LII | 𝕬𝖒𝖆𝖓𝖊𝖈𝖊𝖗 𝖕𝖆𝖗𝖙𝖊 𝖉𝖔𝖘

Todo se sentía diferente, era como si estuviera abriendo los ojos a un mundo nuevo donde podía escuchar todo y sentir todo, se sentía poderosa.

Pero lo que le sorprendió fue que lo primero que vio fue el amor de su vida, ¿podía volverse a enamorar? Por que así se sentía, como si estuviera viendo a Emmett por primera vez el chico se veía perfecto.

—¿Em?— llamó su nombre suavemente pues un poco si le dolía la garganta.

Los ojos oro del chico estuvieron fijos en ella apenas segundos cuando el chico se encontraba revisando cada parte de su cuerpo.

—¿Es real? ¿Estas bien?— pregunto con suma preocupación, su chica estaba despierta y se veía hermosa, si antes lo era ahora no tenía comparación su cabello tenía un brillo increíble y su piel pálida se veía sumamente suave.

—Estoy bien— rió suavemente la chica  acariciando la mejilla de su esposo, no podía creerlo simplemente se sentía tan perfecto— Emmett te ves increíble.

—No tienes idea de lo bien que te ves tu— susurro disfrutando de las caricias de su esposa, normalmente no eran de ese tipo de parejas pero habían estado tanto tiempo sin el otro que se sentía correcto, necesitaban su momento de típica pareja romántica— maldición estas aquí, conmigo— la abrazo luego de admirarla un poco más.

—¿cuanto tiempo dormí?— pregunto algo confundía alejándose un poco de él pelinegro.

—Casi dos meses, bebé— informó haciendo que esta abriera los ojos confundida y tomando asiento en uno de los sofás de aquella pequeña sala, trataba de procesar lo apenas dicho y de recordar bien todo.

Cuando abrió los ojos por primera vez sintió no sólo el poder pero la famosa frase de ver tu vida pasar por tus ojos, era completamente real para ella pues había visto desde el momento que sus padres la cargaron por primera vez casi dejándola caer, al momento en el que jugó con su primer cuchillo o cuando su padre si la dejó caer cosa que ahora que lo pensaba podría explicar muchas cosas, había sido hermoso y divertido aunque también le había traído algunas malas memorias pero todo se detuvo cuando recordó una sola cosa, algo que por alguna razón no había pensado hasta el momento.

—Mis hijos...— susurró levantando la mirada rápidamente—¡mis hijos! ¿Donde están Emmett?

—¡Hey cariño!— trato de detenerla el hombre cuando quiso salir de aquella sala— están bien, necesito que te sientes y hablemos unas cosas antes de que los veas.

—¿que está pasando, Em?

—Bien, ambos están bien y sanos— la tranquilizó— pero necesitas alimentarte antes de verlos pues por más que sé que nunca los lastimarías por sus venas corre sangre y aquello puede distraerte un poco, segundo no deberías sorprenderte mucho cuando los veas.

—¿que significa todo eso?— siguió preguntando aún más confundida.

— Bien, nuestros bebés tienen sangre y un corazón que late igual que lo hacía anteriormente el tuyo— comenzó a explicar Emmett— son unos bebés totalmente diferentes a los que no imaginamos, vas a conocerlos pronto pero antes debes cazar, ¿no tienes ganas?

La chica concentró sus ojos rojos en el chico que sonrió de lado al ver sus ganas de sangre.

—Estoy famélica.

—Eso imagine, vamos por tu comida bebé.

[...]

Si antes le encontraba un encanto al bosque de Forks ahora era como estar en un lugar mágico, escuchaba a las aves y los pequeños sonidos de los animales, era fascinante.

—Esto es increíble— dio una vuelta en medio del bosque dejando que su vestido color blanco se moviera con el viento, Emmett no podía estar embobado ante tal belleza pues no se lo creía.

Venus Di Santi siempre había sido hermosa y nadie podía negarlo pues la chica podría pasar fácilmente por una súper modelo con el cuerpo y rostro que cargaba ¿pero ahora? No tenía comparación y Emmett no lo decía solo por ser su esposo si no por que realmente la chica poseía una belleza tal vez capaz de competir con la de Rose.

—Ven acá— estiró su mano para que la chica caminara hacia él tomándola— ¿como te sientes siendo esto?

— Es mejor de lo que pensé— admitió— escuchó el río Em, esta lejos pero aún así escucho su dulce sonido.

—Imagine que eso te gustaría, ahora debes concentrarte en otras cosa— señaló un oso que iba de paso mirándolo con algo de odio— son animales horrendos.

—Ninguna criatura de la madre naturaleza es horrendo— reclamó al chico— muchos años viviendo con tribus, lo siento, continua hablando.

—Pensé en hacerte casar un venado per creo que esto te gustará mucho más y estoy muy seguro que puedes con el, tu fuerza en este momento es más que la de un vampiro normal.

—¿que se supone que haga?— pregunto con algo de nervios pues obviamente era nueva en esto y al parecer no había un manual de vampirismo.

—Solo sigue tus instintos, si necesitas de mi ayuda estaré viendo desde aquí— se recostó contra uno de los árboles— jodidos osos...

