegro—sonríe él de forma inconsciente. Le gustaba verla sonreír—¿Te llevó a casa?

—Si, claro—asiente ella con felicidad—

Sus recuerdos volvían por fin y ya casi se acordaba de todo. El recuerdo de Nyssa era una señal de ello.

A la mañana siguiente de que Joe le contrata a Barry que la madre de Iris seguía viva y que había mentido a su hija todos esos años para protegerla, ambos se adentraron en una escena del crimen donde Jay y Patty ya les esperaban.

—Tranquilo, señor—habla la chica al verle—Esta vez le he esperado. Bueno, puede que haya echado un vistazo por mi cuenta. Y es algo muy raro.

Se acerca a la bolsa del cadaver y la levanta un poco para enseñárselo.

—Decapitación—observa Barry sorprendido—

—Si—suspira Jay—Seguimos recuperando partes de la cabeza así que la identificación tardará.

—¡Ah!—grita Patty llamando la atención de los tres—Perdón. Creía que había pisado una oreja. Pero no, si no oiría cosas.

—Ja, yo paso—se queja Joe alejándose—

Barry ríe y abre su maletín forense.

—No parece que le hayan cortado la cabeza por ningún arma que me suene—le dice Patty—Y conozco unas cuantas.

—Si, es verdad. La perforación del cuello está muy rasgada. Es como si la cabeza hubiera explotado.

—Como un metahumano que puede explotar cabezas ¿verdad?

—No todos los criminales son metahumanos—comenta Jay—

—Cierto—señala Barry sacado un aparato de su maletín—Hay restos de termita.

—¿Una bomba?

—Aja.

—¿Por qué no ha explotado el resto del cuerpo?—inquiere Patty—

—No lo sé.

—La víctima es David Rutenberg—informa Joe llegando junto a ellos con una carpeta en sus manos—Experto en sistemas de seguridad. Y adivinad quien esta en su lista de conocidos.

—¿Quien?

—Lewis Snart.

—¿Lewis Snart?—pregunta Patty sorprendida—¿Familia de Leonard Snart aka Captain Cold?

—No le llames así—le pide Joe—

—Eh, un segundo—habla Barry hacia Patty—Venid aquí.

Jay y Joe le siguen confusos.

—Creo que era de la banda de Snart—les dice una vez se alejan de Patty—

—¿Y le puso una bomba para tenerle a raya?—inquiere Jay con confusión—

—No, Snart no haría eso—asegura—Pero su padre si.

—Ósea que Lewis está matando gente y Snart sigue con él. ¿Y vuestro trato?—inquiere Joe—

—Puede que no tenga alternativa.

—¿Crees que Lewis le ha puesto una bomba a su propio hijo para obligarle a hacer un atraco?—le pregunta Jay—

—Snart no haría eso, se contraía la cabeza si hiciese falta.

—Tiene que ser por algo que le importe mucho.

—Lo único que le importa a Snart es su hermana.

Con la confirmación de que Lisa tenía una bomba en su cuello, el equipo ideó un plan en el que Tessa era la indicada para llevar a cabo. Hacerse pasar por un criminal y unirse a Snart y a su padre en el atraco que tenían preparado.

—Estas visitas me están hartando—se queja Snart al oír a alguien entrar en su base secreta—

—Sera la última—le asegura Tessa sorprendiéndole—

—Eres tú—observa—Creía que serías Barry. Pero me da igual. Ya os lo he dicho, no necesito que me salven.

—Pero tu hermana si—habla ella con seguridad—Sabemos que tu padre le ha puesto una bomba a Lisa. Lewis te ha dicho que la matara si no le ayudas ¿verdad? No te preocupes, Barry y su equipo están buscando la forma de extirpar la bomba.

—Espero que tengas preparada esa pistolita tuya porque...—habla Lewis entrando a la sala—

—Hola—saluda Tessa al notar su mirada en ella—

—¿Quien diablos eres?

—Oh, Lenny dice que necesitas un técnico de seguridad—señala Tessa con una pequeña sonrisa—¿Que tal? Soy Sara. Hola.

Lewis la observa y da un paso adelante para colocarse junto a su hijo.

—¿Vas a decirme que esta cria sabe manipular un teclado Draycon?—inquiere incrédulo—

—Bueno, ayude a Snart a robar el Diamante de la Dinastía Kahndaq en el museo de Central City—señala Tessa—Y estaba protegido por una puerta blindada que tenía un teclado Draycon XL1218.

—No lo hubiera hecho sin su ayuda—asegura Snart siguiéndole el juego—

—El Draycon es lo mío—sonríe Tessa—

—Ah. Esta bien, Sara—acepta Lewis sin dejar de mirarla—Andando.

