𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐕
Voten, comenten y síganme para más.
El Duque Phantom sabía muy bien cuál era su papel. Era el Caballero, consejero y amante de la Princesa Venus, un aliado que la llevará al trono para convertirse en Emperatriz. Y no le molestaba en absoluto.
Su familia fue llevada a la deshonra debido a su arrogancia, tuvo que ir a la batalla para recuperar ese honor perdido, luego llegó ella, que con su mano ofrecida le regreso a su casa su antigua gloria.
Algunas lenguas bajas, lo llamaban ''Sabueso de la Princesa'', pero tampoco le dio importancia, pues la princesa le dijo algo que volvió a hacer que su corazón latiera como loco.
-- Aquellos que te dicen de esa manera, solo buscan que sentirse mejor consigo mismos por su falta de contribución con el Imperio -- la princesa lo toma de la barbilla para que la mire directamente -- Nell, tú eres más que un simple sabueso, eres mi Caballero, mi Joya Amatista Real, nadie tiene el derecho de pasar sobre ti, ¿De acuerdo? Quien lo intente sufrirá la ira de la futura Emperatriz de Arbezela.
Enamorarse de la princesa era inevitable, más allá de su belleza deslumbrante era una gran persona, por eso mismo es que más allá de su juramento de lealtad, su moral no le permitía fallarle a Venus de Secramise.
Tal y como se lo había pedido la princesa, ambos estaban conviviendo, siendo más específicos combatiendo, en uno de los campos de entrenamiento ubicados en el palacio Isis,
Incluso así, el ambiente entre ambos era tan incómodo que incluso las sirvientas del palacio no se querían acercar, a pesar de básicamente tener el camino libre para admirar la belleza de ambos hombres.
Nell pensaba que el príncipe le tenía resentimiento debido a la muerte de varios de sus hombres por su culpa, en especial por haber sido participe del asesinato del príncipe Bastet.
Caspian por su parte creía que el Duq ue lo tenía fichado como enemigo por lo mismo, ya que varios Arbezelianos murieron en sus manos, aunque no puede decir que se siente culpable, estaban en un Guerra, al fin y al cabo.
-- ¿Seguiremos mirándonos el uno a otro? -- cuestiona el de cabello rosa dándose una pausa del entrenamiento -- No negare que eres atractivo pero la única en mi vida es la Princesa Venus.
La Amatista se quedó mirando a la Rubelita por bastante tiempo, como queriendo digerir lo último que dijo, una clara broma para romper el ambiente. Se lleva una mano a su frente y suelta un largo suspiro.
-- Por favor no vuelva a hacer una broma como esa.
Caspian se río de la reacción del Duque, tachándolo como alguien demasiado recto, lo cual era cierto.
-- Me estaba aburriendo de tanto silencio -- se encoge de hombros mirando hacia al lado -- Si ofender, pero no creo que la única razón por la que me llama fuera para practicar la espada, ¿Verdad?
Parece ser que había sido muy obvio con sus intenciones.
-- Fue la princesa Venus, ¿Verdad? -- más que una pregunta, era una confirmación -- No es difícil el adivinar porque te lo pidió, en realidad ella misma me lo dijo.
Nell solo pudo asentirle.
-- Ambas rosas están en busca de mi cabeza o de mi lealtad, lo que encuentren más beneficioso... espera, me falta una, la media hermana de la princesa sigue buscando que llevarme a su cama... es desesperante.
En la cabeza de Caspian, se había formado una imagen bizarra y algo aterradora para él de la princesa Ariana, en sus ojos no era más que una chiquilla caprichosa que siempre que se la cruzaba hacia un berrinche porque quería que la escogieran por sobre su hermosa Musa Venus.
-- Puedo entenderte.
Ambos varones junto al mago Eric chocaron ''casualmente'' muchas veces con la segunda princesa y sus intentos descarados de coqueteo, ni siquiera coqueteo era la palabra, se sentían acosados por esa princesa.
