eleven
· · · 🥀 · · · · · · · · · ·
—¿Cómo vamos con la lista de trabajadores, Garcia? —preguntó Rossi dejando una carpeta.
—Pues, hasta ahora... mal, muy mal —aclaró con sinceridad—, solo encontré a tres mujeres de las cuales una está muerta y dos están en asilos —carraspeo e hizo una mueca—, el padre Philip no respondió las llamadas y el Agente Kendall explicó que suele tomar sus semanas de meditación donde se desconecta de todo —abrió sus ojos algo exagerada.
—Busquenlo en su domicilio —propuso Derek.
—¿No escucharon? Se desconecta de todo —repitió Penelope, Spencer la miro alzando una ceja—. Simplemente se va de su casa y pasa el tiempo con la naturaleza y Dios, que se yo —susurró tecleando con rapidez.
—¿Hace cuánto que no tienen noticias de él? —preguntó Spencer.
—Hum, buena pregunta chico listo —murmuró Penelope.
Esperaron a que buscará recibos y Penélope dejo de teclear.
—Lleva un mes de retraso del pago de agua en su casa —dijo alzando una ceja.
—Los asesinatos comenzaron hace veinte días —señaló Spencer.
—Tenemos que ir a buscarlo —dijo Derek a Rossi—. Penélope, quiero que tengan un ojo en Spencer y otro en la computador.
—De acuerdo —respondió haciendo viscos.
—¿En serio piensas que me voy a escapar? —preguntó incrédulo—. No soy un niño —dijo algo ofendido.
Rossi, Derek y Penélope respondieron al mismo tiempo—. Sí, lo eres.
Cassandra miró desde su cama a JJ y Emily hablar en voz baja, la ventana se encuentra abierta y el cielo luce nublado, está segura de que afuera debe esta por comenzar a nevar y lo único que quiere hacer es esconderse debajo de las mantas y dormir todo el día.
—JJ —habló en voz baja.
—¿Sí, Cassandra?
—¿Pueden traer comida? —preguntó algo tímida.
—Claro, ¿que te gustaría comer?
—Panqueques —respondió—, y... brownies, o... helado —alzó sus hombros y ella sonrió un poco.
—De acuerdo —se paró para salir, pero Emily le detuvo.
—No, yo iré, debo hacer una llamada a Derek —se inventó.
JJ alzó una ceja—. Bien —murmuró sentándose de nuevo.
Cassandra cubrió su rostro con la almohada, pensando lo peor.
—¿Quieres hablar de algo para liberar tu dolor? —preguntó con tranquilidad.
—Te amenazaron JJ —susurró descubriendo sus ojos—, lo hicieron con Spencer, lo más probable es que te hayan amenazado a ti también por quedarte conmigo —sollozó escondiéndose entre las sábanas.
—Cassandra, tienes que saber, que nosotros recibimos amenazas todo el tiempo.
El sollozó dejó de ser tan fuerte y asomo un poco su mirada para ver a JJ.
—¿En serio? —preguntó en voz baja.
JJ asintió con una mueca—. Todo el tiempo recibimos amenazas de muerte, así que... estamos bastante acostumbrados —le dijo sonriendo, tenía que hacerle saber a Cassandra que todo estaría bien.
—¿No te da miedo? —curioseo.
Alzó sus hombros ladeando una sonrisa—. De vez en cuando asusta, pero entonces recuerdo que me encuentro con el mejor equipo que puede haber en el FBI y entonces sé que lo atraparemos y estaremos bien.
Cassandra se sentó un poco y junto sus rodillas a su pecho.
—Yo sé que lo atraparan —susurró—, los he buscado en internet y siempre los atrapan, así como atraparon a los terroristas en Nueva York hace un año —jugueteo con sus manos y JJ ladeo su cabeza.
—¿Viviste de cerca lo que sucedió? —preguntó alzando una ceja.
Asintió lentamente—. La Agente Especial Kate Joyner...
—¿La conocías? —preguntó sorprendida.
—Era amiga de mamá —explicó asintiendo lentamente—, se conocieron después de terminar la universidad y... sí, bueno, Kate me ayudaba algunas veces con... mis problemas —susurró bajando su mirada.
—Lo siento mucho, Cassandra —dijo JJ.
Suspiró pesadamente y alzó sus hombros—. Creo que lo único en lo que soy buena es en perder seres queridos —susurró con una mueca.
—No digas eso Cassandra —pidió acariciando su hombro, un pequeño puchero se formó en el rostro de Cassandra y sollozo bajando su cabeza—. Ven aquí, ven aquí Cassandra.
