006: Pasatiempo
HOBBY
Dolor, eso era justo lo que sentía en ese momento mientras dormía después de conciliar rápidamente el sueño. Casi podía sentir sus heridas abrirse de nuevo, casi podía sentir la sangre salir de ellas y con ellos el miedo, la tristeza y lo aterrada que sentía.
Y no era un sueño, era tan real aquel recuerdo...
—Emalyn, Emalyn... mi pequeña, Ly—una voz masculina susurró en su oído de manera burlona.
Ella se encontraba acostada boca abajo sin nada de la cintura para arriba, acostada en esa camilla mientras manos sujetaban sus tobillos y brazos, su cabello hecho a un lado para que no estorbará.
—Por favor —se encontró diciendo con voz entrecortada al borde del llanto—. Papá, por favor.
Su voz hacía eco en el silencioso lugar, cuando menos pensó sintió la punta filosa la piel de su nuca siendo enterrada de manera profunda pero sin llegar a tocar un hueso o parte importante. No podía ver el rostro de nadie pero podía sentir el tacto áspero y hostil en ella. No importaba cuanto rogará, suplicará, no evitaría que la hirieran de nuevo.
Muy dentro de ella sabía que nunca le importaba si rogaba, su padre parecía odiar su existencia podía escucharlo en su voz, en su manera de hablarle.
—No llores, sabes lo patética que te hace ver —al escucharlo se obligó a calmarse mientras sentía el filo enterrado en su piel y contuvo un sollozo—. Te lo mereces, Emalyn. Estoy más decepcionado de ti, cariño. Te volviste una traidora como tu madre.
Contuvo un gritó de dolor cuando sintió su piel abrirse desde su hombro hasta su cintura cruzando por su espalda de una manera tan lenta, profunda y desesperante. Las manos la sujetaban con fuerza cuando se removió para intentar quitarlo.
Sus ojos se abrieron de golpe, su mano fue a su pecho sintiendo su corazón latir frenéticamente, cerró sus ojos mientras trataba de regular su respiración, su mano libre subió para pasarla por su rostro.
Notando dos cosas en seguida, el ligero sudor en su piel y las lágrimas que inconscientemente había soltado mientras dormía por pocos minutos.
Se sentó en su hamaca llevando su mano a su nuca sintiendo el dolor de nuevo, se puso sus botas y en silencio salió de ahí para ir al mirador sin necesidad de tener una antorcha para iluminar ya que se había aprendido el camino con bastante rapidez y la luna iluminaba lo suficiente.
Su mente estaba procesando lo que había soñado, la voz se escuchaba incluso distorsionada y tampoco pudo captar algún rostro, pero su propia voz decir: papá, había sido más que suficiente.
¿Su padre la había lastimado? Al parecer así lo fue, pero también había descubierto su nombre a través de un mal recuerdo.
Se pregunto en su mente porque tendría ese trato hacia ella. ¿Qué padre le causaba dolor físico a su hija con tanto odio?
Hoy era otro nuevo día en el que tampoco pudo dormir durante toda la noche, se encontraba en el mirador, viendo a los corredores con su rutina como el día anterior y la mirada de Minho puesta en ella unos segundo pasando desapercibido.
Tal vez se iba a volver una posible rutina y tomar el mirador como su lugar para pensar e incluso para tener tranquilidad sin nadie acechándola como malditos acosadores. Tuvo que aguantarse algunos comentarios de uno que otro trabajador de los constructores pero Gally había puesto orden y les dió el doble de trabajo por irrespetuosos con la chica el día anterior, antes de la chica literalmente se lanzará a contestarles.
Por las palabras de Newt en el desayuno, hoy le tocaba otro trabajo, era el que menos le agradaba, estaba segura que posiblemente vomitara y en su rostro era reflejado que no creía que debía hacer eso.
—Que asco —no dudo en decir mirando a Winston según recuerda ella vagamente de la noche anterior.
