𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔́𝐍𝐈𝐂𝐎
Meloine escuchaba como sus tías hablaban sobre el matrimonio de sus hijas, detestaba como irradiaban de felicidad al contarles a su madre lo buenas que eran sus primas con sus maridos, para la castaña era algo totalmente estúpido el tema de casados, no se veía teniendo que cumplir los caprichos de un hombre que no sabía ni siquiera asearse, algo totalmente asqueroso para ella, pero realmente deseaba tan siquiera que le tocara un hombre atento y fiel a ella, que la follara tan bien solo por ser su esposa, solo así, se volvería atenta con él.
—Y tú cariño, ¿Cuándo piensas casarte?
Ella tan solo suspiró harta, odiaba que siempre vinieran y fueran entrometidas con su vida amorosa, metiéndole ideas erróneas a su madre.
—No lo sé, pienso seguir viajando y disfrutar mi juventud.
—Hija, no lo tomes a mal pero creo que deberías pensar ya con quién casarte, los años pueden consumirte y después, quedarte a vestir santos.—comenta una de sus tías, mientras hace reír a la otra, excepto a su madre y ella.
Contaba hasta tres internamente para no atacar a su tía con las miles de groserías que pasaban por su mente. ¿Era necesario casarse para ser feliz? Claro que no, ella era muy feliz con su soltería y disfrutar sin ninguna atadura de algún hombre, sexo sin compromiso y dinero que ganaba por su propio esfuerzo, no necesitaba a nadie.
—Mi hija verá cuando será el momento, Kristen, y si no quiere hacerlo, mejor para mí.
—Pero Margot, ella ya está en edad...
—Mi hija es consiente de lo que hará en su vida, yo y mucho menos ustedes, deberían de meterse en sus decisiones, mi linda hija es feliz así y yo la apoyo, además, yo no la crie para que complazca a un hombre que solo la verá como su sirvienta personal.
Meloine miraba encantada a su madre, una sonrisa apareció en su rostro, mientras que sus tías quedaron en absoluto silencio, avergonzadas por lo de hace un momento.
—Mejor cenemos tranquilas, hoy mi hija está contenta porque cerró un negocio muy importante y quiero celebrarlo con ella.—Las señoras asintieron y tomaron sus copas para brindar con aquella mujer.—Y quiero dejar algo en claro, si vendrán a visitarme o en dado caso que yo las invite, no quiero que vuelvan a tocar temas personales en mi familia, ¿queda claro?
—Si hermana, lo sentimos. —exclama Loren, la hermana menor.
Margot era igual a su hija, solo que sus ojos eran de un azul claro y tenia el cabello rubio. Tenía un cuerpo bastante bien para su edad, su esposo estaba encantado con ella que se lo hacía saber todos los días, miles de joyas adornaban en aquel tocador de su recamara, Stefan siempre quería ver complacida a su mujer, se sentía orgulloso de ser él quien haya ganado su corazón, incluso en el trabajo lo halagaban por tener una mujer tan hermosa como ella.
No le importaba en absoluto ser también quien cumpliera con algunos roles que la sociedad pensaba que solamente le concernía a la mujer, pero él le daba exactamente igual que lo vieran con una bata de cocina o lavando la ropa, claro que la Margot cumplía con algunos deberes, pero Stefan quería ayudarla en casi todas las tareas de la casa por miedo a que su esposa llegara a lastimarse.
—¡Felicidades a Mel por ser una gran hija y buena trabajadora!—grita Margot, su madre.
—¡Salud!
Tanto como madre e hija, festejaban entusiasmadas por aquel logro, pero para sus tías, la envidia crecía en su interior, no cabía en su cabeza que la hija de Margot fuera una mujer emprendedora, opacando a sus hijas que solamente servían a un hombre que las trataba como un trapo sucio y mostraban signos de infidelidad hacia ellas.
[...]
Jungkook masajeaba su cabeza y soltó un suspiro, ver tanto papeleo le hacía estresarse demasiado, jamás salía ni mucho menos para invitar a una chica a salir, ninguna cumplía sus estándares, su abuelo estaba preocupado por eso, pensando que era homosexual e incluso se resignaba a que lo fuera.
