05

❝ MENTIRAS ❞

               SALIMOS DEL agua, asomando nuestras cabezas a una cueva subterránea. Era del tamaño de un auto, pequeña, pero acogedora y sin entrada de luz. La marea estaba alta, así que tampoco entraba luz indirecta por abajo. Los tres teníamos el agua por nuestra cadera, a excepción de Bree que le llegaba hasta la cintura.

—¿qué es este lugar? —preguntó Bree.

—una vez le hice la ilusión de tiburón a PJ, porque él decía que podía pelear con un tiburón y jugando lo siguió hasta acá y lo descubrimos —me encogí de hombros —y luego hice esto.

La cueva comenzó a brillar y miramos impresionados la ilusión que estaba haciendo, de las paredes salían flores fosforescentes. A principio me confundía demasiado, pero luego de meses, mí don se volvió lo más hermoso que tuve jamás.

—genial... —susurró Bree y reímos.

—y aquí, es donde venimos a pensar —PJ continuó —cuando Valeria piensa, claro.

—ay, cállate —me quejé, recostandome en el agua —pensamos sobre muchas cosas, como eso de Riley.

—y por ejemplo, que debe haber más vampiros —asintió PJ siguiendo. Parecíamos dos conspirativos dementes enseñándole nuestras teorías a Bree —porque si ella nos hace a tantas cantidades, otros también deben hacer. Ahora, volviendo a lo de antes ¿por qué ella nos querría tanto?

—porque... ¿quiere protección? —preguntó Bree y cree una campana en mí mano, haciéndola sonar para mostrarle que había estado en lo correcto.

Me causaba gracia mis ilusiones, a principio eran un cosquilleo, pero cada vez podía hacerlas más reales y podía sentirlo. Eran ilusiones reales.

—exacto. Ella trama algo y hace que Riley haga su trabajo, porque no se muestra, no la conocemos, nada —seguí yo —Creo que ella quiere protección y ha puesto a Riley a cargo de la creación de la primera línea del frente. Nosotros somos esa línea. PJ, Fred, Raoul, Kristie y yo. Nos dan con moño en la cola y todo, nos regala. Siempre habla con una metáfora de guerra, tal vez si haya una en un futuro.

—y no es por ser cagón, pero yo no quiero estar en ella —PJ bramó y reímos.

—Creí que eran algo así como los mejores amigos de Riley —murmuró Bree e hicimos una mueca.

—somos de los más viejos —afirmó PJ —a principio también creí que era su amigo... Pero luego llegó Valeria y replanteamos muchas de esas cosas. Riley es bueno manipulando y un amigo no te arranca partes del cuerpo —señaló sus cicatrices y yo mostré las mías.

Bree se arremangó y mostró que también le habían arrancado el brazo. Hicimos una mueca de pena. Eso sí que dolía.

—¿y con todas estas teorías que buscan? —nos preguntó Bree.

—ver qué es real, qué no, si podemos escapar y no estar en peligro —admití, suspirando —queremos escapar, pero Riley estamos aquí, esperando a que pase el día para volver con Riley.

—¿y por qué no huir? —preguntó para si mismo PJ —porque no sabemos que hay fuera, como refugiarnos todos los días del sol, si hay otros vampiros, si ella nos buscará. Riley nos asustó con muchas cosas. y el tema del por qué nos crearon.

—claro, porque deben crearnos por algo, haber un patrón —seguí yo, aveces me creía policía. Soy una policía sexy, rawr —como por ejemplo, todos desechables pero... ¿Por qué no inteligentes? Como nosotros. No como Kevin, Spiderman o los demás.

—Exacto. Cómo tu, Bree, eres del tipo que Riley debería estar buscando, de los listos, y no esa banda de malotes estúpidos que no deja de traer Raoul. Apostaría a que tú no ibas de buscona drogata cuando eras humana —le di un empujón a PJ cuando dijo eso último y Bree se incomodó.

—sabes que no hablamos de esas cosas —me quejé y él se disculpó.

—no, está bien —negó la pequeña —yo... No andaba muy lejos. Que recuerde, escapaba de mí padre abusivo y... Estuve en la calle un tiempo. Ahí llegó Riley —la escuchamos atentos. Hacía ligero eco su voz y éramos iluminados por la ilusión que yo mantenía —«Eh, chica, ¿quieres una hamburguesa?»  me dijo —lo imitó y reímos.

—¿Te dió la hamburguesa al menos? —pregunté y ella asintió —bueno, fue más tranquilo que lo mío.

—uh, storytime —aplaudió PJ y reímos —ya que hay tiempo de sobra: chisme.

—Vivía con mí abuela, creo, y fui a nadar no recuerdo por qué razón. Estaba sola en la playa, me metí al agua y Riley estaba allí, como un tiburón, me agarró de la pierna y me arrastró hasta lo profundo. Me mordió allí y desperté aquí —recordé con dolor. No había contado eso desde que llegué —al menos a ustedes les preguntó “¿quieren una vida nueva?”, a mí no.

