12
❝BELLA ESTA EMBARAZADA❞
Jasper.
SABÍA QUE la discusión fue innecesaria. Pero hasta sentí las emociones de la chica cuando la vimos en la puerta. Ella extrañaba a Valeria. Comprendía su enojo pero ella habló con el remordimiento y no con la cabeza, actuó con sus impulsos eso, Valeria, lo hacía constantemente, era otra razón para entenderla.
Valeria fue todo el camino en silencio, no quería hablarle, sabía que si lo hacía, probablemente, me golpearía. Sólo podía apretar el volante del auto para tratar de no seguir discutiendo.
Cuando llegamos, se fue directo con Bree sin mirar atrás. Me estresaba, yo pensé que este encuentro la haría más feliz, y por solo un malentendido terminamos peleando. Mi corazón se estrujaba ante la sola idea de que ella esté enojada conmigo.
Entré con la cabeza agachada a la cocina, donde estaba Emmett, quién no tardo en hacerme bromas.
—¿Qué te pasó que vienes como cachorro regañado? ¿No te dieron matraca de agradecimiento por tu acto de amor?
—Valeria se enojó —Respondí simple.
Después de unas quince bromas de Emmett, apareció, Rosalie. Lo regañó, le dió una colleja y luego se sentó a mi lado, acariciando mi espalda.
—¿Qué es lo que hiciste? Porque algo hiciste.
Le conté todo lo sucedido, escuchaba atenta, hasta que al final me golpeó en la cabeza.
Recibiendo un quejido por mi parte, y un asentimiento de cabeza de Emmett, comprendiendo el porque de su acción.
—¿Eres idiota? Debes darle la razón sin importar qué, quién o dónde, y más en una situación así. Esta bien que te pusiste en el lugar de la otra chica. Pero si a ella le duele, ¡le duele! —Me gritó —y punto. Por más que te parezca mínimo, a ella le importa mucho, y la otra chica espero a que ella desaparezca años después para recién darse cuenta. —finalizó. Y se levanto, no sin antes darme otro golpe —a eso se le llama remordimiento e hipocresia.
—Hazle caso, sabe de lo que habla —dijo Emmett, antes de ir tras ella —Mujer sabia. Mujer saber. Palabras sabias.
Dutativo. Fui al piso de arriba a la habitación de Bree, cuando abrí la puerta, la menor estaba acostada en sus piernas y Valeria leyendo un libro. Algo que los tres compartíamos era la pasión por la historia.
Bree miro a su madre en señal de pedir permiso, a lo que ella asintió.
—La cagaste papá —dijo Bree pasando a mi lado.
Sabiendo que la niña tenía razón, me acerqué a donde estaba la antes dicha y me acosté como estaba.
—lo siento.
Ella me miro, para luego agacharse y besarme.
—Perdonado.
Sabía que había escuchado, por eso no necesité explicarme. Estuvimos un rato hablando sobre el tema hasta que se sentó correctamente a mi lado, cerró los ojos y a nuestro al rededor todo se borró. Aparecimos en un hospital. Observé con atención. Valeria hacía una ilusión. Por la puerta entró ella sacándose el casco, era más joven, a su lado entró Amalía también más joven.
Me mostró todo el recuerdo. Luego todo se desvaneció volviendo a la habitación. La admiré, notando sus aguados ojitos dorados. Se acercó y acostó su cabeza en mi pecho, mientras yo acariciaba su cabello.
Valeria.
SALÍ A DAR una vuelta después, necesitaba aire.
Pateaba piedritas por el bosque cuando una melena rubia paso por delante de mis ojos. Oí su risita burlona y como canturreaba mi nombre. Sonreí ante su intención de subir mi humor. Aún que a los instantes pasó otra melena rubia.
Siguiendoles el juego corrí detras hasta llegar a la vista humana. Ahí frené y un segundo después la vampiro más sexy estaba a mi lado con su PJ pasando su brazo sobre sus hombros.
—¿Que busca sexy rubia? —Pregunté coqueta empezando a caminar por la ciudad.
—Una noche de pasión —Contestó de la misma manera, PJ.
—le decía a Rose. —me burlé y ella se rió.
—¿Y si respondo igual?
—¡Uy! Que propuesta tan tentadora ¿te parece si nos vamos a una playa en Puerto Rico, de noche, desnudas, y cazamos algún tiburón —Le guiñe el ojo, quedando frente a ella.