Caspian pensaba que Arbezela debía estar agradecido de la existencia de su amada princesa, sin ofender a los hermanos de su Musa, pero ninguno le llegaba a los talones, mucho menos la princesa caprichosa.
-- Siendo sincero contigo, Duque Phantom, no esperaba que dieras el primer paso para esto, aun siendo orden de la princesa -- se expresa con sinceridad el de ojos azules -- En la Guerra murieron muchos, algunos por mis manos, no lo niego, pero aquí estamos hablando amenamente luego de un agradable entrenamiento... ¿Qué acaso no quieres mi cabeza?
El susodicho no responde al momento, porque en realidad la pregunta del príncipe estaba justificado, cualquiera quisiera la cabeza de un enemigo, en especial los más rencorosos o los que quisieran reconocimiento si en caso la cabeza en cuestión fuera de alguien importante. Sin embargo, ese no era su interés, él no buscaba la cabeza del príncipe.
La Guerra era así, un campo de mata o muere, para nada como lo que te querían vender en los libros que les gusta leer mucho a las damas hoy en día. En esos libros suelen decir que ambos protagonistas se enamoraron al verse a los ojos, que la mujer siempre esperaba porque su amado regresara con bien o que este se jactara de que venció pensando en su amor.
Todo alejado de la realidad y él puede decir lo que vivió en esos oscuros años, tomando a él y a la princesa Venus, aunque no era correcto, como los protagonistas.
Hubo un contacto visual entre los dos, Nell puede afirmar que por un segundo quedó embobado por la belleza de la primera hija del Emperador, era una hermosa flor en un campo de sangre, eso último lo hizo sentirse mal.
Sin embargo, el contacto quedo ahí, no vio alguna respuesta corporal por parte de ella, tal vez incluso puede decir que todo lo que recibió esa primera vez fue indiferencia.
Él y la princesa podrían haber estado por un segundo combatiendo lado al lado, pero luego ambos estaban casi en el otro extremo enfrentándose a sus propios enemigos.
La princesa no estaba esperando por alguien, ella avanzaba con el único pensamiento de salvar a su gente.
-- Aun si quisiera tu cabeza, no lo tomaría -- le dice con sinceridad -- Desde el momento en el que le juramos lealtad a la princesa, pasamos de ser nosotros mismos a su propiedad, teniéndola como nuestra única prioridad su felicidad, Caspian, tanto usted como yo nos hemos enfrentado incontables veces, ahora estamos bajo un motivo en común, así que dejemos el pasado atrás, y junto al Duque Eric y a las joyas que vendrán forjemos el camino de la Princesa a la grandeza.
Caspian le mantiene la mirada un rato, como buscando si había algún truco entre su pequeño discurso.
El príncipe tenía una ligera mueca, no gustándole mucho la parte de que vendrían más joyas después de ellos, bueno, la verdad es que le disgustaba totalmente esa afirmación.
¿Pero tenía derecho a opinión en cuanto a eso?
En realidad, no y eso está bien para él, porque es consciente de la posición en la que se encuentra.
Un prisionero de Guerra, un seguro de que su país no generaría más disturbios a Arbezela, ... pero también es el amante de la mujer que ama.
Viniendo de bandos diferentes, tenían la obligación de matarse el uno al otro, y en realidad la princesa había estado dispuesta a hacerlo, dejarlo sin cabeza para entregárselo a alguno de sus hermanos, en cambio él, como el loco que era, se terminó enamorando de su enemiga más peligrosa.
A ojos de su pueblo él no es más que un traidor que se dejó engatusar para ir alegremente a Arbezela como un rehén. Y había un poco de verdad en eso. Pero mientras la entera verdad lo supiera el actual Rey de las Islas Orian y su persona, no le importaba ser visto de esa manera.
Él ama a Venus, con locura, tanto así que no le importa dejar todo por estar a su lado, o en este caso, a su espalda, siendo uno de sus Caballeros Joya.
¿Le dolía que otros hombres la amaran como él?
