𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟕

𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀𝐓𝐎

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La luz roja indicaba pare, daba el paso a los vehículos del lado izquierdo. A la espera del verde para indicarle el paso, pero antes debía pasar por el amarillo, precaución, estar preparada para el cambio de luces que llegaría en cualquier segundo.

El carro azul intenso aceleró al ver la luz verde. Mantenía ambas manos en el volante. Debía llegar a un lugar lo más rápido posible.

Los domingos por la mañana era costumbre pasar el día en otra casa. Ver películas o hacer karaoke y tomar helado, solo ellas dos.

Al llegar a su lugar de destino, estacionó frente a la casa blanca con rejas negras. Agarró su bolso y la bolsa que contenía el helado, y se bajó del carro.

Siguió el camino de entrada, abrió la primera puerta para poder llegar a la entrada principal.

Dió dos toques en la dura madera y esperó al dueño.

Su rostro estaba tapado por el pote de helado. El chirrido fue la señal de que alguien abrió. Solo se escuchó una leve risa.

⸺No tenía idea que los potes de helado podían caminar ⸺se burló la rubia.

⸺Lo siento ⸺se disculpó una voz graciosa y movió un poco el pote dando a entender que hablaba el objeto.

La rubia estiró su brazo y lentamente bajó el pote, dejando al descubierto a la persona detrás de este.

⸺¿Por qué te disculpas?

⸺Arruine tu día.

La rubia negó ⸺. No lo hiciste.

⸺Lo hice y en serio lo siento. No debí comportarme de esa manera, no debí dejar que mis emociones me ganarán, no debí... no debí dejarte sola, a ti, a Lily y Marlene. Creí haberlo superado pero...

Las palabras de Roma fueron calladas por el repentino abrazo de Monique.

⸺Deja de disculparte, no hiciste nada ⸺murmuró en el oído de Roma.

Roma cerró sus ojos y agradeció internamente por tener una amiga como Monique, su mejor amiga, su hermana de otra madre... su alma gemela.

Nunca fue Claire, siempre fue Monique.

⸺Tengo una sorpresa para ti ⸺la rubia se separó y rodeó los hombros de la castaña para hacerla ingresar a la casa⸺. Primero dejemos el helado en el refrigerador y te lo mostraré.

Roma asintió.

Una vez que Monique guardó el helado, llevó a Roma al patio.

La castaña estaba algo confundida al ver una tela celeste sobre el asador, poseía varios agujeros, manchas de pintura, de grasa para autos, en fin estaba arruinado.

⸺Mon, ¿qué hiciste? ¿Por qué ese vestido está así?

Roma se acercó rápidamente para tomarlo.

⸺Ro, deja eso ahí.

⸺No. ¿Por qué lo hiciste? ⸺tomó el vestido entre sus manos para verlo⸺. Esto es un desastre, debemos arreglarlo.

⸺Romi, déjalo ahí. No es tuyo, ni de Lily ni de Marlene. Es de...

⸺Claire ⸺le robo las palabras. Roma miró a Mon, ella asintió.

⸺Ahora déjalo ahí.

La castaña lo dejó caer al suelo, Monique se acercó y lo levantó para dejarlo nuevamente en el asador.

Se giró e ingresó a la cocina. De ahí busco un encendedor y se lo entregó a Roma.

⸺¿Qué quieres que haga? ⸺pasó su vista del encendedor a Monique.

Monique Miller señaló el vestido con su cabeza.

⸺Quemarlo ⸺murmuró Roma, aún sin poder creer lo que Miller le pedía.

⸺Sí. Cerrar un ciclo para poder iniciar uno nuevo.

Cerrar un ciclo ⸺repitió Roma.

La castaña corrió a la puerta de entrada para poder ir a su auto y buscar algo. Esta vez la confundida era Monique.

Cuando Roma entró corriendo tenía dos fotografías y un collar de plumas en sus manos.

Esos objetos fueron dejados sobre el vestido arruinado.

