xv. chapter fifteen [ extra #1 ]

❛ He is looking for us.❜



















— ¿Que hacen despierto ustedes a media noche? — preguntó Tony cuando entró a la cocina y ver a Steve, Natasha y a Clint riendo por lo bajo mientras tomaban lo que parecía ¿vodka?. — ¿Están teniendo una pijamada sin mi?

— Queríamos algo de paz, Stark, la noche es linda sin tanto
drama.. — bromeó Clint haciendo que Stark entre cerrara los ojos hacia él.

— Gracioso, Barton. — dijo con sarcasmo. El arquero sólo se encogió de hombros.

— Ay, ven, Stark, bebe con
nosotros. — lo invitó Natasha, el filantropo aceptó.

— Oigan, ya, enserio, ¿que los tiene despierto a esta hora? — preguntó Tony mientras tomaba de su bebida.

Sus compañeros gimieron y rodaron los ojos.

— Thor. — dijeron al unísono.

Tony chasqueó la lengua.

— Tengo que cambiarlo de sitio.

— Ahora le toca a Clint escuchar esos ronquidos de cerca.

— ¿Estas demente? Si estando a cinco habitaciones de la mía me tiene con los ojos bien abiertos ¿como crees que estaré teniéndolo al lado? — exclamó Clint hacia la rusa.

Natasha solo se encogió de hombros.

— Oigan, vamos, mañana él se irá. Probablemente no lo veamos en un buen tiempo. — los relajó Steve.

— ¿Y tú que, legolas? ¿También te irás? — le preguntó Tony viendo al cobrizo. Clint sólo soltó un suspiro.

— Todos eventualmente lo haremos. Ahora sin problemas nivel Vengadores creo que lo más razonable es que vuelva a casa con Laura y los niños.

— Bien..

— Además que Nathaniel está a solo un par de semanas de nacer. — los tres levantaron las cejas en su dirección. Clint alzó las manos. — ¡Oigan no me perdí el nacimiento de mis dos hijos, apuesten por sus traseros que no me perderé del tercero!

El cuarteto rió pero de repente un grito (que incluso opacó los ronquidos del Dios del trueno) se escuchó por todo el complejo. Seguidos de unas súplicas.

— ¿Esa es..?

— ¡Alena!

Natasha salió corriendo con los demás a sus espaldas. Los gritos de la joven provenían de su habitación pero cuando la pelirroja trató de abrir la puerta ésta estaba trabada. Natasha empezó a golpear la puerta mientras sentía que su corazón se iba a salir de su boca por cada grito que salía de la boca de su hija.

— ¡A un lado! ¡A un lado! — los apartó Steve y con una patada logró abrir la puerta.

Natasha entró con rapidez y se confundió al ver como la joven se retorcía en su cama.

— ¡Shh! Todo está bien, Alena. ¡Es solo una pesadilla! — le decía Natasha mientras sujetaba sus muñecas para evitar que la joven se hiciera daño.

Pero lo que asustó a los presentes fue que Alena no despertaba y por su nariz empezó a salir sangre.

— Por favor, basta.. — lloraba Alena.

El trío empezaba a entrar en desesperación ya que nada parecía despertar a Alena de su tranque. Incluso le dieron golpecitos en sus mejillas pero no lograban que despertaba.

Ya por último a Clint se le ocurrió dejar caer un poco de agua fría, pero sólo logró que Alena jadeara y abriera sus ojos. Pero sus ojos marrones se eclipsaron por un tono morado profundo.

Su mente y su cuerpo parecía estar en trance, sus ojos brillaban y su nariz botó sangre una vez más.

— Pet.. Pet.. Pet.. — repetía una y otra vez Alena aún con su mirada clava al techo. Los chicos se miraron asustado y desesperados.

— ¡Alena, reacciona!

Y para la fortuna de los adultos Alena al fin pudo abrir los ojos pero empezó a jadear por aire. Se sentó en la cama aturdida y a la vez confundida.

— ¿Alena..?

La azabache salió corriendo al baño y vació su estomago. Natasha se acercó a su hija y la ayudó sujetando su cabello.

— Gracias.. — la voz de Alena estaba ronca de tanto gritar.

— No te preocupes, cariño. — Natasha le tocó su frente pero la retiró rápidamente. — Estas ardiendo.

— E-Estoy bien.

— No, no lo estas, ven, vamos a la cama, mañana no tendrás entrenamiento.

— No, no puede dormir aquí, las sábanas estan llenas de sangre, mañana las mandaré a lavar. — dijo Tony mientras miraba con preocupación a Alena.

