three


· · · 🥀  ·  ·  ·  ·  ·  ·  ·  ·  ·  ·


Quántico, Virginia.

10 horas antes del asesinato.


Spencer Reid realmente amaba su trabajo, a pesar de tener que sufrir al investigar algunos casos y de haber recibido un balazo en su pierna hace unos meses, no había nada más que le alegrará que ayudar a resolver crímenes y encontrar a los delincuentes que más dañan el país y a las personas que habitan en él.

Aunque eso le impidiera pasar un poco de tiempo de relajación; sin embargo, Spencer no quería descansar, ya que incluso  cuando le pidieron reposo debido al accidente tras recibir un balazo en su pierna, él no se había podido quedar simplemente sin hacer nada y tras dar su segunda opinión (él también es doctor) había regresado a la AUC antes de lo que debía. 

—Spencer, sala de reuniones, ahora —informó con prisa la agente especial Jennifer Jareau, también conocida como JJ.

—Voy corriendo —se paró de un brinco lamentándose un poco, recién terminaba de dejar el bastón y hacer eso había sido mala idea.

Procuro no cojear al entrar a la sala de reuniones y tomó asiento al lado de Penélope García, sin duda alguna la mejor analista técnica que ha conocido en su vida. 

Una vez que el equipo completo estuvo reunido, JJ prendió la pantalla.

—Una familia de cinco integrantes fue encontrada muerta en su casa hace dos días —Reid frunció un poco el ceño al ver como no solo estaban muertos, si no que habían sido apuñalados por todo el cuerpo—, está familia de también cinco integrantes fue encontrada muerta en su casa hace seis días —mostró nuevas imágenes y tragó saliva cruzándose de brazos—, lo mismo con esta que murió hace nueve días...

—Espera, espera, espera —le detuvo Derek Morgan, actual jefe de la unidad de análisis de comportamiento—, ¿estás diciendo que hay una familia muerta de cinco integrantes en un margen de tres días?

JJ asintió con su cabeza—. ¿Dónde? —preguntó Emily Prentiss.

—Por todo Virginia —aclaró causando sorpresa en el equipo.

—¿Cuándo sucedió el primero? —cuestionó Spencer llevando una mano a su barbilla.

—Hace quince días —respondió JJ, apretó el control un par de veces mostrando el mapa de Virginia, el cual indicaba un ruta de las ciudades en donde habían sucedido los asesinatos—. Inició en Blacksburg —informó—, siguió en Roanoke, después Lynchburg, Charlottesville y este último sucedió en Petersburg.

—¿Por qué no nos habían avisado antes? —preguntó Aaron Hotchner con notoria molestia—. Cinco familias de cinco integrantes han muerto, estamos hablando de veinticinco personas.

—Eso es un récord de tiempo —murmuró Emily Prentiss abriendo los ojos.

—Eso es estar enfermó —aclaró David Rossi quien había permanecido en silencio mirando la carpeta—. Fueron severas apuñaladas y fueron descuidas.

—Por lo que no le importa mancharse las manos —masculló Emily.

—Y fueron hechas por un hombre, una mujer no hubiese podido hacer eso —aseguró Spencer.

JJ, Penélope y Emily lo miraron alzando una ceja.

—En el aspecto de rudeza, son... desgarradoras y se necesitó mucha fuerza y si hablamos de masa muscular el hombre tiene un cuarenta por ciento, mientras que la mujer sólo tiene treinta por cierto, solo digo que...

—Spence —le interrumpió JJ—. Encontraron rastros de ADN en las víctimas femeninas, así que estamos seguros de que es un hombre.

—¿Qué tipo de ADN? —preguntó Morgan alzando su cabeza.

JJ apretó sus labios e hizo una mueca—. Semen —aclaró.

—Abuso de ellas una vez muertas —musitó Reid con el ceño fruncido.

Realmente sentía asco.

—Entonces tenemos a un sádico necrófilo, que sorpresa —Derek se cruzó de brazos y achino sus ojos mirando las imágenes en la pantalla—. Nos vemos en veinte minutos en el estacionamiento, cariño necesito que me des la información de estas cinco familia, encuentra conexiones, todo lo que puedas —pidió a Penélope.