⸺Es un adiós definitivo ⸺murmuró la castaña viendo con detenimiento ambas fotografías, una de ellas era de Scott en los años de la universidad y la otra se trataba de Claire cuando eran unas niñas. El collar era de Scott, el primer regalo del castaño a Roma.

Cerrar ciclos, cerrarlo para iniciar uno nuevo y mejor.

⸺Espero que no quememos la casa ⸺rió Roma antes de prender fuego esos objetos.

⸺Solo dañaremos un poquito la capa de ozono pero es por una buena causa.

Roma rió y con su dedo pulgar encendió el encendedor, una pequeña llama flamante danzaba sobre este.

Lentamente fue acercándose aquella llama hasta estar demasiado cerca del vestido y poder prenderle fuego.

⸺Adiós para siempre, hijos de puta ⸺retrocedió, las llamas estaban consumiendo cada cosa que estaba sobre el asador.

Monique abrazo por los hombros a la castaña y ambas veían como cada objeto era calcinado.

Roma por fin sintió la tranquilidad que buscaba. Un cierre. Las personas que le hacían mal fueron alejadas para siempre, fueron olvidadas.

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Lunes por la mañana, primer día de la semana y el más fatigoso luego de un fin de semana. Pero para Roma no.

Ese día iba a ser el inicio de todo. A partir de ese 19 de noviembre de 2010 cambiaría todo para Roma. No le importaba si terminaba mal o bien, ella sólo disfrutaría el momento sin importar lo que el futuro le depare.

Dirigiéndose a su trabajo, lograba ver de lejos el semáforo en verde, tratar de acelerar un poco más pero disminuyó la velocidad al ver el amarillo en medio y al resplandecer el rojo se detuvo completamente.

Los semáforos. Roma los recordaba cada vez que veía un semáforo. Rojo, amarillo y verde. Y ella sería el vehículo azul que tratara de seguir cada uno.

Nunca olvidaría su café y tostada. Hasta incluso llevaba helado para guardarlo en la cocina de la oficina.

El helado es un postre que no debe faltar en el refrigerador de Roma. Su postre favorito.

Al llegar al despacho, Roma se dispuso a ver algunos archivos.

Su encuentro con los tres muchachos sería a última hora.

Debía matar el tiempo con varias cosas. Cada tanto miraba el reloj de pared o el de su celular.

Trataba de repasar sus palabras.

Necesitaba explicar aquel contrato para que los chicos ya dejen de ser su clientes y pueda pasar al tema que a Roma le compete realizar con urgencia y deseo.

Horas y horas.

Roma disfrutaba la vista de su oficina. Lograba ver todo Londres.

Hasta incluso ver como el sol se ocultaba. Los atardeceres eran sus momentos favoritos del día.

Ahí estaba, disfrutando de uno. Hasta que la puerta se abrió, Roma se giró y su secretaria, le informaba que la cita de las 18 había llegado. Roma le dio el consentimiento de dejarlos pasar.

La castaña se acercó nuevamente a su escritorio y se sentó en su silla, arregló su cabello y alisó su falda y blazer. Juntó sus manos sobre el escritorio y esperó.

Solo unos segundos y tres hombres con traje ingresaron. Dos de los tres observaron con detenimiento cada rincón de aquel lugar. Azul por todos lados, los diferentes tonos en diferentes objetos. Azul es el nuevo color favorito para ellos. Ahora para los tres el azul será el color primordial de sus vidas. Será su obligación principal satisfacer cada necesidad de su azul.

La castaña señaló las tres sillas vacías y los chicos se sentaron. Las miradas eran penetrantes en la castaña, sus corazones latian de una manera tan irreconocible.

Por fuera Roma estaba tranquila pero por dentro moría de los nervios.

Por otro lado, los tres frente a ella se miraban entre sí, como si se estuvieran leyendo la mente y coordinando sus palabras y gestos.

Roma abrió el archivo y carraspeo.

⸺Gracias por venir ⸺inició la castaña.

