𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟗

𝐉𝐔𝐆𝐔𝐄𝐓𝐄𝐒

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La última lámpara de la sala estaba a punto de extinguirse pero el golpe en la puerta detuvo tal acción.

La castaña estaba confundida, ¿quién iría a su departamento un miércoles a medianoche? ¿Monique? ¿Lily? ¿Marlene? ¿O los muchachos? Pero ella recordó donde se encontraban cada una de esas personas. Monique estaba de viaje con Sam; Lily y Marlene tenían planes con sus parejas; y los muchachos tenían asuntos importantes que resolver.

Ella se acercó a la puerta y miró por el rabillo de esta, pero no había nadie al otro lado. Abrió desconfiada la puerta con el pestillo puesto y miró por el pequeño espacio, logrando observar tres ramos de flores.

Roma giró su cabeza para ver el reloj digital marcando la fecha y hora exacta, 10 de diciembre. El primer mes de relación con los muchachos.

La ojiverde sonrió, cerró y quitó el pestillo, y la abrió nuevamente. Como pudo entró las flores, dejándolas sobre la mesa redonda.

Cada una de ellas tenía un pequeño sobre. Los nombres de Prongs, Padfoot y Moony resaltaba en ellas.

Tomó los sobres y los llevó a su habitación.

Mantenía una sonrisa amplia. Ni Scott la saludaba a la medianoche de su cumplemes. Ella sentía que había elegido bien, que está vez no se equivocó en su elección.

Roma se estaba enamorando completamente de los tres.

[...]

Por la mañana Roma no tuvo chófer. Los muchachos no pudieron llevarla al trabajo, ella entendió y fue en metro a la oficina, no quería usar su carro, quería sentir la brisa de diciembre.

Nadie podía quitar la sonrisa de Roma. Ella estaba feliz y su alegría se hizo aún más grande cuando entró a su oficina y vio varias margaritas y chocolates en cada rincón de su despacho. Cada cosa gritaba el nombre de esos tres seres de luz.

Roma trató de despejar su escritorio y siguió con su día, pero pensando en cómo agradecer los pequeños detalles de esos tres.

[...]

La hora de la salida estaba cerca, un golpe en la puerta hizo a Roma elevar su cabeza de los papeles dando el paso al visitante.

Era Bella, su secretaria, con una gran caja de listón azul.

⸺Señorita Roma, dejaron esto para usted ⸺dijo Bella acercándose al escritorio.

⸺¿Sabes quién lo mandó? ⸺preguntó curiosa recibiendo el gran paquete.

La chica negó y Roma agradeció y dejó que se retirara.

Al abrirlo se encontró con una nota.

"Úsalo esta noche".

Tus bailarines.

Roma negó con diversión e hizo a un lado la pequeña nota, abrió de par en par el papel que envolvía la sorpresa y lo primero que observó fue una tela negra.

Tomó de los extremos y la levantó dejando relucir un hermoso vestido negro con pequeños brillos dorados.

Fletcher se sonrojó y lo apoyó sobre su cuerpo.

Era perfecto.

Empezó a crear los mil escenarios que harían esa noche, a dónde la llevarían.

Dejó nuevamente el vestido y se acercó a para cerrar con cerrojo su puerta.

Comenzó a prepararse para su sorpresa.

Maquillaje, peinado, vestido y zapatos ya estaban adornando el cuerpo de Roma.

Se veía perfecta.

Su móvil vibró con un mensaje de Sirius diciéndole que ya se encontraban abajo.

Roma acomodó rápidamente sus cosas, vio por última vez las margaritas y salió de su oficina.

Mientras caminaba ninguno de sus colegas hombres le quitaban la vista de encima. Apreciaban el escotado vestido, como la línea de sus pechos sobresalían gracias al escote, la manera que las curvas de Roma eran visibles hacían que envidiarán a la pareja actual de la castaña. Prácticamente babeaban por ella.

Pero todos sabían que Roma no se fijaría en ninguno de sus compañeros ya que para ella sólo existían los bailarines.

Al salir del edificio vio como un auto negro grande estaba frente a ella y con los tres hombres con traje esperándola.

Roma corrió y saludó a cada uno de ellos con un largo beso en los labios ganándose miradas de desconcierto de las personas que pasaban por ahí.

