𝐎𝐎. Cansancio.
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
•. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •.
Un suave tintineo llamaba su atención, cómo si tratase de despertar a la peli-negra. La cuál aún continuaba semi-inconsiente.
Unos gritos, los escuchaba bastantes lejanos, aún sin estar percatada de la situación en la que se encontraba junto a su amiga de la infancia.
La ansiedad comenzó inmediatamente a invadirla, un peso extraño se colocó encima suyo. Un aura pesada, inquietando su espíritu.
Con dificultad comenzando a abrir sus orbes. De inicio no logrando identificar a su alrededor, por la niebla en sus ojos.
Ayase, quién se encontraba postrada en una especie de silla galáctica, se alegro al ver reacciones por parte de su amiga. ──── ¡Yuki! ¡Por favor, despierta! ──── Exclamaba a gritos, resonando en aquella especie de habitación. El temor siendo notable en su voz.
Pero por más que la azabache tratase, seguía estando omnipresente mentalmente. Los gritos desesperados de Ayase retumbaban en sus oídos, Pero lo que sea que estaban haciendo los serpianos; la estaba volviendo loca.
──── Maldición... ──── Se quejo la peli castaña rojiza, apretujando su boca en una mueca. ──── ¡Chico misterio, por favor ayúdanos!
Aquellas palabras retumbaron nuevamente en los tímpanos de la azabache, quién a duras penas intento levantarse volvió a caer en ese gélido suelo. La tenían encadenada.
El chico "misterio" había Sido maldito por la Yokai "Turno Abuela" el "¿cómo había llegado donde ellas?" No lo sabía, apenas la azabache iba recobrando conciencia.
Movimientos que no lograba visualizar debidamente, se estremecieron en aquel gélido lugar. Oyuki, ya había abierto por completo los ojos. Encontrándose con una situación que a cualquiera enloquecería.
1. Estaba en paños menores.
2. Estaba encadenada al suelo.
3. Los malditos alienígenas habían adquirido un aspecto distinto al anterior.
El cuál le ocasionó repugnancia. La gelidez que emanaba del suelo; no era nada comparado al frío de su habitación. Lo cuál no le irritaba la piel en lo absoluto.
──── Nunca habíamos conocido a una persona tan agresiva. Hemos establecido lazos amistosos con los humanos. Ahora danos tu banana, por favor. ──── Las palabras de aquel extraterrestre sacaron de quisio a la azabache "¿De cuánto se había perdido?"
Uno de los serpianos mando a volar al chico que recientemente había sido maldito. Ocasionando el mal gesto por parte de las chicas quienes estaban en paños menores.
El pobre chico escupió sangre de la boca, sacándole una expresión de horror a la chica de cabellera azabache. ──── Pueden hacer conmigo lo que sea que quieran de mí... ──── Verbalizaba con dificultad, respirando cortadamente.
"──── Siempre quise poder conocer un extraterrestre, nunca tuve amigos, pero pensé que los extraterrestres, tal vez si querían serlo, así que desde que estaba en primaria, seguía y seguía mirando el cielo con el deseo que los ovnis me escucharán.
¡Pero nunca aparecieron! ¡No importaba cuántas veces los llamará, porque ninguno se presentaba!
──── Mis compañeros de clase le molestaban solo por diversión, y a lado extraterrestres no les importaba . Nadie nunca se daba cuenta de que yo existía...pero luego un día, ¡Ayase apareció... Y con ella Sakasagami! ¡Me defendió sin pensarlo, y ella me ayudo sin cuestionar...!" ──── El joven chico exclamaba tales palabras con un toque de fervor y conmoción.
¡Así que no permitiré que se atrevan a tocarlas!" El joven chico, sin saberlo. Con cada palabra que salía de su boca a pesar que con dificultad. Inconscientemente se robaba el aliento de cierta azabache, que más anonada no podría estar.
──── ¡Tu puedes chico-misterio! ¡Muéstranos de que estás hecho! ──── alentó la chica peli-castaña rojizo, desde sitio en aquella ¿silla? extraterrestre.
Pero el pobre chico nuevamente fue detenido por el anterior serpiano, siendo estampado una vez más contra aquella pared de estilo vidrioso.
──── Perdón, Ayase. Pero esto fue mucho para mí. ──── escupió las palabras dificultosamente. A vergonzandose en decadencia con el duo de chicas.
