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─────̥⤷📓꒦꒷🩸°•




El pasado es un cubo lleno de cenizas. No vivas en el ayer ni en el mañana, sino aquí y ahora.

—Carl Sandburg.


La mirada de Spencer se encontraba fija en la tablet ubicada en medio de la pequeña mesa que dividía los asientos del jet privado del cual dispone la UAC. Penélope apretó sus labios con preocupación al ver el aspecto de Spencer y tiró del brazo de Derek, quien también había notado el silencio del genio.

—Spencer —le llamó con suavidad.

Sus ojos avellanas mostraban algo de dolor y tristeza.

El hecho de volver a escuchar sus nombres, un sinfín de recuerdos venían a él. Memorias que había enterrado en el fondo de su cerebro y de las cuales nunca hacía mención parecían repetirse una y otra vez sin tener final; sin embargo, más allá de sentir pena por lo que sufrió, sentía lástima ante las muertes de aquellos que le molestaron de tal forma, por que las cincos víctimas habían cambiado con el paso los años; Spencer había leído los expedientes que tenía García y los cinco tenían familias, hijos, hijas y afortunadamente, habían dejado atrás el tosco comportamiento de la secundaria.

—Spencer —esta vez, Hotch le habló con algo de fuerza para llamar su atención.

—¿Hum? —respondió con una mano en su barbilla y mordiendo internamente su labio.

—¿Estás bien? —preguntó mirándolo fijamente.

Asintió con su cabeza—. Sí, ¿qué decían? —preguntó relamiendo sus labios y separando su mano de su barbilla.

—Entonces, tenemos ya el perfil geográfico por el cual el UnSub andaba —señaló Penélope mostrando la tableta al equipo—. La interestatal 15 —murmuró.

—La cuarta autopista más larga en los Estados Unidos —señaló Rossi ladeando su cabeza—. ¿Cuáles son los estados que la atraviesan?

Sin chistar, Spencer respondio—: California, Arizona, Utah, Idaho, Montana y Nevada.

Miro a Hotch y parpadeo continuas veces.

—Cuatro de las cinco víctimas no se encontraban en Nevada, pero si en los estados que conectan con la interestatal...

—Está claro que tiene un vehículo —señaló JJ—, y algún extraño odio a los estudiantes que tomaban la clase de química avanzada —dijo en voz baja.

—Acaban de llegar los análisis del médico forense sobre la autopsia de Taylor —informó Penélope—. Severos golpes, costillas rotas y el detonante de muerte fue el disparo en el cráneo —informó mirando a Hotch.

—¿Fue abusada sexualemnte? —preguntó Alex.

Nop —murmuró Penélope con una mueca—. Pero —susurró achinando sus ojos—. Ay, ¿qué acabo de leer, Señor? —susurró con una mueca.

—¿Qué? —preguntó Spencer enderezandose.

—Leí el resto de los análisis y... Hugo, Kendall y Fabian si fueron abusados sexualmente antes de morir —indico con una mueca.

—¿Cómo?

—Un... palo... de metal y... uy, madera —susurró.

Derek apretó sus ojos y ladeo una mueca en muestra desagrado. Hotch cruzó sus brazos frunciendo el ceño y David negó con su cabeza, sintiéndose asqueado.

—Di-dices que...

—Si, Spencer, les metieron un... ay —Penélope negó con su cabeza y dio un ligero brinco al sentir un calosfrío.

—Aguarda —susurró Alex frunciendo el ceño—. Tres de los hombres que fueron víctimas fueron abusados, pero no las mujeres —señaló—. Y, su modus operandi es el mismo para todos: golpes, romper algún hueso y terminar la vida de la persona con un balazo en dirección al cráneo...

—Agregando el abuso a los hombres —murmuró JJ—. Debe ser una mujer —señaló.

—Cargar una persona muerta es un trabajo muy difícil —señaló Derek.

Spencer alzó una ceja—. Pero, tiene sentido, ¿no? Miren la forma en la que son encontrados los cuerpos —señaló las imagenes y miro a sus compañeros—. Es como si los aventará desde alguna altura...

—De una camioneta —dijo David.

—Y no los mueve por que eso tomaría más tiempo y trabajo —señaló Penélope.

—Bien, ya tenemos más pistas. Llegando a Las Vegas Derek y Alex irán al forense para hacer las comparaciones entre las lesiones que tienen las víctimas masculinas de las femeninas; JJ y Rossi irán al lugar donde encontraron a Taylor. Penélope, Spencer y yo nos dirigiremos a la estación de policías, vamos a necesitar una lista de tus antiguos compañeros de clase, Spencer —le hizo saber, a lo que asintió lentamente con su cabeza.

—¿Los medios saben algo de lo que sucede? —indago JJ.

—No y prefeririamos que siguiera así —admitió Hotch—. Descansen un poco, llegaremos en cuatro horas.











Spencer entró detrás de Penélope a la estación de policías y tomó con fuerzas las tiras de su maletín mientras mordía su labio un poco nervioso. Se detuvo al ver como Hotch estrechaba su mano con el detective Robles, presentándose.

—Ella es nuestra Técnica Analista, Penelope Garcia y él es el Doctor Reid —señaló Hotch.

