𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈
Voten, comenten y síganme para más.
Capítulo dedicado a Maraolm
Venus nunca se consideró como rencorosa, aunque en realidad no es como si alguien la hubiera insultado a ella o alguno de sus allegados antes, solo Ariana lo hizo hace ya un par de meses y aun siente su interior burbujear de rabia al recordar como su hermana menor estaba por insultar a su madre.
El príncipe Efrit había hecho un buen trabajo en distraerla en el largo viaje, pero al momento de bajar de los carruajes y mirar a su hermana bajar con la frente en alto como si no hubiera hecho nada malo, la hizo sentirse enferma.
No le había mandado una carta a su padre al respecto porque no quería escuchar los gritos de su progenitor apenas pisara palacio, aun si los gritos no fueran para ella. Pero eso Ariana no lo sabía y por eso era más aun su consternación.
-- ¿Puede haber alguien con tan poca vergüenza?
-- Uhm? ¿Se refiere a la princesa Ariana?
Un pequeño respingo de su parte antes de girar para mirar a Nell quien la había escuchado.
En esos momentos Efrit estaba integrándose al grupo, curiosamente Caspian parecía el más dispuesto a hablar, mientras que Eric soltaba alguna que otra respuesta corta.
-- ¿Acaso lees mis pensamientos, Nell? -- juguetea un poco para quitarse el estrés que representaba su hermana menor.
-- En absoluto, solo que es un poco obvio la raíz de sus problemas.
-- Parece que sí.
Suelta lo que sería tal vez su quinto suspiro de esa mañana, podía sentir su cabeza palpitar levemente, causándole un ligero dolor.
-- ¿Le parece bien si la llevo a sus aposentos? La veo bastante exhausta.
No lo pensó mucho, porque la realidad era esa, quería descansar correctamente en su cama como Astotelia mandaba.
Claro que no esperaba ser tomaba en brazos por su joya, aquella acción la tomo desprevenida. Y su pequeño grito fue escuchado por las demás que reaccionaron como niños pequeños celosos.
-- La princesa Venus no se siente bien, necesita descansar.
Nell no esperó una respuesta de las otras joyas que lo miraban indignados, solo se dio la vuelta con la princesa en brazos y se dirigió al palacio Isis para dejarla en sus aposentos.
-- ¿A estado comiendo lo necesario? -- pregunta mirandola con ligero reproche -- La estoy sintiendo más liviana que antes, alteza.
Venus tararea en respuesta, no queriendo aceptar que ese último tiempo ha estado comiendo menos de lo que debería, pero no podía evitarlo, cuando quiere probar bocado siente la bilis en su boca, producto del estrés y la cólera que contenía desde que se fueron de Xek.
Su rostro debió ser suficiente afirmación, pues el Duque soltó un pequeño bufido.
-- Parece ser que debo pedirles a sus damas de compañía que sean más atentas a sus comidas, princesa... y tal vez tener una charla con el príncipe sobre sus nuevas responsabilidades como su Joya.
-- Fufu, Nell tan recto como siempre -- se burla con cariño -- Efrit no tiene la culpa, en realidad el incluso ayudaba a que comiera un poco, pero digamos... que soy más terca de lo que parezco.
El varón la mira al mismo tiempo que las puertas de la habitación se abren, permitiendo que ingrese y deja a la princesa con la mayor de las delicadezas sobre el suave colchón.
-- Quisiera quedarme a velar por usted, pero debo encargarme de algunas cosas como Comandante.
Venus no protesta, en su lugar, acaricia la mano del hombre que estaba a su lado.
-- Lo entiendo perfectamente Nell, no te preocupes, mis damas de compañía sabrán que hacer.
Se permitió darle un beso en la frente a la princesa antes de finalmente retirarse, la princesa Venus se sentía como una niña, recordando como su padre también le besaba la frente antes de ir a dormir.
Quiere dormir un poco, porque sabe que poco a poco, esos tiempos donde solo pensaba en estar bella estaban llegando a su fin.
Y está preparada para eso... o eso quiere creer.
[...] En la noche.
Venus se lo esperaba, en realidad lo extraño hubiera sido que no terminara en esa situación.