—tampoco es como si me hubiera dado un contrato —PJ aclaró —yo recuerdo que... Estaba discutiendo con mí novia, a ella se le pasó la mano, me fui antes de enojarme y ella fue detrás de mí, diciendo algo sobre que si me iba, se mataba. No le hice caso. Cuando llegué a casa, unas horas después, me llamaron... Ella se había matado —bajó la cabeza, vaya, esta potente el asunto —agarré una botella, me fui al puente que conectar Seattle con Forks e iba a lanzarme si no fuera porque apareció Riley. Me ofreció una vida sin dolor y aquí estoy. Con más dolores que un viejo.

—intenso —murmuré —que linda reunión de vampiros traumados anónimos.

—Riley nos recogió y nos mantiene encerrados —comentó Bree —tal vez por eso no nos vamos, ciertamente le agradecemos. En el fondo, sentimos que se lo debemos.

—si, pero, si fuera más sincero... No tendríamos tantas dudas y seríamos más leales ¿no? —pregunté confundida —porque ¿cuántas cosas serán ciertas de Riley? ¿o de los vampiros? ¿cuántas cosas no sabemos?

—si vamos por ese lado, estaeremos horas pensando en todo lo que nos haya dicho Riley, en todo lo que ha hecho. —Hizo una pausa, pensativo —Una vez intenté hablar con él sobre esto, ni bola me dió. Me dijo que me centrase en la sed. Que era lo único en lo que podía pensar entonces, salí de caza y dejé de preocuparme...

—¿Qué hemos aprendido de Riley, entonces? —pregunté —no nos cuenta mucho, ya lo saben. Sólo los fundamentos de los vampiros de peliculas.

—Tenemos que escuchar con mayor atención. —opinó Bree —como los fundamentos —señaló la abertura abajo, donde la marea bajaba y se colaba luz indirecta. Ella se alejó.

—tranquila, eso no lástima —hice un ademan —estuvimos aquí antes y no somos Valeria a la rostizada o barbacoa de PJ... ¿hay mucha diferencia entre la luz indirecta y directa? —pregunté luego —¿Y si Riley nos mintió con eso? Porque él no está en el día ¿a dónde va?

—pues... Con ella —obvió PJ —pero si... Tienes razón.

—no están pensando en ir al sol ¿o si? —preguntó Bree aterrada.

—eh... Messi —murmuré y ella me miró confundida —podemos probar con otros mitos antes.

—desmintiendo a los vampiros, parte uno —PJ se estiró para cavar sobre nuestras cabezas como un perro.

—¿qué haces? —me quejé confundida.

—hay... Un árbol arriba... Debe tener raíces... —comentaba, rascando y haciendo un agujero por el que empezaba a subir —probemos la teoría de la madera.

—no nos lástima una piedra, ¿Y lo van a hacer algunas astillas? —me quejé incrédula.

—hay que probar ¿No? Sabemos que el fuego si nos lástima por las veces que quemamos los cuerpos —hablaba, ya no se le veía —pero ¿La madera? ¿el sol?

—a ver, el sol es fuego —comentó Bree y la señalé.

—tiene un punto la niña —afirmé y oímos un forcejeo antes de que PJ caiga al agua, salpicandonos. Lo miramos y tenía una raíz en sus manos, gruesa y puntiaguda —¿Te vas a suicidar?

—no, tu me vas a matar —me la dió y extendió sus brazos, cerrando los ojos.

—no lo hagas —me suplicó Bree tomando mí mano.

—ni que lo fuéramos a extrañar —me burlé y PJ me miró mal. No podía morir de una estaca, estaba segura. Sería ilogico, así que me dispuse a "matarlo".

—¡para, me arrepen-! —la súplica de PJ arrepentido se calló cuando estampé la rama contra su pecho pero solo se partió en pedazos y lo astille —...ti. ay, estoy sano.

—marica —tire la rama al agua y miramos como Bree se tapaba los ojos —tranquila, peque. Está bien —bajé su mano con suavidad.

—me caen pésimo —se quejó, asustada y reímos, logrando que ella se calme.

—¿probamos el del sol ahora? Porque no podemos el del ajo —pregunté, pero esta vez dudaron más —ay, por favor, estamos en el agua, si nos quemamos nos hundimos y ya.

—mira que no confío fielmente en Riley, pero esa mentira de la luz ya sería extrema ¿no crees? —preguntó y blanquee los ojos antes de saltar para estar donde él había sacado la raíz.

Debía agarrarme de los laterales, trepé hasta llegar a la raíz del árbol.

—¡Valeria! Ya no es gracioso —se quejó el rubio mientras yo escarbaba.

—les recomiendo moverse a los lados para que no les de la luz —dije sin hacerles caso.

Escarvé y escarvé hasta que cayó más tierra de lo previsto y chillé sosteniéndome a un lado y cerrando los ojos con fuerza. Respiré agitada y comencé a abrir los ojos lentamente.

—¿Valeria? ¡Valeria!