—Estoy en eso —se paró para salir rápido de la oficina justo al lado de Emily y Hotch.

Spencer se paró soltando un pesado suspiro mirando el mapa.

—¿Qué ocurre, Spencer? —preguntó Rossi caminando a él.

—Mira la ruta, ¿no es extraño? —murmuró parándose.

Siguió con su dedo los nombres de las ciudades donde fallecieron las víctimas—. Estando en Charlottesville la siguiente ciudad más cercana era Richmond, pero bajo a Petersburg —murmuró.

—Hey —los dos se giraron para ver a Derek en la puerta—, no hay que perder el tiempo, tenemos que irnos, JJ ya imprimió un mapa, veremos todo en el camino —informó.



"La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor."

Séneca.



Spencer estiro un poco su pierna al bajar del carro, pese a que había sido un trayecto de una hora lo había sentido realmente largo tratando de entender por qué Richmond había pasado por alto cuando era la capital de Virginia, algo simplemente no cuadraba ahí y eso le frustaba un poco.

Camino al lado de Morgan con el resto del equipo para entrar a la estación de policías donde ya les esperaban.

—Detective Rogers, ellos son el SSA Rossi, Hotchner, Prentiss, Dr. Reid y nuestro líder Morgan —presentó JJ con el policía.

—Me alegra que hayan llegado lo más rápido posible —confesó juntando sus manos—. La escena del crimen sigue intacta por si desean verla, el forense está listo para recibirlos y tenemos ya una sala preparada para que puedan trabajar.

—Gracias detective. Hotch y Emily hablen con el forense, Rossi y yo iremos a la casa de los Davies, JJ contacta a los familiares más cercanos y Reid encárgate de la ruta geográfica ubicando los otros cuatro asesinatos, contacta con Penélope para que te diga lo que ha descubierto.

Todos asintieron ante lo dicho por Derek Morgan y acompañado del oficial se encaminó a la oficina que les habían apartado con todo lo necesario. Suspiró viendo las cajas que tenían la información de los últimos asesinatos y camino a la pizarra para colgar un mapa de Virginia. 




—Penélope, hablame —pidió Spencer colocando una última foto en el pizarrón.

—Escucha esto chico listo, siempre me siento realmente sucia buscando los trapos de las personas —dijo Penélope mientras Spencer ladea su cabeza.

—¿Encontraste algo?

—Oh, sí, muchas cosas —aclaró—, y te sorprendería si te dijera que todas son buenas.

Frunció el ceño y miró el teléfono—. ¿Buenas?

—Así es. Resulta que las cinco familias tenían un muy buen estatus socioeconómico —aclaró—. Me refiero a que los Johnson de Blacksburg contaban con al menos cinco propiedades por todo Virginia. La familia Wilson de Roanoke son en realidad de Reino Unido, aunque llegaron hace quince a años a Estados Unidos, y eran socios de una cadena de restaurantes internacional, estamos hablando de millones de dólares, Spencer, hacían donaciones por todos lados y siempre apoyaban en Roanoke.

—¿Qué? —volvió a preguntar en voz baja, mucho más confundido. 

—No es todo. En Lynchburg los Harries provienen del fundador de la ciudad, por lo que eran dueños de media ciudad, y en Charlottesville la familia Young eran arquitectos, incluso su hijo mayor, Julian aportó a reconstruir la iglesia local.

—¿Qué hay de los Davies?

—Oh, eran unos ángeles —murmuró Penelope—. Eran dueños de la fundación para niños y niñas sin hogar en Peterburg y, también contaban con asilos, Lee Davies era ex-jugador de baseball y su esposa fue modelo cuando era joven, una familia realmente popular y conocida por todos —comentó.

Spencer suspiró—. Me estas diciendo que todos tenían dinero, hacían caridades y eran queridos por las personas del lugar donde venían.

—Básicamente, sí —respondió mientras seguía tecleando.

—¿Se conocían? —preguntó inclinándose.

—Curiosamente —murmuró.

—¿Por qué lo dices?

—Al parecer, los primogénitos eran amigos, me refiero a que Miles Johnson, Edward Wilson, Noah Harries, Elijah Young y Oliver Davies, se tenían agregados en Facebook, MySpace y al parecer se mandaban correos.

—Enviame los correos.

