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ੈ✩‧₊ Narradora ▪•
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— Brigitte... he pedido tu presencia para comunicarte sobre tu compromiso con el príncipe heredero. -Anuncio con desdén-

— Entiendo, "Duque Dubois". -Enmarco su título y no le prestó tanta atención a la noticia, ya que estaba previsto que sucedería- Si es todo, regresaré a mi cuarto.

Se inclinó ligeramente y trato de irse, pero detuvo sus pasos al oír su nombre ser pronunciado y retorno su mirada a su progenitor.

— Brigitte. -Sus fríos ojos se posaron en su hija- ¿Qué te sucede?

— (Que raro... jamás se ha preocupado por mi durante los últimos 15 años y ahora me hace este tipo de preguntas.) -Estaba molesta, pero no lo demostraría y siguió manteniendo su mirada inexpresiva en el Duque- ¿Debería responderle?

— ¡...! -Su expresión estaba desencajada y frunció su ceño- ¡¿Cómo te atreves a responder de esa manera?!

Ezio se levantó de su asiento y golpeó su escritorio con fuerza, aunque la albina no se inmutó y decidió contestar a sus reclamos con argumentos válidos.

— Es raro... -Sus ojos expresaron disgustó- Nunca ha demostrado interés... ¿Por qué de repente pregunta por mi cambio de actitud?

— ¡...! -Sus ojos se abrieron como platos-

— Ya no me molestaré en tratarlo como mi padre. -Suspiro- Además, me subasto a la familia real... Creo que será bueno que cortemos toda relación consanguínea. -Nuevamente regresó sobre sus pasos y no miro atrás- Deme algunos días y tendré mis pertenencias preparadas.

— ¡Brigitte! -Grito Ezio-

La adolecente se marchó de su oficina e ignoró los reclamos del duque y retomo su camino a sus aposentos, de esta manera se cruzó con sus hermanos mayores.

— ¡Lys! -Dante la saludo desanimado y se arrimó a su pequeña hermana- ¿Estás bien?

— Estoy bien, hermano. -Una pequeña sonrisa surco sus labios y se percató de la presencia de su otro hermano mayor- Es placer verlo en buen estado físico, joven maestro Akan. -Saludo sin mucho interés y simplemente se limitó a examinarla-

— Que pena... ya no podré verte tan seguido. -Sostuvo las manos de la menor-

— En unos días marcharé hacia el palacio imperial. -Le comento animada-

— Trataré de visitarte Lys. -Sonrió animado-

— Es hora de irnos, Dante. -Akan observó con severidad al rubio y se marchó-

— Nos vemos.

La menor observó como su figura desapareció y regreso a sus aposentos con el propósito de comenzar a empacar sus pertenencias.

[Unos días más tarde.]

Brigitte tuvo una emotiva despedida con su hermano Dante y subió al carruaje que la transportó hacia el palacio real, así que estaba consiente de que había pasado por esto varias veces antes cada regresión.

— (Parece un ciclo sin final.) -Fue lo primero que se le vino a la cabeza y observó el majestuoso castillo-

Una vez que ingreso al palacio e inspecciono, ocasionó que recordara su amarga experiencia en regresiones anteriores y percibió una sensación fea en el corazón, así que cerró sus párpados y trato de neutralizar aquel sentimiento.
Te preguntarás sobre ¿Vidas anteriores?. La respuesta es si, Brigitte tenía presente las cuatro vidas pasadas y se acostumbro a despertar justo un mes antes de que se anunciará su compromiso con el Príncipe Heredero.
La joven estaba resignada a intentar ganarse el favor de su prometido Callisto Regulus y fue considerando varias posibilidades a fin de poder vivir una vida larga.
Cuando el carruaje se detiene, bajo con ayuda del cochero y permaneció unos segundos quieta antes de entrar al Castillo, percatándome de las miradas opresivas del personal e intentó no prestarles atención y se percató de un nervioso sirviente en particular.

— Princesa Dubois. -Un sirviente hizo una reverencia- He venido a guiarla a sus aposentos para que pueda alistarse y presentarse en el comedor.

— No hace falta, no me gustaría hacer esperar por mucho tiempo a su alteza. -Sonrió con encanto-

— Oh, pero... -Quedo sorprendido y asintió ante las palabras de la noble-

Una vez que terminaron la conversación, la condujo hacia el salón principal y tan pronto ingreso, se encontró bajo las miradas opresivas de la familia imperial.

— Es un placer conocer al sol y la luna del imperio de Eorka. -Hace un saludo acordé a la etiqueta imperial- Soy Brigitte Lys Dubois.

— Oh, ya veo... Puedes sentarte con nosotros, señorita Dubois. -Menciona la emperatriz con una sonrisa fingida-

— Me siento honrada por ese honor. -Sonrió amable y miro directamente a los miembros de la realeza-

— ¡Jajaja!