Admire fascinada el gran hueco que habia hecho, estaba en la sombra de un árbol y subí mí cabeza. La luz indirecta debajo del árbol me daba y pude ver pequeños destellos sobre mí piel como si me hubiera bañado en purpurina.

—No me hago asado —conté y sonreí maliciosa —esperen... ¿Qué? ¡ah! —grité asustada y me quedé quieta.

—¡Valeria!

Miré hacia abajo, viendo que Bree se había metido rápido al túnel para buscarme. Su rostro
estaba allí mismo, a centímetros debajo del mío y alcé las cejas repetidamente con burla.

—¡Bu!

Cayó de un respingo y se escuchó como cayó en el agua, haciéndome reír. Bajé de un salto, volviendo a la cueva.

—¡No fue gracioso! —se quejó la niña, abrazada a PJ que me miraba con regaño.

—no pasó nada, solo... Brillo —murmuré confundida —al menos la luz indirecta, tal vez era que estaba empezando a quemarme. No sé, no sentí nada ¡vengan! —volví a subir —¡Vamos!

Salí afuera, me quedé pegada al tronco y admiré el día. Hacía tanto que no veía el día que me había olvidado de lo brillante y hermoso que era, los pájaros cantaban en lugar de los grillos y todo era hermoso. A este punto, no recordaba lo que se sentía el calor del sol y quería recordarlo.

Los dos vampiros salieron detrás de mí y se abrazaron al árbol, sin querer salir de su sombra.

—ya no me gusta esta idea, no quiero ser parte del club ninja más.

—no seas así, Bree —me reí y me acerqué hasta el borde de la sombra —ya te adopté, ahora te aguantas.

Extendí mí mano, pero sin atreverme a sacarla al sol. Cuando lo estaba por hacer, sentí un tirón y PJ me había empujado contra el árbol, lo mire molesta.

Iba a quejarme pero escuchamos un crujido y vimos que me había golpeado muy fuerte contra el árbol que comenzó a quebrarse.

—ahora si estamos, literalmente, fritos.

El árbol cayó y quedamos expuestos a la luz del sol.

Bree gritó aterrada, abrazándose a PJ que apretó los ojos con fuerza, sin embargo, yo espere con los ojos abiertos y expectante.

Un agradable calor me recorrió y sonreí, se sentía magnífico.

Sin embargo, noté que una luz había iluminado todo, había reflejos parecidos a los de cristales contra los árboles y mire mis manos, era como si yo fuera un gran diamante. Observé a los dos asustados que seguían helados, ellos estaba igual, como grandes bolas de discotecas.

—cielo santo...

Ante mí susurro, comenzaron a abrir los ojos igual que yo y nos observamos impresionados.

—¡somos bolas de discoteca!

Comencé a reír dando vueltas sobre mí eje, el calor, el sol. No nos quemabamos, éramos hermosos, todo lo contrario. Reí, amaba la sensación del sol sobre mí piel helada.

Unas nubes taparon el sol y nuevamente solo brillabamos suavemente, algo que el ojo humano no podría detectar.

Nos observamos impresionados.

—entonces... —susurré —Riley. ¿Ignorante? ¿Mal informado? ¿O mentiroso?

—mentiroso, en definitiva mentiroso.




































































Le alcanzamos el rastro, pero nos sorprendimos de que era diferente a los refugios que usualmente usamos. Aún así, llegamos de día, jugando con nuestra piel brillante. Bree, PJ y yo estábamos debajo de un árbol, a una distancia prudente dónde ellos no puedan percibirnos hasta que baje el sol.

—¿Qué ves? —Bree le pregunto a PJ que usaba sus rayos X.

—Estan todos, menos uno, lo están quemando —Aplanó los labios —Parece que no se mosquearon en que no llegamos.

—tenemos que conseguir toda la información, así sabremos si podemos escapar y cómo sobrevivir, antes de que Riley y ella nos usen para lo que sea que traman —comenté, abrazando a Bree que apoyaba su cabeza sobre mí hombro —no vamos a morir por ellos.

—Podemos seguir a Riley mañana, ver a dónde va cuando no está. Si sabemos más, podríamos huir —Habló risueña Bree.

Asentimos y cuando el sol bajó, fuimos dentro de la casa. Obviamente, se sorprendieron de que llegáramos vivos, pero fue una sorpresa sin emoción, nos querían más muertos que los mismos humanos.

—y yo que ya estaba haciendo la barbacoa para festejar —Raoul señaló las cenizas con desgana.

—yo voy a hacer barbacoa tus huevos... Ah, no, espera, no tienes —me burlé y él gruñó —¿Dónde está Riley?

—con tu abuela —devolvió el mal chiste Raoul —ah, no, espera, ya se nos fue —fingió la cruz.

Iba a dar un paso amenazante pero PJ me sostuvo del brazo. Antes de que se arme un desastre, Riley entró por la puerta y nos miró sorprendido.

Ah, el mentiroso llegó. Ahora hay que ver cómo mentirle a él.

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