𝐕𝐈𝐈

Purus Sanguis, Dimidium Sanguinis, et Sordida Cruor

Algo que había descubierto Harry Potter gracias a San Valentín y al enano fue el diario de T. M. Riddle y como este funcionaba. Después de que todos sus libros y pergaminos se mancharan de tinta resultaba sospechoso que ese quedara ileso. Esa era su excusa para haber escrito en el diario como si estuviera presentándose.

Y había funcionado.

Había conocido a Tom Riddle y este le había mostrado un recuerdo de la primera vez que la Cámara de los Secretos fue abierta, confesándole que el culpable había sido su amigo, Hagrid.

El trío de oro sabía que Hagrid siempre había sentido una afición por las criaturas grandes y monstruosas, de ejemplo estaban Norberto y Fluffy. Por esa razón era que los tres no podían evitar pensar qué tal vez su gran amigo si podría haber sido culpable en el pasado de esa atrocidad.

No sabían si cuestionarlo sobre eso era correcto, así que prefirieron callar. Y los días pasaron sin nuevos ataques o susurros, dándoles esperanza en que podrían olvidarse de lo que Riddle les había mostrado y así no tener que hablar con Hagrid de su expulsión. Habían ya pasado casi cuatro meses desde la petrificación del Justin y Nick Casi Decapitado, y parecía que todo el mundo creía que el agresor, quienquiera que fuera, se había retirado.

Durante las vacaciones de primavera, los de segundo tuvieron que decidir optativas para el siguiente curso.

- ¿Cuáles escogerás, Dray?

- Estaba pensando en Cuidado de Criaturas Mágicas y Estudio de Runas Antiguas - responde con su mirada aún en la lista de electivas.

Adhara asiente, - ¿Theo?

- Aritmancia y Estudio de Runas Antiguas.

La castaña observa una vez más su papel antes de voltear hacia sus compañeras de cuarto.

- ¿Greengrass? ¿Parkinson?

Ambas chicas de ojos claros mostraron grandes sonrisas al ser llamadas por la castaña, logrando hacer que una sonrisa ladina quiera aparecer en el rostro de Adhara. Sonrisa ladina que gritaba travesuras y peligro, sonrisa que pertenecía a los Black.

- Cuidado de Criaturas Mágicas y Estudio de Runas Antiguas - responde sonrojada Pansy, viendo de reojo a Draco.

Adhara levanta una ceja ante el sonrojo de la de cabello corto, pero se abstiene de decir algo.

- Creo que Adivinación y Aritmancia - sonríe Daphne - ¿Y tu, Adhara?

Los ojos verdes de la Black adquieren un brillo juguetón que muchas veces recordaba a sus maestros, sin que ella lo supiera, a Sirius Black, su tío. La sonrisa ladina dando por terminada la obra maestra que era su ADN.

Su mirada pronto observa a cierto Gryffindor apuntar al azar con su varita en su hoja varías veces, parecía seguir un patrón antes de detenerse. Sus ojos se entrecerraron antes de levantar su barbilla victoriosa. Volteó a su papel e hizo los dos mismos patrones que el de cabello azabache, esperando no haberse equivocado.

- Cuidado de Criaturas Mágicas y Adivinación - declara victoriosa - Creo que tercer año será interesante.

El grupo de Slytherin siguió charlando entre ellos mientras Adhara se concentró en agarrar el libro que había sacado hace poco de la biblioteca sobre diferentes lenguas en el mundo mágico. Cada vez se volvía más fácil olvidarse de las palabras de Dumbledore del año pasado, aún más con sus amigos para hacerle compañía y distraerla.



A Gryffindor le tocaba jugar el siguiente partido contra Hufflepuff, lo que mantenía a Potter completamente concentrado en sus deberes y sus entrenamientos. Por eso fue que no se dio cuenta hasta tarde de que alguien se había llevado el diario de Tom Riddle.

Lo que significaba que el heredero de Slytherin era de Gryffindor.

En cambio, Adhara se alistaba para el partido de los leones y los tejones. Estaba pintando sus uñas de un tono rojizo vino antes de pintar las iniciales y el número 7 en dorado y rojo en sus mejillas. Aunque se detuvo cuando sintió su mano comenzar a temblar.

