- ͙۪۪̥˚┊❛ 𝐇𝐨𝐬𝐩𝐢𝐭𝐚𝐥 ❜┊˚͙۪۪̥◌


Eli se había ido, pero nosotros seguíamos aquí intentando ayudar an Allison.

—¿Y ahora qué?-Preguntó la mujer coyote mientras Lydia sacaba los "ingredientes" que habíamos traído. Tomó la espada y respiró para prepararse mentalmente.

—Okay, si. ¿Por qué me miras así?-Le preguntó.-Yo no escribí las instrucciones.

—Si lo hiciste. Literalmente las escribiste.

—Sabes lo que quise decir.-Volteó la espada y la tomó con ambas manos.

—¿Sientes eso?–Le preguntó papá.

—Siento que...–El viento empezó a soplar sobre nosotros con fuerza. Quitándole a papá la tierra que habíamos recogido de dónde Allison había muerto. La espada en las manos de Lydia también empezó a balancearse hasta salir volando.

—¿Qué mierda?–Pregunte extrañada. La espada cayó hasta que se encajo perfectamente en el centro del tronco. Una clase de torbellino apareció entre nosotros y el árbol, arrastrándonos. Tuve que tomar la mano de papá y la de Lydia para no caer.

El torbellino se centró después en la espada, la cual desapareció dentro del tronco.

—Bueno. Muy bien, fue divertido. ¿Quieren ir a comer algo?–Volteamos a ver a Malia. Pero nadie le hizo caso.

—Lo sé...–Dijo Lydia y tomó el brazo de papá, como si leyera sus pensamientos. Después ella me miró a mi.–Vamos con Malia, ella tiene razón, hay que ir a comer algo.

Me jaló lejos así que tuve que seguirlas.

—Chicas...–La voz de papá nos hizo detener, lo miramos a él y después al árbol, que tenía una luz azul brillante emergiendo de el y causando que las raíces debajo de la tierra también brillaran. Fueron desapareciendo hasta llegar de nuevo al árbol, donde se materializó una chica totalmente desnuda. Lydia me cubrió los ojos, pero yo le quite su mano.–Es Allison... Está viva.

[...]

Íbamos en la camioneta con Allison, no sabíamos que haríamos con ella, pero sabíamos que su papá debía verla.

Como ella aún estaba inconsciente, estaba acostada sobre el regazo de papá mientras yo estaba en la cajuela, solo viendo desde atrás.

—No puede ser real, no puede ser ella. Ella fue cremada.–Resolvió papá, aunque su voz estaba apunto de llorar.

—Se ven sin cremar para mi–Respondió Malia, quien venía conduciendo.

—No solo está sin cremar, literalmente está reconstruida de la nada.

—¿Eso no estaba en tus instrucciones?–La pelirroja la miró mal. Allison empezó a respirar y yo casi me caigo para atrás del susto.

—Yo tengo una pregunta–Voltearon a verme.–¿Qué pasará cuando ella despierte?

—Si es que despierta.–Dramatizó la pelirroja.

Llegamos al hospital donde estaba la abuela, papá llevaba a Allison en brazos.

—¡Necesitamos ayuda!–Dijo apenas pasamos por las puertas.

—¿Scott? ¡Cassi!–Me acerqué y me abrazó. Ella sintió la katana colgada en mi espalda.–¿Tú papá ya te deja usar eso?–Asentí entusiasmada.–¿Desde cuando?

—Desde hace unos días, verás...

—Mamá, esto es una emergencia. Tenemos un problema–Ella lo notó y después a la mujer semidesnuda en sus brazos. Papá la volteó para que pudiera ver de quién se trataba.

—Se parece a Allison.–Notó con una sonrisa, pero después cayó en cuenta.–Scott, ¿por qué se parece exactamente an Allison?–Su tono era amenazador.

—¿En verdad quieres saber?

—Solo llévala adentro.–Le indicó y retrocedió para que el pasara.

—Muy bien.

[...]

—Revise sus signos vitales, todo es normal.–La abuela llegó con nosotros. Allison estaba ahora en una de las habitaciones del hospital, acostada en una de las camillas. Yo estaba prestando atención mientras intentaba sacar unos dulces de la máquina que estaba en el pasillo.-Al menos normal para una mujer que lleva quince años muerta.-Golpee la máquina y todos me miraron.