—¿Ahora?

—¿Algún problema?

—Ah, no. Todo bien. Vamos.

Lewis sale del lugar y Tessa suspira compartiendo una mirada con Snart, quien le sonreí antes de seguir a su padre.

—En movimiento—susurra por las comunicaciones—

—Recibido—responde Barry—Os sigo.

—Esto promete—admite ella siguiendo a los Snart—

Con trajes de conserjes y su respectivo material, los tres se adentraron en un edifico y caminaron hacia la recepción, donde los de seguridad se encontraba.

—Cerrad el pico y dejadme a mi—les ordena Lewis—

—Como en los viejos tiempos—suspira Snart—

—¿Estáis viendo el partido de los Diamonds?—les pregunta a los de seguridad ignorando así el cometario de su hijo—

—Si. Los están machacando—admite uno de ellos—Identificadores. ¿A que piso vais?

Los tres les entregan los identificadores con rapidez mientras Lewis responde.

—27.

Ellos asienten e intentan pasar los identificarles por la máquina, pero estos no funcionan. Lógicamente, ya que eran falsos. Al ver eso, Lewis levanta la tapa del cubo de basura y entonces Tessa ve una pistola en su interior.

—Oye, ¿A que esperamos, chicos?—les habla a los de seguridad con rapidez—¿Queréis llamar al jefe y explicarle que los retretes siguen desbordándose? Todos cobramos por horas.

—Si, vale. Podéis pasar—aceptan—

—Gracias.

Lewis suspira y sigue a la chica y a su hijo hacia el ascensor para poder subir al piso 27.

—Eh, esperad—les frena—¿Oís eso?

—Déjeme a mi—habla Tessa sacando su teléfono para usar la cámara y ver a través de la esquina del pasillo—Dos guardias armados.

—Creo que tu sincronización no ha funcionado—comenta Snart hacia su padre—

—Ya. Para eso está el plan B—le recuerda—

—Es que siempre lo necesitas.

—Si, pero...—saca su pistola—Tu hermana también ha sido una decepción.

—Ya no hay guardias—le informa Barry a Tessa a través de las comunicaciones—Los he sacado de allí.

—¿Que tal si terminamos el trabajo?—inquiere entonces llamando la atención de ambos hombres—Los guardias se han ido. Tendrán un descanso.

—Si, sera eso—suspira Snart sacando su pistola de frío—

—Bueno, Sara. A ver que sabes hacer—señala Lewis al llegar a la puerta—

—Ya, vale—suspira ella acercándose al teclado Draycon—Tengo que... Vosotros vigilad y yo...

Lewis se aparta de ella y entonces Tessa coloca el pequeño dispositivo que Cisco le había dado. Un aparato que conectaba el teclado con una tablet que tenía Barry. Así el velocista podías usar su velocidad para probar todas las combinaciones numéricas posibles en pocos segundos y abrir la puerta.

—Os dije que el Draycon es lo mío—sonríe Tessa cuando la puerta se abre—

—Buen trabajo, hija. Te despides con buena nota—la felicita Lewis antes de dispararle al corazón—

Tessa usa su brazalete para frenar la bala pero le hace creer a Lewis que en verdad la ha matado.

—Lo siento, Barry—susurra Snart mirando a la chica que creía muerta—

La puerta se cierra tras ellos y en ese instante Barry llega junto a Tessa.

—¿Estas bien?—inquiere preocupado—

—Si—le asegura ella enseñándole la bala—Brazaletes antibalas cortesía de Atenea.

Barry la observa aliviado y la ayuda a levantarse.

—¿Cisco como vas con Lisa?—pregunta atreves de las comunicaciones—

—Ah, pues estaba en ello, amigo—le responde él—

—Tienes que sacarle la bomba. Están robando ahora mismo—le dice—Tessa, sal de aquí. De esto ya me encargo yo.

—Puedo con ellos. Lo sabes ¿no?—señala hacia la puerta—

—Lo sé—le asegura—Pero prefiero hacerlo yo. Has hecho un buen trabajo.

—Como siempre—sonríe ella con orgullo—Te espero fuera, Flash.

Barry asiente y sigue a Snart y a su padre mientras que ella sale del edificio. Entonces su teléfono suena anunciando una llamada, la cual no duda en responder al ver que se trata de Thea.

—Hey, ¿Que pasa?

—Tessa, necesito tu ayuda. Laurel se ha vuelto loca—habla Thea con nerviosismo—Quiere meter a Sara en el Pozo de Lázaro. Quiere resucitarla.

—¡¿Qué?!