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wanna be yours
epílogo | amor de verano
...
—VAMOS, CYLIA—,dijo una mujer con el pelo negro hasta los hombros y unos preciosos ojos verdes. Parecía tener poco más de treinta años.—¡Tenemos que irnos!—
—¡Ya voy, mamá!—,dijo una versión más joven de Cylia Mathers, quizá de unos diez años.
La madre y la hija estaban en el salón de la antigua casa de Cylia.
—Agárrate a mi mano—,ordenó la mujer.
—¿A dónde vamos?—
Pero antes de que la mujer pudiera responder, la pareja se había aparecido en una gran sala, poco iluminada y rectangular, cuyo centro estaba hundido, formando un gran pozo de piedra de unos seis metros de profundidad. Estaban de pie en el fondo de la habitación, los asientos de piedra recorrían toda la sala y ascendían en escalones como un anfiteatro.
Donde estaban la madre y la hija había un arco de piedra de aspecto antiguo. Un velo negro y arrugado colgaba sobre él y soplaba ligeramente a pesar de la quietud competitiva del aire frío circundante.
Tanto la madre como la hija habían envejecido, la madre parecía tener unos treinta años y la hija unos quince. Tenían el mismo aspecto que Cylia y su madre el día que murió Kira. Y estaban parados exactamente donde Kira tomó la maldición imperdonable para su hija.
—¿Mamá, dónde estamos?—preguntó la hija.
La madre comenzó a caminar lentamente alrededor de la hija.—Cylia, aquí es donde me mataste—.
—¿Qué?—
—Todo fue culpa tuya. ME MATASTE, YA NO ESTOY AQUÍ POR TU CULPA—.
Las lágrimas comenzaron a correr por los ojos de la hija.—M-Madre, yo no...—
—TODO ES CULPA TUYA—.
—P-por favor, mamá-—
—No eres una hija para mí—,gruñó la madre.
Y, de repente, los rostros de la madre y la hija empezaron a transformarse hasta que no quedó más que un abismo negro.
—¡Cylia, despierta! Ey-—
Se levantó de golpe, con los ojos abiertos de golpe, temblando y luchando por atrapar el aliento.
—Hermione-¿Cuándo has llegado aquí?—
—Hace un momento—,respondió Hermione, abrazando a Cylia después.—¿Estabas teniendo otra pesadilla?—
—Eh, sí—.Cylia se sentó y se frotó los ojos.—¿Cómo has sabido que he tenido pesadillas?—
—Ron me lo dijo, en su última carta-er, perdón . . .—
—Oh, no importa eso. ¿Cómo ha sido tu verano hasta ahora?—
—Bien, un poco estresado por nuestros resultados de la O.W.L., espero que lleguen pronto. ¿Qué tal tu verano?—
—No ha estado mal, la verdad es que he echado de menos... no importa—.Cylia sacudió la cabeza.—Eh, al menos he estado aquí con Ron. Los Weasley han sido muy hospitalarios—.
Hermione sonrió suavemente y puso su mano en el hombro de su querida amiga.—Oye, estoy aquí si necesitas algo. Todos lo estamos—.
—Sí—,respondió Cylia, devolviendo una sonrisa forzada.
—¿Cómo están Ron y tú?—
—Mejor que nunca, las cosas han estado realmente bien entre nosotros—.
—Es imposible que Ron no haya hecho alguna estupidez en el último mes—.
—¡Realmente no lo ha hecho, puedes creerlo!—
Hermione se rió.—Todos están abajo a punto de desayunar—,dijo.—¿Crees que podríamos visitar a Luna? No vive tan lejos—.
—¡Sí! Deberíamos visitarla hoy—.
—¡Genial! Bien... Te dejaré cambiarte—.
Hermione salió del dormitorio dejando que Cylia se preparara para el día.
Había estado compartiendo habitación con Ginny durante el verano, y ahora Hermione también se quedaría con ellas.
El último mes había sido muy duro para ella, ya que había perdido a su madre.
Los Weasley fueron lo suficientemente generosos como para permitirle quedarse con ellos durante las vacaciones de verano. Todos se esforzaron por asegurarse de que se sintiera lo suficientemente segura.
