LX| final

La guerra se desató inmediatamente con los Cullen y sus aliados corriendo listos para asesinar a lo que se habían atrevido a gobernar injustamente por años, los que habían asesinado a la persona más importante en la vida de muchos y los que querían asesinar a los tres pequeños que se encontraban corriendo lejos de allí.

Los lobos no dudaron en seguirlos luego de algunos segundos, los Vulturis parecían decididos a que ganarían pero no sabían con quien se metían.

Venus corrió a toda velocidad para meterse en la cabeza de dos idiotas que se encontraban golpeando a Vladimir, obligándolos a matarse entre ellos.

Pero estaba decidida a algo, sus poderes podían causar desastre pero no la satisfacción necesaria, aquello sólo lo podía causar sus manos en el cuello de ellos mientras arrancaba su cabeza lentamente.

Emmett golpeaba a muchos de ellos decidido, al final era el más fuerte allí.

Pero algo molestaba mucho a Venus, Jane caminaba por allí usando sus poderes sin ser atacada para nada, la chica corrió con intención de ir sobre ella pues siempre la había odiado un poco mucho pero fue detenida por un golpe que dieron en su espalda.

—veo que sois suicidas entonces— murmuro la chica girándose decidida, siendo humana era muy ágil y flexible gracias a la natación y años de práctica por lo que al convertirse aquellas habilidades de habían incrementado un poco más que las de un vampiro normal, la chica se giró tomando el brazo de aquel pelirrojo lista para arrancar su brazo— buenas noches— sonrió frente a él antes de arrancar su cabeza.

—Estoy casado con una sociopata— susurró Emmett acercándose a ella para evitar que la chica que corría en su dirección le hiciera daño, lanzo a la rubia al piso destruyéndola completamente— es candente.

—Lo se— beso sus labio la chica alejándose solo cuando otro vampiro corrió en su dirección mirándolo fijamente.

Ríndete.

Quieres rendirte.

El chico se lanzó al piso de rodilla y Fabrizio no dudó en correr a arrancarle la cabeza.

La chica puso su enfoque una vez más en Jane quien parecía tratar de torturar a Jasper quien era protegido por bella, estuvo apunto de atacar a la rubia cuando la castaña fue atacada por el peligroso hermano de esta.

—Oh no lo hiciste— la italiana corrió a toda velocidad a ayudar a su hermana, si no podía matar a Jane estaría muy feliz de matar a su hermano— vete bella— grito a la castaña cuando tuvo a Alec entre sus manos, Bella debía ayudar a proteger a los demás de los poderes de Jane.

Pero todo para Venus se detuvo por un segundo cuando un grito de alice anunció la muerte de Jasper, si antes había declarado guerra ahora estaba segura que nadie saldría vivo de allí.

Alec levantó las manos tratando de usar sus poderes sobre la chica pero fue muy tarde, Venus había arrancado su cabeza sin piedad alguna y olvidando matar a Jane pues ahora ese seria trabajo de Alice.

Todo parecía ser horrible para ambos lados, las personas morian y morian pero no había vuelta atrás, era una guerra donde la verdad nadie saldría ganando.

La chica se decidió a seguir ayudando esta vez a los lobos, cuando entre dos diferentes vamo iros comenzaron a hacer presión en su cuerpo, estaba atrapada por ellos y Emmett no estaba cerca por lo que cuando quiso usar sus poderes era muy tarde Sam había arrancado la cabeza de ambos con una mordida.

La chica no hizo más que sonreírle al lobo y volver a atacar a las personas, si Jane era un arma asesina, Venus era la causante de Chernobyl, peligrosa, explosiva y sin marcha atrás.

Su corazón se partió por tercera vez cuando el aullido de Quil anunció la muerte de Seth, habían asesinado al pequeño que significaba mucho para Venus.

—Los haré sufrir, ¿me ayudas?— un Thomas molesto se coloco junto a Venus, este también se llevaba decentemente con Seth cosa extraña para todos.

La chica asintió corriendo en dirección al vampiro que había asesinado al chico tirando de sus brazos hacia atrás, casi rompiéndolos para que Thomas pudiera arrancar su cabeza.