Su pobre doncella Lili había entrado a su habitación con las lágrimas a punto de caer de sus ojos debido al miedo.
-- L-La Em-Emperatriz desea verla, princesa.
Eric, quien había estado con ella desde hace un par de horas, cerro el libro con fuerza, denotando su molestia. La doncella dio un brinquito del susto y realmente estar por llorar, sino fuera por la dulce voz de su señorita que la tranquilizo.
-- Iré enseguida, puedes irte temprano hoy Lili... se nota que la Emperatriz te ha alterado.
No le respondió, pero sus ojos eran prueba más que suficiente para su afirmación.
El Duque Reinhart formó sin quererlo una mueca, disconforme por los acontecimientos, pues había deseado quedarse más tiempo a solas con su amada princesa y compartir el lecho como no habían podido hacerlo desde que ella se fue a Xek mientras que él le daba clases privadas al príncipe.
-- ¿Veo que alguien esta frustrado, no Eric?
Sintió el peso de la princesa en su regazo, el libro cayó de entre sus dedos cuando su rostro fue tomado por esas suaves manos que lo hacían olvidarse de todo. Mirarla a los ojos era solo para hipnotizarse con aquel verde tan brillante, unas hermosas esmeraldas que no cambiaría ni por todo el oro del mundo.
-- He sido dejado de lado últimamente por ti... me siento algo celoso -- confiesa tomando la mano que estaba en su rostro y le da un beso -- desde que se fue, no he dejado de pensar en cada parte de su cuerpo.
Venus puede sentirlo, incluso muerde sus labios para evitar que algún sonido salga de ella, las manos del duque estaban acariciándola sin pudor alguno.
-- Sus manos, sus brazos, sus piernas, su espalda, su cabello, su rostro... sus labios.
Un beso demandante por parte del Duque, la sumisión con la que la princesa acepto el beso, demostrando lo mucho que ella también había extrañado el contacto ajeno con su piel.
Cuando ella hubiera querido quitarse el vestido y entregarse a los brazos del Duque, pero si no iba con la Emperatriz, esa mujer era capaz de mandar a cortarle la cabeza... cosa que su padre no permitiría, pero igual haría un escándalo.
-- Tal solo espérame un poco más, mi querido Onix... estaré en tus brazos antes de lo que te imaginas.
Los labios del Duque saborean la piel del cuello expuesto de la princesa, queriendo dejar una marca, pero sabiendo que estaba prohibido.
-- ¿Puede prometerlo?
-- Claro que sí.
Venus es consciente que no siempre fue del desagrado de la Emperatriz, en realidad, incluso recordaba como de niña, ella y Ariana solían correr por los jardines del Palacio perteneciente a la Monarca, la mujer siempre las esperaba con bastantes postres hechas especialmente para ellas.
Entonces... ¿Qué cambio?
El día que su padre, el Emperador, pensó que no habría mayor regalo para su princesita que la legitimización en la familia Imperial, es decir, que, de ahora en más, quien se atreviera a referirse a ella como ''bastarda'', seria llevado a la horca.
Paso de ser Venus, hija de la segunda concubina y el Emperador, a ser la legítima primera princesa Imperial.
Fue la primera vez en su vida que vio odio puro en el rostro de alguien, mejor dicho, en otra persona que no fuera la Rosa Roja, la Emperatriz tenía los ojos cargados de furia y de rencor mezclados, para su yo de 12 años, era bastante aterrador, pero el amor que le estaba ofreciendo su padre era suficiente para olvidarse del pequeño mal rato.
No le hubiera importado vivir con el odio de la Emperatriz, si no fuera porque por culpa de esa mujer, su madre paso de ser una alegre mujer que siempre estaba rodeada de sus allegados, a ser una pequeña flor aislada del resto del jardín.
Venus nunca perdonaría que por culpa de la Emperatriz su madre este aislada del resto del Imperio, una mujer como ella que siempre disfrutaba de bailar y cantar, ahora solo puede observar desde su habitación los jardines del palacio. Marchitándose lentamente.
-- Venus, primera hija del Emperador Jaider, padre del Imperio... saluda a la venerable Emperatriz de Arbezela, Roserice.