Sus ojos se abrieron de golpe. No podía estar pasando de nuevo, el año había sido tranquilo hasta ahora. Se tomaba una gota de su poción todos los días a la misma hora sin falta, no tenía sentido que su cuerpo reaccionara así. No sabía que lo que estaba sucediendo en esos momentos era algo lo suficientemente malo para que su magia y cuerpo pelearan hasta hacerse notar.

Corrió hasta cerrar con llave la habitación, que por suerte se encontraba vacía, buscando encerrarse en ella. Su mirada se dirigió al espejo, ahogó un grito al ver su reflejo observándola con ojos completamente negros y ligeras venas del mismo color debajo de estos.

- Puella innocens est. Is in culpa est.

La voz había salido de su reflejo. Era su voz aunque sonaba como si tuviera ecos de diferentes tonalidades en ella, pero era su voz.

Pero Adhara no había hablado.

- Puella innocens est. Is in culpa est - volvió a repetir - Vos intercedere debetis. Salvum fac innocentem.

Adhara seguía observando horrorizada su reflejo, haciendo a este fruncir. Apenas el ceño de su reflejo se frunció, la castaña llevó sus manos a su cabeza dejando escapar gemidos de dolor. Las voces ahora se encontraban dentro de ella gritándole en desorden las frases antes dichas, una y otra vez. No se ponían de acuerdo en cuál hablaría y en que momento, haciendo que todas las voces se mezclaran.

La joven Black sintió algo comenzar a escurrir por debajo de su nariz, débilmente volteó a ver nuevamente su reflejo encontrando su nariz sangrando.

Su reflejo la observa aún con el ceño fruncido y, sin una muestra de preocupación, levanta su mano para limpiar la sangre debajo de su nariz. Pero Adhara aún sentía que sangre seguía escurriendo por su nariz, especialmente cuando sintió el ligero sabor a metálico llegar a sus labios.

- Basiliscus.

Adhara frunce el ceño con confusión, aunque pronto sus ojos se abren como platos. Su reflejo le sonríe antes de volver a reflejar a una Adhara normal, con sangre debajo de su nariz.

- Basiliscus - susurra - Basilisco... Salazar Slytherin... Slytherin... agua... ¡Por Merlin!

Corriendo, la princesa de Slytherin toma su bolso y se olvida por completo del partido de quidditch pues tenía que ir a la biblioteca. Si tenía razón podría ayudar a detener los atentados contra los hijos de muggles.

No le interesaba ser un héroe pero su corazón se aceleraba fuertemente ante la oportunidad de una aventura. Tal vez por eso el Sombrero quería seleccionarla en Gryffindor. Aún así, esto era algo serio. Debía ir a la biblioteca para estar segura antes de decirle al profesor Dumbledore. No podía creer como nadie lo había descifrado, como ella no lo había hecho. La sala común de Slytherin tenía un cuadro de uno. Era demasiado obvio.

Corrió a la biblioteca, su mirada encontrándose con una revoltura cabellera castaña que reconocía bastante bien.

- ¡Granger!

La Gryffindor se asusto y volteó a verla con sorpresa, pero Adhara ni se inmutó. La Black simplemente se acercó a donde la leona y tomó un libro de uno de los estantes cerca de ellas.

Observando el libro en sus manos, Adhara lo abre y asiente. Segura de que este era el adecuado, se lo pasa a Hermione. La Gryffindor observa el título, Animales Fantásticos y Donde Encontrarlos, antes de ver el capítulo que había abierto la Slytherin y de repente entiende todo. Los ojos oscuros de Granger brillan antes de compartir una mirada con la Slytherin.

- "De las muchas bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan por nuestra tierra, no hay ninguna más sorprendente ni más letal que el basilisco, conocido como el rey de las serpientes" - susurró de memoria Black mientras la Gryffindor leía - "Esta serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos, nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte."

- "Las arañas huyen del basilisco, pues es éste su mortal enemigo, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es mortal" - terminó susurrando Hermione por ella.

La de cabello revoltoso no lo dudo ni un segundo antes de arrancar la página del libro, Adhara observándola impresionada por su acción.

- Hemos visto arañas huyendo de dónde hemos encontrado los ataques siempre...

- ¿Qué? Como sea. Antes de cualquier ataque el heredero se encargó de asesinar a todas las gallinas de Hogwarts - le recuerda Adhara.

