𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟐
𝐉𝐔𝐄𝐆𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐌𝐄𝐒𝐀
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Roma entró al edificio, saludó a los de seguridad y siguió hasta el ascensor. Los tres la seguían como perrito faldero. La castaña no emitía ni una palabra, solo mantenía su sonrisa traviesa.
Los tres se miraban entre sí. Esperaban alguna palabra de Roma pero no obtuvieron ninguna.
Una vez que el elevador llegó al piso de la castaña, los cuatro salieron y caminaron por el angosto pasillo.
Al llegar al departamento, Roma se agachaba lentamente con la intención de que los tres le miren el trasero y eso fue lo que hicieron, se mordían levemente el labio inferior; sacó la llave debajo del tape y abrió la puerta.
Roma entró primero para prender las lámparas y luego los muchachos.
⸺Bienvenidos a mi humilde morada.
Los bailarines miraban cada rincón de la sala de estar y la cocina.
Roma se quitó los tacones, antes de salir del club corrió a buscarlos para poder colocarlos en sus pies desnudos, arregló un poco su cabello y los miró.
⸺¿Conocen los juegos de mesa? ⸺preguntó la castaña, los tres se miraron entre sí confundidos. Extraña pregunta.
⸺Algunos ⸺contestó Remus.
⸺¿Qué tienes en mente, sexy bailarina? ⸺Sirius se cruzó de brazos y sonrió de lado.
⸺¿Solo jugaremos a un juego de mesa? ⸺preguntó James con el ceño fruncido. Su esperanza quería derrumbarse, aunque no le molestaría jugar juegos de mesa con su musa.
⸺Algo así.
Roma caminó lentamente hasta estar frente a Remus.
⸺Tú serás el color amarillo ⸺pasó sus dedos por la pequeña cicatriz, dio un paso al costado⸺. Tú serás el verde ⸺acarició el suave cabello largo del pelinegro, dio un último paso al costado⸺. Y tú serás el rojo ⸺tanteo sus dedos sobre el pecho del azabache.
⸺¿Qué color serás tú? ⸺preguntó curioso Sirius.
⸺El azul ⸺murmuró Remus, reconoció de inmediato que juego se trataba⸺. Jugaremos al Twister.
⸺Din, din, din. Correcto, amarillo.
Roma caminaba a través de ellos, acariciando suavemente cualquier parte del cuerpo de los tres, se alejó y caminó hacia una repisa, se puso de puntitas de pie para poder sacar un tablero que tenía una aguja de reloj incrustada en el medio y alrededor estaban los colores que Roma había nombrado.
⸺¿Listos para jugar? ⸺mostró el tablero y los muchachos asintieron⸺. Quién será el primero... ⸺giró la aguja, a los segundos se detuvo en un color⸺. El afortunado es el amarillo⸺Roma llamó con su dedo índice a Remus y él dio un paso al frente⸺. ¿Qué quieres hacer, amarillo? ⸺preguntó coqueta acercándose al ojimiel.
Remus la agarró de la cintura y la acercó bruscamente a él robándole un jadeo. Lentamente bajaba sus grandes manos a los muslos de la castaña y los apretó. Remus la levantó y Roma dejó caer el tablero, rodeó la cintura con sus piernas para sostenerse y sus brazos en el cuello del ojimiel.
⸺¿Tu habitación? ⸺susurró en el oído de Roma provocando un escalofríos.
⸺Por el pasillo a la izquierda.
Remus avanzó con Roma en sus brazos.
⸺¿Se quedarán esperando ahí o qué? ⸺gritó Roma, Sirius y James se miraron⸺. No olviden el tablero ⸺James lo tomó y alcanzó a Sirius, Remus y Roma.
Una vez en la habitación, Remus dejó caer a Roma sobre el suave colchón.
⸺¿Puedo? ⸺Remus miró los labios de la castaña.
⸺Puedes hacerme todo lo que quieras ⸺mordió su labio.
Remus bajaba lentamente su rostro, los labios rozaban y la respiración se mezclaba.
⸺Será una noche inolvidable para ti, hermosa bailarina ⸺susurró Remus sobre los labios de la muchacha.
Los labios se fusionaron, las manos de Remus estaban inquietas, acariciaba cada parte del cuerpo de Roma, en especial apretaba los senos y el trasero. Roma mantenía sus manos en el cabello castaño, lo tironeaba o hacía pequeños círculos.
Sirius y James estaban de espectadores, a la espera de su turno.
Los besos de Remus bajaron al cuello de la mujer, pasaron por la clavícula, por el lado descubierto de los senos de la chica.
