13

❝VISITA A LA NANA❞

LUEGO DE UN siglo buscando arduamente (mentira, solo unos minutos y con desgana), al fin pude encontrar a quien buscaba. Jasper estaba en el cuarto de Bree. Ambos miraban atentos el tablón de ajedrez sobre la cama. Hasta que Jasper movió una pieza y, por consecuencia, llegó el turno de Bree quien se notaba paciente y calculadora, pensando en su siguiente movimiento.

Aproveche esa oportunidad de distracción e hice que el tablero empezará a temblar, se dieron una mirada confundidos. Luego hice al caballo negro crecer, hasta rodar al suelo, creció y creció, hasta convertirse en un enorme caballo majestuoso de marfil. Bree tenía una sonrisa enorme y Jasper cara de espanto. Estas situaciones eran muy cómicas, sin embargo, reprimi mi risa, para evitar ser oída. El caballo empezó a saltar y pasearse en la habitacion.

Me acerqué a paso lento y el caballo vino hacia mi. Deslice una mano por su cabellera mientras se desvanecía y el tablero volvía a la normalidad. Ambos sonreían gigantesco. Mas mi sonrisa se fue achicando hasta hacerse una mínima.

—Cariño, ve con Emmett, tengo que hablar con papá. —le dije a Bree. Ella se fue sin protesta alguna. (Claro, le iria mal si me protestaba).

Jasper admiró por donde se fue la niña, suspiró y me miró.

—Mayor Whitlock. —murmuré juguetona.

—Brujita —Respondió de igual manera.

Me acerqué a la cama, gatee hasta él, me subí sobre su regazo y lo besé. La verdad no quería tocar el tema de llevar a Bree fuera de la casa, pero tenía que hacerlo. Era mi forma de evitarme a mi misma el tema. Poco astuta. Me separé del beso, no obstante, él bajó a mi cuello, dejando más besos en un sensual recorrido descendiente y ardiente.

—Jasper...

Me contestó con un gruñido, y siguió con lo suyo. Metió sus manos debajo de mi remera, haciéndome soltar un suspiro tembloroso.

—¡Hay gente en la casa cochinos, incluida una menor, que es su hija! —Se escuchó a Emmett, acompañado de sus ruidosas carcajadas.

Jasper rodó los ojos fastidiado. Yo bufé divertida, soltando una risilla.

—Como odio esto —murmuré encima de sus labios, para luego dejar un beso escaso en ellos —la escasa privacidad y... no poder huir lejos.

—Si fuera por mi, te robaria y llevaría lejos a una cabaña, pero Edward lleva el drama en la sangre, y se metería en una guerra que sin nosotros no ganaría —se quejó.

—Lo sé, no sé de donde saca tanto drama, y cómo Bella genera problemas de momentos simples. —solté una risa —La chica se fue a vivir con su padre, y vio que los vampiros existen, luego fue a un partido de béisbol y un vampiro hizo un juego mortal para cazarla, después el día de su cumpleaños se corta ¡Con un papel! Y tiene un accidente con un sexy vampiro rubio, haciendo que su pareja se vaya y ella entre en una depresión con complejo de aventurera suicida, para que después una viuda cree un ejército de neófitos y matarla, después de todo eso, la mujer se embaraza de un vampiro. —cada vez que revivia la historia me sonaba aún más increíblemente absurda.

—¿Ya terminaste de recordar los sucesos de la familia por décima vez? —alzó una ceja.

—Si, perdón. —otra vez le di un corto beso, y me baje para sentarme a su lado —Tenemos que hablar.

- ¡Uhhhhh, estas en problemas ! - Dijo, Emmett desde el piso de abajo - ¡Auch! - Se escuchó su queja luego de que seguramente, Rose, lo haya golpeado

Negué para calmarlo.

—Es sobre Bree.

- ¡Yo! ¿Por qué? - Se escuchó su queja desde abajo, rodee los ojos fastidiada de lo chismosa que era esta familia - ¡Auch! - Se escuchó otro golpe, que también seguro, es Rose.

—por metiches —dijo PJ en algun otro lado de la casa. Pero Rose le dió una colleja —¡auch! ¿Y yo por qué la ligué?

—¿Vamos a otro lugar? —Preguntó ligeramente enojado por lo chismosa que es la familia.

Rápidamente palmee su espalda, me levanté, extendí mi mano y la abrí y cerré varias veces para que la tome, lo guié al balcón y saltamos, corrimos hasta la laguna en la que alguna vez compartimos caricias, besos y disculpas.