— Te puedes quedar conmigo. — ofrece Natasha.

Alena duda y por inercia su mirada se dirige a Steve quién le asiente para que vaya con la pelirroja.

— Está bien..

Alena y Natasha salieron con la mirada de los otros Vengadores pegadas en ellas. Tony soltó un suspiro mientras se sujetaba el puente de la nariz.

Cuando llegaron al cuarto de la rusa mayor la azabache no pudo evitar mirar y analizar todo a su alrededor. Las paredes eran igual que su habitación, blancas con crema. No había desorden, todo estaba en su lugar.

Natasha guió a su hija a la cama y la sentó, se arrodilló frente a ella mientras sujetaba sus manos.

— ¿Quieres hablar de
eso? — pronunció por lo bajo Natasha. Alena se tomó su tiempo para responder.

— E-Es.. Complicado. No lo entenderías. — Alena bajó la cabeza haciendo que unos mechones mojados se pegaran a su frente.

— Puedo tratar. — sonrió levemente Natasha mientras levantaba el rostro de su hija y colocaba sus mechones tras su oreja.

Alena suspiró.

— Fue raro.. Eran como imágenes aleatorias.. Sentí un dolor horrible en mi espalda baja, sentía mucho dolor. Luego había un tipo raro.. Era grande, verde y se reía.. Y mientras lo hacía.. Sentía que extraía todo dentro de mi.. — el labio de Alena tembló. — Iba a morir.. Sola.

Natasha puso sus manos en las mejillas de Alena para limpiar una lágrima que inconscientemente había bajado en una de ellas.

— No, eso no pasará, estoy contigo ahora.

Alena la miró por primera vez fijamente y quitó sus manos.

— ¿Hasta cuando?

Natasha frunció el ceño con confusión.

— ¿Que?

Alena se levantó de la cama mientras miraba a Natasha con reproche.

— ¿Cuanto tiempo te quedarás hasta que decidas que te quieres ir?

— Alena..

— No me querías en tu vida para empezar.

— ¡Fue por tu bien!

— ¡Yo solo quería una
mamá! — lloró Alena. Natasha hizo un amago de querer acercarse pero la adolescente solo retrocedió.

— Quería.. Quería que tuvieras una vida normal.

Alena bajó la mirada.

Pensó en Tony. Él le quería y podía darle esa oportunidad de tener una vida.. Pero sabía que no lo merecía. Ella era una fenómeno, había matado. Era un monstruo.

Y si lo de su sueño se volvía realidad sabía que nadie a su alrededor estaba a salvo.









































































Alena tomó una bocanada de aire para después darle unos pequeños golpes a la puerta de la habitación de la Sokoviana.

Pasaron segundos muy largos cuando la puerta fue abierta. La imagen frente a ella destrozó por completo a Alena.

— Wanda..

— Quiero estar sola. — la voz de Wanda salió muy pequeña.

— No, no quieres. — sonrió levemente Alena. Wanda miró a Alena con lágrimas en los ojos.

El labio de la Sokoviana tembló y Alena rápidamente la atrajo en un abrazo.

— Lena.. — lloró Wanda.

— Lo sé.. — los ojos de Alena se llenaron de lágrimas y un nudo se instaló en su garganta. — Yo también lo extraño.

Wanda se separó de la azabache y se adentró nuevamente a su habitación con Alena a sus espaldas. No quería que nadie la viera en ese estado así que Alena cerró la puerta.

— ¿Por qué él?

— No lo sé.. — confesó Alena apenas ya que su voz amenazaba con cortarse. Pero rápidamente se reprendió, Wanda la necesitaba fuerte. — Lo único que sé es que hubiera querido que nos levantemos.

— Sueño con él todos los
días.. — confesó Wanda con la mirada perdida pero por sus ojos no dejaban de caer lágrimas.

— ¿Quieres hablar de eso?

Wanda se burló.

— ¿Que te hace pensar que eso me hará sentir mejor? — preguntó Wanda y Alena no pudo estar más de acuerdo. Cuando Natasha le había pedido hablar con ella sobre sus pesadillas no sintió una mejora personal.

— Clint dijo que ayuda a consolar.

— Lo único que me consolaría es verlo otra vez. Lo lamento. Estoy... Estoy muy cansada. Es... Es como una ola que me envuelve, una y otra vez. Me derriba, y cuando intento levantarme, viene por mí otra vez. Y yo... Me va a ahogar.

— No, no lo hará.

— Si. ¿Cómo lo sabes?

