Capítulo 82|Süleyman

















Nükhet ingreso a la sala tan imponente como siempre, los presentes se reverenciaron al verla, sentía el poder que emanaba, su aura autoritaria la hacía ver tan inalcanzable, sabían que aquella mujer seria la valide que estuvieron esperando, una que les diera la mano y les ayudara a tener el imperio de oro que querían.

—Comencemos con esta reunión -tomo asiento en el diván y dejo a Rüstem tomar la palabra, solo escucharía y tomaría la palabra cuando fuera necesario, por ahora dolo quería escuchar las opiniones y aportes de los visires que estaba del lado de ella y de Iskender

—Su majestad ha sido el mejor monarca para este imperio, pero ¿Cuantos han muerto en su era? Han muerto cien visires, dos príncipes, siete concubinas, incontables pobladores, nuestra gente es la base del imperio, su majestad ha envejecido, es momento de un cambio.

—Tienes razón. - el esposo de Raziye, Isfendiyar hablo —No sabemos quien será el siguiente en morir, yo apoyo a la sucesión del príncipe.

—¿Y de que manera? - Sokollu Mehmet paşa había, se había casado con Neelam meses atrás —¿Como tomaremos el trono? Si le damos un golpe de esta el pueblo puede acabar con nosotros.

—La muerte de mi esposo solo me concierne a mi, he preparado todo fríamente. - Nükhet tomó la palabra, su vestido negro resaltó en medio de las batas abueridas de los visires. —Bayaceto y sus ocho hijos fallecieron de forma cruel, Mustafa fue ejecutado de esa manera, Ibrahim ni se diga. Confíen esa tarea a mi.

—Si la sultana lo hará no nos opondremos, ¿Pero de que forma? - Rüstem se acercó a ellos.

—Ustedes no pregunten, solo hagan lo que se les ordenará, Sokollu te encargaras de mantener la seguridad en la capital a raya, Isfendiyar ve por el príncipe Iskender a Manisa, escoltalo solo a él, no podemos levantar sospechas, deja a las concubinas y príncipes bien custodiados, yo me encargaré de dar la noticia sobre el deceso de su majestad.

—Hoy será la oración por Bayaceto, hoy llevaremos acabo todo - Sentenció Nükhet, los presentes se reverenciaron y declararon su apoyo.

—Me aseguraré de hacer todo al pié de la letra, no debemos de permitir que nada se nos salga de las manos.

—No te preocupes Rüstem, todo nos saldrá bien, no hay lugares para los errores - Su confianza hizo a Rüstem tomar más coraje, definitivamente no le faltaría a su suegra.

























Los aghas que servían a Süleyman fueron cambiados por hombres que servían a Rüstem, el consejo se retraso dos días debía del al luto y rumores de que Süleyman estaba devastado y enfermo.

Nükhet asistió a las oraciones y al funeral a como dictaba la costumbre, envio a Selim con Mihrimah y envió a las concubinas de Bayaceto al viejo palacio, luego lidiaria con todos esos asuntos.

Dejo a las concubinas orando durante toda la noche, los eunucos custodiaban fuertemente el harem y el camino dorado había sido limpiado.





























Nükhet se baño con las mejores esencias, lavo su cabello delicadamente y limpio su cuerpo de cualquier imperfección. Un vestido blanco traslúcido se coloco en su delgado cuerpo, una pequeña tiara la hacía lucir como un ángel.

Un atuendo perfecto para acabar con la vida de tu verdugo.

—Si algo no sale bien asegúrate de huir Nürhan, ve con Mahşa.

—Confío en usted sultana - Nürhan sonrió —Suerte.

—Madre. - Mahşa se acercó —Suerte... si algo sale mal solo finge que hacías otra cosa... no mueras tu.

—No te preocupes hija mía, quien morirá hoy será tu padre, asegúrate de ir con Iskender - Mahşa ma abrazo, amaba a su padre pero amaba mucho más a su madre, ambas darían la vida la una por la otra.

Nükhet salió de sus aposentos rumbo a los de Süleyman, hoy sería su día.
































Una hermosa mujer aunque algo mayor aun conservaba su indiscutible belleza, reposaba sus piernas una a cada lado del cuerpo del monarca, este sonreía ante tal vista, un hermoso camisón casi transparente dejaba a su vista sus voluminosos pechos, al mayor le encanto aquello, deseaba poseer la con la misma fuerza que años atrás, pero ahora solo le quedaba ver como aquella hermosa mujer le montaba sin piedad.

—Süleyman... - una dulce voz que siempre amo, su amada joya había sido todo lo bueno que tenia, un cuerpo que cambió con los años hasta ser el más hermoso que vio, un hermoso rostro que no dejó su brillo y su carácter juvenil que le hacía volverse loco en la cama.

Nükhet tenía lo que le hacía vivir.

—Me haz hecho tanto daño,  tanto dolor y tanto asco que sentí gracias a ello... nunca te ame - aquella declaración fue echada a un lado debido a los movimientos que hacía la joven sobre su miembro, los gemidos del mayor eran más roncos cada vez — me causabas asco y repulsión, Süleyman tus múltiples engaños incluso me causaron enfermedades vergonzosa  -el mayor alzó la vista pero Nükhet se desabrocho el vestido, sus pechos rebotaron al ser liberados, Süleyman babeo incluso — Pero justo hoy me canse de ti, de tus asesinatos sin piedad y de tu imperio de mierda,  yo hoy me declaró tu verdugo, hoy mueres ante mi así como yo una vez morí ante ti - cuando Süleyman llegó a su punto máximo la daga que Nükhet había alzado se clavo en su pecho una y otra vez.

Fue su fin.


Nükhet salió de aquellos aposentos con los pechos de fuera y su cuerpo cubierto en sangre, los guardias quedaron embelezados al verla pasar, a pesar de los años Nükhet se seguía viendo divina, incluso la sangre le dio un toque más seductor, más endemoniado, Nükhet seguía siendo aquella belleza de circasia.

Aquella hermosa mujer tomó a los guardias más fuertes del imperio y a aquella bonita criada de cabellos rojos y los llevó a su lecho.

Ya no había nadie que la detuviera, era libre de hacer lo que quisiera, era libre de Süleyman.

Ya no era Una joya en el palacio, ahora era un ave libre de sus captores.














































¿Ya vieron el edit de tiktok? Espero sus comentarios para publicar el capitulo final pronto.

¿Esperaban esa forma de morir?

Preparen sus preguntas que las Responderé todas.

Mis redes.

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