—Aquí estás, necesito hablar contigo.
Eunwoo entró su oficina sin siquiera obtener el permiso del pelinegro, pues él sabía que su siempre era así, por lo que no se limitaba a repetir que no lo hicera de nuevo.
—Primero un "Hola amigo, ¿Cómo estas?", bien gracias por preguntar.
—Pues si te veo bien, para que perder el tiempo de preguntarte.
Jungkook rió divertido y le indicó que tomara asiento.
—¿Necesitas algo?
—Así es, quiero invitarte un trago.—este negó.
—Eunwoo...
—Te la vives en tu Oficina, incluso tus padres están preocupados por tu vida, ni novia tienes, ya llegaras a los 30 y jamás has probado lo que es tener un buen sexo.
—Eso es una perdida de tiempo.
—No me digas que aún no la olvidas.
El pelinegro inmediatamente pensó en aquella chica que había sido su novia por un año, pero que lamentablemente no tuvo la decencia de sentir amor por ella.
—No es por ella y la verdad ni la recordaba apenas que la mencionas.
—Bueno, al menos ya la superaste.
—¿Superar a alguien que jamás quise? Quedamos como amigos, pero la verdad ni siquiera me habla y ni yo a ella, creo que hasta ya se casó.
—Da igual. Solo quiero que vayas conmigo, necesito ver a una chica que conocí hace una semana.
—Vaya, ¿ya sentarás cabeza? —el castaño asintió.—Ya era hora.
—Por fin llegó la indicada.
—Como digas.
—Pero dime una cosa, ¿jamás has deseado tener una pareja?
Jungkook quedó en silencio, pensando la respuesta adecuada para su amigo, pero sabia que aunque le diera mil vueltas, siempre llegaría a lo mismo.
—Busco a una mujer que me complazca en todos los sentidos.
—¿Eres del tipo machista y todo eso? Estamos en el siglo XXI Jeon, ninguna mujer querrá ser tu sirvienta personal a estas alturas.
—No me refiero a que quiero una sirvienta, solo que tal vez quiero vivir una vida de casados, que cada que llegue del trabajo, me reciba cálidamente, tener un amor sincero, me cocine o yo le cocine a ella, tener hijos, no lo sé.
—Vaya, me sorprendes.
—Solo quiero ser amado.
—Entonces acepta ir por un trago, tal vez conozcas a una linda chica ahí.
Pensó un momento si sería buena idea, pues las veces que salió con aquel hombre que tenía delante, no salía para nada bien, hasta llegaba a pensar que hacían el remake de la película "¿Qué pasó ayer?", donde ambos terminaban en un lugar desconocido y aunque tampoco entendía como era que nunca amanecía con chicas, lo contrario a su mejor amigo.
—Si piensas que terminaremos como la última vez, te prometo que no será así.
—Pero si llego a sentirme incomodo, juro que me iré del lugar y jamás vuelvo a salir contigo.
—Tranquilo, me había comentado que llevaría a su mejor amiga para que la conociera.
—¿Y tuviste la brillante idea que podría hacer conexión con ella?
—¿Por qué no? Solo ve, y como dices, si no llegas a sentirte a gusto, te irás, ¿trato?
—Trato.
Eunwoo sonrió satisfecho, en parte esto era un plan de él para que su mejor amigo saliera de su soledad y pudiera relacionarse al menos con una mujer y si sus instintos se cumpliera, lograra tener una relación amorosa.
[...]
Aquella castaña se miraba en el espejo viendo como le quedaba aquel vestido, su amiga estaba acostada viéndola como se observaba.
—Ya te dije que te ves hermosa, ¿por qué no me crees?
Meloine suspiró y volteó a verla, teniendo una mueca desagradable y es que no se terminaba de convencer si ir a aquel bar era buena idea. No era que jamás haya ido a una, tenía un presentimiento un tanto desagradable que la atormentaba internamente.
—Es que no es eso lo que me inquieta, no estoy segura de ir.
