XLVII | ¿otra ronda?

Emmett notaba que las camisetas de su mujer se habían vuelto más cortas y sus pantalones también, cualquiera con ojos podría verlo.

Trataba de provocarlo y Emmett usaba todo su autocontrol para no lanzarse a la cama junto a su mujer, pero de verdad quería disfrutar de la isla antes de todo quería que Venus sintiera la adrenalina y el cansancio de ser humana, incluso que se cortara un poco con una piedra para ver su propia sangre, quería que sintiera escalofríos al entrar al agua fría.

Quería que las últimas semanas de humana de la chica fueran realmente humanas.

—bella está llamando como una loca y todos también— le mostró el teléfono a Emmett con muchas llamadas perdidas— sé que prometimos que nada de teléfonos pero creo que deberíamos de llamarlos.

—si fuera tan importante vendrían a buscarnos— le quito el teléfono lanzándolo sobre la cama—¿jugamos?— señaló las cartas y la pelo negra solo bufo causando la risa de su esposo.

—y juguemos eso es lo único qué hacemos, jugamos cartas y Lugo salimos a ver sitios— se sentó tomando las cartas de mala manera— estoy comenzado a pensar que no te gusto físicamente cosa que es imposible ¿me has visto?

—oh claro que te veo— sonrió colocando una carta sobre la mesa— ya nos quedan solo cinco días aquí, espera uno más— le prometió el chico.

—cuando me convierta, ¿crees que algo cambie con mi don?— pregunto la chica algo preocupa si bien era cierto desde que estaban de viaje no lo había utilizado ni para convencer a Emmett  de ir a la cama pues quería que fuera totalmente decisión de el pero le preocupaba que podría pasar—¿mejorará? ¿O lo perderé?

—la verdad no puedo saberlo, Vee— respondió con total sinceridad el peli negro—¿te preocupa?

—si la verdad— asintió— me acostumbre tanto a ello que si lo pierdo sería algo difícil, se han vuelto una parte de mi sin la que no me veo aunque también eso significaría que Aro perdería su interés en mi...

—cosa que tampoco sería bueno, nos dejó vivir a todos por su interés en ti, ¿recuerdas?— dejó las cartas en la mesa para colocarse detrás de Venus quien copió su acción acurrucándose en su pecho— no quiero que te estreses pensando en eso ahora mismo pero si te tranquiliza con o sin don siempre serás Venus.

La chica suspiró rendida mirando directamente a los ojos color oro del chico, algún día sus ojos también serían así.

—¿me querrás sin mis ojos azules?— susurro la chica— ¿me querrás cuando ya no puedas decirme que están más claros que ayer?

El chico acarició su mejilla tratando de relajarla.

—Te querré como sea Venus Di Santi, por que para tu desgracia estoy totalmente loco por ti.

[...]

—extrañare esta hermosa vista— murmuro la chica tomando el sol en la arena.

—podríamos volver luego de tu transformación, incluso podríamos comprar una isla para nosotros solos— informó el chico quien se encontraba brillando ante la gran cantidad de sol que golpeaba su piel.

Venus abrió los ojos tenía claro que los Cullen eran de muchísimo dinero gracias a las visiones de alice que les ayudan en el mercado con las ventas pero ¿que tanto coño de dinero podrían tener para comparar tantas islas?

—¿una isla solo para nosotros?— abrió los ojos la chica con sorpresa—¿quieres que nos quedemos pobres?

Emmett rió restándole importancia a aquellas palabras.

—No nos quedaremos pobres por comprar una isla, podría llamarse la Isla Venus— se acercó a su esposa— siempre me gustó tu nombre.

—no parecía cuando me llamabas mercurio— le recordó esta.

—me gusta molestarte— besó su mejilla el chico—se qué tal vez no sea la mejor pregunta pero si hubieras tenido hijos, ¿que nombres te hubieran gustado?

Venus lo había pensado más de una vez para ser sinceros, había incluso llegado a buscar miles de nombres en tontas páginas de internet para saber su significado exacto.

