─────̥⤷📓꒦꒷🩸°•

Unidad de Análisis de Conducta del FBI.
Quántico, Virginia.

La mirada de Spencer Reid pasaba rápidamente la hoja del libro que se encontraba leyendo. Frente a él, con una mueca y mirada de extrañez, Derek Morgan, lo miraba intentando descifrar los pensamientos del miembro más joven del equipo de la UAC.

—¿Por qué miras tanto a Spencer? —indago David Rossi, ladeando un poco su cabeza.

—Es tan... extraño —susurró.

Se escuchó una pequeña risa y con su reluciente cabellera rubia, Jennifer Jareau, o mejor conocida como JJ se acercó a sus compañeros de trabajo.

—O quizá estás enamorado de él —bromeó.

—O tal vez, Reid está enamorado de mi —agregó Derek chasqueando sus dedos.

Spencer alzó su mirada y frunció el ceño viendo a sus compañeros.

—¿Por qué estaría enamorado de ti? —le cuestiono con extrañez—. Es más probable que este enamorado... de —lo medito unos segundos—, es más probable que esté enamorado de Emily, pero no de ti —mostró una sonrisa forzada, ligeramente incómodo.

—Solo la mencionas por que no está aquí —dijo con burla David—. Pero le haré llegar el recado de tu amor secreto...

—Nunca dije eso —se defendió frunciendo el ceño.

—Claro que lo hiciste —aseguró JJ con diversión.

—No, claramente dije que había una mayor probabilidad en que estuviese enamorado de Emily a estar enamorado de Derek, pero no dije que estaba enamorado de Emily...

—¿De quién estás enamorado, niño? —le preguntó por fin Derek.

—¡No estoy enamorado! —se exaltó.

—Oigan —los cuatro alzaron su mirada para ver a Blake—. Hotch nos espera en la sala de reuniones.

—Por fin —murmuró Spencer parándose con rapidez y caminando lejos de David, Derek y JJ, quienes no pudieron evitar un par de risas burlonas.

—Buenos días mis guerreros del mal —saludó la técnica analítica Penélope García, una vez que el equipo de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI estuvo reunido—. El día de hoy tenemos un caso... bastante peculiar —comentó ladeando una mueca—, y pueden encontrarlo ya en sus tablets —recordó mirando a Spencer.

Sin muchos ánimos, Spencer tomó la tablet frente a él y comenzó a leer la información del caso con rapidez.

Sin embargo, al ver la foto de la mujer muerta en medio del desierto, sus ojos se abrieron de golpe.

—Hace ocho horas encontraron el cuerpo de Taylor Rivers en el desierto de Nevada, justo por la interestatal quince —informó Penélope prendiendo el televisor para mostrar las imágenes que ellos podían ver en sus tablets—. Aunque es la primera persona que muere en Nevada, tenemos cuatro víctimas más fueron encontradas de la misma manera que Taylor —informó Penélope cambiando la imagen.

Spencer alzo su mirada y lentamente bajo la tablet dejándola en la mesa.

Por primera vez, se había quedado sin hablar.

Había cuatro personas más, que al igual que Taylor, él también conocía.

Aaron Hotchner, líder del equipo de la UAC, al notar al miembro más joven y parlanchín no decir palabra alguna, comprendió que algo más allá de los asesinatos estaba ocurriendo.

—Spencer —le llamó.

Parpadeó mirando a Hotch y abrió sus ojos aún más—. Yo... —bajo su cabeza y nuevamente parpadeo.

¿Es que acaso era una especie de broma?

—¿Spence? —le hablo JJ ligeramente preocupada.

Hubo un silencio donde la mirada de todos cayó sobre el doctor.

—Los conocía —susurró.

—¿A todos? —preguntó extrañado y algo sorprendido Derek.

Asintió con su cabeza y miro a todos en la sala—. Iban conmigo en la secundaria —murmuró—. Todos ellos —susurró.

—Penélope, ¿teníamos información sobre eso? —le preguntó Hotch a la técnica.

—No señor —respondió apretando sus labios y mirando a Spencer con preocupación—. Estábamos consciente que eran de las Vegas, salvo por...

—Noah —susurró Spencer.

La segunda imagen mostraba un hombre de piel bronceada y también había recibido un balazo en la cabeza.

—Era de Canadá —murmuró.

