015. This Is Berk II

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━━ chapter 015
this is berk
part two

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AQUÍ, EN BERK, la vida solía ser de una manera. Era tradicional; se había mantenido igual durante trescientos años y muchas generaciones de vikingos (y muchas más generaciones de ovejas). Pero en ocasiones, incluso los vikingos pueden aceptar el cambio, sobre todo cuando viene en forma de reptiles con ojos inteligentes, alas curtidas y un apetito por la travesura y, lo más importante de todo, el afecto. Valkyrie solía sentirse atrapada en lo que estaba destinada a ser: aquella vida que había sido elegida desde que le dieron su nombre, y tal vez, el resto de los vikingos de Berk también se sentían atrapados de una forma u otra. Hasta que Hiccup les mostró un camino hacia la libertad. Una forma de sentir el viento en el pelo, de sentir el amor de un animal que los protegería una vez ganada su confianza, de experimentar algo que nunca antes habían vivido.

Podría explicarte cómo es Berk. Podría decirte cómo encontrarla, ver el paisaje montañoso y los acantilados rocosos que surgían del agua como brazos y manos que se aferran al cielo, pero ¿qué diversión tendría eso? Le gustaba el misterio, siempre le había gustado y le seguiría gustando. El misterio de la libertad, de sentir el viento en el cabello, o de oír los rugidos de triunfo enviados a la bandada de pájaros que anidaba en el Viejo Pozo de Björn. Puede que Valkyrie la Viciosa ya no fuera viciosa. No, en cambio, era Valkyrie la Misteriosa; Valkyrie la Rompevientos; Valkyrie la Jinete de Dragones.

Así que no, en vez de eso te explicará lo que pasó después. Muchas cosas en Berk empezaron a cambiar en el tiempo que Hiccup tardó en recuperarse. Los dragones ya no amenazaban a los aldeanos de Berk, ni a su ganado pastando en los campos. En cambio, se refugiaban en lo alto de sus hogares, entre sus brazos, acogidos a su vera con brillantes sonrisas en los rostros. La familia de Valkyrie (como muchas otras en Berk) integró a los dragones en su vida cotidiana. A Zephyr se le dio un hogar en las extensiones construidas. No sólo para él, sino para que Valkyrie también pasara su tiempo con él. Mallory el Huesodragón ya no era el cabecilla de una casa que decoraba sus paredes con cabezas de dragón y sus armas con dientes de dragón. Por el contrario, la piedra alrededor del fuego era el lugar de descanso perfecto para los Terribles Terrors de Mak y Erik, y bajo la mesa estaba el lugar para el Gronckle de Asrifth, al que le gustaba comerse las sobras de su cena. Hott encontró un Deadly Nadder para hacerle compañía mientras dibujaba y creaba obras de arte, uno que clavaba su papel en las paredes con un rápido movimiento de su cola. Eran una gran familia, pero esa familia sólo crecía y crecía. Antes mataban dragones porque eran el enemigo del Clan Frode... ahora, eran como de su sangre.

Valkyrie pasaba la mayor parte de su tiempo en el cielo, volando entre rocas, árboles y nubes con Zephyr. Los dos eran un equipo; un par a tener en cuenta. Corría con Astrid y su Deadly Nadder, a la que llamó Stormfly, para ver quién era más rápido. Enseñaron trucos a sus dragones, se enseñaron trucos a sí mismos y crearon un vínculo que era inquebrantable, uno que ninguno podría haber visto al principio. Los dragones habían cambiado a Berk, al igual que Hiccup, para mejor.

(¿Quién lo hubiera imaginado?)

Cuando Val no estaba sobre Zephyr, o pasando tiempo con su familia y hermanos (con quienes ahora se llevaba mucho mejor), o sus queridos amigos y sus dragones, le hacía compañía a Toothless. El Night Fury no se apartaba del lado de Hiccup, viéndolo descansar en su cama durante los días que le llevó recuperarse. Valkyrie y Zephyr le hicieron compañía. Val mantendría su mirada fija en el ascenso y descenso de su pecho mientras hacía coronas de flores para los dragones, solo para asegurarse de que él no dejara de respirar.

Así que, al final, Valkyrie Frode hizo un montón de coronas de flores. Al principio, Toothless no dejaba que se las pusiera, jugando a esquivar sus manos. Aunque al final, le encantaban. Había toda una colección de flores secas que se marchitaban alrededor de la cama improvisada de Toothless junto a la de Hiccup, pero a él le seguían encantando. Cada día, le hacía una nueva, igual que a ella (y a Zephyr, por supuesto, que resoplaba y actuaba como si las odiara, pero Valkyrie sabía que eso estaba muy lejos de la verdad, evidentemente). Hacía unas para Hiccup, esperando que cada día que lo visitara, fuera el día en que despertara. Toothless también las guardaba, esperando igual que ella para ponérselas en la cabeza y celebrar su regreso.