Constantino estaba riéndose y los presentes se impresionaron al verlo, ya que nadie logró alentarlo hasta ahora y la joven recordó que en sus memorias pasadas, el monarca nunca demostró tener sentimientos y parecía ser una persona frívola como su padre el Duque Ezio, aunque la diferencia estaba en su crueldad.

— Por favor, toma asiento al lado de mi hijo. -Siguió manteniendo una sonrisa-

— G-gracias, su majestad. -Se sentó con ayuda de un criado-

— Por favor, llámame por mi nombre a partir de hoy. -Expreso Con tranquilidad-

— ¡S-su majestad! -Su esposa Alysa trato de protestar y disuadir a su cónyuge-

— ¿Qué pasa Alysa? -Observo a su esposa-

— No cree que es muy pronto para que lo llame solo por su nombre. -Cuestiono su reina-

— No. -Suspiro- Recuerda que la señorita Dubois, muy pronto será la "Princesa Heredera". -Aclaro el título de su nuera-

— Padre... creo que madre tiene razón. -El segundo príncipe Bastian intervino en complicidad-

— ¿Por qué hacen tanto problema? -Se quejó Callisto y provocó el enojo de su padre-

— ¡Callisto! -Vocifero con fuerza-

— (Parece que deberé jugar las cartas a mi favor o nadie me respetara en este lugar.) -Reflexiono y analizó la escena frente a sus ojos-

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ੈ✩‧₊ Narra Brigitte ▪•
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Cuando encuentro el momento, me levanto de mi asiento y contempló a todos sollozando, conllevando a qué se mantengan en silencio y retrocedo algunos pasos hacia atrás.

— Lamento importunarlos, así qué regresare a mis aposentos. -Hago una reverencia y agachó mi cabeza-

Después de salir del comedor, me doy cuenta de la aflicción del sirviente que me oriento y pretendiendo ser buena, le pido que me escolte y accedió de inmediato a mi petición.

El recorrido hacia mi cuarto fue silencioso y supe que ponerme en el papel de víctima algunas veces podría traer ventajas, dando paso a qué el personal del Castillo real se compadeciera de mi posición y logrará poner a las personas de mi lado.
Cuando entro, me encuentro con las criadas y les ordenó que me dejen sola, por lo cual acatan mis órdenes y decido descansar en la comodidad de mi cama, sintiendo como la tensión de mi cuerpo se libera.

— Hoy fue un día largo... -Susurro agotada-

Respiro profundo y en cuánto me estaba acomodando para dormir, escuchó el ruido de la puerta y me reincorporo frustrada a causa de la interrupción de mi descanso y nada más abrir, no esperaba tomarme cara a cada con la persona que menos quería ver.

— ¡...!

— No pensé que realmente te afectaría lo que paso en la cena. -Miro a la adolecente con seriedad- Creo que me equivoqué.

𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐫𝐚.

◈〉Hᴏʟᴀ ϙᴜᴇʀɪᴅᴏs ʟᴇᴄᴛᴏʀᴇs, ᴇsᴘᴇʀᴏ ϙᴜᴇ ᴘᴜᴇᴅᴀɴ ᴀᴘᴏʏᴀʀ ᴇsᴛᴇ ʟɪʙʀᴏ ʏ ʟᴏs ɪɴᴠɪᴛᴏ́ ᴀ ʀᴇᴠɪsᴀʀ ᴍɪ ᴘᴇʀғɪ́ʟ, ʏᴀ ϙᴜᴇ ʜᴀʏ ᴠᴀʀɪᴇᴅᴀᴅ ᴅᴇ ʟɪʙʀᴏs ϙᴜᴇ ᴛᴇɴɢᴏ ʏ ᴄʀᴇᴏ ϙᴜᴇ ʟᴇs ᴘᴜᴇᴅᴇ ɪɴᴛᴇʀᴇsᴀʀ.

Lᴇs ɪɴᴠɪᴛᴏ́ ᴀ ϙᴜᴇ́:

◈〉Cᴏᴍᴇɴᴛᴇɴ, ᴅᴇᴊᴇɴ sᴜ ᴏᴘɪɴɪᴏ́ɴ ϙᴜᴇ ɴᴏ ʟᴏs ᴠᴏʏ ᴀ ᴍᴏʀᴅᴇʀ ᴊᴀᴊᴀᴊᴀᴊᴀ

◈〉Vᴏᴛᴇɴ, ᴍᴇ ʜᴀᴄᴇɴ ғᴇʟɪᴢ ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ʀᴇᴠɪsᴏ ʟᴀs ɴᴏᴛɪғɪᴄᴀᴄɪᴏɴᴇs ʏ ᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ ᴠᴀʀɪᴏs ᴠᴏᴛᴏs ᴅᴇ ᴀʟɢᴜɴᴏ ᴅᴇ ʟᴏs ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏs ᴅᴇ ᴍɪs ʟɪʙʀᴏs. ꒰ •̤ ▿ •̤* ꒱