—siempre me gustaron las estrellas y todo lo que tenía que ver con mi nombre por lo que siempre quise un nombre con un significado parecido— explicó la chica— me imaginé para niña algo como Nova, Stella o tal vez Luna— Emmett parecía tan atentó a las palabras de su esposa cosa que a Venus le causó toda la ternura del mundo— si fuera varón me gustaban Apolo o Archer.

—Me gustan todos— sonrió el chico—¿te imaginas como hubieran sido nuestros hijos?

—hubieran tenido un cabello negro azabache hermoso— imagino Venus— con unos ojos azules o tal ves verdes.

—lamentó no poder darte aquello.

—ya hablamos de esto, bebé.

Emmett se levantó de allí dándole la mejor sonrisa posible a su esposa.

—tienes razón, quedan tres días y creo que lo que mas hicimos fue hablar— tomó a la chica en brazos dándole vueltas— me parece es momento de hacer otras cosas.

—¡Esto me gusta!— chillo la chica con emoción cuando entendió las intensiones del chico.

Venus y Emmett habían usado protección luego de la primera vez por petición de su madre que al ver sus moretones supo inmediatamente que habían hecho los chicos, Venus no había entendido para nada las razones de su madre y al principio pensó en ignorarla no es como si fuera a saberlo.

Pero al ver la seriedad con la que la muy infantil mujer se lo pidió, entendió que por algo lo decía y Emmett realmente no se quejó pues dijo que si esa era la decisión de la chica él la aceptaría, al final el era el que estaba entrando en su cuerpo.

Pero en ese momento ambos tenían tantas ganas que Venus simplemente lo dejo pasar, no había traído ningún paquete como sea y había olvídalo completamente comprarlos.

—prometo que no saldremos de esta cama en los siguientes dos días— informó el chico desnudándose junto a su esposa— créeme tendré que llevarte cargada al aeropuerto— besó sus labios bruscamente el chico.

—En este punto, no me importa— jadeo la chica clavando sus manos en la enorme y bien formada espalda del chico.

[...]

Les quedaba un día más en aquel paraíso y como ambos habían prometido pasaban todo el tiempo en la habitación al punto en el que Venus realmente si estaba coja.

—Se que dije que no me importaba— susurró exhausta recostándose junto al chico— pero joder, no podré caminar mañana.

El chico sonrió colocando un brazo detrás del cuello de su esposa.

—Soy un Dios del sexo, lo sé— sonrió engreídamente el peli negro ganándose un gran golpe de su esposa.

—El teléfono no paro de sonar esta mañana, Em— recordó Venus al chico, tomando el teléfono en mano— me parece que a este punto podríamos devolver la llamada y saber que sucede.

—o podríamos alargar nuestro viaje— lo tomo de su mano lanzándolo a alguna parte de la habitación—¿otra ronda?

—Preferiría que no— una voz interrumpió el momento de la pareja mientras Venus se cubría sobresaltada y Emmett gruñía molesto.

—¿que coño es tan importante para interrumpir nuestra jodida luna de miel?— le gruñó molesto a Alice quien parecía realmente tensa.

—Tenéis que volver a Forks ahora mismo— lanzó ropa a ambos—¿has sentido mareos, Vee?— se acercó a la peli negra—¿Nauseas?

La peli negar la miro totalmente confundida.

—Vomite esta mañana, pero imagino es normal anoche tuve una cena pésima— rió restándole importancia— no sé por qué mezcle el chocolate con el tocino.

—Eso es una mala señal— pasó su mano por su cara alice en signo de preocupación.

—Alice— apareció Emmett ya cambiado—¿que coño está pasando?

La muchacha colocó una mano en el vientre de Venus haciendo que esta se sobresaltara más por el frío que por el hecho de estar desnuda, alice la había visto así el día de su boda ya y en ropa interior miles de veces.

Pero cuando sintió algo moverse abrió los ojos completamente.

—Bella está embaraza y al parecer Venus también.

No quise que se enteraran de la misma manera y tampoco que su luna de miel fuera en el mismo sitio.

PRONTO CONOCERÉIS A MIS BEBÉS AHHHHHHHHHHH, juro que estoy demasiado emocionada por l@s melliz@s.

Ya elegí los nombres pero aun así quisiese saber, ¿que nombres os gustan?

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