—Entonces, ¿estás diciendo que las cinco víctimas iban contigo en la escuela? —le cuestiono Alex achinando los ojos—. Pero, solo Taylor fue asesinada en Las Vegas... —esta vez miro a Penélope.

—Sí, el resto vivían fuera de Las Vegas —presiono el control con fuerza para cambiar de imagen—. Noah fue encontrado en Los Ángeles, a diez kilómetros de su casa; Kendall, residía en San Diego desde hace cinco años y fue encontrado a las afueras de la ciudad; Mónica estaba de visitando a su madre en Phoenix cuando la secuestraron saliendo de un restaurante y doce horas después encontraron su cuerpo en un basurero y Fabian se encontraba en Idaho Falls —murmuró apretando sus labios y mirando a Spencer.

—¿Sabemos algo más del UnSub? —preguntó David alzando una ceja.

Spencer bajo su cabeza y llevó las manos a su nuca.

—No aún —respondió mirando a Spencer—. ¿Hay algo que quieras decir? —le preguntó alzando una ceja.

Apretó su mandíbula e hizo una mueca—. Íbamos juntos, en una clase...

—Pero, no tienen las mismas edades —señaló JJ confundida—. Kendall, Mónica y Fabian tenían treinta y seis pero Noah recién había cumplido treinta y cuatro —comentó.

Balbuceo un poco y junto sus manos sobre la mesa—. En la secundaria, teníamos la materia de química que se dividía en tres niveles: básica, intermedia y avanzada —explicó haciendo sonar un poco su garganta—. Yo iba en química avanzada y ellos también —susurró—. No importaba la edad, solo...

—La inteligencia —término Rossi por él, a lo que Spencer asintió con su cabeza.

—¿Qué edad tenías? —curioso Alex.

—Doce —respondió—. Yo... bueno, yo era el más pequeño —dijo con obviedad—. Después las edades variaban entre los quince a los dieciocho años.

—Entonces, con ellos cinco compartías clases de química avanzada —señaló Derek la pantalla y asintió con su cabeza apretando sus labios—. ¿Algo más? ¿Algún club? ¿Deporte?

Spencer negó con su cabeza apretando sus labios y movió ligeramente sus manos.

—De acuerdo —murmuró Derek inconforme.

—Bien, nos esperan en Las Vegas, salimos en treinta y continuamos en el jet. Penélope, arregla tus cosas...

—Señor, ¿usted está diciendo que iré con ustedes? —preguntó confundida.

Hotch la miro alzando una ceja—. Sí, eso dije.

Spencer se paró un poco más lento que el resto y miro la pantalla donde se muestran las imágenes de sus antiguos compañeros de secundaria. Parpadeo un par de veces y fue capaz de recordar la risa aguda de Mónica. Otro parpadeo le llevó al momento en que Kendall golpeaba sus hombros fingiendo ser amable; un parpadeo más y pudo escuchar como Noah y Fabian tronaban sus nudillos dispuestos a golpearle...

—Spencer —se giró sobre sus talones para encontrar a Derek.

—¿Hum? —relamió sus labios algo nervioso.

—¿Esta todo bien?

Negó con su cabeza—. No. ¿No has escuchado el caso? Mis antiguos compañeros están siendo asesinados...

—Hey, nada malo te va a ocurrir, ¿de acuerdo niño?

Asintió algo inconforme con aquella respuesta.

—Vamos, tenemos veintisiete minutos para estar en el jet o nos dejaran.

Lo tomó del hombro abrazándolo con cariño y salieron de la sala de reuniones dispuestos a tomar su equipaje y dirigirse al jet.

Sin embargo, Spencer seguía teniendo ese amargo sabor en su boca por que no era una coincidencia que cinco de sus acosadores en la secundaria estuviesen muertos, y lo peor de todo, es que tarde o temprano tendría que decírselo al resto del equipo para que lograsen entender mejor el motivo por el cual están muriendo.

Nota de autora:

¡Arrancamos con la fic número tres del amor de mi vida, mi hombre, esposo, mi varón, el padre de mis hijos y perritos!

Espero que les guste tanto como a mi, la verdad es que creo que poco a poco mejoró con las fics de Criminal Minds (humildad, ajá), y pues estoy muy emocionada siksi.

Por favor, dejen sus votos si les gusta, en serio que los votos me motivan mucho a subir con regularidad los capítulos ✨

Lots of love, Cici x