06
❝LA CAGAMOS❞
FUE UN ACCIDENTE, me repetía a mí misma, no debes culparte. Es tu naturaleza, al menos trataste de contenerla. Estuviste más de un año jugando a partir a la gente, salpicando tu ropa en su sangre, sería obvio que después de semanas no podría simplemente no tentarme o beber un poco y ya está.
Mire a Rosalie salir del agua, habiendo ocultado los dos cuerpos. PJ estaba a mí lado, inquieto, dando vueltas y vueltas mientras murmuraba incoherencias. Bree pareció quedar hambrienta al controlarse. Estaba bebiendo de su tercer conejo ya.
—Tendré que ir a vampiros destripadores anónimos —susurré al ver mis manos. Podía verme, separando la cabeza del cuerpo. Nunca antes había secado tanto a alguien, estaba segura que lo dejé sin gota de sangre dentro. Como una maldita pasa de uva.
—tendremos ¿sabes? ¡Tendremos! —PJ me miró y siguió divagando, estábamos en un acantilado. Alice, Emmett y Rosalie estaban abajo, discutiendo —sabía deliciosa...
—tendremos problemas con los lobos —murmuré recordando a las grandes bestias de dientes afilados.
—no, no, no si nadie se entera —negó PJ —seran solo dos novios desaparecidos. Pudieron huir, pudieron raptarlos... Pudo pasar cualquier cosa.
—esto tardará una semana más en darnos siquiera motas doradas en los ojos —aclaré después. PJ parecía a punto de arrancarse el cabello —trata de no sacarte ni un pelo, después no puedes pegarlo.
PJ golpeó un árbol hasta que cayó, logrando interrumpir la discusión de los tres Cullen. Bree miró una ardilla y saltó encima de ella.
—Carlisle y Esme van a estar enojados —continué, PJ se sentó rendido a mí lado —ya oíste lo que dijeron, cuando alguno se exponía en sus primeros intentos de la dieta, debían mudarse. Ellos adoran Forks. Está Bella.
—nadie se va a mudar —aclaró la voz de Rosalie. Pude sentir a Emmett y Alice con ella, parados detrás nuestra —nadie va a saber esto.
—Edward lo sabrá —murmuré con el hambre saciada, no podía arrepentirme aún que quisiera.
—él tampoco dirá nada —negó Alice.
—Muchos metemos la pata —Emmett secundó —nosotros nos mudamos a Forks porque maté a una de mis tuas cantantes... solo fue un desliz, venía con el riesgo. Ustedes no vieron avance, pero miren a Bree —miramos a la niña morena que drenaba a la ardilla, luego la tiró al acantilado —ella... Se contuvo —Emmett sonrió incómodo.
—ya está aprendiendo a sustituir su sed —Asintió Rose —vamos, vamos a casa.
—mi día va de mal en peor —sisee, levantándome y luego PJ.
—¿Podemos ir solos a paso humano? Los alcanzamos luego —pidió PJ y ellos asintieron, llevándose a Bree.
Caminamos a paso lento, tortuoso. Hasta que no aguante más y me senté en una roca, PJ se sentó a mí lado y lo oí suspirar.
—¿Podrías...? —susurró y lo mire —es una locura, olvídalo.
—vamos, dilo —pedí encogiéndome de hombros.
—es que... —frunció las cejas y luego me miró —podrías... ¿Hacer una ilusión del sótano? Con ella y Riley —lo miré sin entender —lo sé, suena como una idiotez, pero era lo único que conocíamos u tal vez... Volviendo a verlos, el sufrimiento que nos provocaban, podría la tortura evitar que querramos ser como antes. Un incentivo a cambiar, para dejar todo ese pasado atras.
Inflé mis mejillas de aire pero me concentré. Hice realidad y traje desde el fondo de la melancolía, los recuerdos, las sensaciones. Dejé que se haga la ilusión de la madera podrida bajo nuestros pies, que la oscuridad nos rodee al alzar las paredes oscuras del sótano. Cuando abrí los ojos, estábamos ahí de nuevo. En el último sótano.
—Raoul debe estar riéndose de nosotros en el infierno —me quejé, comenzando a dar vueltas, admirando el lugar.
—yo solo pienso en Fred, pobre, él nunca hizo nada malo y se convirtió en cenizas —PJ también, tocó una de las paredes —parece tan real... pero solo está en nuestras cabezas —alagó la ilusión.
Oí la puerta de las escaleras rechinar y PJ volteó confundido, sin embargo, por ahí entró Riley y lo observé. Si, mí don lo había hecho tal como lo recordaba. Sus ojos rojos, los de una fiera contenida.