Besaba sobre la tela hasta llegar a la parte baja, miró a Roma quien disfrutaba demasiado. Cuidadosamente enrollo el vestido negro por arriba de la cintura mostrando la lencería roja que cubría su feminidad. Remus acarició levemente la lencería, Roma gimió al sentir el cosquilleo.
Los dos mantenían su mirada en Roma, querían ser los siguientes en tocar a su musa.
Los besos de Remus llegaron a la intimidad de Roma, el único obstáculo era la ropa interior.
Roma con sus manos le hizo el trabajo de Remus y se quitó su braga. Dejando que los tres vean su vagina descubierta. Los bailarines lamieron sus labios.
Remus beso los muslos hasta llegar a la entrada de la chica. Con su lengua apretó levemente el montículo de nervios, Roma tapó su boca. La lengua del castaño hacía maravillas en ella. Roma mantenía sus ojos cerrados y su boca levemente abierta.
Remus miraba a Roma desde abajo y una de sus manos viajó a la boca de la ojiverde, hizo que Roma lamiera sus dedos como un dulce, cuando Remus sintió la humedad en ellos los retiro y fueron directamente a la entrada, la saliva de Roma más sus fluidos fueron los lubricantes para que los dedos de Remus entraran y salieran con facilidad.
Remus separó su boca del montículo y miró hacia atrás.
⸺Necesitan probarla⸺los labios de Remus brillaban gracias a lo fluidos de Roma.
⸺Gi... ahh... giren... giren ⸺Roma no lograba mantener una oración coherente por culpa de los largos dedos de Remus.
James giró impaciente la aguja. Rojo.
⸺Joder, no es mi día.
⸺Que afortunado soy ⸺James frotó sus manos y se acercó a Roma.
⸺Toda tuya, amigo ⸺se alejó Remus.
James estaba a punto de sustituir al castaño pero la mano de Roma lo detuvo. La castaña se sentó, trataba de regular su respiración.
⸺Quédate parado ⸺James dio un paso a hacia atrás, no entendía qué quería hacer la ojiverde⸺. Es mi turno, rojo.
Roma bajó de la cama y se acercó a James. Lo beso tan apasionante, James llevó sus manos a la cintura de Roma, lo apretaba y hacía leves círculos. Los labios de Roma bajaron al cuello, dejando marcas de sus besos.
Roma bajaba lentamente sin perder esos ojos avellanas de vista hasta estar de rodillas. Se acercó al bulto del azabache y dejó un beso sobre la tela. Las manos de Roma subieron al cinturón y lo desabrocho junto a los botones. Bajo el pantalón junto a la ropa interior hasta los tobillos. La punta de la longitud golpeó el abdomen de James. Roma sonrió atrevida y asombrada al ver el largo de James, lamió su mano lentamente y seductoramente y atrapó entre su mano el pene erecto del azabache. Con su pulgar acarició la punta rosada, el azabache suspiró.
⸺¿Listo para tu turno, rojo?
⸺Lo estoy, azul ⸺contestó impaciente.
Roma se acomodó sobre sus rodillas y guió la longitud a sus labios. Con sus manos libres masajeaba las bolas. James sentía la cavidad caliente, él jadeaba, veía como su miembro entraba y salía de la boca de la chica y ella miraba como los ojos de James se oscurecían. Mantenían el contacto visual.
Roma se atragantaba cuando trataba de meter todo en su boca, la saliva caía por los costados de las comisuras de sus labios y las lágrimas brotaban logrando correr el maquillaje de la chica. Era un desastre. Era el desastre de los tres.
James acarició el pómulo de Roma, sus manos viajaron al cabello castaño.
⸺¿Quieres que folle esa preciosa boca que tienes, mi musa?
Roma gimió, enviando vibraciones al miembro de James, fue una indicación que aceptaba su petición. James realizó una coleta improvisada y comenzó a mover su pelvis, atrás hacia adelante, provocaba arcadas en Roma. Pero vaya que James lo disfrutaba. La castaña llevó una de sus manos a su intimidad y comenzó a masturbarse. Le excitaba ser tratada de esa manera.
James gemía por lo alto y Roma enviaba vibraciones.
⸺Que buena chica eres ⸺murmuró.
Sirius y Remus deseaban estar en el lugar de James. Lo deseaban tanto que llevaron una de sus manos a sus respectivos bultos crecientes. Se acariciaban sobre la tela del pantalón.
⸺Estoy... joder, Roma.
James llegó a su orgasmo, liberando el espeso y caliente líquido blanco en la garganta de Roma. Sacó su miembro y la castaña trago cada gota. Limpió sus comisuras y se puso de pie, se acercó al tablero y giró por última vez la aguja.