La Emperatriz era una mujer muy bella y majestuosa, con su cabello plateado junto a sus ojos azules profundos, era obvio de donde su hermana menor había sacado toda su belleza.
-- Has crecido... y te has vuelto más bella desde la última vez que te vi.
Algo en el tono de la Emperatriz no le gustaba, tan espinoso como una rosa.
-- Me alaga su Majestad, pero...
-- Y eso parece haberte hecho sentir más de lo que eres.
La mirada de Venus se afilo al instante, la Emperatriz no había tardado nada el sacar sus propios colmillos.
-- Ariana me conto la osadía que tuviste en el reino vecino -- la mujer tenía una mirada vacía.
-- La osadía fue de ella -- pensó -- Si me permite preguntar Emperatriz, ¿La princesa Ariana le contó todo el incidente, con lujo de detalle?
-- No necesito detalles para saber que te atreviste a ponerle una mano encima a tu futura Emperatriz.
Una sonrisa interna salió de Venus, la Emperatriz siempre había sido muy inteligente, pero parecía que, en presencia de ella, soltaba demasiado su lengua.
-- ¿Futura Emperatriz? Su Majestad, no es por importunar, pero mi padre sigue con perfecta salud y estoy segura que seguirá gobernando con su gran sabiduría por muchos años más.
-- Por favor no intentes ese truco conmigo, sabes a lo que me refiero.
Sutiles sonrisas de suficiencia, claro que no caería en el mismo truco que Bavilo.
-- No es ningún truco, solo expongo hechos, padre aun no elige un sucesor, así que dar por hecho a uno seria irrespetuoso en su nombre, pues solo importa... la opinión de mi amado padre.
La Emperatriz siente como un dolor de cabeza llega a ella aun cuando seguía sonriendo, el tonito que utilizo al final, la conocía, era la misma que usaba esa horrible mujer roja cuando iba a sus fiestas de té sin autorización.
Recordar el hecho de que su estrellita fue dejada de lado por una princesa ilegitima, no podía soportarlo.
-- No hay nada que elegir, Ariana es mi única hija, la única princesa que nació siendo legitima -- espeta casi en un dulce canto, fastidiando a la contraria -- además que sus logros superan por mucho al de sus hermanos, siendo prometida del Duque Krytiel solo aumenta su reconocimiento entre los nobles... a diferencia del Duque Hubert que prefirió ir a la Guerra.
Fue como recibir una puñalada con veneno en el corazón, ¡¿Cómo osaba la Emperatriz?!
-- Fue un infortunio lamentable, Dimitri Hubert era todo un caballero y erudito, su poder hubiera sido bastante beneficioso para el palacio real... si no se hubiera lanzado a la Guerra para acompañarla.
El rostro de Venus se desencajo por un momento, sus cejas lo denotaron junto a su semblante.
-- Se atreve a nombrarlo...
Su sangre deseaba estrangular a la Emperatriz por atreverse a manchar el nombre de quien fue su prometido por sus asquerosos labios.
Dimitri es un héroe de Guerra, ¡¿Cómo se atrevía la Emperatriz?!
-- Dimitri es un héroe, será siempre recordado como tal, así como el Duque Phantom, al igual que yo, siempre se nos serán mencionadas nuestras hazañas para con nuestro Imperio, en cambio... ¿Mi querida hermana puede decir eso? ¿Aun cuando sigue siendo una aprendiz de espadachín?
-- ¡Venus!
La mujer estaba dispuesta a levantarse de su asiento para encararla.
-- La venerable Emperatriz me llamo por el incidente que hubo con mi hermana menor, aunque en realidad fue un pequeño desacuerdo que no llego a ojos ni oídos de nadie más... eso y que era mi deber corregir cualquier imperfección de parte de la delegación de cual el Emperador me puso a cargo, Ariana estaba sembrando incomodidad entre los invitados y yo me encargue de poder esa mala hierba, nada más.
Sonrió con un pequeño brillo de advertencia, algo que aprendió de la Rosa Roja sin quererlo.
-- Y según tenía entendido, entre hermanas habíamos acordado el no comentar esto con nadie de la familia... supongo que como ella se encargó de comentarle a usted de lo sucedido, tendré también que informarle a mi padre de esto... sin omitir ningún detalle por supuesto -- dice con falso pesar antes de volver a su sonrisa acostumbrada -- ¿Puedo retirarme, su Majestad?