- Mata con las miradas - susurra Hermione - Nadie a muerto aún...

- Nadie lo ha visto aun - se encoge de hombros Adhara - Digo, Nick Casi Decapitado estaba frente a Justin.

- ¡Eso es! - sonrió Hermione - Justin vio al basilisco a través de Nick Casi Decapitado, Colin lo vio a través de su cámara, y la señora Norris...

- A través del agua - murmura - Digo, había agua por el lugar ese día.

- Agua... - susurra Hermione - ¡Agua! ¡Myrtle! ¡Por Merlin, son las tuberías! Se mueve por ellas, vive en ellas, específicamente las del baño del primer piso.

- ¿El baño de Myrtle?

- Solo un estudiante murió en Hogwarts... hubo solo una muerte por el basilisco.

- Myrtle - susurra Adhara - Hay que decirle a Dumbledore...

Pero Adhara no terminó su frase. Su cara palideció, sus ojos se volvieron negros por un segundo, su piel se erizó y su mano comenzó a temblar ligeramente.

Bestia adest

- Bestia adest - repite el susurro de su cabeza confundiendo a la Gryffindor - El basilisco... dame la hoja.

Hermione le tiende el papel confundida y Black con rapidez saca una pluma de su bolso, escribiendo en este rápidamente la palabra "Tuberías". Ni siquiera le interesaba saber cómo era que ahora entendía lo que las voces le decían, estaba más preocupada por lo que había entendido.

- Tenlo - enrolla el papel y lo coloca en la mano de Hermione - Confió en Potter.

- ¿Qué...?

Abriendo nuevamente su bolso, Adhara saca un espejo de este. Sabía que las probabilidades de lograr escapar eran pocas pero debían intentarlo.

El sonido de un siseo alertan a Hermione de lo que esta pasando, haciéndola palidecer de golpe y pegarse a la Slytherin que ya se encontraba tratando de ver a través del espejo. Con un asentimiento, Adhara comienza a moverse con sigilo seguida por Hermione, ambas deteniéndose de golpe al escuchar como el siseo se detiene por un segundo, como si las hubiera escuchado, antes de volver.

Lo único mortal para un basilisco era el canto de un gallo, que no tenían. Tampoco podía alguna de ellas hablar pársel para ayudarse a huir. Estaban por su cuenta.

Una sangre sucia y una sangre limpia. Una Gryffindor y una Slytherin.

Trataba de encontrar algo en su memoria que les ayudara. Sabía que el primer basilisco había sido criado por Herpo el Loco, un mago tenebroso en Grecia que hablaba pársel, y sabía que era un huevo de gallina incubando por un sapo. Sabía que el Basilisco estaba clasificado por el Ministerio de Magia con XXXXX, por ser asesino de magos y no poder ser domesticado.

No había salida alguna.

Adhara observa nuevamente su espejo, sintiendo su respiración fallarle al ver como una gran cola verde brillante y escamosa se perdía detrás de un estante. Con un asentimiento, ambas se vuelven a mover.

Estaban a unos metros de la salida cuando escucharon un gemido cerca de ellas, ambas voltearon rápidamente solo para encontrarse con una aterrorizada Penélope Clearwater de Ravenclaw. Adhara tenía entendido de que era una mestiza, pero con el basilisco cerca sabía que eso ya no importaba pues de igual manera estaba en peligro. Para sorpresa de Hermione, la Black no dudó en hacerle una señal a ambas para que guardaran silencio antes de correr hacia dónde Penélope estaba y traerla con sigilo a donde ellas.

Una nacida de muggles, otra mestiza, y una sangre pura. Rojo, verde, y azul escabulléndose por los estantes intentando ignorar el miedo que sentían recorrerles el cuerpo. Miedo que crecía con cada siseo.

Un estruendo resonó en la biblioteca. Adhara tomó la mano de Hermione antes de voltear a ver por el espejo. Granger y Clearwater hicieron lo mismo.

Un grito ahogado se escuchó por el lugar antes de que tres cuerpos inocentes cayeran al suelo con un gran estruendo. Tres pre adolescentes petrificadas. Granger y Black aún tomadas de la mano. Adhara aún con el espejo en su otra mano y Hermione con el papel en la otra suya.