Penélope estrecho la mano del detective, sin embargo, Spencer ondeó su mano en señal de saludo y apretó sus labios ligeramente incómodo al ver como el detective esperaba estrechar su mano. Para hacer de eso un poco menos incómodo, giro su rostro viendo a los oficiales trabajar.

—Hemos preparado una oficina donde puedan trabajar —les hizo saber guiandolos hasta el final de la estación—. Cualquier cosa que necesiten, estamos a su disposición.

—Muchas gracias, detective —Hotch le dedicó lo que parecía ser una sonrisa.

Spencer no perdió el tiempo y colgó de un mapa que mostraba los estados conectado por la interestatal quince.

—Robles, la señora Holland está de nuevo aquí —informó un policía entrando a la oficina.

—Ah, bien —el detective acaricio su sien y vio a los miembros del FBI—. Tengo que ir a hacerle saber una señora que su gato no fue abducido por aliens —Spencer sonrió sin poder evitarlo mientras marca con un pin rojo la ciudad de Phoenix—. Pero, Williams se quedará a su disposición y podrá ayudarles en lo que necesitan, él fue quien encontró a Rivers en el desierto.

Spencer dejó de ver la imagen y se giró sobre sus talones para ver al policía que les acababa de presentar.

La barba del hombre se encuentra perfilada y tiene una mirada amigable, sin embargo, él podía ser capaz de noquear a alguien con un puñetazo ya que tiene un cuerpo corpulento.

Williams también observó a Spencer y abrió un poco su boca algo sorprendido.

—¿Spencer? —le habló sin poder creerlo—. ¿Eres un miembro del FBI? —susurró impresionado.

Hotch y Penélope compartieron miradas y después miraron a Spencer.

—Eh, sí —respondió algo incómodo—, y al parecer tu eres policía —murmuró viendo su placa en su pecho.

—Sorprendente, ¿no? —dijo apretando sus labios en una pequeña mueca.

—Supongo que debe ser un agradable encuentro entre ustedes, pero tenemos que ponernos a trabajar —les recordó Hotch, salvando a Spencer de aquel inesperado reencuentro—. Williams, ¿cómo fue que encontraste a Rivers? —preguntó tomando asiento y juntando sus manos sobre la mesa.

Spencer se giró nuevamente sobre sus talones para continuar marcando con pines las ciudades en donde fueron encontrados los cuerpos de sus antiguos compañeros.

—Recibimos una llamada anónima a las cuatro quince de la mañana —informó—. Acababa de entrar en turno y, unos chicos que estaban grabando videos para encontrar ovnis encontraron su cuerpo en una bolsa negra.

—¿El cuerpo de Taylor era visible? —preguntó Spencer mirando el mapa.

Llevó sus manos al interior de los bolsillos de su pantalón esperando la respuesta de Williams.

—¿Cómo dices, Spencer?

Se giro nuevamente sobre sus talones y mordió un poco su labio.

—¿La bolsa cubria todo el cuerpo de Taylor o...?

—No —negó con una mueca.

Williams bajo su cabeza y soltó un suspiró.

—¿La conocías? —preguntó Penélope en voz baja, mientras dejaba de teclear.

—Íbamos juntos, en clase de química —informó—. Spencer también —dijo señalando con su cabeza.

—¿Compartían clase de química? —murmuró Hotch, Williams asintió—. Me puedes dar tu nombre —pidió.

—Mason Williams. ¿Qué ocurre?

Hotch se paró suspirando, tomó el respaldo de la silla y miro a Mason sin mostrar expresión alguna—. Todos los que iban en clase de química avanzada son sospechosos, incluyéndote.

Spencer relamió sus labios y observó a Mason, el hombre frunció el ceño y miro a Hotch con confusión.

—¿Bromeas? Soy oficial, eso no tiene sentido —señaló extrañado.

—Muchos modus operandi no tienen sentido, hasta que le encuentras uno —le hizo saber.

Mason alzo una ceja y miro a Spencer, quien apretó sus labios y se giró una vez más sobre sus talones para quedar frente al mapa.

—De acuerdo —murmuró confundido—. ¿Puedo ayudarles con algo más? —preguntó ladeando una mueca.

Antes de que Hotch negara, Spencer hablo—: ¿Viven aquí? —indagó alzando una ceja.

—Eh... sí, todos están aquí en Vegas —aclaró.

Spencer apreto sus labios y miró a Hotch, pidiéndole con la mirada, que hiciera que Williams saliera de la oficina.

—Gracias Williams, cualquier cosa mas que necesitemos te lo haremos salir —informó Hotch.

—A sus órdenes —ladeo una sonrisa mirando a Spencer, pero la transformó por una mueca de disculpa antes de salir.

—¿Todo bien? —preguntó Penelope algo tímida.

—Sí.

—Spencer, escribe la lista de los nombres a Penelope. Le haré mención al detective Robles que uno de sus policías puede o no estar en peligro.

Spencer asintió lentamente y tomó asiento al lado de Penelope, quien le tendió una libreta y una pluma ligeramente tímida.



Nota de autora:

Chris Wood me puede decir Have My Babies y yo le digo ✨Yes sir✨

Anyways, que opinan so far?

Nos leemos pronto, y no olviden dejar sus votos.

Lots of love, Cici x

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