Ambas féminas se veían entre sí, la Emperatriz con furia y la princesa con victoria.
-- Puedes irte.
POV Venus de Secramise
Esa mirada... fue realmente satisfactorio verla tan enojada. Aunque hubiera preferido golpearla o tal vez ahorcarla, por atreverse a mencionar el nombre de Dimitri con tanto desdén, como si su muerte no hubiera sido nada.
Presiono mi corazón, aun me duele, duele que me haya dejado ese día, lo extraño cada momento, aunque para los demás no sea así, con que yo misma sepa que aún no su nombre me afecta, es suficiente.
Lo primero que veo al entrar a mi habitación, es a Eric quien me toma entre sus brazos, me mira y puedo notar como sus facciones se suavizan.
-- Princesa, ¿Qué sucedió? ¿Acaso la Emperatriz le falto el respeto?
Lo hizo, pero más que a mí, le falto el respeto al hombre que amaba, le falto respeto a su memoria y a sus hazañas como héroe de Guerra.
-- Eric... bésame -- le pido, dejándome caer a sus brazos -- bésame, abrázame y hazme el amor, te lo pido.
Puedo ver que estas confundido, pero también sé que no te negaras, tu boca se acerca a la mía y puedo sentir como nuestras lenguas bailan entre sí.
Soy egoísta, los amo a todos ustedes, sé que amare a otras joyas que vendrán, pero a pesar de todo sigo sin olvidar a quien debía ser mi compañero de vida.
Y me duele más el saber que si siguiera vivo, ustedes ni siquiera estarían aquí.
POV Narrador
Venus se entrega por completo a los brazos de Eric, deja que sus gemidos se oigan por toda la habitación e incluso si alguien pasara en ese momento, escucharía con claridad la voz de la princesa suplicando por más.
El Duque estaba cumpliendo con su deber como joya, complaciendo a la princesa con su pecaminoso deseo, ambos dejándose llevar por las flamas de la lujuria, hasta que ya no pudieron más y se dejaron desfallecer entre las sabanas. La princesa durmió a los pocos segundos, pero el Duque se quedó contemplándola un rato, mientras que en su mente estaba la incertidumbre.
¿Qué fue lo que sucedió entre su princesa y la Emperatriz?
Sabía que esa mujer solía aparentar una actitud benevolente e incluso tímida frente a las demás mujeres de la corte.
Pero su familia eran un tema distinto, conocía suficiente para saber que ni a su princesa ni a los príncipes los dejarían tranquilos hasta asegurarse de que la única descendiente de la Emperatriz sea coronada.
-- Me aterra el pensar que pueden planear esas víboras para perjudicarla princesa -- ve el rostro dulce de la princesa mientras duerme -- Pero mientras mi corazón siga latiendo, la casa Reinhart siempre estará a su disposición.
[...] Al día siguiente.
En el Invernadero más reciente que su padre había hecho para ella, Venus estaba junto a sus cuatro joyas tomando del té mientras hablaban entre triviales hasta lo sucedido con la Emperatriz.
-- Lo de ayer fue solo un pequeño aviso -- la princesa deja su humeante taza de té en la mesa -- Aun no estamos completas todas las joyas, pero la Emperatriz no está dispuesta a seguir callada mientras completo mi Guardia.
-- ¿Ha habido algún movimiento en particular por parte de la familia de la Emperatriz?
-- Aún están en calma, pero no dudo que en breve comenzara con sus ataques a mi persona.
-- ¡¿Ataques?! -- el príncipe Efrit se exalta -- ¡No lo permitiré! ¡El ejercito de Xek estará siempre alerta, princesa!
Las otras tres joyas voltean a verla, en particular el Onix quien lo mira con impaciencia, entreabriendo los labios para contestarle al rubí, pero la dueña de las joyas habló primero.
-- Gracias Efrit -- responde con una sonrisa enternecida -- pero aún es pronto para que haya un ataque frente a frente, primero esperaran a que cometa algún error para comenzar a exagerarlo y convertirlo en un escándalo.
-- ¿Algún error? -- inquiere el Duque Phantom.