"Mierda"
Maldijo, la azabache para sus adentros. Intentando una vez más deshacerse de aquellas cadenas que la ataban al suelo.
Pero inútilmente, uno de los serpianos jaloneo de su cabello. Robándole un fuerte quejido, mientras esté se dirigía nuevamente a su amiga de la infancia.
El ardor en su cuero cabelludo la aturdió por un par de segundos, Pero aún así era inútil. El extraterrestre tenía forzado el agarré en su cabellera.
"Estoy harta... ¡Ya me he cansado de ésto!"
La azabache no supo ni cómo ni en cuánto tiempo lo hizo Pero; se aferró a las cadenas que la mantenían atada para hacerse de apoyo e incertar una patada en el "rostro" de aquel alienigena. Quién finalmente, la tuvo que soltar. Sorprendiendose ahora, por la misteriosa fuerza adquirida.
Hubo algo que la sorprendió realmente. De Ayase, se libero un poder imponente, que gratamente tomo por sorpresa a los presentes. Sus poderes psíquicos.
Una creciente sonrisa se planteo en el rostro de la azabache. Felicidad.
Mientras que, Oyuki. Continuaba tratando de safarse de aquellas cadenas. Ayase acertó una patada impulsada por su poder psíquico, lo cual aporto a qué el alienígena saliera estrellado contra la pared de aquel desconocido lugar.
Un quejido se escabo de sus labios. ──── ¡Carajo!. ──── Uno de los cristales que se vió desgraciado en la muestra de poder de su amiga, se había incrustado en su muslo izquierdo.
Claramente de dicha herida comenzaron a rodar gotas del conocido líquido carmesí. Sangre.
Al final, resultó que en el sitio donde se encontraban, era un ovni. — lo que tomo por sorpresa a Ayase. — Terminando por estrellarse con el vacío del edificio anterior.
Sakasagami tanto como Ayase, como pudieron; sacaron del ovni al chico de las gafas, actualmente maldito según lo revelado por Turbo abuela.
Oyuki no lograba procesar todavía lo sucedido, tenía un cristal incrustado en su muslo izquierdo. Al igual que ahora se encontraban unos kilómetros lejos de aquel ovni.
" Que cansancio..."
Se quejaba murmurosamente para sí misma. Se encontraba sentada en el verdoso pasto en silencio.
No estaba del todo coherente todavía, aquel rastro gélido que dejó en aquel ovni, se adueñó por completo de sus pensamientos.
"¿Que carajos había sido éso?"
──── Que pesadilla... ──── Se quejo su amiga de la infancia, con la voz agraviada. ──── Ya creo en los ovnis. Al parecer me abdujeron.
──── Y yo creo en los fantasmas. Me maldijo uno. ──── secundó el chico- misterio. Siendo ahora ayudado por Ayase, con la maldición que ahora portaba.
Y ya que estaban como alcohólicos anónimos. ──── Y yo, a no confiar ni en tus conocidos. ──── Murmuró la azabache ganándose la mirada reprochativa de su mejor amiga. Después de todo, había venido solamente por ella no por más.
Llevaba puesta la camisa formal escolar, de aquel chico — propuesta por este mismo — Mientras que tanto él como Ayase continuaron la especie de conversación.
Por lo que ella decidió no interferir hasta que mencionaron el momento de marcharse. Ahora tenían conocimiento del verdadero nombre del "chico-misterio" ahora le habían colocado el sobrenombre de "Okarun" cortesía de Momo.
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
˗ˏˋ 🕰️ ˎˊ˗
•. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •.
•. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •.
˗ˏˋ 🕰️ ˎˊ˗
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
El trío de adolescentes después de una ardua caminata, finalmente habían llegado a la residencia del duo de amigas, más que nada de la peli-castaña rojiza.
──── Wooahh... Que cansancio. ──── Formuló en un bostezo la azabache, realmente la caminata portando solo la camisa de Okarun; no había Sido nada agradable.
Tuvieron que tomar otro camino para llegar a la residencia Ayase, Y por supuesto siendo sigilosos en ésto. Puesto que ver a tres adolescentes semi-desnudos a mitad de la vía publica no era nada común ni agradable.
Y menos para el duo de chicas, quién la que iba más cubierta era la pelo castaña rojizo. La azabache no le causaba malestar el frío que se colaba por la parte de sus piernas; en lo absoluto. Pero se lamentaba por el pobre chico peli-negro, quién solamente llevaba puestos sus pantalones del uniforme escolar.