JJ la abrazó con fuerza, permitiendo que liberará su dolor, mientras la escuchaba hablar en voz baja.
—Quiero a mi mamá —JJ parpadeo varias veces acariciando el cabello de la chica—, qui-quiero, quiero ver a mis hermanitos y-y, quiero, quiero abrazar a papá una vez más —sollozó.
—Eres una mujer muy fuerte Cassandra —susurró besando su cabeza, sin poder decirle algo más por que estaba segura que ninguna palabra ayudaría.
Cassandra negó con su cabeza—. No lo soy, JJ, no lo soy —sollozó—, siempre he sido débil, siempre he sido frágil y-y, ya no puedo, JJ, ya no puedo.
—Sí puedes, Cass, sí puedes —dijo tomándola con fuerza de los brazos—, Cass no estás sola, ¿si?, no estás sola y nunca lo estarás —ahogó un sollozo y se aferró a JJ mientras las lágrimas salían nuevamente de sus ojos.
Cuando Emily entró a la habitación, su sonrisa se borro y dejo la bolsa de comida en el escritorio mientras miraba con tristeza a Cassandra.
Mientras tanto, en una de las oficinas de la estación de policías, Elle aceptó la taza de café que Rossi le entregó y bebió un poco mirando a Spencer.
—¿Qué quieren que les diga? —preguntó en voz baja y algo intimidada por la presencia de los agentes.
—Cuéntanos hace cuánto conoces a Cassandra —pidió Rossi.
—Uhm... desde, desde los siete años —respondió después de unos segundos.
—Entonces, quince años de conocerla —agregó Spencer.
—Sí —asintió lentamente con su cabeza.
—¿Ha sido tu mejor amiga siempre? —preguntó esta vez Rossi, a lo que ella afirmo sin hablar—, supongo que se cuentan todo.
Elle movió su cabeza en asentimiento mientras apretaba sus labios—. Demasiado —murmuró.
—¿Sabías que Cassandra fumaba marihuana? —indagó Spencer.
La chica carraspeo con su lengua—. Sí —respondió con una mueca—, fue... una etapa difícil —confesó.
—Podrías contarnos, ¿por qué?
—Pues... bueno, Cassandra siempre ha sido una niña muy... alegre, pero desde pequeña solía ser muy enfermiza —comenzó Elle mirando su taza de café—, cosa que la hacía deprimirse por que en invierno no podía salir a jugar en la nieve y... quizá fue desde ahí que se desarrolló su trastorno afectivo estacional —ladeo una mueca y suspiró—, sin embargo las cosas se complicaron cuando nacieron los gemelos —susurró.
—¿Por qué? —curioseo Spencer.
—Más allá de que fue un parto prematuro, ya saben, gemelos —murmuró—, tuvieron problemas para respirar —explicó—, por lo que básicamente estuvieron... quizá un año o dos entrando y saliendo del hospital —comentó con una mueca—, Cass tenía once, doce años y... bueno, sus papás se enfocaron tanto en los gemelos que consiguieron niñeras que cuidaran de ella —susurró.
Rossi y Spencer compartieron miradas y luego vieron a Elle quien bebió un poco de café.
—Pero eventualmente los gemelos mejoraron, ¿no?
—Hum, sí y no —comentó con una mueca—, no sé muy bien exactamente que es lo que tenían pero, viajaban mucho a Chicago, habían conseguido a un doctor que trataba a los gemelos...
—¿Cassie se quedaba con las niñeras? —preguntó Spencer cuidadosamente.
—Ah, no, se quedaba con los Campbell, las niñeras no soportaban a Cassandra por que decían que era muy dañera.
—¿Lo era? —cuestionó Rossi.
Elle negó con su cabeza—. No, ella realmente era una niña muy bien portada —confesó—, pero...
—Quería la atención de sus padres —susurró Spencer.
—Sí —susurró Elle bajando su mirada—. Fue entonces cuando comenzó a fumar marihuana —comentó con una mueca—, entró en cuadro depresivo y... comenzó a drogarse y...
Dejo de hablar y tomo un poco de aire mientras sus ojos se cristalizaban.
—¿Elle? —susurró Spencer.
—Trato de quitarse la vida —explicó en un hilo de voz.
La chica limpió sus lágrimas mientras Rossi acariciaba su barbilla y Spencer hacía una mueca.
—Lo siento, es solo que ella es mi mejor amiga y... la amo demasiado —aclaró—, todo lo que le pasa me lastima a mi también y saber que casi la pierdo, saber que casi muere y-yo...
—Descuida —susurró Rossi.