— Porque no todo puede ser tristeza, ¿no? La mayor parte de mi vida estuve sola, así que no sentía la falta de nadie. Era todo lo que tenía. Nunca había padecido una pérdida, porque nunca tuve un ser querido que perder. Pero ¿qué es la pena, sino amor que persevera?

Wanda la miró e inevitablemente le sonrió a la cual Alena correspondió.

» — Ven aquí. — Alena atrajo en un abrazo a Wanda haciendo que la castaña escondiera su rontro en el hueco de su cuello. — Yo siempre voy a estar contigo, Wanda.

— Creí que irías a despedir a Thor y a Tony.









(•••)





Alena se acercó al trío que parecían absortos en su conversación.

— Pero si pones el martillo en una ascensor.. — escuchó a Steve.

— Irá hacia arriba. — completó Tony.

— La verdad no es digno. — negó Steve.

— Extrañaré sus graciosas
charlas. — dijo divertido Thor.

—No si no te vas. — dijo Alena llegando junto a los hombres

— ¡Hey, brujita!— exclamó Thor.

— Te vamos a extrañar,
rubia. — admitió mientras se cruzaba de brazos. — ¿Otra vez al espacio?

— No tengo elección, la gema de la mente es la cuarta gema del infinito en aparecer en los últimos años y no es coincidencia. — dijo Thor con seriedad mientras salía al jardín seguido de Tony, Steve y Alena. Ésta última recordando su sueño de días antes — Alguien juega una partida elaborada y nos mueve como peones, cuando las piezas estén en posición…

— ¿Triple jaque mate? — inquirió Tony.

— ¿Y podrás averiguar lo que
viene? — preguntó Steve.

— Si puedo. — aseguró Thor — Fuera de este hombre, todo tiene una buena
explicación. — asintió el rubio — Nos vemos, adios bruja. — se despidió para extender su martillo al cielo y ser absorbido por el Bifrost.

— Ese hombre no tiene ningún respeto por los jardines. — exclamó Tony viendo la marca del Bifrost en el
pasto. — Pero lo voy a extrañar.

Tony miró a Alena pero ella solo se acercó a darle un gran abrazo.

— Te voy a extrañar. — Tony apretó más su agarre. No podía negar que lo desanimó el hecho de que Alena no quería aceptar la adopción pero a pesar de eso respetó su decisión.

En otras circunstancias Alena habría aceptado la oferta de Tony con gusto pero ahora Wanda la necesitaba y no la iba a dejar sola.

— Yo igual, pitufina. Pero ahora ve, tu madre te debe de estar esperando.

Alena asintió.

— Capitán. — se despidió Alena. Steve asintió y sus ojos no pudieron evitar enfocarse en ella hasta que entró nuevamente al complejo.

Tony no pasó desapercibido eso.. Y no le gustó. Así que se aclaró la garganta buscando nuevamente la atención del rubio.

— Cómo decía: voy a extrañar a Thor, y tu a mi. — aseguró Tony a
Steve — Habrá muchas lágrimas del machos.

— Tony te voy a
extrañar. — asintió Steve.

— ¿Si? Bueno, me tomaré un respiro, posiblemente siga los pasos que dió Barton; ponerle su granjita a Pepper.. esperar que no la destruyan. — planeó Tony.

Steve sonrió.

— Una vida simple.

— Un día la tendrás. — afirmó Tony.

— No sé.. Familia, estabilidad. Quien quería éso sé sumergió en el hielo hace 75 Años.. Y alguien más
emergió. — dijo Steve alzándose de hombros.

— ¿Estás bien? — preguntó con algo de preocupación Tony.

Steve vió hacia el complejo y afirmó con la cabeza.

— Es mi hogar. — aseguró.









(•••)










— ¿Te quedarás viendo la pared todo el día o vienés a trabajar? — dijo Steve llamando la atención de Natasha. — Digo, es una pared muy interesante.

— Creí que Tony y tú seguían mirándose a los ojos. — respondió Natasha saliendo de sus caóticos pensamientos — ¿Y ellos como están?

— No son la gran maravilla. — dijo Steve.

—Aun así tienen potencial. — dijo Natasha viendo la tablet con su información.

— Son buenos. — apoyó
Steve — Pero no un equipo.

— Hagamoslos un equipo
entonces. — dijo Natasha.

Los dos llegaron a la Sala de entrenamiento, donde estaban Wanda, Alena, Visión, Falcón y el coronel Rodhes en su armadura.

— Vengadores…






















HOLA HOLAAAA

AQUI EL NUEVO CAPÍTULO

¿quién será "Pet"?

🤔😏🤫

Les gustó?????

ESPERABAN ALGO?!

Dedicado a Miss_JuliaParker

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