wanna be yours
capítulo dieciséis | el día de san valentín

...

LOS SIGUIENTES días de clase transcurrieron como se esperaba. Sin embargo, tal vez un poco mejor de lo esperado teniendo en cuenta que Cylia y Ron iban a tener una cita este fin de semana.

El fin de semana había llegado de nuevo. Cylia hojeó las páginas del Profeta.—No me lo puedo creer—,soltó un resoplido, dándole un mordisco a sus huevos revueltos.—¡Cómo pudieron escapar esos mortífagos de Azkaban sin que los atraparan!—.

—¿Y le echa la culpa de la fuga a Sirius? —,dijo Harry con incredulidad.

—Esto es una locura—,dijo Hermione, ojeando su ejemplar del periódico.

Cylia se levantó de la mesa de Gryffindor.—Quiero ir a hablar con Luna. Los veré más tarde—.

—Er-Cylia—,dijo Ron, intentando ingerir las salchichas que tenía en la boca para poder hablar,—¿hoy, a las tres?

—Sí. A las tres—.Cylia le dedicó una pequeña sonrisa.

—Bien. Nos vemos.—

Cylia se dirigió hacia la mesa de Ravenclaw. Divisó a la rubia sentada en el extremo de la mesa y se sentó junto a ella.—Hola—.

—Hola, Cylia—,dijo Luna.—Gracias por el regalo de Navidad—.

—Lo mismo digo—,respondió Cylia.—¿Cómo has estado?—

—Bastante bien. Pero, ¿cómo están tú y Ron?—

—Er-genial, en realidad. Me va a llevar hoy a Hogsmeade—.Cylia recordó cuando Hermione le había dicho que Luna le parecía bonita.—Pero no importa eso, ¿te estás interesando por alguien?—

—La verdad es que no—.Luna le dio un mordisco a su sándwich de tocino.

—Uh-¿Qué piensas de mi amiga, Hermione Granger?—

—Es bastante guapa e interesante—,respondió Luna, consiguiendo que Cylia se ilusionara.—¿Por qué lo preguntas?—

—Sólo una pregunta, nada más—.

Después del desayuno, Cylia estuvo con Luna hasta las dos. Volvió a subir a su dormitorio en la Torre Gryffindor, abrió la puerta y fue recibida por Hermione.

—Hola—,dijo Hermione.—¿Vas a prepararte para tu cita con Ron?—

—Sí. Estoy nerviosa—.Cylia abrió su equipaje y buscó un conjunto.—Nunca he tenido una cita antes; ¿qué debo ponerme?—.

—Realmente no sé, sólo he tenido una cita con...—

—¿Krum?—

—Sí, pero no creo que debas asustarte. Sólo ponte algo casual, pero un poco más elegante que lo habitual—,dijo Hermione, ahora ayudando a Cylia a buscar en su equipaje.—Ese jersey es bonito, sácalo—.

Terminaron eligiendo un suéter azul marino, unos mom jeans negros a los que les puso un dobladillo, unas botas Dr. Marten blancas y una capa con algunas piedras preciosas que Cylia le había pedido prestadas a Luna.

—¡Estás preciosa!—,exclamó Hermione mientras cepillaba el pelo de Cylia.—Ron va a alucinar—.

Cylia salió de su dormitorio y tomó asiento en el sofá rojo de la sala común.

Te van a dejar plantada. Por qué crees que realmente quiere salir contigo, dijo la voz dentro de su cabeza, pero luego, afortunadamente, fue interrumpida por un ruido sordo que provenía de las escaleras que llevaban a los dormitorios de los chicos.

Desplazó la cabeza hacia las escaleras para ver a Ron siendo empujado hacia abajo por Harry.—¡Vamos, Ron-ella te está esperando!—

—¡Está bien! Está bien, deja de empujarme—.Ron fue empujado por Harry hasta donde ella estaba sentada.—Uh-hey, ¿vamos?—

—¡Hola, sí!—

Le dio el ramo de flores mientras caminaban hacia el hueco del retrato.—El otro día dijiste que te gustaba el color morado. Así que pensé que te gustarían estas—.

Ella se asombró por el hecho de que él se acordara, una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.—Eso es probablemente lo más bonito que alguien me ha hecho—,dijo sinceramente.—Gracias, Ron—.

Caminaron hacia el vestíbulo de la mano mientras hablaban de que Harry y Cho también iban a tener una cita. La pareja se unió a la fila de personas a las que Filch les firmaba la salida.

La fresca brisa del viento les golpeó la cara al pasar por el estadio de quidditch.

El tema de Harry y Cho se trasladó al quidditch cuando dejaron las puertas y entraron en Hogsmeade.

Cylia se dio cuenta de que había estado nerviosa sin motivo. Todo iba de maravilla hasta el momento. Caminaron por el pueblo, todavía de la mano, abriendo las conversaciones más aleatorias pero divertidas, y saludando a algún compañero de vez en cuando.