Pero fue poco antes de que los Vulturis tomaran las riendas de la situación, muchos se encontraban en ventaja sobre los Cullen y sus aliados cuando Venus no sabía que hacer, había aprendido a meterse en la mente de la gente haciendo dos cosas a la vez pero ¿todas aquellas cabezas? Eran demasiadas hasta para ella misma.

Pero todo tuvo solución cuando Benjamin golpeó la tierra creando que una gran ruptura separara a todos, algunos cayeron dentro de esta y otros fueron lanzados a ella.

Y la mejor parte de toda la pelea había sido cuando alice corrió sin dudarlo hacia Jane, protegida por bella, la rubia tendría una muerte muy divertida ante los ojos de Venus.

Alice corrió hacia ella tomándola por el cabello para no matarla, si no llevarla directo hacia Sam quien la hizo pedazos con sus dientes.

Aro estaba sorprendido al parecer, su gente había caído poco a poco y el sería probablemente el próximo por lo que decidió atacar, muy mala elección pues Edward y Bella corrieron hacia el también.

Emmett y Venus no dudaron entonces en correr hacia su esposa quien había estado todo el tiempo escondiéndose tras de el, todo el mundo moriría.

[...]

Aro soltó la mano de alice con horror en sus ojos, mirando fijamente a los Cullen y su clan inmóvil.

—Ahora sabes... que ese es tu futuro—hablo una molesta Alice, el hombre había visto el final de sus tiempos— al menos que sigas otro camino, claro.

—No podemos hacer eso, los niños representan una gran amenaza— hablo de inmediato Caius.

—Este pendejo, voy a golpearlo— advirtió venus.

—¿qué pasa si se mantienen ocultos del mundo humano? ¿Nos dejarían en paz?— preguntó Edward, dejando confundido a más de uno.

—Claro pero eso no puede saberse— refutó el rubio.

—Pero si puede— aseguró el vano río sonriéndole a su hermana.

Unos pasos se hicieron presentes, cuatro personas que se acercaban.

—Odio la nieve— murmuró una voz algo lejana pero conocida para Venus quien se giró confundida— ¡Hola cariño!— sonrió las mujer a la chica.

—Una bruja— murmuró Aro con algo de sorpresa— hace años no vemos brujas.

—y no verán tampoco— sonrió la mujer— soy Gabriela o laeirbag — guiño un ojo a la italiana.

—Busque mis propios testigos con ayuda de otras personas— explicó alice.

—No necesitamos más testigo— blasfemo Caius.

—Hermano— pidió calma el pelinegro.

—Está es mi hija, Xenia— señaló la mujer a la chica que aparentaba no más de veinte años— es mitad bruja, mitad vampiro.

—y yo soy mitad humano y mitad vampiro— aclaró el chico— igual que los niños. Un vampiro sedujo a mi madre quien murio dando a luz, mi tía Huilen me crió y yo la volví inmortal.

—¿que edad tienes?— se adelantó Bella de inmediato, con la preocupación que ninguna de las dos madre podía quitarse.

—llevo ciento cincuenta años vivo y estoy casado con Xenia quien tiene doscientos años— señaló este.

Venus miró a su esposo con felicidad y esperanza, sus hijos no se estaban quedando sin tiempo.

—¿a que edad habéis llegado a la madurez?— preguntó aro.

—me volví adulto a mis siete años de nacimiento y no envejecí ni un día desde entonces.

—¿de que se basa vuestra dieta?

—Comida humana o sangre— hablo por primera vez Xenia— podemos sobrevivir en ambas— tomó la mano de su esposo.

—Estos niños, son muy parecidos a nosotros— hablo el más alto de los tres.

—Aún así los cullen tuvieron la audacia de hacerse amigos de los lobos, ¡son nuestro peor enemigo!— insistió Caius, quien parecía ser el único deseando una pelea en aquel momento.

—Hermanos, no hay razón para pelear hoy en día— se negó aro colocando una mano en el hombro del rubio— hoy no habrá pelea.

Aquello significaba que podían retirarse y eso hicieron, más de uno molesto con aquella situación.

Pero Venus no dejó pasar los movimientos de mano de Gabriela mientras estos se retiraban.

