1.09

CAPÍTULO NUEVE
PICO PARK

HACIA YA ALGUNOS DÍAS QUE Aldo había abandonado la casa de los hermanos para regresar a la suya. Rebecca pensó que se libraría de él por un buen rato, pero el universo le tenía otros planes.

Rebecca se encontraba en la cocina, preparándose algo de comer para antes de su stream. Pero fue interrumpida por su teléfono vibrando en la encimera. Cuando vio el nombre de quien llamaba, puso lo ojos en blanco antes de contesta.

—¿Porque sigues teniendo mi número?—pregunto, recordando que le había pedido que borra su número para siempre.

Buenas Tardes para ti también Rebe.—la voz de Aldo sonó al otro lado de la línea.

—¿Que quieres Nahual?—pregunto la rubia, dándole la espalda a su teléfono y regresando a su tarea inicial.

Mariana, Roier, Rocio y yo vamos a jugar Pico Park, ¿quieres jugar con nosotros?—le preguntó Aldo, haciendo que Rebecca se girara hacia su teléfono.

—Ya se que Osvaldo, Roier, Rocio y tú van a jugar Pico Park, pendejo, por que yo también voy jugar.—se burlo Rebecca, al darse cuenta que su hermano no le había avisado.

—Oh, es que como me amas un chingo pensaba que aceptarías mi invitación.

—Oh por dios, me atrapaste.—dijo Rebecca, con un tono sarcástico.—¡Estoy tan enamorada de ti Aldo Geo, que no estoy soportando la idea de que ya no está aquí!

Rebecca volvió a poner los ojos en blanco cuando escuchó la risa de Aldo al otro lado de la linea antes de colgar.


















—¡Quédate quieta, Roció!—le gritó Rebecca a su amiga, mientras movía su gato de color rojo sobre el gato amarillo.

—Dale Rocio, gírate más pa la derecha, men.—le dijo Osvaldo.

—Pero, ¡muévanse!—gritó Roier, moviendo su gato de color azul.

—Ya estoy abajo solo súbanse y ya wey.—dijo Aldo.

—Roció, sube coño.

Cuando los cinco gatos estuvieron uno encima del otro, Aldo movió el suyo. Roier subió por la llave y, al caer sobre la pila de gatos, empujó el gato de Rocío. En un intento por salvar su gato, la castaña se cayó, y perdieron.

Estuvieron así un buen rato, con gritos, regaños, mentadas de madre, Aldo y Rebecca tratando de mantener el orden, entre otras cosas. Por supuesto, los chats de ElMariana, AldoGeo y LilRebecca estaban alborotados al ver a Aldo y Rebecca llevándose bien durante tanto tiempo, para ser precisos, una hora y media.

Cuando todos terminaron el stream, Aldo decidió molestar un poco a la rubia.

Rebecca carraspeó, intentando aliviar el ardor en su garganta. Buscó su botella de agua en el escritorio, pero justo cuando la encontró, recibió una llamada en su teléfono.

Hola, princesa, ¿cómo estás?—,preguntó Aldo en cuanto Rebecca contestó.

Rebecca casi se atraganta con el agua al escuchar el apodo. Aunque Aldo no podía verla, la rubia levantó una ceja confundida mientras sostenía su celular.

—Con ardor de garganta, ¿y tú?—le preguntó ella, mientras limpiaba un poco la superficie de su escritorio.

—Y yo que pensaba que no te gustaban los vatos.—Aldo se rió entre dientes. Rebecca rodó los ojos, se levantó de su escritorio y tomó su teléfono para dirigirse a la cocina.—Pero, yo puedo ser tu vato.—le dijo Aldo, pero Rebecca le colgó sin molestarse siquiera en despedirse.

Aldo dejó escapar una carcajada cuando los demás también rieron.

—Buena forma de conquistarla.—se burló Roier.

—¿De que chingados hablas?—pregunto Aldo, dejando de reír.

—¡Nada, nada!

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