—Por favor, diganme que lo van a encontrar —suplicó Elle—, no puede estar pasando por todo esto, Cass no puede, ella... ella es muy vulnerable —dijo en voz baja.
—No te preocupes Elle, nos encargaremos de que nada le pase a Cassandra —aseguró Rossi.
Una vez terminada la pequeña reunión, Elle salió de la oficina para encontrarse con John, quien tomó de la mano a su novia para salir de la estación de policías dejando a los Agentes algo aturdidos por las confesiones que había hecho la chica.
—¿Todo bien? —preguntó Penélope en voz baja.
—García, hablale a JJ, por favor —susurró Spencer tomando asiento en la silla al lado de Penélope.
En cuestión de segundos, la voz de JJ se escuchó—. ¿Qué ocurre?
—JJ, soy Spencer —murmuró.
Rossi se cruzó de brazos viendo al joven agente y ladeo una mueca.
—¿Si, Spence?
—¿Cómo está, Cassie? —preguntó mirando sus manos.
—Se ha dormido ya —respondió—. ¿Ocurre algo?
Trago saliva mirando el teléfono y relamió sus labios—. Solo... no la pierdan de vista, y JJ, vigila la dosis que se tome de pastillas y...
—Lo sé —le interrumpió soltando un suspiró.
—¿Qué? —preguntó en voz baja.
—Cassandra me dijo que ya no quería vivir, Spencer —susurró, Spencer tomó aire y Penélope llevó una mano a su boca ahogando un grito—. Ella cree que si muere, entonces el UnSub dejará de matar —Spencer cerró sus ojos y llevó sus manos a su rostro sintiéndose realmente frustrado—. No te preocupes, ya tenemos su medicamento y nos hemos encargado de que no tenga nada con lo que se pueda hacer daño.
—Bien —susurró.
—Y... Spence...
—¿Sí?
—No deja de preguntar por ti.
Soltó un suspiró pesado y apretó su mandíbula cerrando sus ojos con fuerza, su corazón latió con rapidez y ladeo una mueca.
—Cuando despierte, dile, dile que iré a verla, ¿de acuerdo?
—Se lo diré —respondió en voz baja—. Mantenme al tanto —pidió.
—Lo haremos —aseguró mirando a Rossi.
Cuando la llamada dio por finalizada, el Agente Rossi tomó asiento frente a Spencer y juntó sus manos, pegandolas a la mesa.
—¿Qué harás cuando resolvamos el caso? —preguntó ladeando su cabeza—. Cassandra tiene un trastorno de dependencia Spencer.
—¿Cuántos trastornos tiene Cassandra? —preguntó en voz baja Penelope.
—Demasiados —respondió Rossi con una mueca—, el hecho de que sus padres dejaran de un momento de prestarle la atención que siempre tenía desató todos estos trastornos en Cassandra por el miedo de quedar sola.
Spencer apoyó su codo en la mesa y frunció su boca—. Y el problema es que su miedo se está haciendo realidad por que su familia está muerta.
—Ay cielos —susurró Penélope frotando su ojo—. Podría hablar con ella —murmuró—, ayudo a personas...
—No —negó Rossi lentamente—, no podemos, ya JJ y Spencer se encuentran muy involucrados y... no podemos —murmuró.
Se sintió realmente frustrado al escuchar aquello, si él ya se encontraba realmente involucrado, ¿qué rayos estaba haciendo ahí cuando podía estar con Cassandra? Se paró decidido y miro a Rossi con firmeza.
—Iré a verla.
—Spencer...
—Si tanto me quiere matar el UnSub ya lo hubiera hecho —respondió con terquedad—, tengo que ir a verla... no-no puedo dejarla sola —murmuró frunciendo el ceño.
Salió sin decir más y Penélope miro a Rossi con intriga—. ¿Acaso se enamoró de Cassandra? —preguntó en un susurró.
Pero Rossi no contestó.
Cuando la puerta de la habitación se abrió, JJ le dedicó una pequeña sonrisa a Spencer para dejarlo pasar, la rubia señaló la esquina de la habitación donde Cassandra se encuentra mirando por la ventana con mirada adormilada y susurró.
—Se despertó hace cinco minutos —dijo tras comprobar su reloj.
—¿Puedes dejarme solo con ella? —preguntó en voz baja.
Asintió lentamente y salió del cuarto dando dos palmaditas en el hombro del chico.
—Hola, Cassie —saludó con voz clara.
La chica parpadeó varias veces y sonrió un poco al ver a Spencer caminar en su dirección.
—Spencer, hola —susurró pegando su barbilla en sus rodillas.