—¿Te apetece una cerveza de mantequilla?—,preguntó Ron.

—Claro—.

Él la llevó por el camino hasta Las Tres Escobas. El aroma de la cerveza de mantequilla los recibió una vez que entraron. El bar estaba lleno de parejas en todas las mesas.

Se sentaron en la que parecía ser la última mesa que quedaba en el bar. Pidieron dos cervezas de mantequilla y siguieron hablando de quidditch.

—No es lo mismo sin Harry, George y Fred—,se quejó Ron.—El equipo no es tan bueno sin ellos, y Angelina está siendo muy dura con nosotros—.

—No puedes culparla—,dijo Cylia.

Madam Rosmerta les entregó sus cervezas de mantequilla.

—Estoy seguro de que Dumbledore pondrá fin a Umbridge pronto y volverán al equipo a tiempo para el próximo partido—,dijo, dando un sorbo a su cerveza de mantequilla y dejando un poco de espuma en la parte superior del labio, lo que provocó una risita de ella.

—¿De qué te ríes?—,preguntó él con cara de confusión.

Ella agarró una servilleta y le limpió la parte superior de los labios, sin dejar de reírse y provocando que él también se riera.

Hubo una cómoda pausa de silencio en la que los dos se miraron fijamente, sonriendo.

Él rompió el silencio.—Eres muy guapa, ¿sabes?—.

—Tú tampoco estás nada mal—.

—¡Oye!—,frunció el ceño.

—Sólo estoy bromeando—,dijo ella, riendo.—Eres maravilloso, Ron—.

Cylia tenía la mano apoyada en la mesa, Ron extendió el brazo y la agarró. Los dos siguieron bebiendo sus cervezas de mantequilla y hablando antes de que se hiciera de nuevo el silencio.

—¿Qué hacemos ahora?—,preguntó él.

—Podemos dar un paseo—,respondió ella.—O podemos espiar a Harry y a Cho—.

Los dos salieron de Las Tres Escobas después de pagar. Caminaron por hogsmeade, él con el brazo alrededor de los hombros de ella. Pasaron por delante de Madam Puddifoots y vieron a Harry y a Cho a través del escaparate de la tienda.

—Mira, son ellos—.Señaló Ron.—Espera, ¿Cho está llorando?—

—¡Merlín! ¿Harry es tan malo con las chicas?—preguntó Cylia.

Cho se levantó de la mesa en la que estaban ella y Harry y salió furiosa de Madam Puddifoots.

—Oh no, ¿deberíamos ir a hablar con Harry?—preguntó Ron, pero Harry ya había salido de la tienda y perseguía a su cita.

Cylia se encogió.—Harry lo resolverá... espero—.

Continuaron con su cita. Los dos acabaron comprando algo de chocolate y plumas de azúcar en Honeyduke's, y luego echaron un vistazo a Zonko's y compraron un montón de dungbombs.

Regresaron al castillo, satisfechos con el día que habían tenido.

—Gracias por lo de hoy—,dijo Cylia mientras se acercaban a las escaleras móviles que llevaban a la Torre Gryffindor.—Lo he disfrutado—.

—Yo también lo he disfrutado—.Ron le dedicó una amplia sonrisa.

Dijo la contraseña del retrato y entraron en la desierta sala común.

—Parece que todos siguen en Hogsmeade—,dijo en voz baja.

Ella se sentó en el sofá rojo, palmeando el lugar que estaba a su lado, haciendo un gesto para que él se sentara también.

Los dos hablaron sobre cómo pensaban que Harry podría haber arruinado su cita.

—¿Tal vez mencionó a Cedric?—adivinó Ron.

—Sí, tal vez. Pero Harry tampoco se siente tan cómodo hablando de Cedric—,dijo Cylia.—Sabes, creo que podría intentar emparejar a Hermione con Luna—.

—¿Qué? ¿Hablas en serio? Hermione con la Lunática...—se detuvo inmediatamente al darse cuenta de lo que acababa de decir.

—¿Qué acabas de decir?—preguntó incrédula, ahora enfadada.

Bajó la mirada, sin que saliera una palabra de su boca.

—No quieres que vean a tu amiga con la Lunática, ¿verdad?—,espetó con fuerza.

Se levantó del sofá y se dirigió con paso firme hacia las escaleras del dormitorio de las chicas, pero no se fue sin maldecirle.—Eres un maldito imbécil, Ron—.

Cylia subió corriendo a su dormitorio, cerró la puerta de golpe y se tiró en su cama de cuatro postes. Por suerte, no había ninguno de sus compañeros de dormitorio.

Las lágrimas comenzaron a correr por sus ojos. Despreciaba absolutamente a cualquiera que llamara a su mejor amiga por ese nombre.

Y en ese momento, Cylia se despreciaba a sí misma por gustarle Ron Weasley.