XXVIII | suficiente para mi
—¿te gusta Paul?— pregunto Aisha mientras se dirigían a clase— la verdad no se ni para que pregunto.
—¿el chico de la reserva?— levantó sus cejas Angela— se ve que le gustas.
—lo viste una ves Angelita— le recordó riendo— aparte no sé si esté lista para otra relación en este momento.
—deberías de lanzarte al mundo, ya pasaron meses no puedes quedarte estancada en Emmett— jugo con su cabello la peli azul.
—estoy totalmente de acuerdo, aparte vas a ser lastima en muchas relaciones lo normal por eso no puedes simplemente evitar el amor.
—¿sois mis psicólogas ahora?— bromeó.
—oh claro que si, creo que comenzaremos a cobrarte— la empujó riendo Angela.
Venus sabia que tenían razón y estaba comenzando a cuestionar si darle una oportunidad al chico de esta presentarse, Emmett no volvería y aunque lo hiciera no lo perdonaría, después de todo lo que le había dicho y el hecho de que jamás ni una sola vez llamo, escribió o siquiera lanzó una carta.
Todo eso lo hacía más imperdonable.
[...]
—Me gusta verte así— sonrió su madre sentandose junto a ella— se que estoy pasando menos tiempo en casa pero desde que Carlisle se fue tengo el doble del trabajo en el hospital.
—entiendo, mamá — beso su mejilla.
— oh, no— río la mujer al verla tan feliz y saltarina— conozco esta faceta tuya es la misma de cuando conociste a Xavier el español por primera vez.
—¿cuál es vuestra obsesión con el chico ese?— pregunto confundida— no es como si fuera el único chico con el que salí antes de Emmett.
—lo sabemos pero fue el único que te ilusiono de verdad— le recordó— los demás fueron tonterías, así que dime quien es el nuevo.
—no es nadie, mamá, no estoy lista para otra relación.
—la verdad si ese chico te tiene tan feliz y saltarina diría que estás más que lista— corto los tomates para colocarlos en la ensalada—¿no?— se dirigió a Amanda quien se encontraba meditando sobre la mesa de la sala.
—es uno de los lobitos de uley— dijo sin abrir los ojos la mujer.
—¡tía!— se quejó la chica.
—¿tienes un fetiche con lo sobre natural?— pregunto su madre.
—¡mamá!— la miro horrorizada, no quería tener una conversación de fetiches con su madre.
—¡no te estoy juzgando!— levantó las manos la mujer— solo digo que pareces tienes una inclinación por ese mundo, si te hace sentir mejor tu padre tiene un fetiche por las rubia.
—sí y yo tengo fetiche por los roqueros, creo que por eso me dejo el padre de Aisha.
—¡no quería saber eso!— grito causando las risas de ambas mujeres— saldré con bella, ustedes dan asco.
[...]
—cada vez que creo estás mejor sales con una locura mayor que la anterior— se quejó la peli negra caminando hacia el acantilado—¿alguna vez en tu vista hiciste saltos?
La castaña negó.
—no creo que los chicos de san los hayan hecho tampoco y todos salen vivos— se defendió cuando ambas estaban frente al acantilado.
—si Bella pero te recuerdo que los chicos de Sam, son todos hombres lobos— dijo con clara obviedad— el agua es profunda y si no te lanzas de forma correcta puedes quedar paralizada bella, no estoy bromeando es una locura.
—podrías mostrarme cómo hacerlo— se quito el abrigo— ¿sabes hacer saltos, no?
—claro que se pero no participaré de esta locura— se negó— de verdad tienes problemas, eres más que suicida chica.
—no lo hago para matarme lo prometo— junto sus manos— necesito una última descarga de adrenalina, por favor Venus te juro que será la ultima.
La chica lo pensó unos minutos antes de maldecirse a sí mismo, si Bella se lanzaba de pie podría quedar paralizada sin duda como había visto en casos anteriores de Tombstoning, que era una actividad igual al saltado de acantilados el único cambio era la posición.
—si haces otra locura, dejo de hablarte ¿me oyes?—comenzó a quitarse su abrigo también— me enfermare tan mal después de esto.
La chicha se colocó en posición de salto para tomar aire y sin dudarlo lanzarse al agua.
¿La adrenalina? Era totalmente real, la libertad que sintió al salir al tope del agua fue increíble.
—¡ahora yo!— bella grito desde lo más alto tratando de imitar el salto de la chica fallando miserablemente y causando la risa de la película negra—¡eso fue increíble!— grito cuando salió al agua.
—lo fue, ahora tenemos que salir de aquí las olas de la push no serán las más altas pero son fuertes y constantes— comenzó a nadar hacia la orilla pero se detuvo al ver que la chica seguía riendo— vamos bella.
—si esta bien— cuando comenzó a seguirla o al menos trataba— soy lenta, ¿me ayudas?