Arrastró la silla frente a la de Cassandra y ladeo un poco su cabeza.
—¿Cómo te sientes, Cassandra? —preguntó en voz baja.
Parpadeo dos veces mirando a Spencer y desvió su mirada hacía la ventana.
—Yo... —miro sus manos y suspiró—, cansada —confesó—, desesperada —continúo.
Spencer le dió la razón lentamente.
—Te entiendo —esa respuesta hizo que Cassandra lo mirará algo confundida—, hay algo que no te he dicho, pero Cassie, hace tres años, quizá —murmuró como quien no sabía—, tuvimos un caso en el que... en el que un sujeto mataba a personas que espiaba mediante sus cámaras del computador —Cassie ladeo su cabeza y Spencer carraspeo—, morían por que él los veía cometer pecados —aclaró—, JJ y yo encontramos a un potencial testigo que, en realidad, resultó ser el asesino —comentó—, cuando, cuando intentamos atraparlo él me secuestro.
—¿Qué? —preguntó Cassandra en voz baja.
—Sí, él me secuestró —carraspeó.
—¿Por qué? —susurró.
—Tenía múltiples personalidades y era delirante —expresó con una pequeña mueca.
—¿Te hizo daño? —preguntó en voz baja Cassandra.
Spencer miró fijamente los chocolates ojos de Cassandra y asintió lentamente con su cabeza.
—Sí —susurró—. Yo... fui torturado, y... me volví adicto —confesó.
—Espera, tú...
—Hidromorfona —susurró.
Cassandra abrió sus ojos y se encogió de hombros.
—¿La conoces? —preguntó curioso, debido a su extraña reacción.
—Sí.
—La probaste, ¿no? —dijo en voz baja.
—Quería... recordar —susurró—, pero... solo fue una vez y... y ya —admitió—. ¿Qué pasó... con?
—Tobias —murmuró—, su nombre era Tobias Hankel —miró sus manos tragando saliva y soltó un suspiró—. Me obligó a elegir a un miembro del equipo para matarlo, y elegí a Hotch —contó ladeando una sonrisa—, claro que fue todo un plan por que cité mal un verso del Génesis y así darles una pista de donde me encontraba.
Cassandra miró con una pequeña sonrisa a Spencer quien se inclinó un poco.
—Cassie, se que son cosas completamente diferentes las que estamos pasando —susurró—, sé que perdiste a tu familia y se que... se que estas sufriendo —estiró sus manos para tomar las de Cassandra con delicadeza—, pero te prometo, te juro por mi vida, que daremos con él —los ojos de Cassandra se cristalizaron al escuchar las palabras sinceras de Spencer—, y tienes que saber, que nada de esto es tu culpa, ¿sí?, tu no provocaste esto. Él solo actúa por lo que cree saber, es compulsivo y está enfermo —aclaró—, pero tu no tienes la culpa de nada, ¿de acuerdo?, por favor Cassandra, te necesitamos para poder atraparlo —susurró—, eres fuerte, no me importa si no crees que lo eres por que, por que te he visto mantenerte de pie y sigues aquí, hablando con nosotros, pidiéndonos ayuda, y eso es ser valiente, eso es ser fuerte —las lágrimas de Cassandra recorrieron sus mejillas mientras aprieta sus labios—. Pero quiero escucharte, necesito que me digas que nos ayudaras, y entonces todo se verá más agilizado.
Asintió lentamente con su cabeza.
—Lo haré —susurró—, ayudaré en todo lo que sea posible —aseguró mostrando una pequeña sonrisa.
Los ojos de Spencer brillaron debido a las lágrimas que se encuentra reteniendo y sonrió un poco.
—¿Puedo darte un abrazo? —preguntó en voz baja.
Cassandra soltó una risita y se paró sin siquiera responderle, Spencer le imitó y lentamente se acercó a Cassandra para rodearla con sus brazos en fuerte y largo abrazo que se sintió realmente cálido y cariñoso.
—Daremos con él —aseguró mientras recarga su barbilla en la cabeza de Cassandra—, daremos con él y pagará por todo el daño que ocasionó.
Beso su cabeza cerrando sus ojos y Cassandra se aferró con fuerza al pecho de Spencer.
Nota de autora:
estoy tan pendeja que en vez de poner nota de autora puse nota de spencer y quedé
anyways, la historia está llegando a su fin...
bueno, igual espero que les guste y por favor no olviden votar por que veo demasiados lectorxs fantasmas y a no ser que sean reggie, luke o alex aquí no se aceptan de esos ):
Lots of love, Cici x
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top