—Vamos, un poco de diversión no te hará mal, además, necesito que conozcas a alguien.
—Pero...
—¡Nada Meloine! Anda, termina de arreglarte y yo te espero abajo, ese trasero necesita ser follado esta noche.
—No seas asquerosa.
—¡Me lo agradecerás!—grita cuando sale de su recámara, dejando sola a la fémina.
La castaña volvió a verse en aquel espejo, era de cuerpo completo, en las orilla tenía fotos de ella sola, unas dos con Keyla, su mejor amiga, aquella foto fue tomada el día de su graduación, ambas llevaban un vestido de color negro pegado al cuerpo, fue el día más feliz de ambas; las otras fotos eran con sus padres, y la última, era de ellos el día de su boda, su madre estaba embarazada de ella tenía dos meses.
Era increíble como pudo tener una familia plena, sin ningún problema que afectara su relación, aunque no descartaba que a veces tenían discusiones pero no era nada del otro mundo, solo cosas que cualquiera pareja podría alegrar fácilmente. Muy en el fondo deseaba tener un matrimonio como el de ellos, donde se viera el amor puro y que aunque existieran personas que lo vieran como algo ridículo, esto nunca los afectara, pero siempre terminaba decepcionada de los hombres que conocía.
Sacudió su cabeza, intentando borrar aquellos pensamientos que a veces lograba atormentarla, terminando de arreglarse y colocándose aquellos tacones que le había regalado su amiga, diciéndole que las luciera cuando saliera al trabajo o a alguna fiesta, como ese día, pues siempre le hacía saber que lucía muy sensual, resaltando sus piernas y curvas.
—¡Mel!, ¿ya estás lista?
—¡Si, ya voy!
Se hizo unos pequeños retoques en los labios y salió de su habitación, su amiga estaba sentada en el sofá observando su reloj mientras hacía un pequeño puchero con sus labios, moviendo su pies ansiosa.
—Ya estoy aquí.
—Vaya, por un momento creí que me dejarías plantada. Tu mamá salió con tu padre, como veían que tardabas en bajar, no quisieron presionarte, pero me encargaron que te dijera que te divirtieras y llegaras antes de las 5, aunque espero amanezcas con un hombre demasiado apuesto y pueda cumplirte tus mayores deseos.
—No solo pienso en follar, Keyla.
—Mmm, yo no estaría tan segura.
La castaña tan solo suspiro y le hizo un ademán para que salieran y fueran a ese dichoso bar. Su amiga le mandó mensaje a su novio indicándole que estaban listas y los esperaban allá.
[...]
Aquel lugar se inundaba del olor a alcohol y cigarro, personas besándose en la entrada del bar mientras que otras iban a sus autos con la intención continuar sus deseos desenfrenados.
—Aún no tengo idea del porque acepté tu invitación.—comenta Meloine mientras agarraba del brazo a su amiga.
Ella tan solo ignoró lo que decía su amiga y entraron al lugar, buscando a aquel chico que había robado su corazón, sin pensar, que la castaña de su lado, también encontraría al hombre que cumplía todas sus expectativas. Al ver que no llegaban aún, tomó de la cintura a su amiga y se acercó al barman para pedir un trago, Meloine escaneaba a cada persona, analizándolas como si fueran rarezas en el lugar, hasta que su vista captó a dos hombres atractivos, uno tenía el pelo largo, una camisa blanca y pantalón de vestir negro con zapatos del mismo color, mientras que el joven de atrás, era un poco más bajo que él, pero no podía negar que se le hizo mucho más a atractivo con aquel pantalón de mezclilla negro y unos botines a juego, su camisa era del mismo color, aunque más oscuro, este incluso pudo sentir la mirada de aquella chica, así que decidió verla recorriéndola de pies a cabeza.
—¡Meloine!
La fémina brinca del susto ante tal grito de su mejor amiga.
—¿Eh? ¡Porque gritas!
—¿Será porque no me escuchas? Mi novio ya llegó y su amigo también, ven, te voy a presentar.