⸺No agradezcas, siempre que llames estaremos aquí, o en cualquier otro lugar, en un santiamén ⸺dijo James.

⸺Eres nuestra prioridad, sexy bailarina ⸺guiño Sirius.

⸺Solo tú estás al principio de la lista, lo que sea que necesites nosotros te lo daremos ⸺Remus inclinó su torso hacia adelante para poder acercarse.

Roma relamió sus labios y abrió levemente su boca.

⸺He leído el contrato ⸺inició Roma para poder terminar con ese asunto e iniciar con el siguiente⸺. Y no veo ningún inconveniente con ello.

⸺Se viene un "pero" ⸺murmuró Remus. Él conocía más sobre los negocios.

Roma asintió ⸺. El dueño. Lo investigue y ha tenido algunos problemas con sus compradores anteriores. Cada vez que podía le subía el precio o si se tardaban en pagar lo acordado le cancelaba la compra y se quedaba con lo que habían pagado antes.

⸺Bueno, eso no será ningún problema ya que nosotros lo haremos en un pago, en caso de que se quiera pasar de astuto, lo demandamos y ya tenemos una abogada ⸺añadió Remus y los tres miraron a Roma coquetos.

Esas miradas la ponían nerviosa pero debía mantener su compostura.

Roma pensaba en cómo podían tener esa gran cantidad de dinero. El nuevo club costaba bastante y ni con todas las ganancias del primero podrían pagarlo.

⸺Entonces, ¿terminamos con el contrato? ⸺preguntó Sirius.

⸺¿Eso seria todo? ⸺James miró a Roma.

⸺Eso sería todo ⸺finalizó Fletcher⸺. Su caso tiene el visto bueno pero solo tengan cuidado aunque lo paguen de un solo movimiento. Como dije el dueño, a quien le compran el lugar, ha tenido problemas.

⸺No te preocupes por eso, cariño ⸺acotó Remus.

⸺Bien, este tema está cerrado. Ya no trabajo para ustedes.

Roma se sentía aliviada de decir esas palabras. Ya no formaban parte de sus clientes.

La castaña movió a un costado las cosas del escritorio y los miró a los tres. Analizaba a cada uno.

Los ojos verdes brillaban cada vez que observaba a los muchachos.

⸺Bueno, si ya no trabajas para nosotros entonces es momento de hablar de algo que nos involucra a los cuatro ⸺inició Remus⸺. Tú estás presente en cada uno de nuestros pensamientos ⸺fue directo, sin rodeos.

⸺Y eso no debe quedar así. No queremos que solo seas parte de nuestros sueños ⸺continuó Sirius.

⸺Te queremos junto a nosotros. Queremos que solo seas nuestra y de nadie más. Esa noche no nos agradó verte cenando con aquel niñato⸺añadió James.

Roma quedó un poco perpleja, no era la única que no lograba sacarlos de la cabeza a esos tres.

⸺¿Y qué proponen? ⸺quería demostrar desinterés pero el tono de voz no ayudó.

⸺Salir los cuatro. Tener una relación. Nada de relación abierta, seremos exclusivos ⸺contestó Remus.

⸺No saldrás con nadie que no sea alguno de nosotros ⸺dijo Sirius.

⸺Solo serás nuestra ⸺añadió James.

⸺De hecho, ustedes son míos. Y ya los tengo en la palma de mi mano, como si fueran títeres ⸺Roma tomó la rienda de la conversación ⸺. O cómo fue que llegaron a mi cita, sé que fue Monique; no dejan de pensar en mí. Sé que no son íntimos amigos de mi jefe, averiguaron donde trabajo y lo tomaron a su favor con la excusa del nuevo club. Amores, averigüe todo, me inventé lo del dueño, ese lugar que ustedes tanto quieren comprar no existe. Ser abogada te da como beneficio tener contactos para ayudar, ¿creyeron que no me daría cuenta? ⸺rió falsamente ⸺. A mí no se me escapa nada, mis bailarines. Lo que no entiendo es cómo fue que convencieron a mi jefe de que son viejos amigos o cómo fue que Finn se retiró de la cita sin ver su celular, solo note que murmuraban en su oído. O son muy buenos extorsionando o son magos ⸺los tres muchachos abrieron sus ojos por este última suposición⸺. La magia no existe, así que ustedes son buenos extorsionando a las personas.