Y, por supuesto, estaba muy contenta de pasar el verano cerca de su novio. Él siempre se aseguraba de que se sintiera bien, de que comiera y de que durmiera lo suficiente. Todas las noches la llevaba a la cama y le decía que, si tenía pesadillas, podía dormir con él en su habitación.
Ella nunca aceptó esa oferta. Odiaba los cuidados. Odiaba la compasión.
La culpa la llenaba cada segundo del día. Las horribles voces en su cabeza nunca dejaron de culparla.
Se sentía atrapada dentro de su propio cuerpo, pasando la mayor parte de los cálidos días de verano aislada en la habitación de Ginny, deseando escapar.
Aunque no sabía de qué quería escapar.
Ron y Ginny hacían lo posible por animarla, pero cada vez que Cylia dejaba escapar una pequeña risa, se sorprendía a sí misma.
Pero el verano estaba llegando a su fin. Sólo faltaban dos semanas para el primero de septiembre, y se convertiría en un sexto año en Hogwarts.
Se levantó de la cama, dejando que sus pies descalzos tocaran el frío suelo, sacó un par de vaqueros grises de su equipaje y los cambió por los pantalones cortos que llevaba. Se quitó la camiseta negra de tirantes que llevaba puesta y tomó una camiseta de color verde salvia que le había prestado Ron hacía unos días.
Mientras se ponía la camiseta, la puerta de la habitación de Ginny se abrió revelando a Ron, exactamente en el momento en que él vio la parte superior de su cuerpo desnudo.
—Oh-er, lo siento, debería haber llamado a la puerta—,dijo, sus orejas se volvieron del mismo color que su pelo.
—No pasa nada. Buenos días—,dijo Cylia, dedicándole una pequeña sonrisa mientras se ponía los calcetines.
Cerró la puerta tras de sí y se sentó junto a ella en la cama.—Buenos días, ¿alguna pesadilla?—
—Sí, pero está bien, no te preocupes—.
Le giró la cara con su mano cálida para que estuvieran frente a frente, y le sujetó las manos con la otra.
—Lia, te he dicho que puedes dormir en mi habitación conmigo. Está bien, hasta mamá está de acuerdo...—
—Lo sé. Lo sé—.Ella suspiró.—Te prometo que la próxima vez que tenga uno iré a tu habitación—.
Él le sonrió y de repente la empujó por los hombros hasta tenerla acorralada en la cama, se sentó encima de ella y le hizo cosquillas en el estómago.
Una risa finalmente salió de su boca haciendo que él sonriera salvajemente en triunfo.
—¡Para-RON!-Ah!—, consiguió decir entre sus sonoras carcajadas.
—Sólo pararé si me prometes que nos abrazamos para dormir esta noche—.
—Bien—.
Finalmente dejó de hacerle cosquillas pero no se movió de encima de ella. Sacó el dedo meñique y ella prometió que iría a su habitación esta noche.
Los dos se rieron. Él se inclinó y rápidamente le besó la frente, luego le besó los labios suavemente.Ella le devolvió el beso, lo que llevó a que se besaran.
Él atacó su cuello con suaves besos. Se sintió como la persona más afortunada que existía en ese momento.
—¿Te he dicho alguna vez lo afortunada que soy por tenerte?—,dijo Cylia. Podía sentir la sonrisa de él en su cuello.
Finalmente la soltó y ambos se sentaron.—No, pero lo habría adivinado de todas formas—.
Ella le dio un puñetazo juguetón en el brazo y se rió.
—¡Ay! ¡Estaba bromeando!—Le sujetó el brazo.—Tengo tanta suerte como tú, amor—.
Ella sonrió de manera idiota y luego lo atrajo en un fuerte abrazo.
—Gracias por todo, Ronnie—.
—Te am... no hay problema, Lia—.Él frotó círculos suaves en su espalda.
Después de unos minutos, finalmente se separaron. Él le dio un rápido beso en los labios una vez más.
—El desayuno debería estar listo, vamos—,dijo Ron, sonriendo.
