𝗩𝗘𝗡𝗨𝗦
𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 20

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VENUS CAMINABA JUNTO A THOMAS, SEGUIDO POR EL RESTO DE SUS AMIGOS. Gally iba a la cabeza, explicando cómo llegó a donde está ahora.

  Venus no le prestó mucha atención. Lo único que tenía en mente era que, si Gally decía la verdad, tenían una oportunidad real para recuperar  a Minho.

   —Este grupo esta en guerra con CRUEL, desde que asumieron el control de la ciudad. CRUEL no puede ocultarse ahí dentro para siempre—.Gally habló. Venus no asimiló nada de lo que decía, su atención no estaba en el edificio en ruinas por el que caminaban.

     Ver a la gente de aspecto desesperado dispersa por ahí le hizo sentir dolor en el corazón. Era todo lo que Venus había visto: desesperación. Y Venus esperaba que en un futuro cercano no fuera así. Esperaba que hubiera esperanza, que esas personas tuvieran una segunda oportunidad en la vida.

Venus salió de sus pensamientos cuando Gally se detuvo frente a ella, y ella también se detuvo.—Escuchen, no recibe muchas visitas, así que hablare yo y no lo vean mucho a la cara—.

   Venus miró a Thomas al oír las últimas palabras de Gally, y frunció el ceño cuando Thomas se limitó a encogerse de hombros ante su expresión, y ambos siguieron a Gally.

La habitación a la que Gally los condujo estaba oscura, la única fuente de luz provenía de una pequeña lámpara y algunos rayos de sol que se colaban por una ventana.

  Había libros esparcidos por la habitación, y las plantas en maceta llenaban los espacios vacíos. Un hombre estaba de pie frente a una de las mesas de madera de la habitación, con rosales dispersos detrás de él mientras el sol le daba directamente, lo que dificultaba captar su aspecto.—Esa rosa se llevó mi nariz, supongo—Venus escuchó al hombre murmurar una y otra vez, casi como un cántico, y ladeó la cabeza, inspeccionando a la extraña persona con la que Gally los ha llevado.

—¡Gally! Me da gusto que estés de vuelta. Jasper me contó lo que pasó—.El hombre habló.—Fue una masacre - no podíamos contra esas armas—.Le informó Gally.

Venus se dio cuenta ahora de que el hombre tenía una especie de vía intravenosa improvisada, y llegó a la conclusión de que debía estar enfermo.

  —No, pero no pueden seguir agitando el avispero sin que los piquen—.Venus observó al hombre con atención mientras cortaba una rosa, apretándola contra su nariz y oliéndola.

Era una rosa roja, y la imagen de la flor le dio a Venus una especie de sensación de nostalgia, y oh, cómo deseaba poder recordar quién era antes de todo esto.

  —Ahora, ¿quiénes son estas personas? ¿Qué hacen aquí?—Preguntó el hombre, y Thomas no perdió un segundo al adelantarse:—Queremos entrar a CRUEL. Gally dice que no puede ayudar—.Y ante las palabras de Thomas, fue la primera vez que el hombre miró en su dirección—Gally no debería hacer promesas que no puede cumplir—.

   Un sentimiento pesado se manifestó en el interior de Venus ante sus palabras: necesitaban entrar en CRUEL, y si Gally los engañaba con esto, y les hacía perder el tiempo, Venus se enfadaría mucho.

—Además, ese muro es sólo la mitad del problema, entrar a CRUEL es imposible—.Venus pudo ver ahora que al hombre le faltaba algo de nariz, y ahora se dio cuenta de por qué Gally les había dicho que no miraran.

   Ante las palabras del hombre, Venus se mordió el labio con dureza, la ira burbujeando en su interior.—Tal vez allá una forma—.Dijo Gally, y la atención de Venus se dirigió ahora hacia él,—pero no funcionaria sin Thomas—.

  Los ojos de Venus miraron a Thomas, él también muy confundido por las palabras de Gally.—¿En serio?—Preguntó el hombre, ahora acercándose a Thomas mientras entraba en la luz, y Venus ahora podía ver claramente el aspecto del hombre.