⸺Si que te tomas tu trabajo muy en serio, eso habla muy bien de ti, cariño ⸺dijo Remus.

⸺Nos atrapaste. Descubriste lo que hicimos ⸺dijo James elevando sus manos.

⸺Ideamos todo, preciosa, y no nos arrepentimos porque sabemos que tú sientes lo mismo ⸺sonrió ladino Sirius.

⸺Eso es cierto ⸺ni lo negó⸺. Entonces, ¿los cuatro estaremos en una relación?

Los tres se miraron con una sonrisa triunfante ⸺. Sí ⸺contestaron al unísono.

⸺Bien, antes de yo acepte solo quiero dejar en claro unas cuantas reglas, como si fuera un "contrato verbal".

⸺¿Cuáles? ⸺curioseo James.

⸺La primera y principal, la exclusividad, si uno de ustedes llega a romper esa regla nuestra relación queda por terminada, no me importa si fue el error de uno, lo pagan los tres ⸺señaló a cada uno con su dedo índice⸺. Segundo, pueden seguir bailando en el club, nunca les negaría que hagan algo que les gusta, además podré tener bailes privados ⸺guiñó, los muchacho elevaron una ceja coquetos⸺. Tercero no necesariamente deben estar los tres para tener sexo, puedo acostarme con uno o con dos o los tres a la vez, como la primera vez. Y finalmente me deben comprar otro tablero ya que uno de ustedes rompió el mío, sino como jugaremos a juegos de mesa ⸺soltó una risita.

Roma se reclinó en su silla y junto sus manos sobre el abdomen, expectante a la respuesta de los tres.

⸺¿Aceptan?

Una vez más intercambiaron miradas.

⸺Nosotros tenemos un par de reglas que añadir ⸺habló Remus antes de cerrar aquel "contrato".

⸺Sueltenlo.

⸺Nosotros te llevaremos y buscaremos del trabajo ⸺dijo Remus⸺. Seremos quienes cumplan cada uno de tus caprichos, así que lo que pidas lo tendrás, reina.

⸺Bailarás exclusivamente para nosotros ⸺añadió Sirius.

⸺Y tendremos nuestras citas ya sea los cuatro o por separado, además que nos deberás acompañar si tenemos alguna cena importante de negocios ⸺finalizó James.

⸺¿Eso es todo? ⸺los chicos asintieron⸺. Entonces, tenemos una relación los cuatro.

Roma estiró su mano pero no fue tomada. Los tres se levantaron y besaron a Roma, cada uno tuvo su turno.

Sirius y Remus se separaron y se acercaron a la puerta.

⸺¿Ya se irán?

⸺Debemos hacer unas cosas pero James te llevará a casa ⸺contestó Remus.

⸺He traído mi auto, no es necesario que, aunque sea, hoy lo hagan.

⸺Tenemos un trato, mi musa. Y un trato no se rompe.

⸺No puedo dejar mi carro aquí.

Sirius se acercó y extendió su mano ⸺. Las llaves ⸺pidió.

Roma elevó una ceja.

⸺Me lo llevaré y lo dejaré en tu edificio ⸺explicó.

Roma asintió y buscó sus llaves. No las encontraba.

⸺Al parecer alguien ya perdió la cabeza y ni un día lleva saliendo con nosotros ⸺burló James al tomar las llaves que estaban sobre unos papeles.

Roma soltó una risa de vergüenza ⸺. Lo siento no las había visto.

⸺No te disculpes, amor ⸺dijo Sirius guardado las llaves en su bolsillo⸺. Te vemos luego, preciosa ⸺guiño.