El chico sonrió burlón mientras daba un pequeño encogimiento de hombros, esperaban cualquier reacción de la chica o incluso un lloriqueo por tener que matar animales, pero lo único que dejó reflejar fue una mueca incrédula y de asco al escucharlo relatar lo que va hacer.
—Eso lo harás al último —dijo divertido otro chico de cabello castaño—. Te pondremos lo más fácil, alimentar a los animales —señaló la granja y le dió dos cubetas una con maíz y otra con alimentó diferente para el jabalí.
La ojiazul tomó ambas cubetas mirando al chico de piel clara, alto, con pecas, de ojos marrones y simpático, aparte tenía un cuerpo tonificado.
—Así que andando, larcha —apuró Winston cambiando la última letra de la última palabra por ser una chica, aunque dejándola confundida.
—Emalyn —respondió de pronto al recordarlo.
—¿Qué?
—Me llamo, Emalyn —repitió con irritación notable al tener que repetirlo.
—Bien, novata —contesto Winston divertido.
Suspiró apretando los labios, hizo como pudo su cabello hacia atrás ya que no tenia con que sujetarlo. Cargo las cubetas pesadas bajo la atenta mirada de los carniceros, los cuáles siendo sincera les cayó demasiado bien pero no lo admitiría y tampoco se haría cercana a ellos por precaución.
Winston y su amigo Caleb junto otros más la miraban esperando lo que ha sucedido muchas veces, muchos les daba asco o miedo tener que meterse a alimentar a sólo animales o limpiar el lugar, o matar a uno e incluso vomitar antes de hacer algo.
Emalyn abrió la primera puerta en donde se encontraban las gallinas con mucha tranquilidad, no sin antes dejar la cubeta con frutas pasadas y hierba afuera. Les dió maíz esparciéndolo, cambió incluso el agua por limpia.
No estableció conversación con nadie como lo hace usualmente al no hacerlo, sabía que ellos querían hasta el más mínimo error, la más mínima cosa que pudiera avergonzarla para burlarse de la chica pero no les iba a dar la satisfacción de hacerlo.
Cerró la puerta y se cambio a la otra con calma tomando la otra cubeta.
Al estar un poco distraída se le olvidó cerrar la puerta detrás de ella provocando que se le escapara un jabalí, al reaccionar salió cerrando para evitar que otro se escapara.
No había sido necesario que le advirtiera a Winston pues el mismo jabalí se hizo notar corriendo en su dirección haciendo que se cayerá con fuerza sobre su espalda haciéndolo soltar un quejido de dolor.
La ojiazul se acercó con calma y rostro pasivo, la seriedad en su rostro no dejaba mostrar que quería burlarse del líder.
—Se escapó un jabalí —fue su única sencilla respuesta.
Winston desde el piso la miró incrédulo al escucharla.
—¿Me lo juras? —dijo sarcástico poniéndose de pie, sacudiendo la tierra de su ropa.
Emalyn hizo un pequeño encogimiento de hombros mientras miraba de reojo a los carniceros tratar de atrapar al animal que huía por todo el Área, así muchos tuvieron que dejar de hacer sus cosas para ayudarlos.
Winston la dejo para ayudarlos, ella giró para verlos, apretó los labios en una fina línea para evitar reírse de como el jabalí hizo que ese chico Caleb junto con Zart chocarán entre sí con bastante fuerza a decir verdad, cayendo al suelo y provocando carcajadas de otros.
Su segundo día iba de maravilla disfrutando ver como solos se humillaban ante sus ojos sin necesidad de hacer algo, era simplemente maravilloso para Emalyn.
Después de varios minutos un tanto largos pudieron atrapar al animal metiéndolo de nuevo en su lugar.
