⸻ ⋆ 𝐬𝐞𝐢𝐬 ; 𝐭𝐮𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐩𝐨𝐢𝐧𝐭 ⋆


































(🌙) Chapter 06; 𝐭𝐮𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐩𝐨𝐢𝐧𝐭

❝ ¡YO TRATE DE SEPARARTE DE GEORGE EN ESA FIESTA POR MUCHAS RAZONES MÁS ALLÁ DE QUE ESTUVIERAS CON COPAS EN LA CABEZA, ALESSIA! ¿¡QUE NUNCA TE DISTE CUENTA!?
¡ESTABA CELOSO! ¿CONTENTA? ¡ME ENERVÓ IMAGINAR AQUELLA ESCENA QUE FUE ESA MISMA LA QUE ME HIZO CAER EN CUENTA QUE JAMÁS SERÁS INDIFERENTE A MI CORAZÓN! ❞





















15 de agosto del 2022
📍Mónaco, Montecarlo




¿Alguna vez han sentido que no saben nada de lo que están sintiendo? O peor aún, ¿Qué no reconocen sus emociones ni sé permitieron en todo este tiempo en sentirlas? En retrospección, así me estoy sintiendo en estos momentos.

Estoy jodidamente perdido, confundido. Jamás me había detenido por un momento en pensar, en analizar y comprenderme a mí mismo de qué es lo que en realidad quiero para mí vida.

No sé si se trate de un punto de inflexión o algo parecido al haberme animado por primera vez en detenerme un momento y digerir cada momento en mi vida, pero desde la llegada de aquella mujer de ojitos lindos, aquella venda que tenía sobre mi ojos poco a poco se fue desapareciendo.

Cada vez que comparto con ella las risas nunca faltan, todo pasa de ser sombrío a colorido; no sé cómo, pero ella tiene algo que... ¡dios! tan solo quiero seguir a su lado, refugiarme en sus brazos como niño pequeño, contagiarme de su energía y hacerla tan feliz...

No me consideraba una persona dependiente, o eso creía hasta hace poco cuando se fue a Oxford a visitar a unas amigas. Llegué a pensar que se trataría de unos dos o tres días máximo, sin embargo, al ver una foto de ella siendo tan feliz en una inesperada cena en Londres con sus amigas y en compañía de George supe que no volvería tan pronto como me esperaba; odio esto. De verdad que no soporto.

No soporto el no poder escuchar su melodiosa y pegajosa risa por el departamento, odio el no poder detallar si sus ojos son más verdes que azules, no soporto no poder compartir cientos de anécdotas con alguien en quien confío, no soporto no tener razones para reír, no soporto saber que no soy yo el que está con ella, y sobre todo no soporto el no tenerla a mi lado.

Cierro mis ojos con el teléfono apoyado en mi pecho. No considero nada normal el hecho de que mi corazón lata como un loco con tan solo una fotografía de Alessia sonriendo.

Ni siquiera en los primeros meses de relación con Kelly cuando todo pintaba ser de color rosa tenía aquel efecto. Es extraño para mí todo esto, pareciera que estuviera redescubriendo tantas cosas que en un principio consideraba que el amor era sentir ansiedad, dependencia emocional a tal punto de no importarme ni un poco mi bienestar.

Por esa razón nunca me he animado en decirle nada a Kelly. Siempre he considerado que ella tiene la batuta y la razón en todo; todos mis amigos me decían lo mismo; Max por qué te dejas manipular" "eso no es amor" "deja de ser tan dependiente" "es mejor estar solo a estar con alguien que no te quiere ni te respeta".

Es la primera vez que me replanteo todo.Y aunque me cueste admitirlo en voz alta, Charlie tenía la razón sobre mí; soy una persona dependiente, con temor a la soledad e incapaz de alejarme a la que considere en algún momento como el amor de mi vida.