Un último siseo se escuchó y el basilisco huyó.



La profesora McGonagall, luego de cancelar el partido de quidditch antes de que este comenzara, iba caminando seguida de Ron, Harry, Draco, y Theo. Subieron escaleras de mármol en un tenso silencio, las preguntas de los pre adolescentes siendo ignorada por la mayor, la cual sentía su pecho contraerse con dolor ante las noticias que sabía debía darles.

- Esto los sorprenderá - dijo con voz amable cuando se acercaban a la enfermería - Ha habido otro ataque... un ataque triple.

La profesora McGonagall abrió la puerta y entraron a la enfermería. La señora Pomfrey atendía a una muchacha de sexto año con el cabello rubio largo y rizado. Y en las dos camas que le seguían se encontraban...

- ¡ADHA!

El grito de Draco sorprendió a todos, los cuales aún se encontraban observando a sus respectivas amigas horrorizados. El joven Malfoy ni siquiera lo dudo antes de correr a la cama de su mejor amiga, su ceño frunciéndose levemente al ver como una de sus manos se encontraba agarrada a la de Hermione Granger.

Theo se colocó al lado de Draco; Harry y Ron no tardaron en ponerse al lado de Hermione.

- Las encontraron juntas en la biblioteca - dijo la profesora - Supongo que ninguno puede explicarlo. Esto estaba en el suelo junto a ellas...

Levantó un pequeño espejo redondo negro con pequeños diamantes incrustados en este. Ron y Harry negaron.

- Es de Adha - hablo en voz baja Draco - Es su espejo.

La profesora McGonagall suspiró. La mirada derrotada y desconsolada del Malfoy era una que nunca se había esperado, y le dolía verla. Le dolía ver a los cuatro pre adolescentes tan desconsolados por perder a las chicas de sus trío de amigos.

- Los acompañare a sus salas comunes - dijo con seriedad - El profesor Snape debe hablar con ustedes y yo debo hablar con los de la Torre de Gryffindor.

- Podemos ir solos - aseguró Nott - ¿Puede darnos un segundo con Potter y Weasley?

Asintiendo levemente, la profesora de alejo de los cuatro dándoles espacio. Suponía que simplemente querían tiempo con sus respectivas amigas antes de irse, pero no era así.

Ambos Slytherin compartieron una mirada antes de voltear a ver a los dos Gryffindor, los cuales se tensaron ante sus miradas.

- Que Adha se encontrara con Granger no es una casualidad - espeto Malfoy - Y, conociendo a Potter, supongo que harán de las suyas y buscarán a quien hizo esto.

- Cuando lo hagan, si necesitan ayuda, déjennos saber - término Nott - Nadie lastima a uno de los nuestros y se sale con la suya.

- Nadie - sentencio Draco.

Con eso dicho, ambos Slytherin besaron la cabeza de la princesa de las serpientes antes de salir con solo un asentimiento hacia McGonagall de la enfermería. Harry y Ron congelados en su lugar.

Sabían que los Slytherin tenían razón.

La profesora McGonagall los llevó a la Torre de Gryffindor, donde reunió a todos los estudiantes de uniforme rojo.

- Todos los alumnos estarán de vuelta en sus respectivas salas comunes a las seis en punto de la tarde. Ningún alumno podrá dejar los dormitorios después de esa hora. Un profesor los acompañará siempre al aula. Ningún alumno podrá entrar en los servicios sin ir acompañado por un profesor. Se posponen todos los partidos y entrenamientos de quidditch. No habrá más actividades extracurriculares.

Todos los alumnos de Gryffindor escuchaban en silencio a la profesora, quien al final enrolló el pergamino que antes leía y habló con voz entrecortada de la impresión.

- No necesito añadir que rara vez me he sentido tan consternada. Es probable que se cierre el colegio si no se captura al agresor. Si alguno de ustedes sabe de alguien que pueda tener una pista, le ruego que hable.

La profesora salió por el agujero del retrato con cierta torpeza, e inmediatamente los alumnos rompieron el silencio en el que se encontraban.