La pelinegra no dejó que respondiera y la jaló para acercarla a ella mientras aquellos chicos se acercaban a donde estas se encontraban, Eunwoo fue el primero en saludar, presentándose ante la castaña y besando a su novia como si jamás la hubiera visto, sin recordar que tenían a sus amigos a su lado, haciendolos sentir un poco incomodos, Jungkook observaba a Meloine como tomaba un sorbo del trago de su amiga, cruzando sus piernas mostrando un poco sus bragas, sin darse cuenta que el pelinegro la observaba con un leve sonrojo en sus mejillas.
—Al parecer se han olvidado de nosotros. —comenta Jungkook ante tal tensión y el silencio que había generado aquella pareja.
—Si, creo que fue mala idea el venir pero al menos me divertiré un poco. Mi nombre es Meloine.
Ella estira su mano para poder presentarse hacia el pelinegro, quien con cierto nerviosismo, le devolvió el saludo.
—Jeon Jungkook, un placer.
—Bueno Jungkook, ¿quisieras divertirte esta noche?
—Mmm, claro, ¿por qué no?
—No te arrepentirás.—la castaña sonrió divertida. —Es más, vamos a bailar.
Este no respondió, en cambio, volteó para ver a su mejor amigo, quién ya no se encontraba cerca de ellos, aunque su mente ya sabía perfectamente a que lugar decidieron ir para tener más privacidad.
No negaba que estaba molesto por dejarlo solo y con una mujer tan sensual que había llamado su atención desde que entró al lugar.
Meloine lo tomó desprevenido del brazo, llevándolo al centro donde las personas bailaban al ritmo de la música, está era un poco sensual pero con un toque divertido. Jeon ni se inmutó, mucho menos cuando tenía a la castaña bailando frente a él, viéndolo coquetamente, sus ojos verdes eran tan seductores que podía sentir que estaba en el mismísimo cielo, sintiendo la necesidad de darle lo que pudiera con tal de estar junto a ella.
—¿Eres muy tímido o solo es mi imaginación? —pregunta la castaña al ver cómo este no decía palabra alguna después de decir su nombre.
—No, solo que siendo sincero, no sé qué más decir. Soy aburrido, ¿no?
Ella negó y sonrió. —Eres tierno.
Ambos rieron ante lo dicho por la castaña mientras bailaban, hubo un cambio de canción, por lo que ella empezó a bailar más sensual haciendo que Jungkook tragara saliva sintiéndose sofocar ante el calor que estaba enmanando el lugar, porque él pensaba que era por la gente que había, no era aquella excitación que sentía su cuerpo al ver como la castaña meneaba las caderas cerca de su pelvis sin descaro alguno y no era algo que lo desagradara.
Incluso cuando la fémina se agachaba, flexionando su cuerpo, mordió su labio inferior ante la vista de su grande y redondo trasero. Sus manos picaban y ansiaban por querer tocarlo, su mente le hacía una jugada con los pensamientos que empezaron a aparecer, algo loco para la persona que pudiera leer sus pensamientos.
Jeon estaba decidido a querer cortejarla, llevarla al altar y después ambos hacer el amor, donde el se dejara hacer por los deseos que aquella hermosa chica quisiera.
—Estoy cansada y un poco sudada. —comenta aquella mujer sacandolo de sus pensamientos.
—¿Quieres ir por otro trago?
Ella negó. —Algo mucho mejor.
[...]
Ambos bebian y reian a carcajadas de sus historias personales, el como ella jamás tenia algo formal con algún hombre por sus estereotipos de tipo ideal mientras Jungkook le contaba que jamás habia tenido una relación tan formal y solo tuvo una donde jamás pudo amarla.
—Yo solo sé que los hombres son tan inútiles al pedir una mujer que les haga todo, no saben ni siquiera tocar una lavadora o prender una estufa, es ridículo. —rió mientras le daba un sorbo a su botella de soju.
El pelinegro la miraba embobado, como sus mejillas se tiñeron de rojo por el alcohol, sus labios abultados por el desacuerdo que tenia de los fetiches de hombres machistas, como colocaba su cabello detras de su oreja cuando este le estorbaba y su piel clara que contrastaba con la luz de hogar.