—¿Qué haces aquí?—La voz enojada de mi novia llega hasta mis oídos provocando que lleve mi mano derecha sobre mi rostro. Ya estaba harto. De verdad exhausto de pelear con Kelly en este tiempo de descanso—. ¿Qué no escuchaste que te estaba llamando?

—Hola amor, ¿cómo estás?, yo algo cansado gracias por preguntar.—respondo irónicamente, gesto que hace que Kelly se enoje aún más—. ¿Sabes? a lo mejor si empiezas así la conversación sería un poco más amena.

—Que graciosito que eres.—se quejó, provocando que ruede los ojos y chasquee mi lengua en reproche—. ¿Por qué estás tan arreglado? ¿A dónde te vas?

—Voy a salir a cenar y luego de fiesta con Charles, Pierre y Lando.

—¿A dónde?

Ruedo los ojos ante su tono reacio e insistente.

¿Qué no le bastó para discutir por la mañana? e inclusive, ¿las anteriores semanas?

—Pues a un lugar donde tú puedes ir con tus amigos a comer algo rico y otro donde puedes bailar o simplemente charlar con tus amigos con buena música y ambiente. ¿Nunca has ido a uno? Que extraño, la gente tanto de mi edad como la tuya generalmente suele ir a ese tipo de planes. Y que yo recuerde, según tú sueles ir con tus amigas a este tipo de lugares.

—Yo jamás te he dicho que voy de fiesta, Max. Jamás. No sé de donde te inventas tantas cosas pero desde que tengo a la niña me he restringido de muchas cosas. ¿No crees que es un poco riesgoso para nuestra familia el que salgas?

—Dame una razón válida y te juro que me lo pensaré. —le respondo posando mi mano derecha sobre mi rostro con pesadez. —. Y no me vengas a decir que te afecta un estupido rumor porque bien sabes que te he sido fiel de pies a cabeza.

Observó como aprieta sus puños y no puedo evitar girar los ojos. Ya estaba más que claro para mí que respuesta me daría, no había necesidad de escucharla, no era novedad.

—¡Es que tú nunca me escuchas!—exclamó histéricamente —. ¡Los comentarios afectan mi salud! ¡La relación, Max! ¡No sabes lo mal e insegura que me siento cada vez que cruzas esa puerta solo!

Si algo puedo decir es que odio cada vez que Kelly empieza a actuar de esa manera. Detesto que juegue con esa carta que ni siquiera le corresponde; nunca le he dado motivos para que desconfíe de mí, y eso es lo que más impotencia me da.

Charles también tenía la razón en ese punto. Ella no era quien para privarme de mis planes, amistades, cosas propias; siempre suelo ser muy precavido, así que no entiendo por qué razón le preocupa tanto los rumores. Vive tan pendiente de ello, de lo que el mundo piensa e inclusive me atrevo a decir que enfoca más eso que nuestra propia relación en sí.

—¿Sabes que? Ahórrate las demás cosas que me tengas que decir, de todas formas iré. —le respondo de mala gana. Kelly abre sus ojos como plato, y la entiendo. Es la primera vez que le respondo de esa manera—. Pocas veces salgo con ellos, y lo sabes muy bien, Kelly. Me he dedicado a dejar de lado mi felicidad por la tuya ya que siempre que quiero hacer algo por mí solo sueles venir con ese cuentico tuyo. —continúe—. Seré honesto contigo, y es que estoy cansado, harto, aburrido y entre otros sinónimos de toda esta situación. Siempre es lo mismo contigo, las mismas peleas y el mismo "no lo volveré a hacer". Es una puta monotonía.

—Amor...

Suelto un pequeño bufido y la interrumpo—. No Kelly, no. Amor nada. —niego con la cabeza—. No quiero escucharte. Al menos, no ahora. Hablaremos después.—le termino de decir e intenté irme lo más pronto posible del departamento. Sin embargo, ella no parece entenderlo ya que se pone en medio del camino.