Y como ella dijo, pronto tuvieron una colección entera.

Pero el día que Hiccup despertó, fue el día en que Berk realmente cambió para siempre, de una manera que nadie, ni siquiera Valkyrie, podía adivinar. Todo comenzó (¿puedes adivinarlo?), en el momento en que Hiccup abrió su puerta y contempló el nuevo mundo en el que se había convertido Berk. Valkyrie escuchó los vítores a kilómetros de distancia y levantó la vista desde la estación de agua de la que estaban bebiendo Zephyr y Stormfly, con Astrid junto a ella. Las dos chicas sonrieron al verlo: de pie y muy vivo.

Echaron a correr hacia allí con el resto del poblado, con una sonrisa en la cara y el corazón saliéndoseles del pecho. Valkyrie arrastró a Zephyr con ella, y pronto se encontraron con los gemelos, Ruff y Tuff, Fishlegs y Snotlout. El grupo de adolescentes se detuvo en seco al ver a su mejor amigo despierto y aún de una pieza... bueno... excepto por su pie, que ahora sostenía un artilugio metálico obra de Gobber. Pero para Valkyrie era perfecto, era muy de Hiccup. Era pequeño, fino y extravagante, como el resto de él.

Bajo el brazo de su padre, fue llevado escaleras abajo hacia la multitud, con los ojos muy abiertos ante todos los dragones que volaban alrededor de Berk sin ninguna preocupación en el mundo.

—Al final sólo necesitábamos un poco más de esto —dijo con una sonrisa orgullosa.

Hiccup le frunció el ceño y se señaló, inseguro.

—Pero... me has señalado entero...

Stoick asintió, sonriendo a través de su barba. Los hombros de Hiccup se desplomaron al darse cuenta y Valkyrie sintió que su corazón se calentaba.

—Bueno —Gobber empujó hacia el frente—, la mayor parte... —señaló el pie de metal—. Eso de ahí es obra mía. Con un toquecillo a lo Hiccup. ¿Qué te parece?

Con la mano en el brazo de su padre como apoyo, Hiccup miró su nuevo pie de metal y se encogió de hombros.

—Puede que le haga algunos arreglillos.

Valkyrie se unió a la risa, resonando el sonido a través de su garganta. Era nuevo, pero le gustaba. Se sentía más ella. Hasta que Astrid decidió empujarla delante de la multitud. Tropezó un poco y la miró por encima del hombro. Pero, ahora que estaba aquí, se encontró con la mirada de Hiccup y sintió que todo su pecho se agitaba... feliz de que estuviera vivo. Él le dedicó una pequeña, avergonzada y tímida sonrisa, con la piel aún enrojecida por algunas quemaduras y rozaduras.

¿Quién iba a decir que Hicccup el Horrendo podría ser un héroe de Berk? Tan pequeño y tan frágil, del tamaño de una espina de pescado, pero con un corazón del tamaño de un mamut y un coraje a la altura (además de una terquedad vikinga), y todo eso le hacía tener el tamaño de su padre, tal vez incluso más alto, para brillar bajo el sol... ¿o era sólo para Valkyrie?

Su estómago se revolvió de nuevo mientras pensaba qué hacer o decir. Había estado tan preocupada, tan asustada... lo cual parecía absurdo, considerando lo que sentían el uno por el otro hace apenas una semana. Se dio cuenta que muchas cosas habían cambiado. Y fue para mejor. Todo gracias a Hiccup.

Entonces, dio un paso adelante e hizo lo mejor que pudo hacer, lo que le resultó natural... y eso fue darle un puñetazo en el hombro. Hiccup frunció el ceño.

—¡Ay! —soltó, sosteniendo su brazo donde ella había golpeado—. ¿A qué ha venido eso?

—Pues por asustarme y casi morir, idiota —le dijo.

El ceño de Hiccup se profundizó.

—Oh —soltó, con un tono lleno de sarcasmo—. Lo siento, Valkyrie... ¡ay!

Ella lo golpeó de nuevo.

—Y eso es por ser tan inteligente.

Él se quedó boquiabierto.

—¿Q-qué ? ¿Siempre vas a estar así? Porque...

Valkyrie puso los ojos en blanco y lo acercó más. Le plantó un rápido beso en la mejilla y luego abrazó a Hiccup con fuerza. Él se quedó allí, aturdido por un segundo, pero pronto ella sintió que sus brazos la sostenían, gentiles y vacilantes, y sonrió mientras se alejaba.

—¿Qué decías?

Hiccup, rojo brillante y nervioso, sacudió sus hombros.