—Estoy en eso, guapo, ¿algo más?

—Solo... sigue investigando, ¿sí?

—De acuerdo, Penélope fuera.

Spencer camino a la impresora donde se encontraban saliendo el fax con los correos y comenzó a leer rápidamente.

—¿Encontraron algo? —se giró para ver a JJ y caminó hacia ella con las hojas en la mano—. ¿Qué es?

—Eran amigos —explicó—, los primogénitos asesinados, todos se conocían —JJ frunció el ceño y miro a Spencer algo sorprendida.

—¿Cómo...?

—Eso es lo que no sé, ninguno de ellos fue a la misma universidad, ni escuela secundaria o primaria —aclaró.

Regreso al mapa y llevó una mano a su cadera, sin pensarlo dos veces, circulo Richmond y miró a JJ.

—Y si va a atacar de nuevo, Richmond es a donde irá —aseguró.

—¿Por qué crees? —preguntó JJ mirando el mapa con el ceño fruncido.

—¿Cómo es que baja a Petersburg dejando de lado la capital de Virginia? —preguntó llevando una mano a su sien—. Solo, no hay sentido, debe haber un motivo por el cual se lo saltó —dejo de hablar cuando el teléfono comenzó a sonar—. ¿Sí?

—Spencer mira la foto que te mande, mirala, ahora —ordenó con voz ligeramente preocupada.

Se apresuró para llegar a la impresora y alzó la foto viendo a los cinco chicos asesinados acompañados de un pelirrojo con sonrisa encantadora.

—Su nombre es John Campbell, todos tienen mensajes con él, vive en Richmond, su padre es dueño de la cadena de hoteles Luxury Hill los cuales están no solo en Virginia, sino también en California, Washington y Albany.

—Luxury Hill —murmuró JJ mirando a Spencer—. Es ahí...

—Sí, siempre nos hospedamos en Luxury Hill —respondió Spencer frunciendo el ceño—. ¿Su familia es de cinco integrantes? —preguntó escribiendo el nombre de John en la pizarra.

—No, ese es el problema. Sus padres están divorciados y solo tiene una hermana menor, quien tiene quince años —explicó.

—¿Crees que sea nuestro UnSub? —susurró JJ a Spencer.

Ambos se miraron y Spencer ladeo una mueca. 

—Penélope, busca todo lo que conexione a John con las víctimas, verifica si hay más personas que también pudieron contactarse con él en los últimos días.

—Ya lo hice.

—¿Qué encontraste?

—A la familia Morrison —respondió—. Louis Morrison es dueño de una de las empresas de bienes y raíces más importante en Richmond, su esposa Lauren es abogada y suele ayudar a las personas de escasos recursos. Tiene tres hijos, Cassandra, Michael y Matthew, son gemelos.

—¿Cassandra es amiga de John? —preguntó Spencer alzando una ceja. 

—Es amiga de todos —aclaró.

—¿Todos? Te refieres a...

—Cassandra, John, Miles, Edward, Elijah, Noah, Oliver, todos son amigos, Spencer.

—¿Pero cómo se conocieron? —preguntó JJ con notoria confusión.

—Ese es el problema —explicó algo frustrada Penelope—. No dice, ¡no hay nada!, simplemente un día se empezaron a mandar mensajes y se agregaron a redes sociales, ¡pero no dice cómo!

—Sigue buscando Penélope —pidió Spencer—. Tenemos que ir a Richmond —murmuró mirando a JJ.

JJ asintió sacando su celular del bolsillo de su pantalón—. Llamaré a Morgan. 




Al momento en el que Derek llegó a la sala en donde tenían montado todo acerca del caso, se cruzó de brazos y miró el tablero.

—¿Richmond? —preguntó mirando a Spencer.

—Sí, sí —caminó hasta él y tomó una pluma para señalar a la imagen de John y Cassandra—. Ellos dos eran amigos de los primogénitos —explicó.

—¿También son familia de cinco integrantes?

—Los Morrison lo son —respondió—, pero los Campbell no, son una familia de cuatro y los padres están divorciados.

Derek frunció el ceño y miró a Spencer—. ¿Crees que sea nuestro UnSub?