     Era un loco. Esa era su enfermedad.

Se acercó a Thomas, y Venus se tensó,—Soy un hombre de negocios—.Informó,—por lo que nunca corro riesgos innecesarios. ¿Por qué confiar en ti?—

  Venus dio un paso adelante, su brazo se apretó contra el de Thomas, mientras sus ojos miraban fijamente al hombre.

—Se que lo puedo ayudar, y si usted puede ayudarme a cruzar ese muro, le conseguiré lo que necesita—.La voz de Thomas era baja al hablar, y se sacudió la intimidación del hombre.

—¿Y qué crees que necesito?—

   —Tiempo...—los ojos de Thomas se desviaron hacia la intravenosa a la que el hombre estaba conectado,—...hasta la última gota—.

   —¿Eso necesito?—El hombre se burló, pero Venus pudo ver que asimilaba las palabras de Thomas, y la vista de que Thomas tenía razón.

—CRUEL tiene algo que queremos—.El hombre miró fijamente a Thomas con sus ojos fantasmagóricos, tomándose un segundo antes de aferrarse a una respuesta,—Te diré algo, que vayan dos ahora. Los demás se quedaran conmigo. Con ellos me asegure de que ustedes volverán—.

  Venus tragó saliva, la sensación de malestar recorrió su columna vertebral mientras miraba a Thomas con bastante pánico.

Vio cómo el hombre le tendía la mano para que Thomas la estrechara y cerrara el trato.

Con dudas, Venus sabía que Thomas no tenía otra opción y observó cómo estrechaba la mano del hombre.

—Gally, diles por donde—.

   Venus se dirigió a Thomas, agarrándolo por el brazo:—Voy contigo—.Le dijo, su persistencia no pasó desapercibida, ya que sus ojos se fijaron en los de él.

    Thomas se tomó un segundo, la mirada viajando hacia abajo antes de hacer contacto visual de nuevo, una expresión de preocupación plasmada en sus rasgos.

  —Vee, yo... es demasiado peligroso—.

Le importaba. Venus sabía que le importaba. Pero esta era su propia elección, y ella quería esto, quería ayudar.

   —Escucha, yo - todo este tiempo, desde que me rescataste de CRUEL, me he sentido absolutamente inútil. No puedo recordar una mierda, y no he hecho nada para ayudar. Necesito esto, Thomas, necesito hacer esto, necesito ayudar—.Ella esperaba que él entendiera, que entendiera de dónde venía ella, pero cuando él negó con la cabeza, su corazón se desplomó.

   —Venus, no eres una inútil, no vuelvas a pensar así, ¿sí?—Venus se limitó a mirarlo con sus ojos azules como el océano, su corazón martilleaba mientras esperaba sus siguientes palabras.

—Sólo tienes que entender que quiero que estés a salvo, e ir a la ciudad, es todo menos seguro—.

Venus gimió con fuerza mientras se pasaba las manos por el pelo por la frustración.—¿Y se supone que debo dejar que vayas sin mí?—

    Thomas le agarró la mano, podía ver la rabia que hervía dentro de ella, y deseaba que entendiera lo importante que era para él, y cómo no podía ni pensar en perderla.

—Vee, por favor - te necesito aquí, con el resto, tienes que entender. No quiero... no quiero perderte—.

  Los ojos de ella se ablandaron ante sus palabras, y cuando ella también rodeó su mano con sus dedos, Thomas sintió que las mariposas se volvían locas en su pecho.

   —¿Prometes que estarás a salvo?—Thomas asintió,—Promételo—.

Venus sabía que Thomas no la dejaría ir con él,sin importar lo que hiciera o dijera, por lo tanto, tenía que tomar el asuntoen sus propias manos - y sin importar lo que pasara, entraría a la ciudad yayudaría a salvar a Minho.

Buenas tardes!!!
MUY BUENAS TARDES!!!