—¿Te estás escuchando? Porque estás teniendo una actitud tan reprochable que no sé en qué momento la adquiriste. Tú no eres así. —se quejó —. Todo esto es culpa de tú amigo el monegasco y la odiosa de mi hermana quejándose de mí, ¿no?. Debe ser eso, claro que debe de serlo; la sufrida esa creyéndose mejor que yo y buscando una pizca de atención que nunca ha podido obtener.

—Todas las personas se cansan, no creas que porque te ame no tenga derecho. Alessia no tiene la culpa, ni mucho menos Charles. No ganas nada victimizandote una vez más y culpar a otras personas por tus errores. —le respondo—. Hablaremos después. No quiero que esto crezca a mayores como semanas atrás; espero que pienses en lo manipulable que estás siendo conmigo porque no doy más.

—¿Es esto una amenaza lo que estoy escuchando?—preguntó toscamente Kelly estando ahora a mis espaldas. Decido girar la perilla de la puerta y abrirla en un movimiento, no tenía intención alguna de darle la cara.

—Tomalo como quieras. De tí depende que pase con todo esto.—La manera en como me expreso me sorprende, no estaba exaltado, pero era la primera vez que la dejaba en su lugar.

Cierro la puerta en un movimiento y a medida que voy caminando hacía el ascensor puedo escuchar los gritos de Kelly; prefiero apurar el paso y evitar más presagios de los que ya había tenido casi el día y semanas; al llegar al estacionamiento, no pierdo tiempo y arranco el carro a toda velocidad por las calles de Mónaco.

No me tomó tanto tiempo llegar a aquel club en el que quedamos en vernos, por lo cual, estaciono mi auto y no puedo evitar darme un pequeño golpe en la frente contra el volante de la rabia. Me siento como un estupido, y lo soy. Todo este tiempo he normalizado miles de comportamientos en mi vida tan reprochables por parte de mi familia, novia y muchísimas personas más por el simple hecho de pensar que el malo de la historia soy yo.

Después de un buen tiempo tratando de tranquilizar mi mente, suelto un largo suspiro y tomo mi abrigo de los asientos traseros de mi auto para luego bajarme de este mismo y encaminarme a donde me estaban esperando. Al llegar, soy incapaz de decir un "hola" ya que Charles me toma por sorpresa y me abraza fuertemente.

Sonrió y le correspondo este mismo. Soy consciente de lo feliz que se encuentra al verme e infiero que asume que por primera vez he seguido sus consejos; los saludos no terminan, ya que se encontraba en los asientos un alegre lando junto con su novia, Sophia y un par amigos de Charles.

—¿No deberíamos abrir una botella de champagne por este momento? Digo, es la primera vez que Max viene a una de las tantas salidas sin su novia.

Niego divertido ante el comentario de Pierre. No podía reprocharle, era cierto; es la primera vez después de tanto tiempo que puedo darme la libertad de hacer mis cosas sin sentirme mal en hacerlo.

—Ya entendí que me aman, pero tampoco sean tan urgidos, que me sonrojan. —bromeó, provocando que todos los demás rieran por mi comentario.

El tiempo pasaba y las ocurrencias de Lando y Pierre toman protagonismo en tan solo un segundo. Sin embargo, por más que intenté integrarme no puedo, y no porque no quiera. Aún sigo pensando en todo lo que ocurrió con Kelly y en lo permisivo que fui durante un buen tiempo.

—¿Todo bien amigo?—me preguntó Charles de repente. Poso mi mirada en él e intenté acomodarme mejor en el asiento —. Te noto algo disperso.

Chasqueo la lengua en reproche detestando lo evidente que soy.

—Sí, lo siento. Solo discutí con Kelly, ya sabes, lo normal en mi relación. Pero todo bien, ya no me afecta tanto. —restó importancia e intento cambiar de tema—. ¿Quieren otra ronda? Yo invito. —les comento al ver ahora lo casi vacía que se encontraba la botella de champagne.