Mientras salían del dormitorio de Ginny y bajaban las escaleras, Ron susurró al oído de Cylia:—no sabes cuánto he echado de menos tu risa—.
Después de desayunar, Cylia y Hermione salieron de la Madriguera y subieron la colina hasta la casa de los Lovegood, donde pasaron el resto del día con Luna -Cylia, sobre todo, haciendo de tercera de las otras dos chicas- hasta que el sol estaba a punto de ponerse y tuvieron que volver a casa.
Cylia y Hermione entraron en la casa de los Weasley y fueron recibidas por la señora Weasley y el señor Weasley.
—Ah, hola, chicas—,dijo el señor Weasley.
—Hola—,respondieron las dos.
—La cena estará servida dentro de un rato—,dijo la señora Weasley.—¿Ya han almorzado en casa de los Lovegood?—
—Sí, nosotras...—dijo Hermione hasta que entró en la cocina una mujer de impresionante belleza pero muy molesta, Fleur Delacour, la prometida de Bill Weasley.
Cylia rápidamente jaló a Hermione del brazo hacia arriba.
—Estaré en la habitación de Ron—,dijo Cylia al separarse de Hermione que entró en el dormitorio de Ginny.
Fue como entrar en un horno. Todo en ella hacía juego con su pelo; la colcha, las paredes y hasta el techo. Cubría casi todas las paredes con pósters de los Chudley Cannons.
—Te extrañé—,gimió Ron. Estaba tumbado en su cama.
—Lo sé. Obviamente lo has hecho—,se burló ella.
Él le hizo un hueco en su cama y ella se tumbó a su lado, apoyando la cabeza en su hombro y su brazo alrededor de su espalda.
—Oh, cállate—,respondió bromeando.
—Sólo estoy bromeando, yo también te he echado de menos—.
—¿Cómo está Luna?—
—Ella y Hermione se han estado besando todo el día. Así que supongo que le va bien—.
Se rió. —¿Cuándo crees que vendrá Harry?—
—No lo sé. Pronto, espero—.
De repente miró a la ventana de su habitación.
—¿Qué estás mirando?—,preguntó con curiosidad.
—Ven.—Se sentó de la cama y tiró de su novia con él.
—¿Qué? ¿A dónde vamos?—
La sacó de la mano con fuerza de su dormitorio y bajó las escaleras.—Ya lo verás—.
Los dos salieron al exterior y se encontraron inmediatamente con la puesta de sol más extraordinaria que Cylia había visto nunca.
—Woah—,murmuró ella.
—Bonito, ¿verdad?—,dijo Ron en voz baja mientras ambos admiraban la vista que tenían delante.
—Sí—.
No hay palabras para describir la hermosa puesta de sol. A medida que el sol se sumergía en el horizonte, era audaz y rico en colores.
Ron mantuvo a Cylia cerca de él mientras veían cómo los colores fugaces del atardecer empezaban a desvanecerse.
La negrura de Cylia fue sustituida por la belleza del cielo, del que ambos quedaron atrapados.
Pero los dos fueron interrumpidos por la puerta que se abría detrás de ellos.
—¡Eh, mamá dice que la cena está lista!—gritó Ginny, y luego cerró rápidamente la puerta tras ella.
Ron gimió fuertemente y luego se giró hacia Cylia para que estuvieran uno frente al otro, le cogió las dos manos y le besó la frente.
—Lia... Te amo—.
Ella atrajo su cuerpo en un abrazo. Su cabeza contra su pecho y la de él sobre la de ella.
—Yo también te amo, Ron—.
—¿Estás bien?—,le preguntó suavemente cuando volvieron a entrar en la madriguera.
—Sí, ¿y tú?—
—Estoy genial—.
Ella sonrió con satisfacción.—¿Por qué?—
—Porque eres mía, Cylia Mathers, eres mía—.
bandaaa, esta historia a llegado a su fin :(...
solo faltan dos extras, pero los subiré después...
ha sido muy divertido traducir esta historia :), me emocione, grite, me achicopale, y más emociones.
Sin más, me retiro.
Ciao x_x
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