Venus se acercó un poco más al animal tratando de hacer el menos ruido posible pues si lo hacía su presa escaparía y como depredador era lo menos que quería, pensó en el oso como una hamburguesa, como la última hamburguesa de la tierra para ser exactos y en un momento de distracción no dudo en atacar por la espalda clavando su boca en el cuello del animal y sintiendo el sabor de sangre pero no era igual que antes como cuando eres te cortas y te llevas el dedo a la boca, la sangre no tenia aquel típico desagradable sabor en aquel momento parecía el mejor manjar de su vida.

—Venus uno, Bella cero— soltó al inerte animal cuando escuchó la voz de Emmett acercándose— nunca pensé que fuera candente ver a mi esposa con la boca sucia de sangre, lo es— se acercó a su cara lentamente pasando su lengua por la comisura de su labio quitando los rastros de sangre haciendo que Venus apretara su brazo ligeramente.

—Tu y Edward están apostado por quien es mejor neófita, ¿no? — preguntó refiriéndose a lo primero que había dicho el chico.

—Edward, Jasper, Thomas y yo— aclaró haciendo que su mujer negara pero tomando asiento en una roca recordando algo.

—Conocí a Thomas cuando entre a la escuela, fue el primero en dirigirme la palabra— recordó su primer día de clases como se había perdido en los pasillos y el había llegado a su rescate— recuerdo la molestia de Jessica todavía, le encanta hablar, bromear y presumir por lo que me parece raro que nunca supe nada de su historia.

Era cierto pues si bien Thomas tenía una personalidad incluso aveces más irritante que la de Emmett jamás lo había escuchado decir lo mínimo de su vida anterior.

—No le gusta hablar de ello— explicó emmett— si crees que la vida de alguno de nosotros fue mala, la muerte de Thomas tal vez fue la peor pero considero que debería contártelo el.

—Estoy de acuerdo, su secreto y su decisión— se levantó de la roca acercándose al pelinegro— quiero que me cuentes algo de mis pequeños antes de verlos— susurro.

—Son hermosos— le sonrió acariciando su cabello— Stella se parece mucho a ti, la verdad ambos son copias tuyas es increíble.

—No te creo, deben tener algo tuyo también pero no creo que se quejen si se parecen a mi, ¿me has visto?— movió su cabello sonriente.

—Si oficialmente eres mi Venus.

—¿y qué pasó mientras no estuve?

—Bella casi asesina a Jacob— recordó con burla luego pensando si había sido buena idea decirle eso a la italiana con tendencia asesinas que probablemente querría asesinar a tres lobos.

—¿que hizo esta ves? ¿Trato de besarla de nuevo?

—no exactamente, mejor lo hablamos después, ¿sigues con hambre?

—Emmett— advirtió dándose cuenta que el pelo negro trataba de evitar la conversación.

—Jacob se imprimo de Ness— suspiro rendido— Renesmee— aclaró al ver la cara de confusión de la chica al no saber quién era Ness.

—Jacob Black quien estuvo obsesionado con Bella por años, ¿se imprimo de su hija?— abrió los ojos con sorpresa— espera Jacob se imprimo de mi sobrina, voy a matarlo.

Emmett la tomó del brazo tratando de detener su camino, fallando por la fuerza de la chica.

—Creo que es mejor decirte ahora así matas tres pájaros de un tiro— logro detenerla solo con esas palabras.

—¿Que mas debes decirme?

—Necesito que prometas que no matarás a nadie, puedes golpear supongo— advirtió— la verdad si golpea no me molesta, al contrario pero por la felicidad de los tres pequeños Cullen no puedes matar, ¿prometido?

sto stupido pensa que faccio quello que dice lui— riò ligeramente.

—¿que?

—que claro que prometo que haré lo que dices tu— sonrió inocentemente.

—los matarás— golpeó su frente emmett— jacob no fue el único en emprimarse.

—¿alguien ma se emprimo de Renesmee? ¿Los lobos creen en el poliamor? ¡Digo yo no estoy en contra!

—No exactamente— se movió algo nervioso—¿como es posible que tengo miedo de una italiana mucho más pequeña que yo?— se maldijo al no poder hablar.

—Por que está italiana era capaz de patear traseros siendo humana, ¿te imaginas ahora?

—Leah y Paul se emprimaron...

—¿el uno al otro?— abrió los ojos sorprendida— eso si no me lo esperaba, que vueltas dio la escritora ¿no?

—¡Leah se emprimo de Apolo y Paul de Stella!— soltó por fin el chico viendo como Venus no quitaba su sonrisa d e la cara pero sin decir nada—¿Vee?— el chico pensó por momentos qué tal vez no se lo había tomado tan mal como habían pensado todos conociendo lo sobre protectora que podías ser la italiana pero claro que no fue así.

oggi muore qualcuno.

¿Habéis visto que Venus dijo cuantas vueltas dio la escritora? Jiji habla de mi.

Note que os habéis quejado de no saber suficiente de Thomas y es cierto que no explore el personaje para nada así que EN ESTA TEMPORADA CONOCERÁS ALGO MÁS DE THOMAS CULLEN.

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