Sirius deseaba ser el siguiente. Su manifestación fue tan fuerte que su color salió.
Roma limpió sus lágrimas y maquillaje y caminó a Sirius.
⸺Es tu turno, verde.
⸺Estoy completamente listo, mi preciosa azul.
Roma lo tironeo de la camisa y lo llevó a la cama. Empujó a Sirius y cayó de espaldas al colchón. Roma gateó sobre Sirius, se estiró a su mesa de luz y sacó un listón verde.
⸺Manos sobre la cabeza ⸺ordenó Roma, Sirius parpadeó pero terminó obedeciendo a la castaña. Roma ató las muñecas con el listón, impidiendo que tuviera movilidad⸺. Saben, a mí me encanta montar en tren ⸺miró a los tres y en ese momento Sirius entendió lo que haría con él.
Roma beso a Sirius, y con sus manos le quitó los pantalones.Las piernas estaban a cada lado de Sirius, aprisionandolo.
La entrada de Roma se restregaba sobre la longitud dura del pelinegro. Atrás y adelante, las caderas de Roma se movían a ese ritmo. Sirius dejaba escapar gruñidos y Roma tapa su boca para amortiguar sus gemidos.
⸺Quiero estar dentro de ti, azul.
⸺Tus deseos son órdenes, verde.
Roma elevó su cadera y con una de sus manos posicionó la longitud lubricada con fluidos en su entrada. Bajaba lentamente, tomando todo el miembro. En los últimos centímetros se dejó caer bruscamente, se quejó por el dolor, nunca había tenido uno grande y grueso dentro de ella.
Scott no lograba tocar el punto dulce de Roma, nunca llegó a satisfacerla como se merecía. Pero el hombre bajo ella logró llegar a su punto dulce sin ningún movimiento.
El vestido cubría la union de la longitud con la entrada, como subía y bajaba Roma sobre Sirius.
Remus se dio cuenta que la castaña aún estaba vestida y se acercó pero en el camino pisó el tablero logrando que se partiera. No le tomó importancia y subió a la cama para bajar el cierre del vestido, James siguió a Remus y se colocó del otro lado de Roma y ambos subieron el vestido de Roma hasta sacarlo por completo. Los senos de Roma eran libres y rebotaban. El choque de pelvis probaba un ruido lascivo. Sirius quería guiar el ritmo pero sus manos atadas no le permitían hacerlo.
Remus llevó directamente su boca a uno de los senos y lo lamia y succionado, con su mano libre jugueteaba con el pezón, pellizcándolo y retorciendolo suavemente. James por su parte besaba a Roma, introducía su lengua y la lucha del dominio fue ganado por James, una de sus manos viajó al clítoris y lo estimulaba a su antojo. Roma estaba recibiendo demasiada excitación. La corriente eléctrica recorría por cada parte de su cuerpo, incluso las puntas de sus dedos.
⸺Desatame, quiero follarte como te lo mereces⸺demandó Sirius.
Roma le hizo señas a Remus para que desatará a su amigo. Sirius tenía las manos libres, las llevó a la cintura de Roma y la mantuvo inmóvil. El pelinegro entraba y salía a una velocidad increíble. Roma tapaba su boca con ambas manos.
⸺Queremos oírte, cariño ⸺susurró James en el oído.
⸺No te contengas con nosotros ⸺murmuró Remus.
Roma quitó sus manos y los gritos de placer retumbaban, los oídos de los tres chicos fueron bendecidos por tal melodía musical. Todo era diferente, con Scott debía mantener sus gemidos guardados para que los vecinos no los oyeran pero con los tres bailarines podía gemir, gritar y jadear a su antojo.
Sirius mantenía su ritmo. El nudo en el estómago de Roma estaba a punto de ser desatado. Arqueo su espalda y los espasmos comenzaron, había tenido su orgasmo. Roma cayó sobre el pecho cubierto de Sirius y dejó descansar su frente. El pelinegro acariciaba el cabello castaño, Roma trataba de regular su respiración.
Sirius aún mantenía su miembro dentro de la chica.
⸺No... no crean que hemos terminado ⸺habló Roma con dificultad⸺. Amarillo, desvistete.
La castaña se bajó de Sirius y pidió a Remus que tome el lugar que antes era ocupado por el pelinegro.
Roma se subió a él, le dio un lengüetazo a su mano y masturbo por unos segundos a Remus. Tomó por completo la longitud y se mantuvo inmóvil.
⸺Rojo, detrás de mí ⸺James estaba perplejo por la petición pero obedeció⸺. Lubricame y entra en mí.