—Uy, kietas —PJ habló tapando sus oídos —trauman a mi niño interior.
—Stop, porque me estas tentando demasiado, y no puedo serle infiel a Emmett —Dijo entre risas.
—No le serías infiel, diríamos que es una salida de amigas —Reí, pero ella seguía negándose —Algún día serás mía, ya lo verás.
—Yo se que lo lograrás, por eso te intento frenar —dijo convencida.
—que buen chisme lésbico —PJ se destapó los oídos —amén al porno vampirico.
—le diré a Alice.
—digo ¿quién dijo esa barbaridad?
Teníamos una amistad que se basaba en eso, un coqueteo juguetón constante, a principio era en broma, nos seguíamos el juego. Pero luego, Emmett, consiguió que me enojara, provocando que le diga que algún día conseguiría conquistar a su esposa, y me estoy tomando esto en serio, tengo el permiso de Jasper para serle infiel con la rubia.
Una relación con mucha confianza tenemos, sabemos que somos almas gemelas, y con tal de molestar a su hermano, el rubio me da permiso.
—¿Ya se enteraron? —les pregunté caminando entre las tiendas.
—¿de qué viste a la abuelita todavía vivita y coleando o de que viste a tu amienemiga y a Jasper se le ocurrió see abogado del diablo? —PJ cuestionó.
—la segunda.
—ah, si, que idiota. Rose me dijo —PJ asintió —esta mujer es sabía —ella fingió sonrojo.
Entramos a una tienda buscando ropa, mi amiga buscaba ropa interior de encaje, a la vez que yo buscaba trajes de baño. PJ solo se burlaba de los calzones de viejitas.
Mientras comprabamos, yo no evitaba coquetearle a mi amiga, mostrándole algún que otro conjunto provocativo. Ella reía divertida, otras veces me la seguía, las chicas de la tienda se reían de mis intentos por conquistar a la rubia.
—Vamos, Rose —Gire mi vista a las dos chicas de la tienda quienes veían entre risas la escena. Con picardía, sonreí —¿Creen que mi coqueteo funciona? Ya me estoy riendiendo y no consigo nada —abulté mi labio inferior.
—Siendo sincera, y heterosexual, me dan ganas de acostarme contigo —Le guiñe el ojo consiguiendo que ella se sonroje notablemente.
—A mi ya me dieron ganas desde te vi —Respondió la otra, me acerqué a ella juguetonamente, mientras avanzaba ella se sonrojaba cada vez más, y su corazón se aceleraba.
Sabía que estaban engatusadas por la belleza de vampiro, por mis ojos dorados, y mi increíble encanto. PJ dijo “grrr” haciendo garras de gato y luego se rió.
Rose se cruzó de brazos y se puso en frente de mi, antes de llegar completamente a la chica.
—nos vamos —Me dijo, se giró a las chicas y les pidió que embolsaran todo lo que compramos y salí con una sonrisa victoriosa —Que coquetees conmigo esta bien, pero no tienes permitido eso con otras personas.
—yo digo que son celos —PJ metió leña al fuego.
—yo también.
Subimos a su coche guardando el resto de las bolsas, cuando recibió una llamada de Bella. Rose contestó y lo puso en alta voz, aún sabiendo que escucharía igual.
—¿Rose? Te necesito.
—Hola Bella, ¿Qué ocurre? Estas en alta voz, estoy con PJ y Valeria.
—¿desde cuándo ustedes dos andan hablándose? —PJ preguntó pero Rose lo echó hacia atrás —ay, ya son amiguis. Que tiernis.
—Bella ¿qué sucede? —Rose lo ignoró.
—Creo que estoy embarazada —A penas dijo eso, Rose apretó el freno de golp.
—Ay caray —PJ balbuceó.
—¿cómo dices que dijiste? —pregunté acercándome al teléfono.
—Eso mismo. Aún sigo siendo humana, estuvimos en la noche de bodas y... y solo pasó. Sé que es imposible pero así es. Edward no lo quiere, le dijo a Carlisle que me lo quiere sacar, pero lo quiero tener, tienen que ayudarme. Rose, por favor... debo colgar, viene para acá. —Dicho y hecho, cortó la llamada.