Remus abrió la puerta trasera para que la castaña entrará.

El siguiente en subir fue James, del otro lado subieron Remus y Sirius.

Roma nunca había estado dentro de una limusina. Algo nuevo.

Los chicos querían que fuera especial por ser el primer mes, y para los que estaban por venir serían diferentes y mejores al anterior.

⸺¿Dónde iremos? ⸺preguntó Roma jugando con sus dedos.

⸺Es una sorpresa, musa. ⸺Sirius tocó la punta de la nariz de la ojiverde.

⸺Mi ansiedad no aguanta la intriga.

⸺Pronto llegaremos ⸺contestó James tomando la mano de la chica y dejar un pequeño beso sobre ella.

⸺Solo esperamos que te guste. ⸺Remus colocó su mano sobre el muslo de la chica, Roma se sonrojó por segunda vez en el día.

El camino no fue largo, habían llegado a su destino.

El museo.

⸺Sabemos que amas este lugar ⸺inició Sirius.

⸺Y es por eso que lo alquilamos por esta noche ⸺agregó Remus.

⸺Queríamos que nuestro primer mes sea especial para ti, porque fuiste nuestro ave azul que llegó a nuestras vidas para revolucionarla ⸺añadió James.

⸺Chicos, no debieron... ⸺fue interrumpida por los labios de Remus.

⸺No digas nada y disfruta de esta noche ⸺murmuró el castaño.

Roma asintió y los cuatro entraron al museo.

Caminaron a la sección de las aves azules. Unas hermosas guirnaldas de bombillas colgaban por cada extremo de ese lugar, una gran mesa redonda con cuatro sillas de diferentes colores.

Rojo, amarillo, verde y azul.

Roma rió por ese pequeño detalle.

Se acercaron y James ayudó a Roma a sentarse.

Entre los cuatro se miraban con una sonrisa deslumbrante.

⸺Siento que lo que tengo preparado para ustedes es una completa estupidez comparado con lo que hicieron. ⸺cubrió su rostro.

Remus quitó las manos de Roma ⸺. Será mejor de lo que hicimos.

⸺No lo creo.

⸺Entonces muéstranos ⸺incentivo Sirius.

Roma buscó en su bolso tres cajas con el color que ella les designó.

Cada uno tomó su color correspondiente y lo abrieron.

Estuvieron asombrados por el contenido.

Unos relojes relucían en cada caja.

⸺Roma, cariño, esto es precioso ⸺dijo James sacando el reloj de la caja⸺. Nunca me lo quitaré.

⸺Ni yo ⸺habló Remus colocándose el reloj.

⸺Ni en un millón de años. ⸺Sirius miró su muñeca con su objeto nuevo.

⸺¿En serio les gustó? ⸺Un pequeño brillo se creaba en los ojos verdes de la chica.

Los tres asintieron.

⸺Es perfecto, mi musa. ⸺James se inclinó un poco para dejar un pequeño beso.

⸺Tenemos un último regalo para ti. ⸺Sirius colocó sus manos sobre la mesa.

⸺Oh, chicos no se debieron molestar por eso. Con que se hayan acordado es suficiente para mí.

⸺Nunca molestas. Tendrás todo lo que pidas mientras estemos a tu lado. ⸺Sonrió el castaño.

James sacó un último envoltorio ⸺. Espero que esté saldada nuestra cuenta.

Roma estaba confundida pero aún así tomó aquel regalo.

Lentamente lo desenvolvió y soltó una risa al ver de qué trataba.

⸺Un tablero nuevo. ⸺Se lo mostró a los chicos con entusiasmo.

⸺Te lo debíamos ⸺dijo Remus.

⸺O sino como seguiremos jugando al Twister. ⸺Rió Sirius.

⸺Tienes razón, verde. ⸺Guiñó Roma.

Roma colocó a un lado el tablero al ver como unos mozos entraban con sus platillos.

Fueron dejados frente a cada uno, Roma no sabía cómo reaccionar.

⸺¿Cómo supieron? ⸺Miró a los chicos.

⸺En este mes logramos conocerte aún más ⸺inició Remus.

⸺El museo, las aves azules, las margaritas ya sea la bebida o la flor ⸺acotó James.