James lubrico las partes para poder estar dentro de Roma. Agarró su miembro y lentamente ingresaba.
Roma se quejó.
⸺¿Estás bien? ¿Quieres que me detenga?
Roma negó ⸺. Continúa.
James algo dudoso, seguía introduciéndose por atrás.
⸺¿Roma?
⸺Estoy bien, solo necesito unos segundos. Estoy bien ⸺repitió.
James y Remus temían romperla, pero Roma no quería parar. Esos segundos se hicieron eternos hasta que Roma comenzó a moverse.
El azabache y el castaño trataban de sincronizar sus movimientos.
⸺Joder... ahh... por favor no paren ⸺Roma suplicaba. Se sostenía sobre el pecho de Remus.
Roma llamó con su mano a Sirius para que se colocara a uno de los costados. Abrió su boca para que Sirius metiera su longitud.
Estuvieron por un largo tiempo en esas posiciones. Roma estaba completamente llena por los tres hombres. Sentía el paraíso. Sus agujeros eran profanados por dioses bailarines.
Lo hacían tan bien que Roma se retorcía y disfrutaba. Nunca había tenido una experiencia así, esta fue su primera vez.
La primera de muchas.
El orgasmo estaba a la vuelta de la esquina.
Roma sacó el miembro de su boca y lo mantenía ocupado con su mano.
⸺Por favor sigan... ahhh... rápido... estoy... joder...
Las embestidas de los tres lados fueron intensificando.
La liberación de Roma fue la primera. El siguiente fue James, sacó su miembro y expulsó su orgasmo sobre el trasero de la castaña. Sirius a continuación tiró su semen en la cavidad caliente.
Solo faltaba Remus. Estaba por llegar, sus gruñidos eran la evidencia, cuando sintió que estaba a punto de vaciarse dentro de la ojiverde, retiró su miembro y disparó sobre el abdomen de la muchacha.
Roma estaba cubierta de líquido blanco. Sirius divisó un paquete de pañuelos y fue por él. Sacó unos cuantos al igual que Remus y James, y limpiaron a Roma.
La ojiverde estaba tan exhausta que solo quería dormir.
⸺Les dije que me gusta montar en tren, el que avisa no traiciona ⸺murmuraba burlona con sus pocas fuerzas⸺. Estoy cansada⸺murmuró vagamente ⸺. ¿Puedo dormir? ⸺pidió como niña pequeña.
⸺Puedes hacerlo, mi musa ⸺susurró James con una pequeña sonrisa.
Sus ojos pesaban demasiado y sus músculos ya no daban para más. Cayó sobre el pecho de Remus y él la acomodó junto a él. Ella se acurrucó y cayó en los brazos de Morfeo.
James se acostó junto a Roma y Sirius junto a Remus. Los tres, como podían, hacían mimos a la ojiverde.
⸺Te mereces el descanso, hermosa ⸺murmuró Remus acariciando la mejilla de Roma.
⸺Estuviste espectacular, mi musa ⸺murmuró James, dejando un beso en el hombro de Roma.
⸺Fuiste la mejor de los cuatro, muñeca⸺Sirius hizo mimos en el cabello castaño de Roma.
Los tres hombres cerraron sus ojos lentamente hasta quedar dormidos.
Los cuatro compartían su calor corporal.
El juego de mesa se convirtió en una cosa de los cuatro.
Un juego de mesa fue el causante de su unión, además del baile en el club.
La primera de varias noches. Las noches serán testigos de los encuentros íntimos de este pequeño grupo de lujuriosos.
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Hola, hola!!!
Cumpliendo con lo prometido... sus detalles mis pecadorxs 😏
Aclaro que es mi primera vez escribiendo un cuarteto, se va practicando para una de mis historias publicadas jeje así que espero que haya sido de su agrado e iré mejorando.
Yo sigo para jugar con ellos a juegos de mesa, esperen su turno 🤭
Creo que mis colores favoritos son el rojo ❤️, amarillo 💛 y verde 💚. No olvidemos el azul 💙.
No sé si contaría como cap 2 pero es mi historia y daré por sentado que sí, aunque sea un cap 1.5 JAJAJAJA
Espero que les haya gustado y no olviden si quieren hacer edits sobre esta historia, háganlo me encantaría verlos, me haría mucha ilusión, pueden etiquetarme @prongs.girl_ o usar el propio hashtag de la historia #unholywattpad.
Opiniones, teorías y peticiones para los caps siguientes 👀 estaré a su merced, mis hermosas personitas.
XO, Sofy 🤍 🦋
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