-- Verán... ya tengo decidido mi próximo destino -- les dice con seriedad.
Los cuatro la observan expectantes.
-- El Reino de Darhan.
Hubo un reconocimiento inmediato por parte del príncipe Efrit y del Duque Phantom.
-- ¿No era el reino que decidió no participar en la Guerra?
-- Efectivamente príncipe Efrit -- Nell mira la princesa -- el reino de Darhan fueron bastante claros en no tomar partido por nadie en el antiguo enfrentamiento, afirmando que era una batalla sin sentido.
-- Para los darhanianos todas las peleas son sin sentido -- El Duque Reinhart se encoge de hombros -- entre la mayoría de los reinos son los que tienen el código más estricto en el deber, consideraron que la batalla de Orian no tenía pies ni cabeza y prefirieron resguardan a su gente.
-- Orian tenía las de perder de todos modos -- comenta Efrit con crueldad.
Desde su asiento, Caspian le manda una mirada fría y muerta.
-- Le recuerdo príncipe Efrit, que estoy yo presente, me gustaría que se guardara ese tipo de comentarios para cuando no esté presente.
Ambos príncipes se retan con la mirada antes de ser regañados por la princesa, mejor dicho, que Efrit fuera regañado.
-- Efrit, ese comentario estuvo un poco fuera de lugar -- le regaña -- recuerda que Caspian es proveniente de las islas Orian.
Venus anotó el primer desacuerdo, debía hablar con Efrit en privado sobre la sutileza que debía tener con Caspian con los comentarios sobre su tierra natal.
-- Lo lamento, princesa... príncipe Caspian.
No fue necesario más comentarios por parte de ambos, pues Eric tomó la palabra junto a Nell.
-- ¿Desea integrar a alguno de los príncipes a su guardia?
-- Según tengo entendido los Reyes de Darhan tienen tres hijos varones, cualquiera podría ser un buen candidato.
Eric mira a su compañero.
-- La verdad es que considero que el tercer hijo sería la mejor opción, el príncipe Cheong Gang es el heredero al trono y están los rumores de que el príncipe Weol Hyeon es un mujeriego sin remedio.
Venus escuchaba atentamente las palabras del Duque Reinhart.
-- No tengo problemas con que sea un mujeriego... ya que apenas esté en mis brazos, no podrá pensar en nadie más.
La princesa podía imaginarse a sí misma teniendo completamente enamorado al segundo príncipe, suplicando por su tacto, por su habla, por todo de ella.
-- Uhm~... no estaría nada mal -- piensa -- Los tres príncipes serian perfectos candidatos como miembros de mi guardia, pero aún hay un candidato más, y en realidad es en quien más he puesto mi atención.
Las cuatro joyas dejan de hablar, para prestarle atención a su princesa.
-- No es hijo de los reyes, ni siquiera es de sangre noble, pero he escuchado varias proezas de él como Comandante de Seguridad del Rey de Darhan... me refiero al ''Hada de la Luna'', Haun Baek.
Cumplí con mi promeso, si te etiquete jajajaja, bueno chicos, lamento la tardanza pero créanme que necesito notas altas en la UNI.
Bueno como sea, ¿A que no se esperaban esto? jajajajaj Venus estaba prometida, e incluso les mande las indirectas con mis preguntas, pero nooooooo, nunca se lo imaginaron dahahahaha.
El prometido de Venus se hara mención mas adelante y también planeo hacer especiales con el y Venus para que sepan mas o menos como era su relación.
Pero bueno, como siempre, aquí vienen las preguntas.
¿Les ha gustado el capítulo?
¿Qué opinan del hecho de que Venus estuvo prometida?
¿Tienen alguna idea de cómo era su prometido?
¿La Emperatriz realmente odia a Venus o hay algo detrás?
¿Quien sera peor obstáculo para Venus, La rosa azul o la rosa roja?
¿Algún momento del capítulo que les haya gustado?
¿La familia de la Emperatriz sera un obstáculo para Venus?
Y bueno, eso es todo, me despido amores mios y no se preocupen que el proximo capitulo sale una de nuestras favoritos.
Kyaaaa!!! me muero por escribir su aparición, bueno, eso es todo, bye bye.
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