Me acerqué a la orilla, sacándome el calzado para poner los pies en el agua, sentándome sobre la tierra, Jasper imitó mi acción.

—Pensaba sacarla de todo esto, mandarla con mi abuela, para que no esté dentro de esta mierda. Con este posible embarazo, volvera el drama, triángulo amoroso, y una posible guerra. —Comenté mirando mis pies jugar con el agua. —Seth podría ir con ella, cuidarla.

Jasper lo pensó unos minutos para luego hablar.

—Estoy de acuerdo. —tomó mi mano y la besó.

Lo mire a los ojos, esas hermosas esferas doradas, que me miraban fijamente. Asenti con la cabeza lentamente, dándole la razón.

Me acerqué para besarlo, un beso lleno de amor, amor que él me generaba. Sus labios parecían bailar en sincronía con los míos, después de tantos besos, encontramos ese término que hace el beso perfecto para los dos. Dicen que cuando encuentras a esa persona, la primera vez sus labios encajan bien, no es así, ambos besan distinto, pero cuando se encuentran, su manera de moverse es distinta, es perfecta, perfecta para nosotros.

Cuando se alejó, mordió ligeramente mi labio inferior. Aprovechó a introducir su lengua. El beso subió de tono, él quitó mi prenda superior, mientras yo metia mis manos por debajo de su camiseta, recibiendo ahora un ligero gemido varonil por su parte.

Saque su camiseta por completo, pasando mis manos por su abdomen. Me saque mi camisa para quedar en sostén. Segui con besos en su cuello, para luego alejarme y sonreirle con malicia. Tenía los ojos oscurecidos de la lujuria, haciendo que mi sonrisa se ensanche, para luego tirarlo al agua. Estalle a carcajadas, mientras él salía del agua con cara de enfado, a lo que yo sólo pude burlarme. Pero no se quedó atrás y agarró mis piernas empujandome al agua.  Revirtió la situación, él se reía y yo tenía cara de enfado, para luego sumarme a su risa.

Luego de que nuestras risas se calmen un poco me acerqué a el, agarró mis muslos y me levantó, a lo que yo enredar mis piernas en su cintura. Lo besé, a mitad sonreí.

Estuvimos un rato nadando.

Cuando salimos nos pusimos las prendas de ropa que no habíamos mojado y nos calzamos, fuimos corriendo a casa, sin darnos cuenta de que estaba amaneciendo.

Una vez llegamos, fuimos a la habitación a cambiarnos. Bajamos para encontrarnos con un Emmett mirándonos divertidos, a PJ alzando las cejas repetidas veces con picardía, una Rose con cara de "Ya no se que hacer" y una Bree que miraba ansiosa.

—¿Qué hicieron el bosque, cochinos? —Preguntó, Emmett, ganándose un golpe por parte de su pareja.

—¿marranadas, el frutifantastico, el salvaje mirando el paisaje, el ñiki ñiki...? —Rose comenzó a darle muchos golpes a PJ para que se calle.

—Primero, no hicimos nada, segundo, estábamos hablando de Bree. —Lo primero lo dijo mostrando su molestia hacia Emmett y PJ, y lo segundo lo dijo mirando a la vampiro.

—¿De mi? ¡Emmett! ¡PJ! —Se giró a ellos —¿¡Les contaron!? ¡Dijeron que guardarían el secreto! —Compartí una mirada desconcertada con Jasper.

—Yo no dije nada —Se defendió el grandulón.

—hasta donde yo sé, no dije nada —PJ se señaló. —me guardé el chisme, cosa que me cuesta mucho.

—No quiero saber que hicieron —Hablé temiendo por lo que hayan hecho —Nos referimos a que te irás un tiempo con mi abuela —Le dije a la niña, ella me miro confundida. —Ella está sola, y yo no puedo ir, así que tú irás con ella, sólo unas semanas.

—Ella está emocionada de conocerte, es la única familia que tiene, Valeria —Jasper agarró a mi cintura.

—¿puede venir Seth? —susurró jugando con las mangas de su sueter.

—puede ir Seth —asentí —Carlisle hablará con los Clearwater y Sam. Pero no se negaran.

—Cada cuatro días debes ir de caza. Ella cree que cuando Valeria desapareció tuvo un accidente y sufrió perdida de memoria. No salgas con nadie y evita las preguntas de la gente desconocida, trata de no salir si no es para alimentarte. Ahora ve a hacer las maletas —Soltó un suspiro y antes de que Bree salga dijo —No estoy muy feliz de que te vayas, allí vas a estar sola, ¿Sabes eso no? —Preguntó dudoso.

