008: No es tu culpa

IT'S NOT YOUR FAULT


Una pequeña niña de cabello castaño que le da un toque un poco rojizo se encontraba en su habitación mientras las lágrimas corrían por sus mejillas y una de sus manos se encontraba en su mejilla izquierda.

Su padre le había puesto una mano encima, su padre la había golpeado de nuevo por algo tan simple como el hecho de que quería ver a los nuevos y hacer amigos.

—No... es tú... culpa —se dijo así misma apoyando su espalda en la pared y doblando sus rodillas contra su pecho para abrazarlas.

¿Por qué era tan complicado tener un poco de afecto de su padre? ¿Cómo podía hacerlo sentir orgulloso? ¿Por qué la trataba así? Lo peor había sido que lo saco de sus casillas, frente a todos, frente a los nuevos niños, y por haber escapado de su pequeña habitación, ahora se encontraba desde hace 2 días, sin comer.

—Psst —un sonido debajo de su cama la hizo sobresaltarse.

Sollozo más bajo y se asomó un poco con miedo pero sólo pudo notar un niño de ojos rasgados y cabello azabache mirándola. Pero tuvo que arrastrarse para salir quitando la cubierta de metal la cual estaba apoyadando a un lado.

Emalyn se hizo hacía atrás con ayuda de sus manos, totalmente asustada sin apartar sus ojos rojizos por el llanto en los ojos marrones del niño intruso.

—¿Tú quién eres? —preguntó confundida calmando su llanto pues le era vergonzoso que la viera de ese modo, su voz se encontraba incluso un poco ronca y sus ojos definitivamente estaban hinchados por tanto llorar.

El chico salió debajo de la cama totalmente solo, se arregló su cabello y se sentó en el piso frente a ella para quedar en la misma posición.

—Te ví —su sencilla y confusa respuesta la hizo ladear su cabeza mirándolo—.Ten, de seguro tienes hambre —sacó una manzana verde de su bolsillo y estiró su brazo con la fruta en su mano.

Alternó su mirada entre él y la manzana, la tomó desconfiada mientras torpemente limpiaba sus propias lágrimas de sus mejillas enrojecidas.

—Gracias...

—Minho, me llamo Minho.

—Yo Emalyn.

No dijeron nada más, ella comió la manzana con bastante rapidez que casi la hace sentir avergonzada. Minho la observó con una pequeña sonrisa que apenas y se pudo presenciar pero en un absoluto silencio se había ido no sin antes poner la rejilla para fingir que no se ha quitado.

No era una mentira que aquella chica había llamado su atención desde el primer momento en que la vió y al no verla de nuevo lo hizo cometer un rompimiento de las reglas sobre estar en otra habitación que no fuera la que le indicaron, incluso si sus nuevos amigos le advirtieron.

Su mano derecha sostenía un cuchillo mientras que con la otra sostenía una papa, picándola en cuadros no demasiado pequeños.

Era la misma comida de siempre, lo más parecido a un estofado de carne.

Habían pasado al menos unas horas en las que pudo "descansar" porque literalmente ese chico llamado Sarten era bastante desconfiado en dejarla entrar a su cocina pero apenas lo hizo quiso que volviera a ignorarla y no fuera amable con ella.

Quería trabajar en silencio pero Sarten el chico alegre y amable parecía querer lo contrario, cuando estuvo por mandarlo a la mierda para que guardará silencio, él abrió la boca de nuevo.

—Eres ruda —señaló tranquilo—. Debo admitir que me incómodas y tengo miedo —volvió hablar mientras meneaba con un cucharón dentro de la olla.

Sus palabras llamaron su atención, lo miró unos segundos para después volver a picar.

—De hecho incluso me estoy arrepintiendo de haberte puesto a picar y que tengas mi cuchillo —dijo entre su parloteo con una mueca al probar su propia comida—. Lo cual es mi error, pero espero caerte bien en este momento porque si no lo es, entonces estoy perdido porque pareces querer golpear a todos los larchos que apenas te hablen, aunque también es entendible respecto a tu posición y debo volver a decir que me encanto como todos parecían confiados y después todos temerosos por tus amenazas, yo soy uno de ellos.