Lando suelta una pequeña carcajada, por lo que frunzo el ceño confundido. ¿Había dicho algo para que se riera o se estaba burlando de mí por invitar algo de beber?

—No te preocupes, los chicos ya vienen y quedaron en invitar las demás rondas por llegar tarde a la reunión. —me dice Lando, y al notar lo tan confundido que me encontraba negó divertido —. Ah cierto, se nos olvidó mencionarte. Es que creímos que no ibas a venir como las anteriores veces, así que invitamos a más personas.

—Pensé que solo seríamos los tres y un par de amigos de Charlie.

—No te pongas celoso mi leoncito—se burló Pierre des alborotando mi cabello. Me quejo con un bufido y posteriormente le dedicó una mirada disconforme al verme en la cámara de mi celular—. Como creíamos que no vendrías, pues los de siempre, Max. Vendrán Carlos, Lewis, Checo, Daniel, y creo que George. Aunque bueno, a George tengo que admitir que lo invitamos a último momento, así que será el que más tenga que gastar dinero.

—¿Dijiste George?—le preguntó alzando un poco mi voz y me siento algo avergonzado al denotar lo tan abiertos que estaban los ojos de mis amigos ante mi tono —. Perdón, es que me cogieron imprevisto.

—Sí, ese. El mismo George que conocemos todos nosotros. —me dice algo confundido Lando entrecruzando a su vez sus brazos —. ¿Te molesta? Porque pensamos que sería buena idea traerlo. Digo, pues con él también viene tú cuñada porque nos cae bastante bien.

—¿¡Alessia también viene!?—exclamé ahora aún más fuerte que la anterior vez, provocando que estos empiecen a sospechar que algo ocurría.

Y claro que si lo hacía.

Ella no se había contactado conmigo en todo este tiempo. ¿Cómo no me iba a emocionar y a su vez provocar miles de sentimientos dentro de mi ser por esa noticia?. Es simplemente ella.

—¿Sucede algo que tenga que saber, amigo?—me preguntó Charles. No sé que pasará por su mente pero podría apostar más de un euro que probablemente supiera mi incomodidad con el britanico a causa de su constante coqueteo con Alessia; Charles no era ningún idiota.

Opto por tomar el camino más fácil y me sirvo desmedidamente en mi vaso gran cantidad de champagne, la cual, me la paso como si se tratase de un simple vaso de agua; Charles me observa con ojos como plato, y yo me quejo por lo mucho que quemaba mi garganta.

—Traigan otra más fuerte. —respondo con un amargo sabor en mi boca por la cantidad de trago que tome en un solo vaso; ¿soy yo o la vida de verdad últimamente está jugando en mi contra? primero Kelly y ahora tendré que ver como aquel inglés coquetea al frente mío con Alessia.

No sé como haría, pero definitivamente soy consciente que no seré capaz de soportarlo una vez más.

Definitivamente no era mi día.

Y vaya noche la que me esperaba.














[...]














No sabía en qué momento de la noche había consumido tanto alcohol ni de dónde había salido esa cantidad. Bueno, para que miento, los chicos habían llegado y cada uno de ellos se la pasó comprando botellas a montones; tampoco recuerdo en qué momento terminé de mi primer trago al casi décimo, y si no tuviera un buen aguante como él que tengo soy consciente que estaría peor de lo que ya me encuentro.

Efectivamente George llegó, y consigo, con Alessia.

Tuyo de un tal Mora suena por todo el club y aunque no supiera que carajos decía la canción por alguna razón estaba tan entretenido que daría por hecho el tener que descargar aquella canción al ver a Alessia meneando sus caderas tan sonriente; me gusta como se ve, completamente. Una verdadera diosa en todo el sentido de la palabra.