──── Solo te advierto que mi abuela es algo estricta con los chicos, y casi matas a mi último novio. ──── Agrego la castaña, ganándose la mirada del chico tipo "¿En enserio?".
Añadiendo que la herida de la azabache no aporta a para el trazo de la caminata que habían hecho. Tal vez ahora había echó el tip de Hansel y Grettel.
──── ¡Ah! ──── el grito exasperado por parte de las chicas fue tan alarmante, al presenciar como, Okarun. Por poco se convierte en cenizas sí Ayase no hubiera intervenido con sus poderes psíquicos.
──── ¡Okarun! ¿Te encuentras bien? ──── Pregunto la azabache a la lejanía, desde su sitio. A un costado de Momo, quien se había percatado de ciego detalle en la entrada del santuario.
──── ¡Lo siento, Okarun! ¡Mi abuela puso una barrera! ──── Exclamó dicho descubrimiento, mientras que después ambas chicas, ayudándose mutuamente; retiraron el pergamino que no permitía que Okarun cruzará.
Así logrando que esté, entrase finalmente al santuario. Al entrar a la residencia, ambas chicas llamarán a la abuela de Ayase; en busca de está, ¿Que recibieron? Nada. No estaba en casa.
Por lo que Momo, optó por permitirle la entrada a Okarun. Mientras que la azabache aprovecho para dirigirse a su habitación.
Al entrar en esta, fue bien recibida por el ambiente gélido de esta, teniendo un toque moderno y comodo. Ansiaba cambiarse de ropa inmediatamente.
Por lo que optó por una sudadera blanca con mangas anchas, una licra de color negro y sus clásicas calcetas de gatitos blancos.
Felizmente, se lanzó a la comodidad de cama. La frescura de está la abastecía con plenitud. Una relajación que previa dejarla dormida en cuestión de segundos.
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
˗ˏˋ ❄️ ˎˊ˗
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
El ambiente en la residencia tuvo un drástico cambio en cuestión de minutos. La razón, el maldito pergamino protector.
Sin esté, un alienígena practicante de sumo. Entro al santuario, y los había apresado en este mismo, sin salida absoluta.
Oyuki se había enterado amablemente, por qué el muy metiche del extraterrestre husmeo en las ventanas de la casa de las Ayase. Causando que está terminará por despertarse drásticamente y teniendo que bajar del segundo piso con sigilo.
Ahora el trío de adolescentes se encontraba huyendo de dicho extraterrestre, explicación dada por parte de Okarun. Quién comento con alegría dicha información.
──── ¡No jodas! ──── Exclamó exasperante, la azabache de orbes cafés. Posiblemente ya habían recorrido todo el santuario y todavía no tenían algún plan para librarse del alienígena.
Los poderes psíquicos de Momo, no serían suficientes, añadiendo que está tenía que estar controlando la maldición de Okarun.
──── ¡Oye, Ayase! ──── Llamó el peli-negro con un tono de voz firme, llamando la total atención de la azabache.
Se encontraba recargada en una de las paredes del cobertizo en el que se habían terminado escondiendo, su herida ni siquiera había iniciado su debido tratamiento, debido a la falta de tiempo.
──── Decidí que peleare. ¡Libera la maldición! ──── exclamó decidido el chico maldecido. Mientras que el trío de adolescentes se encontraba justo en la mira del alienígena.
El cuál comenzaba a acercarse cada vez más y más, listo para atacar.
Finalmente el tipo alienígena atacó, inesperadamente el golpe no llego. Un fuerte agarre en su cadera sorprendió con ferocidad a la azabache. Al igual que el repentino cambio de emociones que adquirió.
Inconscientemente recargo su mejilla contra el hombro del chico ahora peli-blanco. ──── Increíble... Puedo sentir todo mi poder, pero estoy muy triste. ──── Lamento, el pobre chico, con una inesperada depresión adquirida.
Mientras que Momo, se encontraba totalmente paralizada con una expresión imposible de describir. ¿La razón? El cambio físico de ambos chicos al apenas atravesar la cortina de polvo al huir de aquel terrible ataque
—añadiendo la extraña sensación que le provocaba observar en la posición nada apropiada en la que se encontraban—
Sin poderlo controlar sus palabras fueron pronunciadas con un tartamudeo acompañándolas. ──── U-uh, O-y..uki... Tu cabello. ──── Murmuró Ayase impresionada, Al igual que encontrándose totalmente frívola.