Sus celos arden como mil soles, pero sabía a lo que se abstenía, sabía que nunca podría casarse con ella, se conformaría con ser su amante, esa persona que siempre dirá cosas hermosas para ella y solo ella cuando estén solos.
-- Créeme que no hubiera venido a este país, sino supiera el trato que me tocaría, pero por la princesa Venus, todo lo vale, incluso formar una amistad con uno de los mayores villanos de mi tierra.
El Duque sintió sus ojos abrirse ante la última declaración.
-- Bueno, esa es la versión del pueblo, aquí entre nosotros hiciste un favor en matar a esos idiotas de Bastet y Dan... el Reino hubiera terminado de destruirse en manos de esos incompetentes.
No cree que sea lo adecuado que alguien hable así de sus propios hermanos, pero lo dejara ser al no tener idea de cómo eran realmente los ya fallecidos príncipes.
-- Como sea, creo que ya tenemos todo claro... amamos a la princesa y en nombre de ese amor la haremos Emperatriz de Arbezela, eso está claro... Iré a darme un baño, buen entrenamiento, Nell, ah, ¿Puedo llamarte así? Con eso de que ahora somos amigos.
Ladea de cabeza por un momento antes de sonreír y darle un asentimiento.
-- Si puedes, Caspian.
Al final, parecía que todo había salido bien.
POV Haveron de Secramise
-- Muy bien, príncipe Haveron, la clase de hoy termina aquí.
Cierro el libro que el Duque Reinhart me había estado instruyendo, a mi lado estaban los demás libros que necesitaba para mi clase de hoy, todavía no sé cómo logra enseñarme tanto en tan poco tiempo... que miedo.
-- Sentía que no podía memorizar más
Siempre creí que era bueno con la magia, por debajo de Venus y Ariana claramente, ya que ellas tenían una cantidad de mana increíble, pero ahora con las clases que me ha estado impartiendo el Duque Reinhart desde hace unos meses, siento que he estado demasiado por detrás.
-- Ha mostrado un gran avance en este tiempo -- me alaga.
-- No me de tantos méritos, Duque Reinhart, resulté estar más retrasado de lo que yo mismo esperaba...
No quiero sentirme inútil, pero estas clases solo me hacen sentir que todo lo que había estudiado era en realidad nada, comparado a lo que realmente debía estudiar como príncipe.
-- Debe hacer un esfuerzo con su autoestima príncipe, créame, a veces el camino es más valioso que la recompensa, téngalo en cuenta -- le aconsejo.
-- ... ¿El camino es más valioso que la recompensa?
¿Qué significa eso?
-- He tenido a varios compañeros nobles que se consideraban prodigiosos... pero no eran más que incompetentes.
Desde aquí puedo escuchar su rencor, parece que odia mucho a los débiles... ¿O es a los poco eruditos?
-- Luego por culpa de los incompetentes es que los plebeyos comienzan a tomar fuerza en los temas importantes.
Mi miraba gira directamente hacia él... acaso... ¿Odia a los plebeyos?
-- ¿A-A qué se refiere, Duque Reinhart?
Lo veo llevarse la mano a su frente, con una mueca que solo me daba escalofríos.
-- La incompetencia de los nobles solo hace que resalten los plebeyos, el Imperio funciona por una jerarquía, la realeza, la nobleza y por último el pueblo, si el número de prodigios plebeyos aumenta, el mayor número querrá someter a la minoría... en especial esos radicales.
Escucharlo hablar así, me hace pensar que en realidad solo está murmurando para sí mismo, en lugar de responder mis preguntas. Pero tampoco quería seguir escuchando eso, el Duque parece una persona totalmente diferente.
-- S-Sí no le molesta, me gustaría retirarme, joven Duque -- pedí, logrando finalmente llamar su atención.
Parece que ni el mismo se dio cuenta que había comenzado a divagar.
-- Lo siento por eso, príncipe, puede retirarse.
Con un último asentimiento mutuo, me retiro lo más rápido que mis pies me lo permiten, aun así, me siento un poco sofocado, solo cuando doblé el largo pasillo, me permití soltar un largo suspiro.