Emalyn rodó los ojos por quinta vez mientras suspiraba ante la rapidez y balbuceos con los que hablaba con tanta confianza el único cocinero.

—Cierra la boca —dijo harta de escucharlo mientras terminaba de picar las zanahorias.

—Prueba esto —ignoró sus palabras dándole un poco del caldo en el cucharón.

Lo miró con el ceño fruncido por su ignorancia pero terminó por probar y rápidamente hizo una mueca.

—Le falta sal.

Sarten hizo lo que dijo y después la probó asintiendo en el proceso en aprobación, la castaña pensó que ya se callaría pero no fue así.

—Me agradas pero ahora ya no porque me estás mirando mal mientras sostienes todavía el cuchillo —murmuró con rapidez y levantó las manos en señal de paz.

La chica suspiró y soltó el cuchillo dándole una sonrisa demasiado falsa que casi lo hace sonreír divertido pero se abstuvo para evitar un golpe de la nueva.

—Bueno, como decía... Eres más rápida que los corredores, tienes potencial, literalmente humillaste a Minho de una manera muy sencilla pero no le digas que me estoy burlando de él porque luego esta robando de mi cocina —siguió hablando con toda la confianza del mundo.

Mientras tanto Emalyn quería estampar su cabeza en la madera.

—Podríamos llevarnos bien si no me estuvieras mirando con cara de querer asesinarme, pero como soy la persona más amigable eso no me lástima de hecho quiero tenerte de amiga... Aunque no recuerdo haber tenido una amiga antes, como sea.

—Sarten —susurró en voz baja con un tono amigable interrumpiendo sus balbuceos.

—¿Sí?

—No sé quien es Minho, tampoco quiero asesinarte pero en este momento me das un motivo. Serías tan amable de guardar silencio —comentó haciendo un pequeño movimiento con su mano porque no recuerda en ese momento a ese chico.

—No eres divertida —dijo frunciendo el ceño con los labios fruncidos.

—Oh, una lástima —se encogió de hombros indiferente.

Le dió la verdura picada en la madera pero Sarten la tomó de una manera lenta y con los entrecerrados al mirarla, ella admitió dentro de su mente que el chico era de lo mejor.

La hizo sentir bien incluso ante tanta amabilidad y sonrisas, incluso entre tanto parloteo sin dejar de hablar como nunca lo hizo con nadie y de hecho siguió y siguió hablando ignorando sus palabras pero admitiendo que serían buenos amigos y compañeros de cocina.

Sarten ya la amaba de hecho casi se pone de rodillas ante el buen sazón que llevaba la comida, posiblemente era lo mismo de siempre pero tenía un toque diferente, aseguraba que iba a raptarla porque Emalyn era la única que no hizo un desastre en su cocina y que había sido la más ordenada.

—¿Amigos? —repitió la chica cansada de escucharlo repetir esa palabra mientras la comida se cocinaba.

—Sí, además serías mi chica favorita.

—Sarten, soy la única chica.

—Lo sé, ¿no lo hace más increíble?

Lo miró indiferente pero la comisura de sus labios se había alzado muy poco que no era tan notable la muy pequeña sonrisa que quería hacer pero eso no es algo que Sarten haya notado.

***

Juraría que en algún punto iba a simplemente callar a Sarten, ni siquiera le dió cuerda pero no ha dejado de hablar y de hablar, pero de una forma extraña hizo que las personalidades distintas de ambos congeniaran con rapidez.

Si Sarten dice algo divertido o un mal chiste, ella le respondería con sequedad o siendo sarcástica sin dejar la seriedad en su rostro dejando en obvio las cero sonrisas que no va a darle.

Además de que nadie interrumpía, solamente el moreno y ella lo cual lo hizo mucho mejor ya que no estaba precisamente a la vista de nadie.

—¿No hay algo con lo que pueda simplemente cubrirte la boca para que guardes silencio? —preguntó haciendo como que busca con su mirada azulada a su alrededor.