Su mano derecha ahora sostenía aquel utensilio filoso sin poder creer que acaba de quitarle la vida a un animal, quiso avanzar pero las náuseas aparecieron, a diferencia de el día anterior, hoy hablaba un poco más pero sólo para decir cuanto asco le daba estar en esa situación.
—Creo... creo que voy a vomitar —rompió el silencio con ascos evidentes sin poder ocultar su expresión cuando sus manos tocaron una textura que no le gusto.
Le dió ese cuchillo a Winston ignorando su sonrisa burlona y sin más salió de esa zona para respirar con tranquilidad, fue a esa cubeta de agua y se enjuago sus manos con rapidez.
—¿Vomitaste? —la voz de Alby la hizo girar a mirarlo.
Su respuesta silenciosa fue negar con su cabeza pero su mirada se puso en una mochila blanca que sostenía en su mano derecha.
—Está mochila venía contigo en la caja... escondida —expresó con calma—. Con una nota que comentaba que era para ti, no la revisé por privacidad y porque la nota explicaba que era ropa. Sólo que apenas recordé que la había aguardado.
Emalyn tomó la mochila entre sus manos mientras asentía con su cabeza. Sin decir nada más Alby se fue a quien sabe donde, aunque le costaba tener que acoplarse y de las pocas respuestas que daba, su pasatiempo favorito en estos pocos días era irse al mirador sin importarle la opinión de alguien incluso del líder del Área.
No supo en que momento la ojiazul notó como empezó a oscurecerse todo el lugar, había hecho bien el trabajo con los carniceros y se lo hicieron saber el único problema había sido tener que tocar con sus manos partes con una textura que casi le hicieron vomitar.
No fue de lo más tranquilo pues tenia las mirada sobre ella, tenía a tipos coqueteando, silbando cada que pasa por alguna lugar cerca de ellos, no sólo poniéndola incómoda si no alerta.
Ahora mismo se encontraba en esa cabaña improvisada en medio del bosque, Newt le explico que las tuberías ya se encontraban ahí por lo tanto contaban con agua para bañarse.
—Bien, ve a darte una ducha —Newt dijo mientras dejaba la antorcha bien acomodada en un árbol cercano.
La luz del fuego iluminó lo suficientemente tanto por dentro como por fuera.
—¿Podrías cuidar? —preguntó desconfiada mirando entre la oscuridad del bosque.
—Seguro —dijo con simpleza mientras se ponía de espaldas a ella para mirar por el camino por donde vinieron.
Le estaba gustando lo respetuoso que estaba siendo con ella incluso si Emalyn era hostil al responderle.
Emalyn paso por esa cortina y se desnudo, no sabía quién era la persona que le envío ropa y champú para su cabello, ligas para su pelo y otras cosas más pero sinceramente lo agradecía. Al abrir la llave del agua soltó un suspiro al sentir el agua fría caer sobre su cuerpo, no estaba tan fría como para quejarse pero le agradaba para la tensión de sus músculos además desde que ha llegado no pudo ducharse y ahora que tiene ropa pues la respuesta es obvia.
Después de darse una ducha rápida para no hacer esperar al rubio, se dispuso a ponerse ropa interior nueva, un pantalón color café crema, sus botas y una blusa negra de manga larga.
Hecho todo envuelto en sus pantalones para hacer espacio en la mochila al guardar todo, tomó el peine y cepillo su cabello con calma con un suspiro, el baño le había servido demasiado y se sentía relajada.
Salió de la pequeña cabaña y carraspeo su garganta para llamar la atención de Newt el cual giró para verla.
—Ahora te vez decente —señaló con aire divertido.
Recibiendo como respuesta el rodar de ojos de la chica.
En un abrir y cerrar de ojos Emalyn se encontraba en la entrada de ese comedor, todos con sus platos moviéndose de un lado a otro para apartarse lugar mientras otro va por la cena, de repente un hombro choca con el de ella con un tanto de fuerza pero no lo suficientemente para moverla de su lugar.
