𝐕𝐀𝐐𝐔𝐄𝐑𝐎𝐒 𝐈

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La mañana de Roma fue muy atareada. Desde que renunció a su trabajo por su seguridad, trataba de mantener su mente ocupada. Su rutina había cambiado, sus mañanas habían cambiado y todo gracias al temor de ser acosada.

Fue una decisión difícil, pero ella veía por su bienestar, su salud mental.

Y allí estaba. Esperando a ser llamada por su psicóloga. Junto a ella se encontraba Monique. La rubia se ofreció a acompañarla en esa mañana.

⸺Ro ⸺llamó Mon sin levantar la vista de su  celular.

⸺¿Qué sucede? ⸺preguntó Roma al ver el rostro palidecido de su mejor amiga.

⸺Me acaba de llegar un mensaje… ⸺la castaña la miraba con desespero ⸺. Recuerdas esa fiesta que tus padres organizaron para Roswell.

Se le erizó los vellos del cuerpo a Roma al escuchar ese apellido. Solo asintió.

⸺Mi madre acaba de mandarme que no se presentó, que está desaparecido desde hace días. Ya dieron informe a la policía.

⸺Esta… esta… yo… ⸺Roma balbuceaba, no lograba formar una respuesta coherente. Sus palabras se esfumaron en el aire, como si nunca hubiera aprendido a hablar. No sabía qué sentir, qué hacer, cómo comportarse, si llamar a sus padres o simplemente hacer como si nada le había pasado a ese señor ⸺. No sé…

⸺Fletcher ⸺el llamado hizo que Roma mirara a la puerta. Había llegado su turno.

⸺Puedes ir a caminar para pasar el tiempo.

⸺No te preocupes. Traje revistas y un libro. Estaré aquí. Habla con ella de lo que sientes en este momento.

Roma sonrió levemente e ingresó al consultorio.

⸺Buenos días, doctora Callaghan. ⸺Roma caminó hacia el sillón frente a la mujer pelinegra, de pecas y morena.

La mujer poseía una pequeña libreta entre sus manos y una pluma. Antes de hablar arreglo sus gafas ⸺: ¿Y bien?

Callaghan miraba fijamente a Roma. Podía percibir que algo le afectaba. Los ojos verdes trataban de no hacer contacto visual.

⸺Antes de ingresar he recibido una noticia.

⸺¿Buena o mala?

⸺No lo sé. No sé qué sentir al respecto.

Mikaela Callaghan incentivaba a Roma a hablar. A tratar de expresar todo lo que sentía en ese momento.

El tiempo pasaba y, paciente y profesional continuaban en la sesión. Roma escuchaba los consejos de su psicóloga y Mikaela analizaba el comportamiento de Roma al hablar sobre lo sucedido, no sólo antes de la sesión, sino que también cómo la pasaba estos últimos días sin su trabajo.

Monique mantenía su atención en las revistas. Era la cuarta vez que las ojeaba. No quería irse de aquel lugar, no quería dejar sola a Roma en ningún momento. La puerta del consultorio se abrió después de una hora, los ojos verdes de la rubia observaban como su mejor amiga salía y podía percibir cierta relajación en el cuerpo de esa castaña.

Con una simple sonrisa, Monique se levantó y caminó junto a Roma hacia la salida.

Ahora tocaba ir a otro lugar. Era día de hacer pendientes médicos. En su lista tacho “visita a psicóloga” y la siguiente era “ir a ginecóloga”.

Ellas caminaban por las calles de Londres, viendo como la primavera llegaba a la ciudad. Marzo estaba transformando el lugar.

Antes de la siguiente cita, Roma quería café en su organismo. Hicieron una pequeña parada en un Take away.

Su nariz se deleitaba con el aroma de su mocca, sus manos se calentaban al sostener el vaso y sus ojos se mantenían cerrados disfrutando del pequeño contratiempo.

⸺¿Cómo te fue? ⸺Monique rompió la burbuja de Roma.

⸺Bien. Estoy bien.

⸺Y… ¿Con respecto a lo otro?