Venus nadó hacía la chica pidiéndole que tomara su pie para comenzar a nadar pero era demasiado tarde pues la ola ya estaba casi sobre ellas.
—¡mierda!
[...]
—¡no te atrevas a dejarme!— grito Paul colocado el inhalador sobre la boca de la peli negra— hizo esta locura por bella estoy seguro— le gruño a Jacob quien trataba de despertar a la castaña pues cuando la ola chocó ambas chicas terminaron golpeando una de las piedras.
—¡cállate Paul!— le grito devuelta.
La peli negra abrió sus ojos lentamente quitando el inhalador de las manos de Paul buscando aire por sí misma, ya no lo necesitaba.
—¿guardas uno?— le sonrió al chico suavemente, le dolía un poco el cuerpo.
—maldición claro que guardó uno— se refirió al inhalador— ¿me puedes explicar esta estupidez?— la movió un poco para que sintiera el calor que emanaba su cuerpo, mientras Jacob hacía lo mismo con la ya despierta bella.
—debíamos salir antes de la ola— se acurrucó contra el pecho del chico quien acarició su cabello, sus ojos se veían más claros que nunca, su piel estaba totalmente pálida y su boca había perdido su típico color carmesí.
—¡llévenlas a casa! ¡Voy a casa de Harry a ayudar!— gritó Sam alejándose de los chicos.
—¿qué pasó en casa de Harry?— preguntó con verdadera preocupación la chica.
—Harry tuvo un ataque al corazón— susurro — murio, amor.
La chica lo miro en shock pues sabía cuanto significa el hombre para Charlie.
—te buscaré algo para cambiarte, le
pediré la camioneta a Aisha y te llevare a casa— la tomo en brazos.
[...]
La chica se abrazaba a si misma, tenía ropa de Paul puesta que le quedaba enorme y aún así tenía demasiado frío.
—Estoy a cuarenta y dos grados aquí— se refirió a su cuerpo el chico— ven acá.
La chica sonrió abrazando su pecho y colocando su cabeza en el hombro del chico quien se apoyó en esta.
—Debe ser agradable no tener nunca frío— susurro, aquel calor la hacía sentir tan relajada.
—cosa de lobos, es excelente la verdad.
—no es una cosa de lobos, antes de ser esto ya eras cálido Paul— negó con la cabeza— eres como tú propio sol.
El chico estacionó fuera de su casa soltando el volante para abrazar mejor a la italiana.
—está todo mejor ahora que sabes que soy—murmuro el chico pasando su nariz por el cabello de la chica.
—¿pero?
—Mis ataques de ira son peores, ya viste lo qué pasó con Emily— trago saliva tensó— Sam se enojó y perdió el control por unos segundo, Emily estaba demasiado cerca y él jamás podrá deshacer lo que hizo. Sam tiene siempre el control ahora imagina lo que podría pasar conmigo que soy una bomba de tiempo.
—si pierdes el control estaré para calmarte— acaricio su mejilla juntando sus frentes— y seria muy hipócrita de mi parte poder aguantar a un vampiro y no quieres estar contigo por la posibilidad de una cicatriz, Sam hizo lo que hizo pero Emily sigue a su lado pro que sabe que no lo hizo con mala intención, yo sé que tú nunca me lastimarías.
—aveces siento que desaparezco— susurro el acariciando su espalda.
—lobo, no lobo siempre serás el idiota que llamo a la chica que gusta de el supermán— sonrió sin notar lo que había dicho— no dejare que te pierdas en el camino.
—¿a la chica que gusta de él?— sonrió el chico tomándola por la barbilla— interesante.
—no te burles de mi— lo empujo riendo para acercarse a la puerta— me gustas solo un poquito.
—suficiente para mi— se acercó no dejándola bajar del auto, juntando sus labios en un beso que ambos disfrutaron hasta que les faltó el aire y Paul sintió un desagradable olor— Hay un vampiro aquí.
—¿que?
—siento el olor, tengo que sacarte de aquí— encendió el auto otra vez.
—¡espera!— gritó al ver el auto que se encontraba afuera— es el coche de Carlisle, puede ser él o esme.
—o puede ser una trampa, o puede ser Emmett— gruño el último nombre causando una pequeña risa por parte de la chica.
—¿celoso?— colocó sus brazos alrededor del cuello del chico de puntillas.
—es solo que si un Cullen está aquí, es su territorio no podré protegerte— acaricio su mejilla.
—no tienes que, serán traicioneros pero no me harían daño— beso su mejilla tratando de entrar a la casa.
—bella está adentro— gruño Jacob mirando a ambos chicos.
—tengo que ir— junto su frente con la de el chico— estaré bien, lo prometo.
AMO A PAUL OKAY, por eso mismo se merece una oportunidad y aparte no puedo dejarle el camino fácil a Emmett si quiere a la chica deberá luchar por la chica.
Quiero hacer una historia de Paul y luego una de Jasper al acabar esta.
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