Respiro hondo para calmarse, odiaba ahora a Newt por dejarla sola mientras él estaba formado.
—Fijate por donde vas, novata —murmuró Minho con frialdad.
La chica giró para mirarlo con una ceja arqueada mientras negaba con su cabeza.
—Fijate tu por donde vas, yo estoy apartada del camino pero de algo es seguro es que no puedes ver bien —expresó con un parpadeó insinuando una falsa inocencia y seriedad en su rostro.
El corredor la miró con hastío y frustración porque había entendido a la perfección a lo que Emalyn se refería, a sus ojos rasgados. No muchos pudieron oír pero otro sí, Azael fue el único que había soltado una carcajada atrayendo la atención.
Minho posó su mirada en él, cambiándola a una de molestia, Azael sonrió burlón en su dirección, estos dos no se llevaban para nada bien, sus caracteres chocaban siempre, ambos sentían un odio profundo desde que se conocieron y muchos no lo entendían.
A muchos Azael les caí bien y a otros mal pero Newt era el único en saber sobre las emociones de Minho ya que fueron dichas por él, apesar de no recordarlo, lo odiaba de una manera realmente impresionante.
—Vamos —Newt se llevó a Minho lejos de la chica antes de que pudiera responderle tanto a ella como Azael.
El rubio la miró por encima de su hombro en advertencia que ella había ignorado obviamente, Newt sabía que Emalyn se metería en muchos problemas por su aparante personalidad fría, sarcástica y irritable, siendo toda una contestona con todos.
Pero no se quedaría callada y eso era bastante claro.
—Hey, novata —exclamó el azabache detrás de ella desde la mesa en donde comían todos los constructores.
Giró su rostro a un lado para mirarlo por encima de su hombro, recibiendo una seña para que fuera con ellos. Apretó los labios mirando por donde se fue Newt y luego volvió a mirar a Azael.
No le vendría mal convivir sin bajar la guardia, además de cualquier intentó de algo tenía con que defenderse. Tomó su plato de comida y caminó desconfiada hasta él.
Gally posó su mirada sobre ella sin decir nada, después miró Azael con la pregunta clara en sus ojos.
—Sólo quiero que se sienta cómoda —se explicó en voz baja sólo para los constructores escucharán—. Además sabes lo que es ese sentimiento cuando llegas.
Antes de que el rubio pudiera tan siquiera cuestionarlo, Emalyn ya se había acercado lo suficiente como para estar a unos centímetros de ellos.
—Ven —dijo amablemente Azael tomando de su muñeca para hacerla sentarse en la orilla con él a su derecha y con Gally enfrente.
Emalyn se tenso ante el contacto físico y se soltó de su agarre sin ser brusca pero el chico ni siquiera se dió cuenta o tal vez sí.
—Entonces... ¿Ya has recordado tu nombre? —preguntó apoyando sus codos en la mesa y girando su rostro para verla.
Asintió en silencio girando su rostro para verlo.
—Y bien, sorpréndeme —susurró en voz baja divertido.
—¿Por qué te interesa? —cuestionó ella en respuesta.
—Curiosidad...
Esa simple respuesta no le había bastado pero al perecer todos en la mesa querían saber su nombre incluso Gally quien parecía atento a cada palabra que decían frente a él.
—Emalyn —dijo para después tomar un bocado de su comida.
Azael proceso ese nombre en su mente y la comisura de sus labios se elevó en una diminuta sonrisa. No dijo nada y comenzó a comer uniéndose una conversación tonta con todos ellos, ignorando los coqueteos notables de otros lo cual la comenzaban a agotar.
Según recuerdo vagamente creo que el usuario era Azucena o algo así, la cual se dió cuenta de un cambio. La protagonista tiene ojos azules pero antes lo ponía como ojiverde ya que pensé que así los tenía la chica pero resulta que son de color azul. Espero no sea cosa mía pero me lo recordé para ponerlo aquí.
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