IV | estandares altos

Venus había pasado el fin de semana tranquilamente en familia viendo deportes junto a Charlie mientras que Bella escuchaba anécdotas de Lorelai.

Pero ya era lunes y ambas chicas debían volver a la escuela, Venus había informado de su salida esa tarde incluso tratando de invitar a Bella a esta pero la chica declinó diciendo que las compras no eran lo suyo.

—Hoy trabajó hasta tarde, Venus cuando estés de camino a casa pasa por donde Cora que te dará la cena para llevar— beso la cabeza de su hija la mujer, luego abrazó ligeramente a bella sabiendo que esta no se sentía todavía con por ciento cómoda— te amo— beso los labios de su esposo ganándose que Venus les tirara un panqueque y Bella hiciera sonidos de asco.

—Hay niños presentes— Venus se auto señaló junto a bella.

—Búsquense una habitación, que asco.

La pareja rodó los ojos riendo.

—quiero verlas diciendo lo mismo cuando tengan novio— se burló la rubia.

—¿novios?— se puso alerta Charlie— pfff, ninguna quiere novio ¿verdad que no quieren novio?

Bella levantó sus hombros en señal de desinterés.

—Tengo estándares muy altos para un chico— respondió Venus.

—Que sea Brad Pitt o Johnny Deep, no es estándares altos Vee— se burló Bella.

Ganándose que la pelinegra rodara los ojos.

—Algún día me casaré, con ambos.

[...]

Historia era su segunda clase favorita, el profesor Hopkins era el más entretenido de todos y el que más parecía disfrutar de su trabajo. Hacía que todo fuera interesante aunque también era por el gran interés de la chica la materia.

Lo único malo de aquella clase era Emmett Cullen, en los tres meses que habían pasado el chico no había hecho más que actuar como un idiota el primer día y dirigirle una que otra palabra.

Y aún así la volvía loca, bufo molesta recordando aquel hecho ganándose una mirada del pelo negro.

—¿Como estas?— dijo este de la nada.

Venus tuvo que mirar a ambos lados para asegurarse que fuera a ella, sus conversaciones siempre eran estrictamente sobre las clases.

—¿me preguntas a mi?— se señaló ella misma.

—no, a tu gemela — bufo divertido ganándose una mala mirada de la chica— creo que ni siquiera me presente bien en estos meses, Emmett.

—Se quien eres, Venus—respondió— ¿estas drogado?— pregunto de la nada dejando al chico en completa confusión.

—¿que?

—Digo, nunca me has hablado y quiero saber si ahora lo haces por estar bajo el efecto de drogas o sustancias parecidas, ahora que lo pienso ¿tú y Edward son así de raros siempre?

Su manera de hablar le saco una sonrisa a Emmett la chica simplemente era tan peculiar.

—No, no estoy bajo el efecto de drogas Vee— rió abriendo su libro en la página que había anunciado el profesor— lamento si llegue a comportarme como un idiota en ocasiones anteriores, no era mi intención y también ¿como que yo y Edward?

—bien, llevo tres meses viniendo a esta escuela comparto al menos una clase con alguno de tus hermanos y por alguna razón los únicos que nunca me han dirigido la palabra son tu y Edward— abrió su libro— entonces tu hermano me dirige la palabra, trata a Bella horrible, luego ambos desaparecen y ahora me pides disculpas, ¿porque ahora?

—siempre tan directa— sonrió el chico— es solo que estos tres meses han sido algo complicados y se que si me dirigía a ti antes probablemente hubiera sido peor.

Venus lo pensó y solo pudo asentir, ¿que iba a decir? No conocía la situación del chico, no sabía por lo que estaba pasando y no podía juzgarlo.

—Entendible, ahora quisiera prestar atención a mi clase— le dio una sonrisa falsa.

—No es nada que no sepas ya— negó con la cabeza el chico cuando habían hablado de aquello hace unas semanas y le habían pedido la opinión a la chica, sabía mucho sobre el tema.

—tienes razón, tal vez sólo quiero ignorarte como hiciste conmigo esos tres meses.

—uhh, golpe bajo chica— rió el por fin causándole una sonrisa a la peli negra— joder que tienes un sonrisa hermosa.

—calla Cullen.

[...]

Alice estaba más emocionada que cualquier persona en aquel auto, Venus le hizo señas a Rosalie de que la matara causando la risa de la rubia.

—Alice vas a a volver loca a Vee— le dijo la rubia, la chica Cullen no hablaba dejado de hablar en todo el camino.

—Oh, lo siento Vee— sonrió— es solo que estoy emocionada, hacía tiempo que no salíamos.

—Eso es cierto, las prácticas me tienen demasiado ocupada— suspiro estresada— aunque creo que el coach dijo que como ya estamos a mitad de semestre las cosas se relajaron un poco para que podamos estudiar mejor.

—¡Eso es fantástico!— se estacionó Alice frente a la tienda a la que siempre iban— podrías venir más a casa si tienes tiempo.

—Esa es una gran idea, mamá ama cocinar para ti— rodó los ojos Rosalie— se queja de que como nunca comemos en casa.

Venus sonrió y asintió mientras las tres entraban a la tienda.

—No tengo ningún problema, adoro visitar a Esme y a su comida.

Las tres rieron por que todos conocían el amor de Venus por la comida.

—¡Miren esto!— gritó alice tomando un vestido.

Así pasaron horas probándose ropa, riendo y hablando.

—Llegue a una conclusión, sus hermanos son los idiotas más raros que conocí— dijo de la nada Venus cuando estaban pagando por las cosas que habían comprado.

—¿Cuáles?— preguntó Rose, curiosa aunque la verdad sabía quienes eran.

—¡Emmett y Edward!— rodó los ojos— lo lamento pero tenía que decirlo.

—No te preocupes, todos sabemos que son idiotas— sonrió alice— si hacen algo solo dinos y los golpearemos, ahora escuchen allí hay una tienda de bodas y yo se que sonará estúpido pero quiero entrar.

Venus y rose se miraron alarmadas, ninguna quería entrar allí ya que conociendo a alice les haría probarse vestidos de boda.

—Oh eso si que no— fue rose la primera en hablar dejando todas las bolsas en el auto— es una locura alice, ¡hasta para ti!

—Venus, si vamos te compro chocolate— las orejas de la chica parecían las de un perrito al escuchar su juguete favorito.

—¿de cuánto y cuál chocolate hablamos?— señaló a la chica pensativa.

—De mucho y de la tonta marca esa que te gusta.

—Okay, estoy dentro— comenzó a caminar hacia el sitio causando un grito de emoción de Alice y uno de frustración de Rose.

—¿Te rindes por chocolate?— bufo esta— las odio a ambas.

—Oh, sabes que nos amas mamá rose— la abrazo en broma Venus.

Al entrar al sitio tres señoras muy amables las atendieron y ayudaron.

Alice había inventado la historia de que se casaría con Jasper, Rose con Thomas y a Venus con Emmett.

Aquello hizo que la italiana la maldijera en todos los idiomas que conocía.

Se habían probado varios vestidos entre risas pero el ambiente cambió cuando Venus salió con aquel vestido blanco que le quedaba hermoso y sintió una lágrima bajar por su mejilla.

—Te vez hermosa— fueron las palabras de alice quien cubría su boca con asombro.

—Algún día, te verás así de hermosa Vee— le sonrió Rose.

Sabía que era la emoción del momento por lo que solo sonrió quitándose aquel vestido.

Había sido un día demasiado bueno para arruinarlo con emociones.

—¡Mis chocolates Alice!

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