—Pero sabes, a veces si quisiera casarme, tener un hombre que me ame, cumpla mis caprichos y lo más importante... —mira a Jungkook, quien traga saliva ante la cercanía de la fémina. —Me folle tan bien por ser una buena esposa.
—Tal vez puede cumplirse tu deseo. —Meloine rió negando con la cabeza ante la afirmación de aquel lindo chico.
—¿A sí?—pregunta mirándolo divertida mientras el asentia frenéticamente.
El alcohol hacia sacar su lado adorable siendo un gran hombre de negocios donde mostraba su personalidad varonil, sin embargo, habia algo en ella que lo hacía sacar su lado vulnerable, creando una tensión sexual entre ambos que si siguiera sus instintos, besaría a aquella bella castaña que llamó su atención con solo verla.
—Puedo ser yo aquel hombre.
—JA, muy gracioso Jeon.
—No es chiste, te lo digo en verdad, tal vez piensas que por el alcohol estoy diciendo tonterías, pero de verdad me interesa cortejarte, conocerte y hacerte cambiar de opinión sobre los hombres.
—Mmm, lo tendré que averiguar.
—Eso es...
—Shh... —interrumpe la fémina poniendo su dedo índice sobre aquellos labios que moria por besar, Jungkook la veía anonado, más aún cuando esta se subió a su regazo, dejando de lado su vaso.
Meloine sonrió satisfecha al sentirlo nervioso, le gustaba verlo sumiso ante ella, sediendo fácilmente ante lo que pidiera, observaba sus orbes negros, como estos brillaban al verla encima de él, aquella cicatriz que lo hacía ver realmente sexy, el oler su aroma versátil dejaba débil y sacar sus hormonas, su cabello despeinado, como aquella camisa dejaba al descubierto parte de su pecho, que subia y bajaba con tranquilidad.
Sus respiraciones se escuchaban ante el silencio del lugar, incluso podia escuchar los latidos de ambos, Jeon se removió un poco para tener comodidad al tenerla sobre él, se relamió sus labios al imaginarla montándolo mientras apretaba su cuello, era un fetiche suyo el ser dominado por una hermosa mujer y Meloine cumplía exactamente lo que deseaba.
—¿Te encanta verme encima de ti o solo es un fetiche tuyo verte sumiso ante mi? —comenta la fémina al verlo callado y este viéndola con adoración combinando con un deseo que aumentaba más.
Jungkook sonrió, a decir verdad pareciera que leia su mente, pero era imposible negar lo bien que se veía con esa postura dominante.
—A lo mejor, no sería mala idea.
—Apenas me conoces, no sabes si puedo ser una extraña psicópata o una mujer soberbia con el objetivo de atrapar hombres como tú y robarles su dinero.
—Sé quién eres por traerme a tu departamento y ver aquellos premios, aparte de los reconocimientos que adornan esta sala.
—Bien, tu ganas, pero...
—¿Pero?
—Hoy conocerás a la mujer que sabrá darte los mejores orgasmos de tu vida. —acercándose a su oído le susurra. —Además, hace que se te pare sin siquiera moverse.
La chica se aleja riéndose al ver la expresión de Jungkook, guiñandole un ojo mientras toma sus mejillas y lo besa intensamente.
[...]
Los chasquidos de sus besos, junto a sus respiraciones y el latido de sus corazones se escuchaba dentro de aquella habitación, ambos estaban sobre la cama, Jungkook tenia a Meloine sobre su regazo, quien le acariciaba delicadamente sus hombros hasta bajar a sus pectorales.
Desde que le había quitado la camisa, no desaprovecha la oportunidad de tocar aquellas partes atractivas del pelinegro, quien tampoco se quedaba quieto y manoseaba entusiasmado sus regordetas nalgas que cubría aquel tanga negro.
—Te ves tan guapo siendo sumiso, me pones mucho. —susurra seductoramente.
—Soy todo tuyo.