Detrás de nosotros vimos una sombra y giramos, notando a Victoria sonreír con malicia, comenzando a rodearnos.
—ya está, ya entendí... —PJ bajó la cabeza.
Yo miré a Victoria, algunas facciones de ella desaparecían, como un fantasma, pues lo único que tenía para crearla era el dibujo de PJ. Todo el desastre que hizo en mí vida y jamás tuve un contacto directo con ella.
—Basta, Vale... —me rogó PJ y parpadee, despertando de mí trance.
En un segundo, borré todo. Saqué la ilusión, y volvimos a estar en el bosque, solos. El sentimiento de claustrofobia se fue y me sentí aliviada.
—podemos controlarlos —murmuró PJ y asenti dutativa, desearía poder llorar para liberar estrés —solo hay que buscar más distracciones.
—¿Y qué vamos a ponernos a hacer? ¿una casa del árbol? —bufé y él asintió —no vamos a hacer una maldita casa del árbol.
—¿Tienes alguna idea mejor? Porque sé que tu no quieres estar cerca de Jasper por el momento y yo no quiero la compasión de Alice —obvió estirando sus brazos. Luego miró a un costado —Edward viene a buscarnos en silencio.
Hice la ilusión de que desaparecimos y podía ver al cobrizo buscándonos, pasó en medio de nosotros.
Estaba segura de que Alice lo mando a buscarnos, tal vez porque era el más unido a mí en tema amigo o porque podría leer nuestros pensamientos y ver si estábamos tranquilos o queríamos masacrar Forks.
Él siguió de largo y yo volví a hacernos visibles.
—eso fue muy cool —susurró PJ y sonreí.
—vamos a casa, nos bañamos y nos encerramos en mí cuarto con los juegos y Bree —le pedí, retomando la marcha —unos días de cautiverio podría hacernos bien...
—Aún que me da claustrofobia. —se sinceró PJ, vaya, parece que no soy la única.
—Somos vampiros traumados con claustrofobia, que hermoso.
Jasper intento acercarse, pero yo hacía la ilusión de que no estaba o que estaba con PJ en otro lugar, sin embargo, me la pasaba con Bree y PJ en mí habitación o en el garaje arreglando la motocicleta.
Ahora mismo estaba pintando la motocicleta, Bree y PJ usaban impermeables para no mancharse mientras jugaban a las cartas, haciéndome compañía.
—ya llevamos una semana con la penitencia que solo nosotros nos pusimos —habló Bree —bueno, que ustedes se pusieron y yo me uní porque somos el trío ninja. El caso es que me aburre ver a Alice y Jasper tratando de acercarse, a Esme y Carlisle sin saber que pasó y a Emmett jugar a la play sin mí.
—Bree, puedes ir tranquila —hablé evitando mancharme. La moto estaba quedando hermosa, ya casi terminada.
—pero quiero que vayamos, no ir sola, mamá —se quejó, tirando una carta —gané.
—que mocosa —refunfuñó PJ —si quieren podemos ir afuera a jugar béisbol.
—¡si! —pidió Bree.
—Vayan ustedes, yo ahora los alcanzo. —hablé —casi estoy por terminar.
Ellos salieron y yo me quedé terminando de pintar la moto, cambie el color a rojo y me acerqué a la parte de atrás. Me preguntaba si mí moto era parecida, si tenía todos los detalles que le puse.
Me la imaginaba en un depósito, juntando tierra mientras se oxidaba.
O tal vez en el garaje de la casa de mí abuela.
Suspiré al pensar en ella, trataba de hacerlo lo menos posible, no podía con el pensamiento de ella hace un año esperándome en casa y que jamás volví, no sabía si habría fallecido, si se mudó. Absolutamente nada. No me gustaba la imagen de ella en comisaría, a penas pudiendo caminar, enseñándole mí fotografía a los oficiales.
¿Qué habrá sido de ella? ¿de mí vida?
Mis ojos se cristalizaron, me dolía la cabeza de intentar recordar, odiaba no poder llorar, que solo se empañe mí vista. Traté de no pensar en eso, de no pensar en nada. Lo único que tenía que tener en mente, era controlarme, aprender a convivir con la dieta animal y enfocarme en mí motocicleta.
Ya más de un año de mí desaparición, mí cara debía estar siendo olvidada en Forks, Carlisle dijo que podría salir en un mes al mercado si es que me animaba. Esa era mí meta, poder ir y estar entre personas. Ser alguien nuevo. Sin heridos.
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