Emmett se giró para besar a su esposa emocionado haciendo que esta riera mientras sus hijos se bajaban de los lobos par abrazar a su prima, Venus no dudó en abrazar a su hermana después.

—¡sois unos ton tontos!— grito un molesto Stefan.

—Los Vulturis habrán perdonado peor no olvidado, dentro de poco os atacarán otra vez— siguió su compañero pero fueron ignorados por lo que se retiraron molestos.

—Los Vulturis no os volverán a atacar— aclaró una sonriente Gabriela— a ninguno de los presentes, digamos qué hay unos hechizos muy interesantes en mi pueblo.

Venus se acercó a la mujer aún sorprendida.

—¿Tu siempre supiste de esto?

—Oh querida la primera razón por la que tome el trabajo como tu niñera hace años fue por que supe cual sería tu futuro— explicó la mujer— sabia que estabas destinada a grandes cosas pero que para encontrar tu felicidad— señaló a su familia— debías pasar algunos obstáculos, estoy muy orgullosa de ti. Algún día nos volveremos a ver.

La mujer comenzó su retirada junto a sus acompañantes.

[...]

—Hola soy Venus, pero puede llamarme Vee— se acercó la peli negra a su hermana quien la miró confundida— esas fueron las primeras palabras que te dije hace un tiempo— aclaró sentándose a su lado.

—Se siente como si hubiera sido ayer, ¿no?— sonrió a esta.

—en diecisiete años nunca me sentí tan completa como cuando me mudé aquí, Charlie y tu fueron una de las mejores cosas que nos pasó a mi y a mi madre. Se que hemos tenido nuestras diferencias, gracias a tus locuras— ambas rieron— pero estoy muy agradecida de poder llamarte hermana Isabella Swan.

—Si alguien debe agradecer soy yo, me hiciste mucho más fuerte y siempre estuviste al tanto de mi— apretó su mano— tal vez no estuviera viva hoy en día sin ti.

—Nunca lo tendremos que descubrir— se levanto venus— por cierto creo que si apestaste todo un salón de clases— se levantó riendo para salir corriendo la chica por el golpe que casi le da bella.

—¿que le hiciste a tu hermana ahora?— pregunto un divertido Emmett tomando a su esposa por la cintura.

—le dije algunas cosas— respondió besando sus labios.

—¿cómo estás?— susurró este alejándose ligeramente.

—¿me preguntas a mi?— sonrió la chica, ambos sabían muy bien a que les recordaba aquel momento.

—Eres el amor de mi vida Venus Di Santi, aunque también mi mayor dolor de cabeza.

—Tu lo eres todo Emmett, te volviste mi mundo y ni siquiera me di cuenta— respondió esta— hubo momentos en los que te juro te odie con mi vida pero si tuviéramos que pasar cada una de nuestras desgracias otra vez para tener la familia que tenemos hoy en día y esta vida te juro que cruzaría aquel infierno una y mil veces. Pensé en decirte diez razones por las que te amo tal y como hiciste tu hace tiempo pero diez no serían nunca suficiente, necesitaría todo la vida para decirlas.

—La mejor parte— se acercó el— es que tenemos toda la vida y más, una eternidad siempre soñó algo aterradora para mi per saber que estoy tan bien acompañado lo cambia todo.

Ambos se besaron con todo el amor que se tenían, se molestaban, se gritaban y aveces no se hablaban pero nadie podía jamás negar en ambos que sentían el uno por el otro.

—Si algún día me pones los cuernos, te matare— se alejo la chica caminando hacia sus hijos— ¿capisci?

El hombre solo rió asintiendo, Venus podría haber madurado mucho en que tiempo y dejado solo un poco de lado sus comentarios fuera de lugar pero jamás cambiaría totalmente.

Di Santi seguiría siendo la chica aventurera, fuerte y feliz que había siempre sido con una diferencia.

Por primera vez podía admitir que tenía a algo, perder a su familia pero algo tenían claros todos lo que alguna vez quisieran amenazar a los Cullen.

La fuerza de una familia unida ni siquiera una armada entera podría acabarla, bueno al menos no mientras la italiana de instintos asesinos estuviera en ella.

Finale.

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