—Supongo que podría acostumbrarme, Milady.

La sonrisa de ella se iluminó.

Gobber regresó, sosteniendo algo más en sus brazos. Valkyrie miró a Hiccup para ver su reacción ante la silla y la nueva cola para Toothless; sus ojos se abrieron y la sonrisa en su rostro creció. Los tomó en sus propios brazos.

—Bienvenido a casa —dijo Gobber cálidamente.

La puerta de la casa de Hiccup se abrió de golpe, y Toothless rugió de alegría, saltando por encima de los hombros de los vikingos para alcanzar a su mejor amigo. Las risas resonaron, se lanzaron comentarios juguetones y Valkyrie miró a Hiccup. Vio la expresión de su cara, el entusiasmo de sus ojos verdes. Se volvió hacia Toothless, cuyas orejas se movieron pacientemente.

Valkyrie sonrió y miró a Zephyr.

—¡Vamos, chico!

Saltando sobre su lomo, arregló las riendas y esperó a que Hiccup le colocara la silla a Toothless. Deslizó su pie de metal en la palanca especial conectada a la cola e hizo click. Miró a Valkyrie a su lado y a Zephyr, quien agitaba su cola con púas con entusiasmo.

Hiccup frotó el cuello de Toothless.

—¿Preparado?

A su alrededor, el resto de los jinetes de dragones subieron a sus monturas. Astrid saltó sobre Stormfly, asegurándose con la brida. Ruff y Tuff se abrieron paso hasta sus respectivas cabezas de Zippleback, llamadas Barf y Belch. Snotlout luchó por alcanzar el cuello de Hookfang, y Fishlegs subió alegremente al lomo de Meatlug.

En cuanto Hiccup miró a Valkryie a los ojos una vez más, asintieron y partieron hacia el cielo. Valkryie soltó un grito de alegría cuando el viento le acarició la cara. Volaron alrededor de su hogar, dando rápidas vueltas entre las casitas de madera y los paseos frente a los acantilados; giraron por los muelles, riendo mientras salían disparados de nuevo hacia las nubes. Los demás los siguieron, vociferando comentarios unos a otros, atreviéndose con esto y aquello, pero Valkyrie no se fijó mucho en ellos. En cambio, se concentró en la sensación del viento en su pelo, el batir de su túnica, la libertad que se tragaba su corazón y lo elevaba hacia el cielo con su dragón. Así era. Ésta era la libertad.

Y esto, era Berk. Su hogar. Puede que Valkyrie no señale su ubicación exacta en el mapa, porque ¿dónde estaba la libertad y el misterio en ello? Pero te hablará de su belleza, de su alevosía, de las flores que brotan en los árboles, arbustos y a los lados de los caminos. Te dirá que nieva nueve meses al año y que graniza los otros tres. Y aunque se dice que las plantas y el paisaje son los de un hermoso paraíso, los alimentos que crecían aquí eran duros de roer (y la gente que crecía aquí lo era aún más).

—¡Alcánzame si puedes, lentorro! —le gritó a Hiccup por encima del hombro, girando bruscamente a la izquierda hacia la granja de Mulch y Bucket, provocando el frenesí de las ovejas y los yacks. Hiccup se echó a reír tras ella, lanzándose hacia abajo en picado y girando a lo largo de los acantilados para alcanzarla. Volaron codo con codo, a través de un cañón de acantilados montañosos y hacia el rugido del océano.

Y así, aunque la comida y las personas que crecen en Berk son bastante insípidas, con cráneos gruesos y barbas aún más gruesas, una de las únicas ventajas (aparte de las flores) eran las mascotas. Se podría suponer que la mayoría de los lugares tienen ponis o loros...

No, no, no, ellos tenían...

Dragones.

Valkyrie sonrió a Astrid, que se las arregló para acercarse por debajo, tomando la delantera. Snotlout gimió desde atrás, empujando a Fishlegs para acercarse y dejando a los gemelos dándose empujones y maldiciéndose por la espalda. Val inclinó a Zephyr y voló boca abajo junto a Hiccup. Se encontró con su mirada, y él le sacudió la cabeza, divertido. Toothless le dedicó una sonrisa gomosa.

Y claro, es probable que pienses que este es el final de la historia... Pues bien, Valkyrie puede asegurarte que no lo es. Ya que, dejad que os diga, que hay mucho más por venir.

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y... aquí se termina la primera película. ¿qué os ha parecido? aún no es el final, porque este fanfic tiene alrededor de 90 capítulos (¡algunos incluyen dibujitos de val y zephyr!), así que todavía nos queda un largo camino por recorrer ;)

¡muchas gracias por leer! nos vemos en la próxima actualización <3

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