A LABYRINTH

La chica no había entendido a que se refería con hacer la fogata para darle una bienvenida y que era la razón para hacerla como cada novato. Hasta que los vió trabajar y hacer una fogata grande, los observó prender antorchas, bailar, crear música improvisada con botes y palos... aplaudían, gritaban, bailaban, todos reían felizmente, bebían como si no existiese unos muros gigantes alrededor de ellos mismos.

Sus ojos miraban el cielo oscuro, para todos era sorprendente la reacción de ella, no había llorado como niña pequeña o había inundado de preguntas a todos, su reacción había sido estar silencio y ser observadora con cada cosa a su alrededor, ni siquiera pudo formular una pregunta a Newt aunque tampoco la dejo hacerlo.

Estaba reteniendo sus emociones dentro de una caja y ocultándola dentro de lo más profundo de su interior para que nadie pudiera ver a través de ella y más si esta sería su nueva vida.

La castaña estaba perdida en sus pensamientos con una mezcla de emociones dentro de ella, sus ojos mirán un punto fijo en el cielo como para notar que el rubio se encontraba tomando asiento en el césped al lado de ella mientras recargaba su espalda en el tronco de madera.

—¿Qué miramos específicamente? —se encontró preguntando el segundo al mando mientras miraba unos segundos el cielo y después a la novata.

Ante el sonido de esa voz masculina con un acento, la hizo sobresaltarse en su lugar y dirigió su mirada al chico a su lado.

—Nada en específico... sólo mirando la oscuridad del cielo—respondió en voz baja.

—¿Cómo lo llevas?

—Estoy bien.

Asintió brevemente sin decirle más, era bastante obvió que la chica diría pocas palabras incluso con él, posiblemente sonó brusca pero una parte de ella estaba molestándose por no recordar nada.

—Tranquila, es normal... —dijo en un tono suave mientras notaba la incertidumbre en las facciones faciales de la novata—. A todos nos pasa lo mismo. Recordarás tu nombre en un día o dos, después de todo es lo único que nos dejan conservar —dió un pequeño encogimiento de hombros con tranquilidad.

Ni siquiera tuvo fuerzas para replicar, Newt dijo demasiado con aquella aclaración así que se limitó a mirarlo y él hizo lo mismo con una ceja arqueada, sabe que lo está evaluando, queriendo notar algo para ponerla a la defensiva de nuevo.

—Buen primer día, novata —rompió el silencio que se creo entre ambos mientras masticaba un poco del trozo de carne enrollado en un palo al que le dió un mordisco.

—Ten, para que te hagas mujercita —habló en un tono burlón mientras le pasaba su envase de vidrio con un contenido dentro.

La castaña lo tomó confundida y desconfiada mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.

—¿Esto qué es? —la novata se encontró preguntando pero lo único que obtuvo fue una sonrisa divertida de Newt.

Alternó la mirada entre él y la bebida, suspiro y acercó el vaso a sus labios hasta que dió un pequeño trago pero al pasar por su garganta, una mueca de asco había aparecido en su rostro sin evitarlo y el rubio a su lado había soltado una carcajada, pues había estado toda seria desde que ha llegado.

—Que mierda es eso —señaló con desagrado mientras le daba de nuevo lo que acaba de ingerir.

—Debes haber visto tu cara —mencionó entre pequeñas risas hasta que se calmó un poco para darle el mismo un trago a la bebida—. Mmm... no lo sé, la receta de es de Gally. Es un secreto.

—¿Quién es Gally?

—Cierto, lo olvidaba... Es el que esta en medio del círculo... El que entro en la caja después de mí —señaló detrás de él sin darse la vuelta.

Asintió en silencio hasta que recordó cual chico era sin necesidad de voltear a mirar detrás de ellos.

—¿Seguirás omitiendo lo que no me dijiste cuándo hablamos? —directamente soltó la pregunta mientras miraba al frente.

Él la miró de reojo mientras negaba con su cabeza, apesar de las pocas cosas que decía la novata, se notaba el carácter que portaba.

—Detrás de estos muros existe un laberinto, la misma razón por la que queríamos impedir que llegarás a entrar —reveló con calma para después beber un poco de su bebida.

Laberinto, ¿él dijo laberinto? Aquella palabra comenzaba a sonar en su mente sin creer lo que dijo, pero al ver los muros altos frente a ella le dió una respuesta afirmativa.

—Créeme, novata. El laberinto es una lugar peligroso.

—Eso quiere decir que estoy... bueno, estamos atrapados, eso es genial —se corrigió así misma mientras afirmaba de manera sarcástica.

—Por el momento, pero...

Ella tuvo que girar un poco su cuerpo como lo hizo Newt cuando él se detuvo al hablar, entonces señaló con su dedo en una dirección en específico así que con sus ojos lo siguió.

—¿Los vez? Dos de los que intentaron atraparte y otros que también están en la fogata, son los corredores —le informó mientras señalaba al chico de camisa azul que se encontraba comiendo—. El que está en medio, es Minho. Es el encargado de los corredores.

Ella lamió sus labios secos mientras miraba unos segundos al chico mencionado y retiraba la mirada de él.

—Todas las mañanas cuando se abren esas puertas, recorren el laberinto... hacen mapas, lo memorizan, buscan la forma de salir.

—¿Cuánto tiempo les está llevando conseguirlo?

—Tres años —declaró en voz baja mientras sus facciones se ponían serias.

Si estaba impresionada no mostró alguna emoción, era bastante tiempo, ni siquiera podía imaginar que tan grande era el laberinto para que les cueste tanto tiempo.

—No se escucha como algo sencillo —fue su respuesta mientras volvía a su posición inicial.

—No lo es —afirmó hasta que llevo un dedo a su lóbulo de su oreja en señal de que escuchará por lo que le hizo caso—. ¿Lo oyes? Es el laberinto alterándose... en las noches cambia.

—¿Cómo es eso posible? Los muros son gigantesco, literalmente —dijo incrédula mientras señalaba el muro.

Él soltó un pequeña risa—. Cierto, quiénes nos pusieron aquí te lo dirán si algún día hablas con ellos.

—La verdad es que los corredores son los únicos que realmente saben lo que hay allá fuera. Son los más fuertes y veloces de todos, y eso es bueno. Porque sí no vuelven antes de que las puertas cierren... se quedarán afuera toda la noche... y no sobrevives una noche en un laberinto —terminó de relatar mientras le daba una mirada reojo, quería que captará que estaba segura mejor aquí dentro que afuera.

Se quedó en silencio mientras procesaba la información, quería preguntar muchas cosas pero no quería agobiar al único chico que estaba siendo amable con ella apesar de que no estaba hablando más que escuchando y observando.

—Pero existe algo más allá fuera, ¿no? —dijo en voz baja con seguridad al captarlo.

—Los llamamos penitentes, claro que nadie ha visto uno y vivirlo para contarlo. Pero están afuera...

A Newt le estaba agradando la chica, era la única que escuchaba y observaba sin necesidad de lanzar pregunta tras pregunta a cada segundo, pues las respuestas que la novata daba era afirmaciones cuando sacaba sus conclusiones en su propia cabeza.

Ella es diferente... en todo el aspecto de la palabra.

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