—No —dijo bastante seguro—. Penélope rastreo a John y sus tarjetas, las últimas noches estuvo hospedado en uno de los hoteles más lujos de Virginia en compañía de su novia, y, hace unas horas hizo una compra con tarjeta de crédito en Macy's, se encuentra en Richmond, y ahí ha estado los últimos días; él no es nuestro UnSub —aseguró. 

—Pero no podemos descartar —agregó Emily—. ¿Qué hay de la chica?

Spencer miró por unos segundos la fotos de la señalada y regresó su vista al equipo.

—Cassandra Morrison tiene veintidós años y estudia en la universidad de Columbia, en Nueva York.

—Entonces no vive actualmente en Richmond.

—Pero —le interrumpió Spencer levantando su dedo índice—, hace unas horas pago un boleto de tren con su tarjeta de crédito, adivina su destino final...

—Richmond —murmuró Hotch.

—Así es, y Penélope rastreo sus redes sociales, donde encontró mensaje con John (a quien por cierto le dice primo), y le dijo que pasaría el fin de semana en Richmond para el cumpleaños de su papá.

Derek pasó una mano por su barbilla y miró a Hotch.

—No podemos simplemente irnos a Richmond.

Spencer frunció el ceño.

—¿Por qué no? —le cuestionó, llamando la atención de todos—. Estamos hablando de que Cassandra y su familia son posibles víctimas, no podemos quedarnos aquí —hablo con voz firme.

—No tenemos ni siquiera un perfil para dar.

—Lo encontraremos cuando hablemos con Casandra —aseguró—. La persona que los está matando los conocía, no sabemos si ellos hicieron algo que pudo dañar al UnSub a tal grado de que quiera venganza —hablo un poco exaltado.

—Spence tiene razón —murmuró JJ—, no podemos permitir que cinco personas más mueran, Derek. Tenemos que contactarnos con los Campbell y los Morrison, ellos serán la pieza que nos ayudará a dar con el UnSub.

—No podemos irnos simplemente así de aquí —dijo Derek—, entiendo que todos queremos dar con el UnSub y también queremos mantener a las familias vivas, así que por favor, traten de comunicarse con los Campbell y los Morrison.

—Yo me encargo de eso —hablo rápidamente Spencer. 

—Bien, hablaré con el detective Rogers para hacerle saber lo que llevamos y tenemos que llamar a la estación de policías de Richmond.

—Déjamelo a mí —pidió JJ saliendo con rapidez. 

—¿Estás seguro de esto, Derek? —preguntó Rossi apoyándose en la mesa.

Derek miro a Spencer, quien asintió con su cabeza—. Sí —respondió asintiendo con su cabeza.

Antes de que Hotch pudiese decir algo, el detective Rogers entró a la habitación.

—Escuché a la agente Jareau decir que se van, ¿a dónde? —preguntó ligeramente molesto—. Una familia acaba de ser asesinada y...

—Detective el UnSub se dirige a Richmond —le interrumpió con rapidez Spencer—,  en realidad, tengo la sospecha de que él ya se encuentra ahí, ya que Richmond ha sido siempre al lugar que quiere dirigirse, ya que, curiosamente, lo dejó pasar para dirigirse aquí, a Petersburg —aclaró—, si queremos saber quién asesinó a los Davies, tenemos que ir a Richmond. 

—Créannos, detective —habló Emily apoyando a Spencer—, en cuanto demos con el UnSub serán de los primeros en enterarse.

—Y nos gustaría que pudiesen apoyar mientras nos encontramos en Richmond —agregó Hotch—, proporcionandonos toda la información necesaria en la familia Davies. 

—Amigos, familia, vecinos, trabajadores, todo —aclaró Rossi.

El detective asintió algo confundido—. Bien, de acuerdo, s-sí, lo haré.

—La ruta I-95 N es la más rápida, ¿cierto? —preguntó Spencer comenzando a quitar lo más rápido que podía las imágenes en el tablero.

—Sí, pero está en reparación, les tomará con suerte llegar en cuarenta y cinco minutos —respondió.

—Será mejor apurarnos. 




Nota de autora:

Sup' raza, ¿cómo se encuentran?, ¿qué tal les parece la fic?, sé que parece que va lento pero es por que es solo el inicio, ya se acerca lo mejor (:

Lots of love, Cici 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top