⸺Estoy bien y eso es lo importante.

Monique entendió el tono de la castaña. No quería hablar del tema, necesitaba continuar con su mañana.

⸺¿Y Sam? ⸺Cambió de tema la castaña.

⸺Bueno… hay algo que debo hablar contigo.

⸺Estás embarazada o se divorciaran.

⸺¿Qué? No ⸺chilló inmediatamente Monique.

⸺¿Entonces?

⸺Puede esperar. Te prometo que no es nada malo ⸺contestó la rubia al ver la clínica.

⸺¿Estás segura?

⸺Lo estoy.

Roma no estaba muy convencida, de inmediato comenzó a crear los posibles escenarios que Monique tendría que contarle.

⸺¿Quieres salir mañana? Así me cuentas lo que está pasando. Te diría cena hoy, pero quiero ir al club a ver a mis chicos. Ya sabes darles una sorpresa.

⸺Mañana está bien.

⸺Día de chicas.

Con eso último Roma y Monique ingresaron a la clínica. Antes de anunciarse con la secretaria, terminó su mocca y lo tiró a la basura.

⸺Linda mañana que te he dado ⸺rió la castaña.

⸺Bueno, tu salud es lo primero.

La sala de espera estaba casi vacía, solo se lograba observar a dos mujeres embarazadas y del otro lado de la sala a una pareja con su recién nacido. Roma veía al bebé y luego su vista pasaba a las mujeres embarazadas. ¿El universo le estaba dando una señal?

Nuevamente su apellido se escuchaba desde uno de los consultorios y nuevamente Monique sacaba sus revistas.

La consulta de Roma con la ginecóloga se trataba de un tratamiento para quitar el DIU, pero, esta vez, le aconsejaron no colocar uno nuevo inmediatamente, sino que debía esperar hasta su siguiente ciclo menstrual.

Sin embargo Roma, buscaba una alternativa para que, durante ese tiempo sin ese método anticonceptivo, pueda cuidarse, además de usar el condón. No quería quedar embarazada durante ese período sin su amigo de confianza el DIU. El sexo era algo de su rutina del día a día.

El procedimiento fue rápido y,  en un abrir y cerrar de ojos, Roma y Monique ya se encontraba dirigiéndose a la casa de la primera.

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Al llegar, la castaña le ofreció a la rubia quedarse para el almuerzo, pero ella se negó tenía cosas que hacer junto a su esposo.

Ambas se despidieron y Roma entró a la casa. Sus fosas nasales se hacían un festín al sentir el aroma de algo cocinarse.

Sus pies se movieron de manera involuntaria para llegar a la cocina, sus ojos brillaban al ver la imagen de sus tres chicos cocinando. Remus daba las órdenes y Sirius y James las seguían.

⸺Necesito una cámara para guardar esto.

Los muchachos se giraron al oír la suave voz de su amada. Dejaron lo que estaban haciendo y fueron directo a consentir con mimos a la chica.

Besos y caricias eran repartidas por todo el rostro de la castaña.

⸺¿Qué tal te ha ido, cariño?

⸺Tengo una mala noticia.

Los tres pares de ojos se abrieron al escuchar dichas palabras, esperaban que continuara con la noticia.

⸺La ginecóloga me recetó no tener sexo por un mes.

Los muchachos no podían creer lo que su chica les estaba diciendo, parpadearon, quedándose sin palabras e inmóviles.

⸺¿Qué? ⸺preguntó Sirius aún si caer por la noticia.

⸺Es una broma, ¿verdad? ⸺continuó James.

Roma se separó de los chicos y se acercó a la estufa para ver lo que los muchachos cocinaban.

Ellos veían con detenimiento a la castaña, esperando que fuera una broma. Pero lo único que obtuvieron fueron los ruidos placenteros de Roma al probar un pedazo de pollo.

⸺Wow, les afecta tanto no tener sexo.

⸺No es eso, es que… ⸺Remus buscaba las palabras correctas.

⸺Amamos tocarte, sentirte. ⸺interrumpió James.

Una sonrisa juguetona se formó en los labios de la mujer.