Aquel vestido color rojo que se acentuaba perfectamente a su pequeña cintura y caderas ciñe aún más curvas y eso me entretiene, es mi perdición. No llevaba maquillaje cargado, ni siquiera se habían puesto sombra. Solo tenía una fina capa de máscara, un delineado sutil y sus carnosos labios decorados de un labial rojo que por cada trago que llevo cada vez más me invita a probar.

Su mirada tampoco me ayuda, más aún si de vez en cuando se mantiene sobre mí; me tienta, aquellos ojos verdosos que tienen algunos juegos de azules me tienta.

Doy otra probada de mi trago sin dejar de verla desde mi lugar; no sé si mi consciencia siga del todo cuerda, a lo mejor no. Ya que los pensamientos hacía mi cuñada son todo menos esa palabra.

Alessia vuelve a fijar su mirada sobre mí y siento un corrientazo pasar por toda mi columna vertebral. Esa mujer sí que me volvía loco con tan solo una mirada; me sonríe, y yo como un atontado tan solo le trato de corresponder con la misma acción.

Ningún hombre la merece, ni siquiera yo al estar pensando tan incorrectamente de la hermana de mi novia; denoto como los labios de Alessia sueltan un claro "Baila conmigo". No soy experto, la verdad es que me declaraba un pésimo bailarín, pero por ella, me daba igual pasar el oso frente a todo mundo.

La canción cambia y de repente resuena "la forma en que me miras", un buen tema por cierto. Suelto una pequeña carcajada al ver como aquella mujer empieza a cantar a todo pulmón la canción, no sabía que hablaba español; lo único que entiendo es la parte de "cuando tú me miras, yo solo sé que el pasado se olvida", y vaya que sí que aplicaba a mi situación. 

Me levanto de mi asiento y me apresuro a ir hacía su dirección. Al estar cerca, Alesia tomó el atrevimiento de tomar mi mano y jalarme hasta llegar a una parte de la pista de baile.

—¿Eres consciente de lo emocionada que estoy por la canción, cuñadito?—me preguntó —. Para que sepas, es una de mis favoritas.

Suelto una pequeña carcajada. —Te prometo que me esforzaré. Solo por tí. —Musito gravemente. Nuevamente me cuestiono a mi mismo sobre mi estado e increíblemente no luzco para nada avergonzado a pesar de mi carente habilidad en la danza.

Alessia con su dedo índice hace un gesto para que me acercara más a ella, y quien soy yo para negarme en estos momentos. Aprovecho y poso mis manos con la intención que se aferrara más a su cintura y caderas.

La observó con una pizca de curiosidad y una pregunta dentro de mí surge si ella se encuentra igual de copas pasadas que yo. No lo sé, pero en un movimiento, aprovechó y enrollo mis brazos en su suave y provocativo cuello logrando que nuestras caras queden a unos cuantos centímetros de distancia.

Maldita sea.

Esto no me está ayudando para nada a apartar esos pensamientos de mi mente.

Me siento nervioso, probablemente enrojecido por el calor o por la cercanía; la había extrañado. Todo de ella lo había extrañado, y algo me dice que una parte de ella también a mí.

—No sabes lo mucho que te extrañe, Max. —dice, con una pequeña sonrisa en sus labios —. De verdad, no te imaginas lo mucho que te quiero.

Relamo mis labios nerviosos.

"Yo también te extrañe, pero si supieras los pensamientos que están pasando en mi mente te alejaras un poco de mí" Pensé sin dejar de verla. Era la primera vez que la tenía tan cerca. Podía notar que poseía pequeñas pecas en sus mejillas y nariz, que sus ojos en realidad eran más verdes de lo que pensaba, sus pestañas parecían paraguas y ni hablar de sus labios, los cuales de pronto provocaron en mí una hambruna.

—Yo también te extrañe, Ali. Y no sabes cuanto. —le confesé—. ¿por qué no me escribiste?

—Mi hermana no me lo permitió, Max. —respondió, provocando que frunciera el ceño—. Quería hacerlo, pero ella... bueno, hay cosas que no sabes y prefiero no meterme en problemas.