En mi estómago se formó un nudo, era imposible que Bella esté embarazada, se suponía que los vampiros no podíamos tener hijos. Éramos más infértiles que una vieja menopausica.
Rose estaba helada, mirando al frente. Le toque el hombro para que salga de su trance y lentamente se giró a mi intentando hablar. Mas no pudo.
—¿Qué hacemos? —PJ cuestionó —apuesto que en la casa nos están esperando. Si Carlisle sabe, el resto también. —miramos a Rose que seguía callada.
—Rubia... —Intenté sonar lo más amorosa posible, sabiendo lo que le dolía el tema de los niños —Se lo difícil que es esto para tí, que perdiste la oportunidad de la maternidad, y que Bella esté embarazada es casi imposible, pero si así es... si lo está, y ella quiere tenerlo, la cuidaremos, te lo prometo... Y si ella no quiere tenerlo se lo sacaré a patadas. Elige tú, no sabemos que es esa cosa que tiene, pero si decides cuidarla, te sigo.
—lo que ella dijo —afirmó PJ.
Volví mi vista al frente y de un rápido movimiento Rose aceleró con toda, doblando a máxima velocidad en las esquinas, derrapando las ruedas.
Puta madre. Bella estaba embarazada.
YA TODOS ESTABAN enterados de dicha situación. Me acerqué a Jasper y lo abrace, sabiendo que para él sería difícil cargar con los sentimientos de los demás, Bree se acercó a nosotros rodeandonos en un abrazo. La tensión reinaba el aire.
—Carlisle, si esto es posible, y Bella quiere tenerlo, hay que informarnos si ya pasó antes, tal vez alguien ya estuvo en la misma situación... los vampiros existen hace más de tres mil años, debe existir alguna leyenda que muestre si es posible —dije dutativa.
—Tienes razón, pero lo dudo. Los vampiros nos alejamos del mundo, nos aislamos de las personas y los que encuentran a sus parejas las convierten, o ya están transformadas, y si no... mueren por la fuerza de la penetración de un vampiro. Dudo que sea fácil encontrar a alguien que haya estado en nuestra situación, y haya salida ilesa.
Le pedí al mayor de los Cullen hablar en privado. Nos alejamos.
—Carlisle, probablemente si los Vulturi se enteren de esto vengan, lo sabes ¿No? —Tuve esa pregunta en mi cabeza a penas vi a Carlise. Yo estaba en su punto de mira, Bree y PJ también.
—Lo sé, por eso no hay que decirle a nadie, ni si quiera a la manada. Seth y Bree...
—Creo que la llevaré a otro lugar, no quiero meterla en esta situación, sería mucho peso para una niña —no quisiera que ella corra peligro, no otra vez —y Seth irá con ella. Lejos de la manada. Dudo que se lo tomen bien.
—De acuerdo, sería lo mejor, pero ¿A donde los llevarías?
—Eso lo hablaré con Jasper y buscaremos una excusa para Seth, para que le diga a la manada. Él no la dejara sola.
—De acuerdo. —Se acercó y me abrazó, acepte gustosa. Después de todo el era como un padre para mi.
Luego, fui a la cocina donde estaba Esme, se giró hacia mi, al ver mi cara, hizo una mueca para luego abrir sus brazos, a paso lento me acerqué y me abrazó como toda una madre, acariciando mi cabello.
—Esme —Me separe y suspiré. —Estaba pensando en sacar a Bree, llevarla con mi abuela, no quiero que ella este aquí metida, en medio de todo, pienso en hablarlo con Jasper, pero no sé que hacer, tú eres madre, ¿Crees que hago bien? Aveces siento que soy un asco...
Ella me miraba con una ternura creciente a cada instante.
—Querida, estas haciendo lo correcto, déjame decirte que además de gran mujer, eres una gran madre, estoy orgullosa de formar una familia contigo. —Me sonrió orgullosa —Estoy segura de que hagas lo que hagas, será la opción correcta.
—Gracias —Sonreí feliz, y besé su mejilla. —Iré a buscar a mi rubio. —Luego de recibir un asentimiento de cabeza por su parte, me separe y fui en busca del hombre que se hace llamar padre de mi hija.
Debíamos empezar a tomar decisiones. Estábamos en un momento crítico. Uno que cambiaría la historia vampirica por siempre.
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