⸺Fue una broma. Debieron ver sus caras. ⸺lanzó carcajadas ⸺. Podemos tener sexo, solo que esta vez necesitamos cuidarnos más.

⸺Siempre usamos condón, hasta podemos prepararte una poción por si algún día nos olvidamos.

⸺Sabemos que no quieres hijos y nosotros siempre estaremos de acuerdo con las decisiones que tomes.

⸺Es tu cuerpo, no decidimos por ti, lo haces tú.

⸺No puedo creer que se tardaron en llegar a mi vida.

⸺Nunca nos iremos, preciosa.

⸺Palabra de Merodeador ⸺dijeron al unísono James y Sirius.

Roma dejó el tenedor a un lado y se acercó nuevamente a sus chicos para besarlos. Ella se detuvo al notar los nudillos de cada uno.

⸺¿Cómo se hicieron eso? ⸺Dio un paso hacia atrás, señalando las manos de cada uno.

Ellos elevaron sus manos y las observaron, cambiando miradas entre ellos, buscando una explicación.

El silencio era tan grande que Roma sentía sofocación al no recibir respuesta. Ansiosa.

⸺Chicos, ¿qué está sucediendo?

⸺Sólo unos problemas ⸺contestó Remus, tratando de verse lo más relajado posible, pero por dentro estaba nervioso.

⸺Me están ocultando algo. Lo sé. Lo hacen desde que… pasó lo de Peter. Lo note en el museo. Lo noto cada vez que se desaparece uno de ustedes y me dan respuestas vagas de lo que hacen en esos tiempos. O cuando los tres desaparecen por casi un día completo.

Otra vez esas miradas de cómplices.

⸺Bien. Sí, te ocultamos algo.

⸺James, cierra la boca ⸺amenazó Sirius.

⸺Prongs ⸺presiono Remus.

⸺Debemos decirle. Hemos jurado nunca ocultarle secretos a nuestra chica.

⸺¿Secretos? ¿De qué hablan?

James rascó su nuca, manteniendo su cabeza a gachas.

⸺Díganme lo que está sucediendo. Solo espero que no sea lo que estoy imaginando.

⸺¿Engañarte? ⸺soltó Remus.

⸺Preferimos el beso del dementor antes que engañarte ⸺dijo Sirius.

⸺Está vez si no los entendí. ¿Beso del dementor? Me perdí de esa clase.

⸺Luego te lo explicamos, pero en resumidas palabras nos succiona el alma hasta dejarnos depresivos.

⸺Okey… ⸺Enarcó una ceja, un poco confundida por el cambio de tema ⸺. Ahora, ¿qué están ocultando?

James resoplo ⸺. Estamos experimentando entre nosotros. Cuando estás fuera, en el gimnasio o visitas a Evan por el compromiso, nosotros ⸺se señala y a Sirius y Remus ⸺, aprovechamos y bueno… pasan cosas.

Lentamente Roma separaba sus brazos, tratando de pensar. Mientras que los chicos soltaron un suspiro de alivio.

⸺La verdad, no me sorprende. Me imaginé que llegaría este día y la verdad es que me excita mucho imaginar las cosas que hacen en mi ausencia, pero, ¿eso qué tiene que ver con sus nudillos lastimados?

Roma se había tomado bien la confesión. Tarde o temprano iba a llegar ese momento.

Ahí estaban una vez más los intercambios de miradas.

⸺Una pelea que tuvimos en el club ayer en la noche ⸺excusó rápidamente Remus.

⸺¿Por qué?

⸺Estas muy preguntona hoy.

⸺Sirius, no es porque sea controladora, sino que trato de cuidar a mis chicos.

⸺Te prometemos que no sucede nada grave.

⸺Prometan con su palabra de merodeador.

Ahí estaba, Roma veía ese intercambio de miradas. Sabía que no sólo era aquella nueva experiencia ni la pelea, algo más le ocultaban. Algo que, al parecer, era un problema grave.

Los tres levantaron su mano derecha y prometieron bajo la “Palabra del Merodeador”

Remus, para romper la tensión, se acercó a la cocina para supervisar el almuerzo.