⸺Amas las pastas y las hamburguesas, el helado de chocolate, el color azul ⸺agregó Sirius.

⸺El vino, las estrellas, los animales, en especial los perros ⸺Remus miró de reojo a Sirius⸺, el parque, el invierno.

⸺La lista es muy larga y solo lo aprendimos durante un mes. ⸺James colocó su mano sobre la de Roma.

Fletcher quedó embelesada con cada palabra de los chicos. Ellos la conocían perfectamente, conocían la Roma que Scott no logró conocer durante tres años de relación.

Sonrojada por tercera vez en el día.

Se puso de pie y repartió sus besos a cada uno de esos chicos.

Se sentía afortunada de que por un baile y un juego de mesa haya iniciado todo.

[...]

La noche continuaba y los cuatro se encontraban caminando por un parque con helados en sus manos.

Roma quería caminar hasta su departamento. Quería que la noche fuera más larga. Quería que nunca llegará a su fin. Quería guardar ese cumplemes en su memoria.

Su helado se terminó pero continuó con el de Remus ya que él no quería más.

Estaban frente al edificio de Roma y los cuatro entraron.

Una vez frente a la puerta de Roma, ella sacó la llave y la abrió.

Los tres chicos iban a despedirse de ella, sabían que debía trabajar al día siguiente y no querían molestarla.

⸺¿Quieren entrar? ⸺Los tres negaron⸺. Solo un minuto así descansan de la caminata. ⸺Hizo un puchero.

Como se iban a negar a esa tierna mueca de Roma. Terminaron aceptando.

Roma se acercó al refrigerador y sacó una botella de agua.

⸺¿Quieren? ⸺Miró a los tres, señalando la botella.

Dos de los tres aceptaron.

⸺Sirius, cariño ⸺llamó la castaña ganándose la atención del pelinegro⸺. Podrías traerme mis pantuflas y mi suéter. Están en mi armario.

El pelinegro asintió y se dirigió a la habitación de Roma.

Fue directo al armario. Primero tomó el suéter que colgaba en una de las perchas y luego se agachó para tomar las pantuflas.

Al ponerse de pie su cabeza golpeó una de las perchas dejándola caer sobre una caja.

La tapa quedó medio abierta y un Sirius muy curioso se dispuso a abrirla completamente.

Sus ojos expresaban asombro pero su mente expresaba picardía.

Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro y además de levantar la percha, sacó algo de esa caja.

Regresaba sin quitar su sonrisa pícara.

Roma se encontraba sentada en el sillón junto a Remus y James. Los tres reían por un chiste del último nombrado.

Musa, te he traído tus pantuflas y tu suéter.

Roma giró su cabeza y sonrió al ver sus cosas.

⸺Pero curiosamente encontré algo en ese armario.

Sirius dejó ver ese elemento que sacó de aquella caja. La cara de Roma se tornó roja de la vergüenza.

⸺Veo que te diviertes sin nosotros ⸺habló coqueto.

Roma prácticamente saltó del sillón y trató de quitarle ese objeto a Sirius. Para su mala suerte el ojigris era más alto que ella.

⸺¿Qué es, Pads? ⸺preguntó James poniéndose de pie junto a Remus.

⸺Bueno es un objeto que simula ser lo que nosotros tenemos ⸺contestó.

⸺Un juguete. ⸺Remus sonrió ladino⸺. ¿Disfrutas jugar sin nosotros?

⸺Mierda, devuelvanmelo. ⸺Roma se ponía de puntitas de pie tratando de quitar aquel juguete de las manos de los tres.

⸺Así que juegas sin nosotros. ⸺James mantenía el objeto muy alto⸺. ¿Por qué?

⸺No es su asunto ⸺contestó entre dientes estirando su mano.

⸺Sí lo es, cariño ⸺contestó Remus.

⸺Se supone que solo nosotros debemos satisfacer tus necesidades ⸺dijo Sirius.

⸺Y no unos estúpidos juguetes ⸺agregó James.

Roma rodó sus ojos y se cruzó de brazos ⸺. ¿Saben qué? Quédenselo, tengo más de esos juguetes. Tal vez lo usen para experimentar otras experiencias en el ámbito sexual.