La castaña ríe y se levanta dejándolo desconcertado, pero inmediatamente vuelve a captar su atención cuando se aleja y se dirige hacia su buró donde toma un listón dorado y un lazo de encaje rojo, acercándose cautelosamente hacia el pelinegro, deja sobre la cama lo que había tomado, para después darse vuelta e inclinarse dándole un espectáculo grandioso a Jungkook de su trasero redondo, donde posteriormente toma los bordes de su ropa interior y los baja lentamente, mostrándole su intimidad húmeda.
Vuelve a girarse para mirarlo, mientras se deshace de su sostén, mostrando sus pechos, Jeon no podía describir lo que estaba sintiendo en ese momento, incluso quería levantarse y tomarla ahí mismo, pero antes que lo hiciera, la fémina se acercó a él y lo besó.
Lo besaba como nunca había besado a los hombres con quienes tenía encuentros sexuales, de alguna manera sentía que Jungkook no era como ellos y podía usarlo a su antojo.
—Desnúdate Jeon. —indica.
Este sin rechistar lo hace, dejando cautivada a Meloine, quien observaba su cuerpo como si fuera el mismo Adonis hecho por Dios.
Aunque sabía que lo era, Jungkook tenía un cuerpo de infarto, abdomen de lavadero, sus muslos gruesos, las clavículas perfectas, su mandíbula perfecta y ni hablar de su gran polla. Trago saliva al ver lo bueno que estaba aquel hombre, rápidamente tomó compostura y le indicó que se sentará cerca del respaldar de su cama.
Subió hacia él, y con aquel listón dorado vendó sus ojos, dándole un aspecto sexy, parecía un actor porno, no dudarían en contratarlo, finalmente cogió el listón de encaje para amarrar sus manos, dejándolo inmóvil.
—Pagaría por que vieras lo candente que eres estando así.
—¿Q-qué me harás?
—Más bien, que no te haré. Sólo pido que no calles tus lindos gemidos mientras te chupo la polla.
—Yo...
Meloine bajo hasta su miembro, sonrió al ver cómo el pelinegro reaccionaba ante su tacto, decidió molestarlo un poco, marturbandolo sacándole suspiros y logrando que se retorciera un poco. Su mano subía y bajaba, se le hacía la boca por ver cómo sus venas sobresalían y se hinchaba al sentir venirse, pero quería primero chuparlo un poco, dándole lamidas en la punta hasta bajar hacia sus testículos, Jungkook gemía por las benditas sensaciones que ocasionaba, quería tocarla, tomar su cabello y follar su boca, pero todo pensamiento se fue al carajo cuando sintió como metía su pene a su boca, su saliva recorría la base de su tronco, lo chupaba tan bien que solo podía mover sus caderas para buscar más contacto.
Un "pop" se escuchó al momento que la castaña sacó el miembro de su boca, admitía que era grande y si hacia comparación, los hombres que había conocido se quedaban cortos a lado de Jungkook.
—¿Te gusta como te la chupo?—pregunta para volver a metérselo en la boca, marcando un movimiento constante.
—Si, sigue nena...
Sabía tan bien que sería su pasatiempo favorito el chuparselo, y más aún como este se corría en su boca.
—Sabes tan bien, pero quiero tenerte dentro de mí.
Se colocó encima de él, haciendo contacto su hinchado clítoris con su miembro, Jungkook sentía que moría, detestaba aquel listón que cubría sus ojos.
—Quítame esto, por favor.—exclamó frustrado, siendo ignorado por la castaña.
Esta movía sus caderas de adelante hacia atrás, suspiraba por lo bien que se sentía, agradecía a su amiga el invitarla a aquel bar y que sus papás no estuvieran en casa, ahora está disfrutando de un chico tan caliente.
—Quiero tocarte, vamos... Oh Dios, te sientes tan bien y aún no meto mi polla en tí.
—¿Eso quieres? Pidelo como un buen niño.
—Déjame meter mi pene en ti, por favor. —lloriquea sintiendo venirse de nuevo por el delicioso vaivén que hacia la fémina.