Sirius guió a Roma a la mesa para que se siente y espere la comida, y James preparaba todo para el almuerzo.

Cambiaron el ambiente drásticamente, solo que los pensamientos de Roma no estaban tranquilos.

⸺Ya que estamos contando los secretos. Hay algo que debo decirles.

⸺Somos todo oídos.

⸺Antes de entrar a mi cita con la psicóloga, me he enterado que Roswell está desaparecido hace días.

Silencio.

⸺Es lo que querías, que desapareciera de tu vida, ¿no es así? ⸺dijo James, apoyando uno de los platos frente a la castaña.

⸺Sí, pero…

⸺Ahora eres libre de hacer lo que quieras. Sin miedo a que algo te suceda, bombón ⸺agregó Sirius.

⸺No lo sé, y si…

⸺No, preciosa. No te hará daño, ya no afectará tu vida.

⸺¿Cómo están tan seguros?

⸺Solo lo estamos.

Roma se mantenía pensativa. ¿Cómo es que estaban tan seguros de esas palabras? Ellos no conocían al hombre como Roma. Un día podría desaparecer, pero, en cualquier momento, podría presentarse hasta incluso en el consultorio de su ginecóloga. Era un acosador, un hombre que se encaprichó con una adolescente y que aún persiste. Roma no podía estar tranquila, ni siquiera en sus sueños.

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La noche había llegado, y Roma se encontraba sola en casa. Los muchachos se habían ido al club.

La lluvia de la ducha caía, esperando a la castaña que ingresara, pero ella estaba frente al espejo empañado, viéndose y tratando de pensar cómo sorprender a los chicos en el club, y cómo actuar al ver a Peter después de varios días.

Su cuerpo estaba siendo empapado, gracias a las tibias gotas. Delicadamente refregaba su cabello y luego pasaba el jabón por su cuerpo desnudo.

Estuvo un largo tiempo bajo la lluvia, la relajaba y ayudaba a pensar e imaginar cosas.

Su ropa estaba impecable sobre su cama. Un top negro, jeans y un tapado. Algo sencillo.

Se arregló y salió hacia el club.

Extrañaba conducir, y por eso disfruto cada minuto dentro de su auto.

Estando frente al club, saludó al guardia e ingresó.

Fue directo a la barra. Alex la veía acercarse y rápidamente se dispuso a preparar la bebida favorita de la chica de los dueños. Margarita.

⸺Alex.

⸺Ro. Justo estaba…

⸺Siempre me conscientes.

⸺Bueno, hace mucho no te veía por aquí.

⸺Pasaron algunas cosas, pero hoy recibí una noticia y creo que vendré más seguido.

⸺La próxima ven un poco más temprano así puede ser tú la que esté sobre el escenario y que ellos te bailen. ⸺Alex dejó la margarita frente a Roma.

⸺Están en la parte de elegir a alguien del público.

⸺Lo están. Espero que no te pongas celosa.

⸺Para nada, es su trabajo.

⸺Se ganaron la lotería contigo.

⸺Lo sé. ⸺Guiñó, alejándose de la barra y acercándose al escenario mientras bebía su deliciosa margarita.

Las luces estaban bajas, así que Roma no lograba ver quién era la afortunada de la noche. Sólo sabía que se trataba de disfraces de vaqueros.

Hasta que unos flashes hicieron que apretara fuertemente su vaso, quería hacerla añicos. Y no solo se refería a su vaso, sino que también a la mujer sobre el escenario.

Era ella.

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Hola, hola!!!

1/2

Hay algunas cosas que, creo yo, no están bien. Capaz que la info que tengo esta mal, pero no duden en corregirme (obvio con respeto)

Saquen sus propias conclusiones jajaja

Pd: si veo más de 30 comentarios les subo la siguiente parte.

En el 34 esta la acción 🔥😏

Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme @nyxpotter usar el propio hashtag de la historia #unholywattpad.

Opiniones y teorías 👀 o peticiones para los siguientes capítulos 👀

XO, Nyx ✨️🖤