Fletcher giró sobre sus talones y caminó a su habitación.

No querían hacer enojar a su musa pero lo lograron ¿o no?

Los tres siguieron a Roma pero la puerta estaba cerrada.

Remus fue quien dio golpes suaves ⸺. Lo sentimos, cariño.

⸺Nuestra intención no fue que te enojaras ⸺dijo Sirius.

⸺Ábrenos por favor ⸺suplicó el azabache⸺. No queremos que la noche termine de esta manera.

Ninguna respuesta. Los tres pegaron sus oídos en la puerta y escuchaban pasos y como movía algunas cosas.

La puerta se abrió y los tres entraron encontrándose con tres sillas plegables.

En la cama había diferentes juguetes sexuales y Roma estaba de pie.

⸺Siéntense ⸺ordenó y sin chistar los tres obedecieron.

Roma buscó sus listones en la mesita de luz y se acercó a los muchachos.

⸺Manos juntas ⸺ordenó y ató cada par de manos de los chicos.

⸺¿Qué harás? ⸺preguntó Sirius al ver como Roma terminaba de hacer el nudo.

⸺Jugaremos ⸺respondió.

⸺¿A qué?

⸺Hoy sí que están curiosos. ⸺relamió sus labios⸺. Es un juego que inventé hace unos minutos

⸺¿De qué trata? ⸺curioseo Remus.

⸺Se llama a ciegas. Sin mirar ni tocar hasta que lo ordene. Sólo podrán escuchar.

⸺¿Escuchar qué? ⸺preguntó James.

⸺Cómo juego sola con mis juguetes.

Roma les privó la vista a los tres con sus bufandas.

⸺Roma, esto no es divertido.

⸺Para mí sí lo es. Es su castigo por hacerme enojar y tocar lo que no debían.

⸺Castiga a Sirius, él fue quien sacó tu juguete. ⸺James hizo un puchero.

⸺Wow que gran amigo eres, James ⸺habló con sarcasmo.

⸺Si uno se manda una cagada, los tres la pagan.

⸺Roma. ⸺Se quejaron los tres.

⸺No hablen o también les pegaré cinta en sus bocas.

Los tres se quedaron callados.

Roma se quitaba el vestido y se lanzó a la cama. Los muchachos oían cada cosa que hacía.

⸺Iniciemos ⸺habló maliciosa.

Tomó uno de los juguetes y se lo metió a la boca. Oían algo siendo chupado.

Roma encendió el vibrador y comenzó a jugar con sus pliegues.

El ruido de algo vibrar viajaba a los oídos de los muchachos.

Jadeos.

Cada jadeo provocaba que se endureciera y crezca el miembro de cada uno.

⸺¿Les gustan las adivinanzas? ⸺preguntó entre jadeos. No obtenía respuesta alguna⸺. Contesten.

⸺No somos buenos en eso ⸺dijo Sirius.

⸺Aunque a veces logramos resolverlas ⸺habló Remus.

⸺Por algo no fuimos a Ravenclaw ⸺murmuró James.

⸺¿Qué es Ravenclaw? ⸺Roma había oído a James.

⸺No es nada ⸺contestó rápidamente James.

Roma jugueteaba con sus pezones y usaba su vibrador para estimular su montículo de nervios. Y vaya que le estaba gustando, los gemidos y jadeos no dejaban de salir de su boca.

⸺Tres adivinanzas, una para cada uno. ⸺trató de explicar⸺. Si contestan bien voy a desatar los listones y las bufandas, y podrán unirse.

⸺¿Qué pasa si no lo hacemos?

⸺Seguirán... ah... seguirán oyendo cómo llegó a mi orgasmo. ¿Listos para jugar?

Los tres asintieron repetidas veces.

⸺Hablen.

⸺Sí ⸺dijeron al unísono de inmediato.

⸺Bien... primera... ahh... primera adivinanza para verde: Es ancho y largo y ustedes lo llevan colgando, ¿qué es?

Contesta bien, Sirius. Contesta bien》 pensaba el ojigris.

⸺Es una adivinanza con doble sentido ⸺ayudó Remus⸺. No digas una estupidez.

El pelinegro estaba bajo presión, tenía una respuesta en mente pero temía cagarla.