—Lo siento...-Murmuré. Pero aún así golpee de nuevo la máquina, logrando que salieran por fin mis dulces.

—Deberíamos abrirla a ver si todo es normal adentro.-La miramos raro.

—¿Siempre haces ese tipo de comentarios?-Pregunté con sinceridad.

—Si. ¿Tu siempre golpeas máquinas?-Entrecerré los ojos.

—Solo cuando se atoran mis dulces.

—Igual no es como funciona el tratamiento, Malia. Pero gracias por la sugerencia.-Agradeció la abuela.

—¿Cómo sabemos que está bien? No solo físicamente pero mentalmente.-Cuestionó Allison preocupada.

—Esperen, ¿cómo sabemos que se trata de Allison? ¿De verdad es Allison?-Le preguntó a su hijo.

—No estamos seguros, esto no era parte del plan original.-Reconocí.

—Tal vez nuestro primer paso sea simplemente hablar con ella. Como no parece estar herida, quizá podamos intentar despertarla.-Papá se alejó de nosotras.

—Mamá.

—¿Sí?

—Está despierta.-Volteamos a ver al cuarto ahora vacío de Allison.

—¿A dónde se fue?

—Vaya, para ser una no-muerta es muy escurridiza.-Noté. Papá empezó a recorrer los pasillos como loco y nosotras tuvimos que ir tras de él, abriendo puertas y llamando su nombre para encontrarla.

—¿A dónde diablos cree que va?-Llegó Malia junto a nosotros.

—Problablemente está confundida...-Trató de empatizar la pelirroja.

—Se supone que tiene que estar muerta.

—Separemonos. Si la encuentran, griten.-Todos se fueron por su camino y yo tuve que hacer lo mismo, quería mucho a mi papá, pero se estaba volviendo muy loco por una chica.

Caminé por los pasillos, tratando de encontrarla.

—¡La tengo!-Declaró Malia. Pero cuando llegamos, Allison la había hecho caer al suelo.

—¿Estás bien?-Ayudé a que se levantara.

—Maldición niña. Eso si que dolío.

—¡Cielos Allison!-Exclamó papá mientras corría a nosotras. Allison se fue corriendo.

—Papá, ve trás ella.-Él asintió sin dudarlo.

—Se volvió loca.-Aseguró la castaña.

—No me digas.-Tomé mi katana, pero ella me detuvo.

—¿No sabes luchar a puño limpio?

—Papá no me deja si quiera conducir, y apenas me dejó usar esta katana que necesito por mis habilidades, ¿tú crees que me enseñó a pelear?

—Buen punto, vamos.-Terminé de sacar la espada y corrimos por donde se habían ido antes. Presenciamos como Allison trataba de acuchillar a papá con un par de tijeras para cirugías.

—¡Papá!-Grité y los distraje a ambos, Allison pareció retroceder levemente ante esas palabras. Pero después lo pateó hasta que se golepó congtra una columna.

—¿Quién eres? ¿Quiénes son ustedes?-Interrogó aún con las tijeras en la mano. Me acerqué, pero papá puso un brazo sobre mi para evitar que me acercara demás.

—Soy yo, Scott.

—¿Scott qué?

—McCall.

—¿Y quién es ella?–Me miró.

—Es una larga historia.

—¿Dónde está el alfa?

—¿A qué te refieres?

—¿Dónde está Derek Hale?-Reformuló su pregunta. ¿Derek Hale? ¿Como Eli? Ay dios no. Él trató de acercarse para tranquilizarla, pero ella lanzó las tijeras, encajandolas a un lado de su cabeza. Nos quedamos atónitos unos momentos antes de que ella saliera corriendo, salí corriendo detrás de ella, escuchando los gritos de papá, tratando de que me quedara. Pero ella, una chica con entrenamiento, fue más rápida y se subió al asensor, dejandome a poco metros.

—Maldición.

—¿A dónde fue?-Preguntó papá.

—Se fue por el elevador, probablemente esté tratando de escapar.-Él miró a todos lados y encontró unas escaleras, guardé mi arma en su funda y corrimos escaleras abajo.

Corrimos por los pasillos hasta que nos topamos con el abuelo, quién detuvo a papá tómandolo por los hombros.

—Oye, Allison está viva. Está de vuelta.-Le explicó.

—Ella no es la única.-Aseguró el tío Alan.

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