- Han caído dos de Gryffindor, sin contar el fantasma, que también es de Gryffindor, uno de Ravenclaw y otro de Hufflepuff - dijo Lee Jordan, el amigo de los gemelos Weasley - ¿No se ha dado cuenta ningún profesor de que los de Slytherin parecen estar a salvo? ¿No es evidente que todo proviene de Slytherin? El heredero de Slytherin, el monstruo de Slytherin... ¿Por qué no expulsan a todos los de Slytherin?

Varios alumnos asintieron de acuerdo y se oyeron aplausos aislados. Harry, sin saber por qué, apretó sus puños con fuerza y se levantó de su lugar contra la pared.

- Adhara Black también fue petrificada - les recordó con voz tensa - Black, que es sangre pura y de Slytherin. Nadie está a salvo realmente, no culpen a los Slytherin sin pruebas.

Ron observó a su mejor amigo sorprendido, igual que la mayoría de los leones. Honestamente, hasta Harry estaba sorprendido pues nunca pensó que estaría defendiendo a las serpientes. Sin decir algo más, el de cabello azabache tomó su bolso y se dirigió a su dormitorio. No sabía por qué había sentido la necesidad de decir lo que dijo, solo sabía que no le había agradado que ignoraran el hecho de que Black había sido petrificada como si no importada.

Su mochila fue arrojada al lado de su cama y se sorprendió al ver algo de color amarillo salir de este. Era el girasol que Adhara le había dado para San Valentín, se encontraba en perfectas condiciones, por lo que sospechaba la castaña lo había encantado.

Con delicadeza lo tomó entre sus manos, un suspiro escapándose de su pecho que se contraía adolorido, sin él saber por qué.



El verano estaba apunto de llegar a los campos del castillos. Los Slytherin, Harry y Ron habían intentado visitar a sus respectivas amigas en la enfermería pero hasta estas estaban prohibidas. Las idas a la biblioteca también, por lo que Draco había ordenado a los Slytherin buscar información cómo pudieran. Todos parecían dispuestos a hacerlo; después de todo, la mayoría de las serpientes admiraban o respetaban a la Black.

Theo, Daphne, Pansy, y Draco habían leído todos los libros que habían encontrado entre las cosas de Adhara. No habían encontrado nada que les ayudara.

Dumbledore ya no estaba en el colegio, haciendo que el miedo creciera aún más. Potter y Weasley querían seguir la indicación que les había dicho Hagrid cuando se lo llevaron, pero no habían arañas a las cuales seguir ya. Además que ahora estaba el inconveniente de que no los dejaban ir solos a ningún lado, sino que tenían que desplazarse siempre en grupo con los alumnos de su sala.

La mayoría de los estudiantes estaban agradecidos con sus profesores por acompañarlos a todos lados, pero para los restantes del trío de oro y el trío de plata era fastidioso.

Para sorpresa de todos, Draco no había dicho ni una sola palabra sobre lo que acababa de suceder. Al contrario, se mostraba tan molesto por lo que había sucedido como todos. Todos pensaban que estaría cantando victoria pero no era así, y todo se debía a que Adhara Black había sido atacada. Ni siquiera Snape actuaba como normalmente lo hacía, su mirada aveces se perdía y sus insultos hacia los leones eran casi nulos.

Todas las casas habían sido afectadas por el heredero, después de todo, haciendo a todos querer que el culpable fuera atrapado. En Herbología, por fin, Harry vio nuevamente arañas y en Defensa Contra las Artes Oscuras acordaron en ir esa noche al bosque con la capa de invisibilidad. Claramente, nada salió como esperaban. Al menos descubrieron que Hagrid nunca abrió la Cámara de los Secretos realmente, que la bestia que el había tenido era Aragog, la araña que había intentado matarlos esa noche. También descubrieron que la criatura que rondaba era una que aterrorizaba a las arañas, al Aragog rehusarse a decir su nombre. Y, por fin, habían llegado a la conclusión que la que chica que murió podría ser Myrtle, La Llorona.

Ahora solo les quedaba averiguar cómo burlar a los profesores para poder ir al baño de niñas y buscar respuestas.

No ayudo que en Transformaciones se les hizo saber que los exámenes comenzarían el primero de Junio, que la única razón por la que el colegio seguía abierto era su educación y por lo tanto debían seguir estudiando. Así que ya no sólo debían burlar a los profesores, sino que también debían estudiar.

Sencillo, ¿no?



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