⸺Mañana te llevaré y buscaré, así que debes esperarme ⸺remarcó Remus⸺. Te mandaré un mensaje para saber a qué hora debes estar aquí.

Ella asintió, y los dos salieron de la oficina, dejando solos a Roma y James.

⸺Estamos solos, ¿qué quieres hacer? ⸺preguntó James acercándose con su silla.

Roma elevó unos papeles ⸺. Trabajar. Antes que llegarán mi jefe me dejó más pilas de papeles, así que debo quedarme más allá de mi horario. Es aburrido y lo siento por hacerte esperar, si quiere pued...

⸺Me quedaré aquí, te haré compañía hasta que termines ⸺besó la mejilla de la chica.

Roma se ruborizo.

Mientras Roma leía los papeles y hacía pequeñas anotaciones, James la miraba realizar lo que a la chica tanto le apasiona. Pudo notar como sus ojos brillaban como estrellas a leer cualquiera de los papeles frente a ella, notar como mordía el bolígrafo para concentrarse, como acomodaba su cabello para no estorbar con la lectura o como sus labios se curvaban cuando algo estaba bien o mal. Hasta sus ojos expresaban demasiadas emociones con cada caso.

Roma giró su rostro y estaba a centímetros del azabache ⸺. Quiero helado ⸺murmuró acercando sus labios y rozando con los del ojiavellana.

⸺Iré a comprártelo.

⸺No es necesario. Tengo guardado en la cocina ⸺corrió su silla hacia atrás y se inclinó hasta el oído del azabache⸺. No me tardo ⸺besó el cuello del chico provocando una sonrisa ladina en él.

Roma se alejaba bajo la atenta mirada de James. Veía cada parte de su cuerpo, estaba como loco y tan agradecido de que esa chica se haya cruzado en sus caminos. Su musa.

James jugaba con su silla. Daba vueltas o se movía de un lado a otro gracias a las rueditas de esta. Parecía un niño pequeño. Esperaba que Fletcher llegará con su helado.

[...]

La castaña abrió el refrigerador y sonrió al encontrarse con su helado de chocolate. Como amaba su postre favorito. Si tuviera que elegir a alguien para casarse sería aquel helado de chocolate.

Fletcher regresaba a su despacho con una sonrisa tan grande por tener su helado junto a ella. Estaba a punto de abrir la puerta de su oficina pero alguien la detuvo.

⸺Roma ⸺una voz masculina la llamó.

La ojiverde se giró y sonrió acercándose ⸺. Archie ⸺lo abrazó⸺. Hace bastante que no te veo por aquí.

⸺Bueno, Robert.

Con ese nombre ya supo porque uno de sus colegas no se paseaba por todo el bufé de abogados.

⸺Te entiendo ⸺dio suaves palmadas sobre el hombro⸺. Está en esos días que nadie lo soporta y reparte trabajos a la loco.

⸺Ni me lo recuerdes.

Ambos rieron.

⸺Con el resto iremos a un bar, puedes acompañarnos si quieres ⸺acarició el brazo de la castaña, la miró fijamente en búsqueda de una respuesta.

Fletcher estaba por abrir su boca para contestar pero la apertura brusca de la puerta de su despacho hizo que la cerrará.

⸺Señorita Fletcher, aún no me ha aconsejado sobre mi caso ⸺gruño la persona detrás de Roma.

⸺Oh, no sabía que aun estabas con clientes ⸺Archie miró al hombre.

⸺Bueno suelo ser olvidadiza ⸺habló entre dientes⸺. Ve diviértete, tengo trabajo que hacer ⸺señaló al azabache detrás de ella.

⸺En otra ocasión será, Ro ⸺se despidió con una sonrisa.

⸺Nos vemos, Archie ⸺sonrió levemente.

Archie se giró y caminó hacia el ascensor. Por un segundo giró su cabeza para ver a Roma por última vez.

Fletcher se acercó al azabache y este se hizo a un costado para que la chica ingrese.