—Veremos que tan bien follas aún estando amarrado.
Levantó un poco su cuerpo para poder autopenetrarse, las olas de placer que estaba sintiendo al sentirse tan mojada y tener dentro a Jungkook, la hacían delirar, sentir sus venas, su tamaño que cumplía con tocar aquel punto dulce, le encantaba de sobremanera.
—Mmm...te sientes tan grande. —murmura, mientras se siente satisfecha.
—Es todo tuyo, úsalo como tu quieras hermosa.
—¡Oh, si sí! —gime al moverse de adelante hacia atrás, se sentía tan bien en esta posición.
Le excitaba ver cómo Jungkook formaba una "O" con sus labios, como gemía ronco cuando ella aumentaba la rapidez de sus movimientos, tenerlo a su merced y con los ojos vendados era algo muy placentero para ella.
¿Por qué los hombres no podían ser como él a la hora del sexo?
Basta de comparaciones. —se dijo así misma.
Follarse a Jeon Jungkook sería el mejor recuerdo de su vida.
—Te sientes tan bien Mel... Brinca sobre mí, anda.
Ella tan sólo sonrió seductora, mientras lo desataba para empezar a dar saltitos, creando un sonido morboso por los fluidos de ambos. Jungkook mientras tanto, agarró sus caderas para que brincara con fuerza, moría por tocarla, sentir su piel suave, pero deseaba verla, ver sus expresiones al montarlo.
—¡Ah, Jungkook!
Sentía su orgasmo cerca, sus sentidos se agudizaban y gemía alto, no importaba que la escucharan, mucho menos el ruido de la cama chocar contra la pared cuando Jungkook decidio follarla duro, dejando de lado la sumisión para mostrarle la versatilidad que él tenía, que también podía cogerla tan bien, hacerla gritar como lo estaba haciendo.
—No puedo verte pero puedo sentir que tu rico coño se está llevando una buena follada.—exclama.—Por favor, dejame ser tu esposo, prometo cumplir tus mayores deseos.
—No crees que es muy pronto, ni siquiera entablamos la charla y estamos follando. —ríe ante lo dicho por el pelinegro. —Voy a venirme, ¡Oh cielos, si!
—Vamos, hay que venirnos juntos bonita, amo como aprietas mi polla.
Dirigió su mano a su clítoris a la par que la follaba, el eco de la habitación solo eran sus testículos golpear su trasero, también las nalgadas que este daba a la vez que apretaba los senos de la castaña, quien los acercó a él para que pudiera mamarlos a su antojo.
Ambos sintieron el golpe del orgasmo, Meloine mojando su torso y este llenandola mientras un rastro de su semen se escurria entre sus muslos.
La mujer decidio quitarle aquella venda, para después besarlo sin dejar que hablara, una sesión de besos después de un buen sexo no le veía nada mal, Jungkook al cortar el beso, la acurrucó sobre su pecho, acariciando su espalda desnuda, tranquilizando sus respiraciones, hasta que decidió hacerle una propuesta.
—Si aceptas conocerme y en algún punto a futuro, ser mi mujer, prometo follarte tan bien todos los días. ¿Qué dices?
—No lo sé, pensé que solo sería cosa de una noche, ¿tanto te gusté?
—Mmm, no veo porque negarlo, somos adultos y el follar antes de conocernos más no veo nada de malo.
—Lo pensaré, ahora solo quiero descansar.
—Bien, buenas noches futura señora Jeon.
—Buenas noches, Jungkook sumiso.
Este negó y cerró sus ojos disfrutando del calor de su cuerpo, ahora sólo esperaría que llegara la mañana y pudiera invitarla a salir debidamente, porque jamás dejaría escapar a una mujer tan hermosa y dominante como Meloine Scott.
¡Hola! Espero se encuentren bien, por fin les traigo el capítulo de este OS que hice especialmente para sanbabie, espero te guste JAJAJAJA, me pediste un jk sumiso así que espero se acerque a lo que tanto querías.
Sin más, disfruten del capítulo y díganme que tal les parece.
Nos leemos pronto, besos 💋.
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