⸺¿La corbata?

⸺¿Es una pregunta o la respuesta?

⸺La respuesta ⸺dijo seguro.

Las vibraciones pararon y solo oían como alguien se levantaba de la cama.

Sirius podía sentir libre sus manos y luego tenía frente a sus ojos los senos de Roma.

No esperó ni un segundo que tomó a Roma y la dejó acostada en la cama.

⸺Puedes usarlos si quieres. ⸺Roma señaló a los juguetes.

⸺Claro que los voy a usar.

Tomó uno de ellos y lo llevó a la boca de la castaña, hizo un camino lento luego de hacer que Roma lo lamiera.

Y sin esperar lo introdujo en ella. Roma se agarraba fuertemente de las sábanas. Se le viraban los ojos cada vez que entraba y salía su juguete. No fue para nada suave con ella.

⸺Ropa ⸺dijo apenas la ojiverde.

Sirius se quitó rápidamente todas sus prendas y las lanzó por la habitación.

Los dos seguían escuchando como Sirius satisfacía a Roma. También querían hacerlo, querían satisfacer a su musa. Pero no podían hacer nada hasta que Roma dé las siguiente adivinanzas.

Sirius se inclinó para besar los apetitosos labios de Roma, sin dejar de introducir el juguete.

Una mordida en el labio inferior fue dejado en el pelinegro.

Black se cansó de usar ese elemento que lo reemplazó con su miembro erecto.

Fue duro y pausado para poder tocar cada centímetro de la entrada de la chica.

Roma gritaba del placer que le daba. Sirius jugueteaba con los senos.

⸺Siguiente adivinanza ⸺pidió James, ya no aguantaba más ese martirio.

Rojo. ⸺Trató de articular⸺. Tú adivinanza: En las manos de los demás estoy siempre metido, unas veces estirado y otras veces encogido, ¿qué soy? ⸺logró formular.

Sirius no paraba de embestirla, veía como su miembro entraba y salía de la entrada.

Roma estaba por llegar a su clímax.

Amor, ¿vas a correrte?

⸺Mjm. ⸺Mordió su labio inferior.

⸺Correte para mí, preciosa.

Y esas palabras fueron suficientes para que Roma dejará salir su orgasmo. Los fluidos ensuciaban las sábanas.

James seguía pensando en la respuesta.

⸺No tengo toda la noche, rojo. ⸺trataba de regular su respiración.

Roma se sentó y agarró entre sus manos la longitud de pelinegro y mientras esperaba masturbaba a Black.

⸺¿Puedo contestar? ⸺preguntó Remus.

⸺Pero es mi turno.

⸺Te estás tardando.

Roma suspiró ⸺. No peleen o se termina el juego.

⸺Bien ⸺contestaron.

⸺Remus, contesta.

⸺El abanico.

⸺Din, din, din, din. Correcto, amarillo. ⸺se separó de Sirius para poder desatar a Remus⸺. Rojo, te daré una oportunidad más, no la desaproveches.

Roma desvistió a Remus. El castaño la levantó y entró en ella con desesperación.

La agarraba de la cintura y la ayudaba a subir y bajar en su miembro.

Remus atacaba el cuello de la castaña, Roma tiraba su cabeza a un costado para otorgarle más acceso y poder ser marcada por él.

Sirius también se unió para besar el cuello de la castaña.

⸺Besense ⸺dijo Roma entre jadeos.

Los muchachos se miraron atónitos.

⸺Besense ⸺repitió.

⸺Roma...

⸺Háganlo.

Sirius y Remus tragaron saliva pero obedecieron la petición de Roma.

Sus bocas fueron fusionadas, a Roma le excitaba aún más observar cómo se besaban.

Ella estaba entre dos cuerpos desnudos, recargaba su cabeza en el hombro del pelinegro, mientras su entrada era profanada por el pene del castaño.

Remus rompió el beso y se acercó a la cama para sentarse, dejando que Roma saltara sobre él.

Roma empujó a Remus para que se acostara y llamó con la mano al pelinegro.

El entendió de inmediato y entró lentamente por atrás.

Sincronizadas los movimientos.

⸺Joder, quiero mi oportunidad ⸺protestó fuertemente James.

Rojo, tu última oportunidad, aprovéchala.