Su actitud cambió drásticamente, a Roma le pareció raro, si todo estaba bien minutos antes. ¿Por qué el cambio de actitud?

James esta vez se sentó frente a Roma, y la castaña regresó a su lugar moviendo la silla que James ocupaba con anterioridad.

Quería preguntar si algo estaba mal, o si pasó algo por el cambio de actitud, pero se contuvo y abrió su helado.

Abrió uno de los cajones de su escritorio y sacó una cuchara.

Roma enterró su cuchara y sacó una cantidad generosa para llevársela a su boca. La cuchara entraba y salía de su boca hasta que no quedara rastro alguno.

James mordía el interior de su mejilla, como le gustaba que hiciera eso con sus labios. La lengua de Roma limpiaba la cuchara y James mordía su labio.

⸺¿Quieres? ⸺extendió su cuchara.

⸺No ⸺contestó secamente.

Roma frunció su ceño ⸺. ¿Sucede algo?

⸺No.

⸺Vamos, dime. Te has comportado diferente desde que regresé con mi helado.

⸺No sucede nada.

⸺No insistiré, si no quieres hablar pues allá tú.

Roma volvió a realizar esos movimientos con sus labios y lengua.

James cerraba fuertemente sus puños, se contenía.

⸺Tienes un poco de helado ⸺James señaló más allá de la comisura labial.

Roma con su lengua intentaba limpiar la mancha de chocolate, pero era en vano.

James se puso de pie y se acercó a Roma.

⸺¿Me dejas...?

Fletcher asintió.

Potter acercó su rostro y sus labios donde estaba la mancha para poder sacar su lengua y pasar por el sabor chocolate.

Un escalofrío pasó por todo el cuerpo al sentir el paso de algo tibio.

⸺Creo que veo otra mancha ⸺murmuró James.

⸺¿Dónde? ⸺preguntó inocente Roma.

James sonrió de lado y se acercó al cuello de su musa. Esta vez repartía besos por toda esa zona, Roma mantenía sus ojos cerrados y su boca levemente abierta.

⸺¿Ya se quitó todo?

⸺No.

James continuaba con sus besos hasta llegar a la solapa de la camisa blanca de Roma.

El azabache levantó a Roma por los antebrazos y él tomó el lugar de Roma.

Palmeo su pierna derecha para que la castaña se sentará allí.

Roma obedeció, abrió sus piernas y se sentó en la pierna de James. Él colocó sus manos en la cintura de la chica y obligó a que se moviera adelante y atrás. Se frotaba sobre la pierna del azabache.

Unos pequeños jadeo abandonaban la boca de Roma.

⸺James, esta.. estamos... hay personas fuera.

Mantenía su agarre con una sola mano, la otra la llevaba al bolsillo de su pantalón, aprovechó que Roma mantenía sus ojos cerrados y sacó un objeto poco común murmurando algunas palabras inentendibles para la castaña.

⸺Así que ese tal Archie te invito a un bar.

Y Roma se dio cuenta del comportamiento de James.

⸺¿Ibas a aceptar?

Roma negó ⸺. Ten... tengo traba... trabajo que hacer ⸺apenas lograba terminar sus oraciones. El vaivén de su pelvis aceleraba cada tanto, pequeños gemidos ahogados salían de su boca. Su exaltación iba aumentando.

⸺No respondiste mi pregunta, "Ro". ¿Ibas a aceptar o no?

Roma negó ⸺No, no iba a acep... ah... aceptar.

James apretaba la cintura de Roma y hacía que sus movimientos sean rápidos.

⸺Joder... James, estoy por...

La cabeza de Roma se escondía en el cuello del azabache.

James lograba oír la respiración agitada y los pequeños gemidos que soltaba. Lograba sentir el corazón de Roma latir rápidamente.

Justo cuando Roma estaba por tocar el cielo se detuvo. La castaña se alejó y lo miró con enojo.

⸺Estaba por... ¿por qué? ⸺hizo un puchero.

⸺Creo que nunca te dije que te veías muy bien bailando aquella noche, pero te verías mejor encima de mí.