Sakasagami, había adquirido un repentino cambio físico. El que anteriormente caía como oscuras cascadas, se había tornado a un precioso blanquecino como la nieve; una larga cabellera que le caía hasta sus talones, que te tentaba a perderte en la sedosidad de esta. La parte superior de su vestimenta, se había alargado sin cuidado. Dándole a un aspecto similar al de un hanzu, que dejaba a la vista la piel de sus hombros.
La azabache inconscientemente se mostraba mentalmente agotada, tenía las ganas de llorar cuál niña pequeña. Pero no sé permitía tal acción; guardándose las transparentes, lágrimas saladas.
Se sentía liviana... Cómo una simple pluma de una cómoda almohada, se aferró con toda la fuerza que poseía aquel individuo que la mantenía en brazos. Se sentía realmente cansada...
Sentia el movimiento que el individuo que la llevaba consigo, no sabía a dónde esté estaba tomando camino. Solamente mantenía los párpados cerrados, tratando de buscar el descanso que tanto ansiaba.
Escuchaba una voz bastante lejana para sí misma. Los sentimientos ocultados estaban a flor de piel con aquel repentino cambio. Deseaba volver a ver a alguien... A él.
Instintivamente se desvaneció. Oh al menos para ella solo fue un simple movimiento, para otros se había desvanecido de la nada. Para quienes tienen el don o lo adquirieron, ella se desvaneció en una brisa nevada.
Abrió sus párpados con cansancio, había sentido un algetreo por un par de segundos. ──── ¡Yuki! ──── Exclamaba a gritos su nombre, "¿Quien era esa persona?" Girando su cabeza, se topo con la horripilante "cara" de aquel invasor en la residencia. Causando un sentimiento de hastío en la —ahora— albina.
Se encontraba en el hombro derecho del alienígena practicante de sumo, el cuál para nada bien se tomó dicha acción. Pero no recibió buen trato por la chica de secundaria.
Sus gélidos orbes como la frívola nevada de invierno, toparon con la horripilante "expresión" de aquel alienigena.
──── Te arrancaré tu repugnante corazón.
No proceso sus palabras, ni siquiera tuvo la razón de decirlas, oh de ponerse a pensar sí el alienígena poseyera alguno. solo las pronunció... Cómo si tuviera ansiedad de hacerlo realmente. Pero con alguien de carne y hueso.
•. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •. •.
˗ˏˋ 🕰️ ˎˊ˗
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
Finalmente habían logrado librarse de más golpizas por parte de aquel alienigena. El cuerpo le quemaba, como si un cubito de hielo se estuviera desintegrado contra su piel.
La herida en su pierna le irritaba cada vez más, añadiendo la sangre seca en su pierna. Su vista se comenzó a agotar con el pasar de los segundos. Un asco total.
El agotamiento de la "batalla" con aquel alienigena practicante de sumo, realmente la terminó desgastando en decadencia. Confiaba en Momo y Ken, por lo que se rindió, cediendo a la tentación del mundo de los sueños.
Y por primera vez, después de años. Su cuerpo logró sentir nuevamente aquel gélido ambiente de años atrás. Un gélido viento abrazador, qué fue la cereza del pastel para que finalmente cayera rendida.
Sin saber que igualmente, Momo. Se encontraba agotada y que también caería inconsciente, dejando a un Okarun descontrolado con la maldición que portaba.
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
━━━━══════◄••❀••►══════━━━━
¡Bye, bye!
AUTHOR'S NOTE
ONE ──── PRIMERO que nada, mis saludos y disculpas por haberme atrasado con el horario del capítulo. Tuve unos problemitas con Wattpad (chingas a tu ptm por cierto) Ya que me eliminó cieros textos como imágenes. Y tmb por qué de la nada se me fue el wi-fi ༎ຶ‿༎ຶ
TWO. Y en segunda, muchas gracias por el apoyo que ha estado recibiendo está historia. (Trataré de no retrasarme nuevamente TnT)
Imagen de referencia a la forma "Yokai" de Oyuki
↓
I love youuuu ෆ╹ .̮ ╹ෆ
➵Tiktok◞ withered.x
No olvides dejar tu estrellita y comentario, dulzura.⛄𔘓
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top