⸺Lo haré.

⸺¿Qué parte del cuerpo del hombre puede aumentar hasta 7 veces su tamaño?

Otra pregunta trampa pero esta vez James ya la había oído antes. Cuando Peter fue al club y compartió lo que escuchó en un programa de televisión.

Sonrió ladino ⸺. La pupila ⸺respondió muy seguro.

⸺¿Respuesta final?

⸺Sí.

Roma detuvo a los muchachos y ellos salieron de ella.

Fue hasta el azabache y lo desató. James frotó sus muñecas pero sin esperar una palabra beso con ferocidad a Fletcher.

Roma cortó el beso ⸺. Ustedes dos se sientan y ni se les ocurra intervenir.

⸺Roma...

Ella negó ⸺. El pobre rojo estuvo mucho tiempo sentado. ⸺Fingió pena.

Los muchachos se sentaron y James cayó sobre Roma en la cama.

Se besaron y la castaña le quitaba las prendas sin romper el beso.

James estaba completamente desnudo, giró a Roma y le pidió a uno de los chicos uno de los listones que se encontraba en el piso.

Potter ató las manos de la castaña detrás de la espalda. Fletcher estaba confundida, estaba por perder su mando.

El ojiavellana tomó uno de los juguetes y lo introdujo en el trasero de la chica y por la vagina introdujo su miembro.

Una vez más Roma estaba llena.

Gritaba de placer. Estaba derritiéndose con cada estocada.

James quitó el juguete luego de minutos, amarró cabello castaño en una de sus manos y tironeaba, su otra mano mantenía el agarre en la cintura de la chica.

No fue para nada delicado, se estaba vengando de la espera.

⸺Por favor, por favor.

⸺Quieres correrte, ¿cierto, amor?

⸺Sí.. sí... ⸺gritó.

⸺Aún no.

James desató el listón, dejando en libertad las manos de Roma. Su mano grande fue a la nuca y la tironeó para que su espalda choque con el pecho de él.

Potter colocó su mano alrededor de la garganta de Roma e hizo una leve presión.

Remus y Sirius se masturbaban mientras veían como James tomaba el control de la situación. Veían a Roma ser la sumisa. Querían tener su liberación.

Roma estaba extasiada por cómo estaba siendo tratada.

En ocasiones era masoquista y en ese momento lo estaba siendo.

La mano libre fue a parar en el clítoris y estimular aún más.

Demasiado placer recorría cada parte del cuerpo de la chica. Sus piernas temblaban y la electricidad estaba por salir de todo su cuerpo.

⸺James, por favor ⸺suplicó.

⸺Aún no.

El azabache quería llegar al orgasmo junto a Roma.

Las paredes de la chica estaban apretando el miembro del muchacho.

Y fue a los minutos que James dejó que Roma pudiera tener su orgasmo, ya que él también llegó a su clímax.

Roma cayó rendida en la cama y fue tapada con las sábanas.

⸺Aún así seguiré usando mis juguetes ⸺rió Roma, los muchacho se unieron con sus risas.

Junto a ella se acostaron los muchachos. Rieron y conversaron por unos minutos más antes de caer dormidos. Roma debía trabajar pero ¿cómo iba a lograr recuperar las energías luego de haber tenido otro de sus mejores momentos en el sexo? Por la mañana sus músculos le iban a pasar factura pero no estaba preocupada ya que los tres chicos le prometieron ayudarla a caminar hasta el trabajo y quedarse con ella el tiempo necesario.

El primer aniversario perfecto para esa pareja poliamorosa. La noche fue cerrada con un nuevo juego de adivinanzas y nuevos elementos, los juguetes.






































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Hola, hola!!

Quiero un Remus, Sirius y James en mi vida.

¿Habrá Wolfstar?

No es mi mejor trabajo pero es mi humilde aportación jajaja

Necesito que aprecien el hermoso gif que realizó -sprklsky

Dinámica: 120 votos y 80 comentarios, no valen puntitos y tendrán el siguiente 🤍

Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme @prongs.girl_ o usar el propio hashtag de la historia #unholywattpad.

Opiniones y teorías 👀 o peticiones para los siguientes capítulos 👀

XO, Sofy 🤍 🦋

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