James alejó sus manos de la cintura de Roma y las llevó a su pantalón para desabrocharlo y bajarlo un poco acompañado de su ropa interior, dejando libre su miembro.

⸺Vamos, mi musa. Monta tu tren.

Roma mordió su labio inferior, se levantó de la pierna de James, dejó un rastro húmedo en el pantalón pero no les importo. Fletcher miró su puerta y luego a James.

⸺Nadie entrará y nadie nos escuchara ⸺susurró.

⸺¿Cómo estás tan seguro?

⸺Solo confía en mí, amor.

Roma estaba dudando. No quería ser atrapada teniendo sexo en su despacho, podría meterse en problemas.

James esperaba a Roma, pero no parecía que quería hacerlo.

⸺No tengas miedo, sé que quieres hacerlo. Un poco de adrenalina no hace daño a nadie.

Roma veía con detenimiento los ojos avellanas llenos de lujuria.

Verde y avellana se miraban fijamente. Roma inconscientemente se quitó su braga. Esos ojos la hipnotizaron.

⸺Un poco de adrenalina no hace daño a nadie ⸺repitió Roma y se montó en su tren de ida pero no había regreso.

Pequeños saltos lograban rechinar la silla. El rostro del azabache se escondía entre los senos ya descubiertos de la chica.

Las camisas de ambos ya estaban esparcidas en el suelo.

Los gruñidos y gemidos estaban presentes, retumbando los oídos del otro.

James le golpeó el trasero dejándole una marca roja. Roma gemía cada vez que lo hacía.

Se fusionaron en besos con lengua.

Potter se levantó de la silla con Roma aún pegada a él y la sentó bruscamente sobre el escritorio.

Ahora él tenía el control. Roma se agarraba fuertemente del borde de la madera.

El golpe de pelvis era ruidoso. James entraba y salía a una velocidad que le robaba varios gemidos a la muchacha.

La perilla de la puerta giraba pero no se abría. Roma abrió sus ojos.

⸺James... James ⸺advertía al azabache.

Pero la puerta no se abría. ¿Cómo era posible si en ningún momento la cerró con cerrojo?

⸺No entrarán ⸺gruñó James.

⸺¿Cómo estás seguro?

⸺Solo lo sé.

El azabache seguía embistiendola. Roma lograba ver como la longitud entraba y salía de su entrada.

Amor, estás tan apretada ⸺murmuró.

⸺Por favor no pares ⸺rogó agitada.

No estaba en sus planes parar. James llevó una de las piernas de Roma a su hombro para lograr entrar aún más profundo en ella.

Estaban tan exhortos en llegar a su orgasmo que en un abrir y cerrar de ojos Roma logró que su excitación explotara y sus fluidos mancharan el suelo y pantalón del azabache. El siguiente fue James, se vacío en ella.

James bajó la pierna de Roma y la besó con ferocidad. Mordiendo el labio inferior de la castaña.

⸺¿Lista para irnos a casa? ⸺murmuró James sobre los labios de Roma.

La chica asintió mientras recuperaba su aliento.

⸺Pero antes de llegar a casa quiero pasar por la heladería.

⸺Lo que órdenes, mi musa.

Los dos se limpiaron con los pañuelos que tenía Roma, se vistieron, arreglaron cada detalle para que no sospecharan y salieron de esa oficina pero no había nadie.

Un pote de helado había sido abandonado en el lugar donde se cometió el delito de la pasión. Pero no por mucho tiempo, Roma entró y se lo llevó consigo.




































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Hola, hola!!

Asi que cerrando ciclos, Romita 😏

Los masterminds les dicen a esos tres 🤭

Ahora si se viene lo chido jajaja

¿Quién está listx para otro juego de mesa?

Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme @prongs.girl_ o usar el propio hashtag de la historia #unholywattpad.

Opiniones y teorías 👀 o peticiones para los siguientes capítulos 👀

XO, Sofy 🤍 🦋

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