¿Realmente ese es el pensamiento del Duque respecto a los plebeyos?
No, algo debe estar faltando, mi hermana nunca aceptaría a alguien que odie a los plebeyos, siendo nosotros tres, los mayores benefactores del pueblo.
Lo único que se dé la familia Reinhart es que es conocido por tener una de las más grandes historias de familias nobles, además de que por cada generación hay un mago de gran talento, en esta generación es mi maestro.
Pero no se más, absolutamente nada de la familia de mi maestro.
Hermana Venus, no ha pasado muchos días desde tu partida hacia Xek y ya te extraño demasiado... ¿Cómo te estará yendo?
POV Eric Reinhart
-- Ah~, esto está mal, ahora el príncipe tendrá una idea alterada de mí -- suelto al momento en que la puerta fue cerrada.
Otras veces soy capaz de callar lo que pienso, pero esta vez las palabras fluyeron por si solas de mi boca.
Que excusa más patética, Eric, bien hecho.
Ahora el príncipe debe pensar que odio a los plebeyos, tendré que tratar de explicárselo en nuestra siguiente sesión, pero no creo que entiendo lo que siento por los plebeyos.
No los odio, no soy idiota para despreciarlos por no tener sangre noble, lo que yo siento por ellos es... miedo.
-- Eric, mírame un momento.
Mi abuela, una mujer que su sola presencia daba bastante imponencia, una mirada tan pesada que mi yo de ese tiempo no era capaz de mantenerla ni siquiera unos cinco segundos.
Pero me obligo a hacerlo, a verla directamente, siendo testigo de sus ojos plateados atravesándome sin compasión. Así había comenzado a ser desde que comencé a denotar una gran cantidad de mana dentro mío.
-- Dime... ¿Qué tipo de Duque esperas ser...?
Su pregunta no era tan descabellada, pero a mi edad era difícil de responder. No tenía visión alguna sobre eso.
-- ¿Qué tipo de Duque...?
-- No repitas lo que dijo -- me regaño con el ceño fruncido -- Solo responde.
Temblé ante su voz grave, aun así, ¿Qué le podría responder a esa edad?
-- ¿Un Duque... bueno?
La mirada dura de mi abuela se había intensificado, ¿Tan malo había sido la respuesta?
-- Eric, ¿Qué significa para ti ser un Duque bueno?
-- B-Bueno... -- incluso mi lengua se trataba al hablarle -- t-tal vez como p-papá.
-- ¿Y cómo es tu padre?
-- T-Trata bien a los e-empleados... l-les da b-buenos salarios... t-también he escuchado que es muy co-considerado con ellos.
-- Eso no es ser un Duque bueno, eso es ser un Duque incompetente.
Sentí como si un viento helado soplaba por todo mi cuerpo, sintiéndome humillado por su pronta respuesta
Un viento helado le soplo por todo el cuerpo, sintiéndose por alguna razón humillado por la rápida respuesta de su abuela.
-- ¿Buenos salarios? ¿Buen trato? ¿Consideración? -- repitió cada cosa que había dicho con un claro asco -- Bah, no me sorprendería que en uno de estos días se den cuenta que varias de sus joyas terminaron desaparecidas o en manos de otro noble... Escúchame muy bien Eric, que este consejo espero que te sirva y no como el idiota de tu padre.
Fue la primera vez que mi abuela llamaba directamente idiota a mi padre y que me daría un consejo... a su manera.
-- Nuestra sangre noble, corre como cualquier otra, lo único que nos diferencia del pueblo es la educación y el mana, fuera de eso, todos seriamos igual de miserables.
Sentí una gota bajar por mi nuca.
-- El pueblo nos supera en números y con mucha diferencia, por eso mismo como nobles debemos poner un límite en lo que puede o no hacer un plebeyo, sino hacemos eso, ellos se tomaran demasiadas confianzas hasta llegar el momento de la insubordinación.