—Lo sé, pero si ustedes deciden que es bueno que vaya, voy a ir, ademas, no estaré sola. Seth ira conmigo, lo llamaré —Salió corriendo a su habitación a hacer las maletas, Jasper suspiró. Sabía que no estaba todavía feliz con la idea de imprimación de Seth.

—Confien en ella —nos dijo, Rose —Seth va a cuidarla.

—lo hacemos.

Abrase a Jasper. No me era fácil separarme de ella, nunca lo hacíamos, sólo cuando Esme la llevaba al trabajo, cuando Alice, PJ o Emmett la robaban para hacer las cosas que les divertían.

Jasper beso mi coronilla y acaricio mi cabello.



NO COSTÓ demasiado, convencimos a la familia y manada de Sam para que dejen a Seth ir a casa de mi abuela. La mentira fue clave. Dijimos que era tiempo de familia pero sabíamos que les haría daño alejarse, por lo que queríamos que Seth vaya antes que cancelar.

Juntos, bajaron del cuarto de Bree, Seth llevando una mochila y dos maletas, igual que la vampiro. Los miré con ternura, Jasper no tanto.

—¿Estas segura? ¿Podrás controlarte? -—le pregunté aún dudando, estaba segura de mandarla, pero cuando llegamos la idea se hizo real y las inseguridades llegaron a mi.

—Si, tranquila, Seth me va a ayudar, ademas, recuerda que ustedes dos tienen menos autocontrol que yo —Repondio con orgullo.

El rubio y yo la miramos ofendidos. Seth se sonrojó y aplanó los labios.

—¿Disculpa, señorita? —Se defendió el rubio fingiendo estar ofendido —es diferente situación.

— Si, claro —Respondió con sarcasmo.

—Te juntas demasiado con Emmett y PJ —Aseguró haciendo que el nombrado infle su pecho con orgullo y choque los cinco con la menor. PJ negó, diciendoles que no deberían estar orgullosos y Seth soltó una risita.

—De acuerdo, vámonos.










































































AÚN ERA extraño volver al bajo Seattle. Ciertamente me incomodaba. Pero todo era por mi abuela. Ella nos recibió alegre, emocionada de tener a dos jovenes para exprimir como naranjas jugosas. No era mucho mayor que ambos cuando quedé a su cargo, lo que me traía demasiados recuerdos.

—¿Y donde estan esos jovencitos? —Bree estaba escondida atrás de Seth, tomando su mano, y asomó su cabeza con una sonrisita. Yo me moví a un lado para dejarlos ver —¡Pero miren a esa niña! Es preciosa. Vamos niña, ven, Abraza a la nana. Y tu novio tambien ¡vengan! —La abuela extendió el brazo que no tenía el bastón.

Bree, feliz salió de su escondite y abrazo a la abuela quien lloraba. No entendí el por qué de su llanto. Me desconcertó instantes. Supongo que era el ver a su nieta con una familia. Retrocedi unos pasos abrazandome a Jasper, enternecida por la escena. La abuela miró a Seth que tambien avanzó timido a abrazarla y reí.

—Jasper, baja las maletas, mientras yo les doy sus cuartos —Me giré, él asintió besando mi frente para hacer lo que pedí.

Ayude a mi abuela a subir las escaleras. Pensaba en cambiarla a la habitación de invitados que está en la planta baja para que no este subiendo y bajando. Seth me escuchó y dijo que él la ayudaría a hacerlo, inflando mi pecho de ternura.

Una vez arriba, le mostré el que era mi cuarto a Bree. Ella sonreía feliz, pero mi ropa lamentablemente no le quedaría, saque dos cajones de la que era mi ropa y los metí en una bolsa, haciendo lugar para la ropa de la menor. Después, le mostré el cuarto de invitados a Seth y los dejé acomodarse.

—Abuela, esta ropa ya no la uso, ¿Que tal si la donas? Tus amigas deben tener nietas que les queden. —fui con ella.

—Claro, mi niña, Amalía tiene una prima en la ciudad a la que le va a quedar. —Dijo sonriente, pero mi sonrisa desapareció apenas la nombró. Jasper, quien subía con las maletas y escuchaba la conversación desde afuera, entró para salvar el momento.

—De acuerdo, brujita, ¿qué tal si bajamos un rato?, tal vez podríamos dar una vuelta —acepté con una mueca, tomando su mano.

Una vez abajo, fui al baño, me mire en el espejo, para ver esas lagrimas de frustración que nunca saldrían. Jasper se apoyó en el marco de la puerta.