—Grosera —acusó el moreno.

Emalyn se encogió de hombros sin inmutarse porque llevaban así desde que lo ayudo a cocinar lo que sea eso de comida, prácticamente no hizo todo pero si la mayoría bajo instrucciones del cocinero.

Rodando los ojos con un suspiro frustrado ayudo a Sarten a tomar la oreja de la olla y él la otra, así que ambos pusieron con esfuerzo la olla sobre esa tronco grande de madera. Las horas habían pasado tan lento para ella para su mala suerte, al mirar un poco a su alrededor notó que ya estaba anocheciendo y las antorchas ya se encontraban prendidas en sus lugares para iluminar un poco.

El cocinero hizo que las horas pasaran volando con su tan animada conversación solitaria.

Ahora estando afuera atrajó las miradas de muchos, Sarten se fue de nuevo a la cocina por dos cucharones para obligarla a que sirviera con él.

La mayoría de habitantes se encontraba moviéndose de un lado a otro con sus platos para formarse, unos conversaban y otros se limitaban a mirarla fijamente lo cual la ponía tensa.

Sarten dió la señal de que ya podían arrimarse dando unos toques con la cuchara en la olla para llamar la atención.

—Odio esto —murmuró con frustración mientras le servía a Caleb al ser el primero.

—No te veas tan entusiasmada al tener mi agradable presencia frente a ti —dijo sarcástico el castaño al haberla escuchado.

Emalyn lo miró con hastío haciendo que Caleb la miré divertido por su molestia,  odiaba eso, en definitiva. Sarten le sirvió a la siguiente persona ya que ella tenía cara de arrojar el cucharón al primer idiota que le diga algo indebido.

—Vaya, preciosa... parece que mereces estar en la cocina —dijo burlón un chico de piel blanca y cabello oscuro mientras la miraba con morbosidad.

—Y tú pareces merecer mi bonito puño en tu rostro —se encontró respondiendo en segundos con molestia y falsa felicidad.

—Largo —Sarten lo corrió quitándole el plato a la chica y dándoselo sin dejarlo responder.

Por lo poco que la conocía había más probabilidades de que el lastimado sea otro, y no le gusto que hablará por ella.

—Emalyn, Sarten —saludo Winston con amabilidad mientras le daba su plato a Sarten.

Emalyn tomó el plato de Newt quien la observaba, comenzó a vertir las verduras después carne y un poco del mismo caldo como Sarten le enseño.

—¿Cómo te fue? —murmuró Newt con ese tono tranquilo que lo caracteriza.

—Quiero darle con este cucharón a Sarten porque parecía no querer callarse desde que me dejaste con él, ¿eso es una idea suficiente Newt?

Newt sonrió divertido aceptando el plato pero después suspirar.

—Evita golpear a alguien, Emalyn—le susurro como si fuera una pequeña niña.

Quiso preguntar como sabía su nombre si no se lo ha dicho en ningún momento.

—Escuche cuando Winston lo dijo hace un momento —respondió ante la mirada de la ojiazul en él—. Te queda el nombre, novata.

Lo miró sin decir nada, captando que si o si iban a llamarla por "novata".

—Sería complicado porque llevo pocos días y todos parecen ser idiotas... —contesto a las otras palabras mientras rodaba los ojos y Sarten se encargaba de servir.

Menos tú, quiso decirle pero se quedo callada con ese pensamiento por si en algún momento se equivocaba. Newt se encogió de hombros con media sonrisa pero se termino retirando.

—Ben, ten —habló el moreno dándoselo al corredor y hablando en susurros con Emalyn sobre quien era cada uno.

Cuando menos pensó, Azael estaba estirando su brazo para darle su propio plato y Minho suspiró frustrado detrás de él. La chica al no tener hambre obligó a Sarten que se pusiera a comer el cual no dudo mucho a decir verdad.

—Hola, Emalyn —caturreo su nombre el azabache con media sonrisa.

