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-Siéntase en casa.-Habló Clarion entrando a la cocina y haciendo malabares con una sola mano para servir agua en uno de los vasos de vidrio mientras que en el otro brazo cargaba a su hijo.-Y disculpe el tiradero, William ha estado muy inquieto estos días.

Milori asintió sentándose en uno de los sillones,observando toda la decoración que el no tan pequeño departamento tenía.
Y era todo lo contrario a su casa,el color de las paredes era café,diferentes cuadros,muebles,lamparas negras,sillones del mismo color y una mesa larga de centro encima de una alfombra blanca.

Tal vez era una combinación rara pero no se veía mal realmente.

-Estabamos a punto de comer algo.-Clarion llegó a la sala de estar y entregó el vaso que su maestro recibió gustoso.-Si gusta puede quedarse,hay mucha comida de sobra.

-No es necesario.-Habló finalmente.

-No es una molestia si eso piensa,nunca tenemos visitas y al parecer William esta muy emocionado.-Los dos mayores voltearon al niño quien avergonzado se escondía en el cuello de su madre y soltaba una risita nervioso.-Mira mira,ahora esta avergonzado pero en clases esta muy ansioso de estar con usted.

Clarion rió y Milori sintió su cara arder.
Aunque obviamente nadie lo noto.

-No quiero incomodar.-Se levantó del sillón y dejó el vaso en la mesa larga.-Gracias por el agua,pero me tengo que ir.

Clarion asintió lentamente sin mucho qué hacer.

-Ya veo,tal vez pueda hacerlo para demostrar mi agradecimiento.Algún día hay que comer juntos...

Milori frunció el ceño y caminó directo a la entrada del departamento,tomó su saco y mientras se lo volvía a poner siguió hablando.

-¿Comer con usted?.-Se burló.-Siempre he dicho que las personas no pierden la cabeza porque la traen pegada,pero usted definitivamente la perdió hoy...bueno,no solamente la cabeza,¿verdad?.

Clarion abrió un poco la boca,ofendida,sorprendida.
¿A caso realmente se veía tan ridícula cómo para que le estuviera hablando así,de esa manera?.

No,definitivamente no.

-¿Qué?.-Habló ofendida,y por qué no,subiendo el tono de voz.

-Si.-Milori chasqueó la lengua un par de veces negando con la cabeza.-Si es tan mala siendo madre ,no me quiero imaginar cómo será en en la cocina.

Clarion soltó una risa tosca y sin gracia,dejó a su hijo en el suelo quien se detuvo de la pared un poco.
Finalmente la menor tomó la mano de su maestro y a jalones lo acercó al comedor,recorrió una de las sillas y lo obligó a sentarse de golpe.

-Pero qué-

-Maestro Winter,yo le tengo mucho respeto porque aunque sea un...amargado.-Se tragó las palabra que de verdad quería decir.-Aprendo muy bien gracias a que explica de maravilla-Entre cerró los ojos y se inclinó un poco quedando frente al ojis-gris.-Pero con mi comida,jamás,¡jamás!,se meta.

Milori tragó pesado y después de eso Clarion se enderezó y caminó a paso normal hacia la cocina.

Por otro lado el pequeño William llegaba caminando a paso lento,tropezando de vez en cuando y en cuanto tropezó y cayó golpeándose el rostro Milori se levantó de inmediato.

Caminó algo preocupado y cargó en sus brazos al niño.

-Pequeño bebé, tú ya deberías caminar.-Habló dirigiéndose de nuevo la silla recibiendo un besito en la mejilla por parte de este.-Y hablar aunque sea un poco más.
Finalmente sentó a William en una de sus piernas y jugó con el un poco antes de que Clarion apareciera con tres platos en manos.

-Cuando era joven,incluso antes de tener a Willi, fui mesera en un gran restaurante,después me ascendieron a ayudante de chef.Así que aprendí muy bien de grandes personas.

Milori asintió sin mucho que decir viendo a su menor poner los platos en la mesa,uno más chico que los otros dos,era más que obvio seria el de William. Los cubiertos llegaron después al igual que las bebidas.

Clarion finalmente se sentó en su lugar a un lado de Milori y después de tomar en sus brazos a William y dejarlo en sus piernas comenzaron a comer.

-Disfrute la comida maestro.

El nombrado asintió y después de dudar en si probar la comida dio el primer bocado.

Dios...

Cerró los ojos por un segundo y con su mano hecha puño se aguantó un gemido.Eso...eso realmente estaba delicioso así que después de ignorar su sonrojo siguió comiendo,fingiendo que realmente no estaba sorprendido aunque Clarion sabía que si lo estaba.

La comida pasó normal y antes de que William diera su último bocado el  decidió hablar.

-¿Por qué William aún no habla ni camina bien si tiene tres años?.-Preguntó y Clarion tragó pesado.-No soy pediatra ni conozco mucho de niños.Pero mi hermana menor tiene un hijo y aunque no quiera sé como es su desarrollo.

Clarion suspiró y después de acariciar los cabellos castaños de su hijo se dirigió al maestro.

-William sabe hablar,solo que no quiere hacerlo.Y bueno,fui un mamá soltera por mucho tiempo y era primeriza no sabía mucho de lo que tenía qué hacer con un bebé.Así que el tiempo pasaba y yo pensaba que aún era muy chico para que caminara,aunque mi tía me regañó en una de sus visitas.-Rió irónica.-No pensé que todo lo estuviera haciendo mal.

El lugar quedo en silencio por un par de segundos y cuando las miradas de Clarion y Milori chocaron el tiempo pareció detenerse.

Así que antes de que ocurriera algo más el albino se levantó de su asiento y carraspeando un poco nervioso se dirigió a la salida.

-Me tengo que ir.-Avisó y escuchó como Clarion se levantaba igual de la silla.Segundos después ya estaban los dos frente a frente en la entrada.-Gracias por la comida,y disculpa si fui grosero al principio de esto.

-No importa...regrese con cuidado.

Milori asintió apretando los labios y de un segundo a otro ya estaba encima de Clarion besandola.

No pudo evitarlo,tal vez fue la emoción, la necesidad de hacerlo,o tal vez saber a qué sabían los labios de Clarion.Si realmente eran suaves como había escuchado decir a uno de sus alumnos hace algunas semanas.
Y tal vez fueron todas las opciones juntas.

Milori se separó de golpe viendo algo sorprendido a su alumna quien se veía igual que él.
Sus labios hinchados y su respiración agitada.

-Y-yo...-Trató de hablar pero lo mejor que pudo hacer fue abrir la puerta y salir,huyendo más bien,del lugar cerrando la puerta de golpe.

Por otro lado estaba Clarion con un signo de interrogación casi tatuado en la frente.

¿Era su imaginación o el maestro Milori la había besada?.
No,realmente lo había hecho.

La verdadera pregunta era;¿por qué demonios le gustó el beso?.

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