Ella gira su vista hacia su inmenso jardín, yo también lo hice, ella estaba observando a los siervos que estaban cuidando sus flores.
-- Uno puede ser benevolente, pero hasta ahí, los plebeyos no pueden mezclarse con los nobles, sino poco a poco ellos tomaran el poder.
Siempre creí que mi abuela estaba siendo exagerada con sus miedos sobre el pueblo y lo que la falta de mano dura podría ser capaz de hacer, pero conforme los años fueron pasando me di cuenta de algunas cosas que comenzaron a inquietarme.
Lo primero fue cuando al final la amenaza de mi abuela sobre los sirvientes se hizo realidad, mi padre descubrió que una de las sirvientas le estaba robando joyas a mi madre.
Nunca supe del destino de esa doncella y tampoco quiero saberlo, me basta con recordar el rostro colérico de mi padre.
Después en mis tiempos en la academia de magia como estudiante, había estudiantes tanto nobles como plebeyos, luego se di cuenta del sutil favoritismo hacia los magos de sangre plebeya.
Todavía podía recordar como los de sangre corriente se hacían pasar por víctimas de nosotros, los nobles, alegando que era envidia por su ''esfuerzo duro''.
''¿No se les había enseñado que la discriminación está mal en este lugar? Sea hijo de grandes señores o hijos de pescadores, todos debemos ser tratados por igual.''
Era lo que decía constantemente uno de mis profesores, un hipócrita que defendía a los plebeyos y ''ponía en su lugar'' a los de sangre noble.
Fue entonces cuando las palabras de mi abuela comenzaron a tomar sentido para mí.
El pueblo no pide, exige, y lo hace sin cesar, apelando a sus derechos, cuando lo que quieren es destruir la jerarquía con la que estuvieron viviendo por miles de años.
Son como unas malditas sanguijuelas, absorben todo el oro que le puedan robar a los nobles y luego cuando les dices no, comienzan a atacar en manada, alegando que nosotros somos los malos.
La princesa Venus puede que no se haya dado cuenta, pero yo sí, los plebeyos que suele visitar junto a su madre y hermano se aprovechan de su bondad, quedándose con todo el oro que ella dona con su buen corazón.
No puedo permitir más cosas de ese tipo, como parte de su Guardia Real, cumpliré mi papel, protegeré a la princesa incluso de esos sucios embusteros y también... cumpliré con mi papel como Duque del Ducado Reinhart y les enseñara a los plebeyos cuál es su lugar.
Por la jerarquía y por la futura Emperatriz Venus de Secramise.
Ujujuujjujuj ya quiero ver los comentarios y teorias sobre Eric, no puedo esperar >:3
Dato curioso sobre Eric, o mejor dicho, sobre su Abuela, ella esta inspirada en Olenna Tyrrel de la serie de Game of Trhones y el dialogo lo pense mientras veia la escena de Olenna VS el Gorrion Supremo, pedazo de dialogo (ojo, no es de los mejores de esa mujer, pero aun asi me gusta mucho).
https://youtu.be/6ItUQjrIrmo
Este capitulo hice que intencionalmente se centrara en las Joyas que se quedaron en Arbezela, esto, con la intencion de que tambien se le diera un poco mas de protagonismo a los otros personas, igual no se preocupen que en el siguiente capotulo estara dedicado completamente a Venus y Efrit (que a muchas no les gusta el persona, a mi me gusta, al menos hasta que se volvio un loco celoso).
Bueno, ahora asi con las preguntas.
¿Qué piensan del capítulo de hoy?
¿Cual les gusto más? ¿Caspian o Eric?
¿Qué opinan sobre el punto de vista de los Reinhart con respecto a los plebeyos?
¿Caspian es realmente un prisionero? ¿Como se convirtió en joya de Venus?
¿Venus sufrio alguna perdida durante la guerra?
¿Como se enamoraron Caspian y Eric de Venus?
Bueno, eso es todo, como siempre a la espera de sus respuestas que me animan mucho a seguir escribiendo, nos vemos al siguiente capitulo, bye bye~.
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