Sarten miró a Minho y a él de una manera poco discreta ya que estaban al lado del otro, el moreno le dió un codazo a Winston y el cual empezó a toser porque tenía comida en la boca, sin embargo el corredor tenía puesta la mirada en la olla con el ceño fruncido. Estaba más allá que enojado y nadie podía entender las razones ni siquiera Newt.

—Hola, Azael —devolvió el saludo con poca amabilidad de la que fue dicha por él.

—Tienes cara de enojada, ¿qué te han hecho? —preguntó con confianza.

Emalyn ni siquiera le contesto sólo le dió su porción.

—¿Difícil? Bien... linda Emalyn —se respondió solo con una sonrisa en el rostro.

—Me llamarás por Emalyn —dijo en seco.

—Linda Emalyn —repitió antea de retirarse.

La castaña respiró profundo y miró al chico frente a ella, el cual apretaba su mano en el plato con la mandíbula apretada, incluso rodó los ojos ante lo escuchaban sus oídos.

—¿Me darás de comer o te quedarás como idiota de pie? —murmuró sin paciencia.

—Cuando uno de ustedes habla, simplemente demuestran lo idiotas de son —fue su murmullo tomando el plato de mala gana de la mano del azabache sin preguntar.

Minho se cruzó de brazos mirándola realmente mal, ni siquiera le dió importancia a la mala mirada de enojo que estaba recibiendo del corredor y tampoco le importaban sus razones.

—¿Se supone que eso debe ofenderme? —preguntó Minho en tono casi divertido pero frío al mismo tiempo.

—Bueno, haz respondido —dijo con el mismo tono de siempre dándole su porción.

El corredor chasqueo la lengua y sin decir nada más se fue a donde los demás corredores, odiaba que la chica tuviera la última palabra.

Todos comenzaron a comer entre pláticas, risas y conversación vagas, Emalyn se encargó de terminar de servirles a todos.

Azael miró divertido a Minho cuando sus miradas chocaron, el primero dejó su plato ahí en la mesa de los constructores y se puso de pie.

—Deberías quedarte en la cocina, tienes mejor toque que Sarten —había comentado alguien haciendo que el cocinero se indignará por como todos asintieron.

—Puedes irte —dijo el moreno a la chica la cual no lo pensó dos veces.

Comenzó a caminar lejos de todos, al recibir chiflidos su respuesta había sido darse la vuelta y enseñarles el dedo corazón de sus dos manos, pero pudo ver a Alby hablándoles de nuevo.

—Hey, hey —dijo la voz de Azael trotando hacia ella.

La mirada de Newt y Minho fue de inmediato a ellos, en realidad la de todos, incluso Alby quien estuvo demasiado estresado al estar regañando a todos cada momento.

Emalyn se abstuvo de responderle y siguió caminando, Azael suspiro y la siguió sin importarle las miradas de los demás.

—¿En serió vas hacerlo así? —preguntó fastidiada cuando el chico se puso enfrente de ella pero caminando de espaldas.

—Bueno, no es porque seas la única chica y creo que podemos tener una relación de amistad, obviamente como lo dije antes —señaló con una pequeña sonrisa Azael.

Newt frunció el ceño mientras los miraba platicar, ya que Azael a obtenido que ella diga más palabras, Minho tenso la mandíbula retirando la mirada de ellos.

Estaba odiando a la chica que parecía tener respuestas a todos los malos tratos que recibe y él no era la excepción, sin embargo esa no era la causa de su enojo que a tenido desde que desperto, ¿cómo más puede reaccionar al haber soñado con la nueva novata? Era obvio que lo tomarían como otro tonto que cayó bajo Emalyn y nada más.

Emalyn se sentó en el césped ya que no quería que el chico la siguiera al mirador, Azael se sentó enfrente de ella copiando el suspiró que hizo la chica.

—Creo que todos merecemos tener a alguien aquí en el Área —comenzó a decir Azael en un tono más tranquilo.

—¿Y ese eres tú?

—Tal vez sí, tal vez no —hizo un encogimiento de hombros lento mientras la miraba con una brillo difícil de distinguir.

Holaaa <33

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