—No tienes que tensarte cada vez que la nombre. —Opinó mandando una ola de calma. Siendo casi mágico la forma en que mis lagrimas se evaporaron.

—Lo sé, pero es inevitable. —dije cabizbaja.

Él me abrazó por la espalda. Levanté la vista mirándonos en el espejo. Jasper sonrió y movió mi cabello para besar mi cuello, incline la cabeza para darle más espacio y que siga. Logre aflojar cada músculo de mi cuerpo, recibiendo tanta paz por él, gracias a su don... y a su dulce tacto. Era mi ancla.

Puse mis manos encima de las suyas, rodeando mi cintura, cuando el timbre sonó. Maldito timbre. ¿No ves que estoy siendo atendida?

—Siempre nos interrumpen, que injusticia. Eso porque tienen falta de ñiquiñiqui —dije entre risas. Él se sumó. En el fondo no me causaba gracia. —¡Nosotros vamos! —Grité, para que la abuela no baje. Jasper sin soltarse de mi cintura, no me dejaba caminar y gruñia, haciendo que mi risa aumentara —tengo una garrapata ¡traigan el antipulgas!

—No —Respondió como si de un berrinche de niño se tratase. Abrí la puerta con dificultad, me estaba riendo con Jasper.

No obstante, al ver a Amalía y su madre mi risa se paró de golpe.

Jasper y yo nos pusimos derechos. Básicamente lo saque cagando. Iba a cerrarle la puerta en la cara, pero como si Jasper conociera mi hermoso carácter, puso sus manos en mis hombros. Toda mi relajación y sen se fue al caño. Era como si hubiera invocado al demonio cuando hacía minutos me estrese por ella. Prefiero enfrentarme a Beetlejuice al decir su nombre tres veces, no a Amalia al decir lo mismo. ¿Serán parientes?

—¿Valeria?

—no, el fantasma de su tatara abuela doppelganger.

Jasper me miró mal y yo sonreí con falsedad, justo cuando Bree bajaba con Seth.

—¿Mamá? ¿Papá? ¿Es la pizza para Seth? —preguntó bajando las escaleras de dos en dos.

—me rugen las tripas —Seth llegó sacando dinero cuando Bree lo detuvo, bajando su mano. Notando la presencia de las dos mujeres a las que yo no quería. Pude ver de soslayo como Bree se quedaba con el dinero y Seth no se quejaba.

—Bree, suban a la habitación.

—¿quienes son? —preguntó ante la evidente incomodidad. Seth se puso protectoramente a su lado.

—Bree, hazle caso a tú madre, suban a tú habitacion.

—¿pero... y mi pizza?

Señalé cansada la cocina y Seth se fue abultando el labio inferior, arrastrando a Bree. Sabía que oirían con su oído sobrenatural. Eran niños pero chismosos.

—Así que, ¿Mamá? —Preguntó la mayor. Trague en seco, esa mujer no me gustaba nada, estaba cambiada, tenía un aire frío que me provocaba rechazo. —Creí que estabas desaparecida y resulta que ya eres madre. —Habló con un tono que no supe descifrar.

—Un gusto señora, ¿Necesita algo? —Preguntó Jasper, educadamente, al ver que no hablaba, pero no podía, tenía un nudo en la garganta.

Solo pensaba en el accidente que mi madre tuvo.

—No ¿Quién eres tú? No eres de aquí ¿cierto? - —Le dedicó una sonrisa de malicia que conocía bien.

—No, señora. Soy de las afueras, lamentó mi mala educación, Jasper Hale. —Se presentó estirando su mano, ella aceptó, y él la elevó para besar sus nudillos, como anticuado que es, ella largo una risa divertida mezclada con ¿coqueta? ¡Agárrenme que la mato —Soy la pareja de Valeria.

—Que raro, ¿A donde te desapareciste, Valeria?  ¿Te damos por muerta y vuelves con una hija y un excelente marido? Tal vez debería fingir mi desaparición también —Preguntó divertida.

Si supiera lo que tuve que pasar... las muertes que cause. Mi propia muerte. Lo que yo era. Ella se reía con desdén, se mufaba de mi posicion, del enorme trauma que me había dejado donde estaba y que había cambiado mi vida por siempre.

—Señora, ¿Necesita algo? —Repitió Jasper.

—¿El auto de ahí es tuyo? —Jasper respondió con un "Así es" —Además de educado, con dinero, ¿Por qué elegiste a Valeria entre todas las mujeres?, podrías haber conocido a Amalía —Mis manos se volvieron puños —Digo, las mujeres de su familia tienen fama de ser infieles ¿Sabías? —Ella estaba provocandome.