Quería preguntar, indagar qué carajos era lo que estaba sucediendo. Sin embargo, un sonriente George Russell se la lleva de un tiron dejandome como un tonto solo en la pista de baile.

Aprieto mis puños enojado al quedarme como tonto observandolos. George no quería separarse de ella ni tampoco tenía intención de hacerlo por toda la noche. Le gustaba mirarla tanto como a mi me gustaba. Y el bonito vestido rojo tampoco ayudaba.

No sé en qué momento o si se trataba de los tragos haciendo estragos en mi mente pero denoto como este en un movimiento se acerca hasta quedar a cuestión de milímetros para chocar sus labios con los de ella; me enerva, sin explicación alguna me enerva y un montón.

Ni siquiera esto me sucedió cuando Kelly en los primeros meses de relación algún tipo trataba de besarla.

Sin pensarlo bien, me acerqué hacía ellos lo más pronto posible. No me contengo, y cuando estoy frente a los dos, sin esperar siquiera mi presencia, quito al britanico de un empujón que lo lleva al piso. Su rostro transmite molestia pura, mientras sus ojos azules con las pupilas dilatadas por el alcohol que seguro debe tener en su cuerpo igual que yo me ven de coraje.

—¿¡Qué carajos pasa contigo!?—se levantó George molesto, para luego acercarse hacía mí y empujarme de vuelta. —Respondeme. —exijo fuertemente. A sus espaldas ya se estaban acercando Pierre y Daniel para retenerlo, así que no dudaba que tanto Charles o Checo estuvieran en las mismas conmigo

—¡Alejate de ella!—exijo de vuelta. —¡La ibas a besar maldito! ¡La ibas a besar sabiendo que está igual de borracha que nosotros—exclamó y la sangre me hierve al imaginarme aquella escena—. ¡Sueltenme! ¡Lo voy a acabar!

Me encontraba como un león, dispuesto a atacar y acabarlo. No dudaba que George también se encontraba en las mismas; por un momento mi mirada se posa en Alessia, increíblemente me tranquiliza con tan solo una súplica en ella.

Y en ese preciso instante, caigo en cuenta de todo: el por qué Kelly la mencionó en la discusión y en las anteriores de las semanas pasadas, el por qué le prohibió acercarse a mí, la posible razón de que mi corazón latiera tan rápido al tan solo verla.

Trago saliva nervioso aún manteniendo el contacto visual entre ambos. Tengo miedo. Por primera vez tengo tanto miedo de algo que no podré esconder.

Y la realidad que difícilmente estoy tratando de asimilar, es que Alessia Piquet, para mi corazón, jamás será ninguna desconocida ni secundaria en mi vida.

Oh no.











DISCLAIMER

✦ Hola! Este es el sexto capítulo. ¿Qué tal les pareció? Espero que les haya gustado y sea de su agrado esta fanfic.

¿Qué tal les pareció el capituló? JAJAJAJAJA LES DIJE EN EL AVISO QUE SE VENDRÍAN VARIAS COSITAS JUNTAS, NO ME CULPEN PERO TENIA QUE ESCRIBIR UNA ESCENA ASÍ JAJAJAJAJAJA

Es mi primera vez haciendo un pov de Max JAJAJAJA, díganme que no fue desastroso. ¿Les gustaría ver más perspectivas de Max de aquí en adelante? ¿O también de Alessia? Dejen su comentario acá.

NUEVAMENTE quería mencionarles algo y es que esta historia está conectada con la de Charles Leclerc con la hermana de Max, Lydia. Pueden pasarse si quieren, se llama "I'M YOURS"

Por otro lado, cómo les dije en el anterior cap, acá confirman que cada vez más George va a ser muy relevante para la fanfic JAJAJAJAJAJAJAJA🤍🫶.

Sin más, nos vemos después 🤍.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top