¿Y si le clavo los colmillos? Nadie se molestaría, solo Amalia pero a ella también la podía drenar... Dios. Ellas me generaban bronca. Saber que se burlaba de mi por el resentimiento de la mayor traición de su esposo y mejor amiga que vivieron una Shakespeareana vida romántica hasta su muerte trágica.

—Valeria es la mujer de mis sueños —La interrumpió —es perfecta, me ama y yo a ella, se sorprendería en la manera en la que ella me ayuda con mis demonios, en como me alegra los días, y no sólo a mi, a mi familia. Le da sentido a mi vida, Amalía seguro es una gran muchacha, pero no es Valeria, no es mi brujita —nunca nadie me había dicho algo así —Y su familia no tiene fama de infiel. Sé lo ocurrido con su madre y usted, ella no tenía pareja, su esposo si. Pero en todo caso de que Valeria me sea infiel, la perdonaría y buscariamos la solución, si no la encontramos tomariamos caminos separados, pero algo que le sorprendería es que Valeria es demasiado directa y sincera, tanto que hasta me aviso de que seguro me sería infiel con mi hermana —Comentó divertido, a lo que yo reí por su cara de espanto —Pero Valeria... Ella es el amor de mi vida, mi alma gemela. Ahora, si no necesita nada, le pediré amablemente que se retire.

Bree apareció por la cocina con Seth tratando de detenerla.

—si no se va por las buenas, llamaré a la madrina Rosalie, ¡Y le juro que ella es el diablo en vida y le hará la vida imposible! —Seth le puso la mano en la boca para callarla. Sonriendo culpable por no contener a su impronta.

—¡Bree! Se educada demonio —la regañe con una sonrisa. Pudiendo al fin encontrar mi voz gracias a lo hermoso que tenía a mi al rededor.

—educadamente, lo que Bree quiso decir, es que Valeria tiene quien la defienda y se notó que usted busca pleito. Nosotros no toleramos eso. —Seth explicó.

—¡con mi mamá no...! —Bree sacó la mano de Seth que volvió a taparla.

Las dos mujeres de la puerta nos miraban, la mayor con enfado y asombro, y la menor con media sonrisa.

En eso baja mi abuela.

—Te aseguro que si vuelves a llamar infiel a algun integrante de mi familia, estare a favor de que la demonio llamé a su madrina —Dijo mi abuela. Nos miramos estupefactos, menos Bree que sonrió con orgullo y maldad. Seth se aguantó la risita.

—que mal educados —La señora se fue sin decir más, pero Amalía se quedó ahí, mirándome.

Solté un suspiro y la mire. Antes éramos niñas, ahora medianamente adultas... medianamente.

—Estamos bien, pasado pisado —lo dije rápido. No soy Dios para andar perdonando, así que, que valore el esfuerzo.

—Estamos bien —contesto estirando su mano.

—naha, tampoco tanto —mire su mano y ella aplanó los labios, aguantando la sonrisa.

—me alegra que estés viva. Yo si te busque... estas diferente. Mejor. —sonrió apenada y retrocedió —ojalá...

—no vamos a tomar café, ni nada —la interrumpí y ella alzó su pulgar.

—eso está bien para mi.

Se dio media vuelta y se fue.

Cerré la puerta, y mire a la abuela con una sonrisa pícara. Ella sólo se rio.

—Yo también tuve mi momento de juventud rebelde, amenazar era mi especialidad —comentó riendo mientras se alejaba a la cocina —Claro que yo no era una vampiro.

Mi abuela es una atrevi...

Esperen.

¿Cómo dicen que dijo?

Mire a Bree que abrió los ojos enormemente por la sorpresa, Jasper formó una "o" con su boca. Y Seth asintió orgulloso hasta que cayó en cuenta y su rostro se desfiguró, señaló por donde mi abuela se fue y susurró "¿ustedes le...?" Yo negué a su pregunta y él abrió entonces los ojos sorprendido. Creo que mi mandíbula se despegó.

La abuela volvió de la cocina con un vaso de agua lo más normal.

—Oh, vamos mi niña, los ancianos sabemos todo. Tu abuelo era un viajero, conoció muchas criaturas y me presento otras. No todas las historias que te contaba eran mentira.

Fui detrás suya rápidamente. Mientras el timbre volvía a sonar, queríamos saber más de mi abuela y como nos descubrió, escuchando a Seth gritar "¡al fin llegó mi pizza!"

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top